El día en que se conocieron
Cuando recibieron sus horarios, Seiya se sintió decepcionado una vez más; a Shun y a Shiryu les tocó uno muy similar, mientras que Seiya sólo compartía algunas clases con ellos. La primera clase que los primeros dos tenían era Lengua Griega, y Seiya tenía Astronomía. Los tres se encontraron en el desayuno con Ikki.
-Entonces... ¿Listos para su primer día?- preguntó Ikki mientras se sentaba en la mesa de la cafetería.
-¡Sí! ¡Estoy tan emocionado! ¡Esto va a ser genial!- Shiryu estaba inusualmente frenético.
-Será mejor que nos apresuremos, o vamos a llegar tarde- añadió Shun, tomando su charola con los platos vacíos.
-¿Qué clase tienes Seiya?
-Aaaaa.... Astronomía, en el Planetario, ¿y ustedes?
-Griego, ¿verdad Shun?
-S-sí, ¿te vemos en el almuerzo Seiya?
-¡Por supuesto!
Mientras tanto, Hyoga y Isaak se dirigían a desayunar:
-Así queeeee... ¿qué clase tienes?- preguntó Isaak en ruso, esa era una de las ventajas de tener a un compatriota como compañero de cuarto.
-Astronomía en el.... Planetario.... Donde sea que eso esté...- Hyoga no había prestado mucha atención durante el recorrido introductorio, y a juzgar por la mirada que Isaak le dirigió, él tampoco.
-Buena suerte entonces- Isaak sonrió. -Tengo una clase de Física perfectamente normal en la perfectamente común, y fácil de encontrar, Aula F849.
-Sí, bueno, creo que lo buscaré en el mapa.
-¿Qué mapa?
-¿El qué venía con la carta de admisión...?
-No es más fácil, no lo sé... ¿pedir indicaciones?
-Pedir indicaciones es para perdedores
-Así como perderse
-No me perderé
Minutos después, Hyoga estaba parado en medio del campus, mirando el mapa que no tenía ni idea de cómo leer.
-¡Demonios! Me perdí... :(
Seiya se dirigió al Planetario, mientras Shiryu y Shun llegaban a su salón de clases.
-Buenos días estudiantes, y bienvenidos a Palaestra. Soy el Sr. Galanis y soy va a ser su profesor de griego este año. Empecemos con el pase de lista.
El Sr. Galanis procedió y dijo los nombres de todos los estudiantes presentes, excepto el de Shun.
-¿Falta alguien?- inquirió el profesor, mirando a sus alumnos.
-Sí- Shun levantó la mano.
-¿Cómo se llama, señor?
-Fujita, Fujita Shun- respondió con la voz temblorosa, se estaba poniendo nervioso de que su nombre no apareciera en la lista.
-Mmmm.... Me temo que no está en la lista. Debe ir a la Coordinación de Estudiantes para ver si hay algún problema con su horario.
La cara de Shun se quedó en blanco, precisamente lo que necesitaba en su primer día de clases, problemas administrativos. Miró preocupado a Shiryu, quien no podía hacer nada por su amigo en apuros.
-Buena suerte- Shiryu tranquilizó a su amigo.
Shun corrió a la Coordinación de Estudiantes, no quería llegar tarde a su primera clase y perderse algo importante; claro. no es que pudieran culparlo por eso.
Hyoga seguía sin poder encontrar el camino al Planetario, había volteado el mapa mil veces, pero seguía confundido.
Shun golpeó la puerta desesperadamente, una mujer abrió y le preguntó que qué le pasaba:
-¡Necesito ayuda! ¡No estoy en la lista! ¡Al parecer mi horario o su sistema está mal, señora!- se sonrojó y miró hacia abajo cuando se dio cuenta de lo grosero que había sonado. -L-Lo siento, ¿podría ayudarme, por favor?
-Mmm.. déjame ver... sí, aquí no se hacen los horarios de primer año, tendrás que ir a la Coordinación de Admisiones.- Shun dejó salir un suspiro ruidoso y corrió a la Coordinación de Admisiones.
Hyoga miró a su izquierda y luego a su derecha, todo le parecía igual, y nada se veía como en el mapa. Decidió comenzar a moverse, la gente había comenzado a mirarlo de forma extraña. Después de unos pocos pasos se dio cuenta de que estaba más perdido que antes.
Cuando Shun llegó a la Coordinación de Admisiones, la secretaria le dijo que esperara, ya que el Coordinador estaba ocupado. Shun se sentó decepcionado, miró su reloj de muñeca y comenzó a tamborilear con su pie en el suelo.
Hyoga estaba perdiendo la cabeza, no sabía qué más hacer, así que procedió a poner el mapa en el piso y colocarse encima de él, para poder tener una perspectiva distinta y "mejor". Miró el mapa y luego su entorno: nada. Decidió dejar aquella estupidez cuando pilló a una chica riéndose de él, o al menos el ruso pensó que se estaba riendo de él.
La puerta se abrió y una persona salió de la oficina del Coordinador de Admisiones, por lo que la secretaria le dijo a Shun que podía entrar.
-Hola, ¿cómo puedo ayudarle?
-Mi horario está mal, o la lista del profesor está mal, porque no estoy en ella...
-¡Oh, rayos! Déjame ver... Oh sí... ¿Cómo te llamas? Tuvimos algunos problemas con algunos estudiantes de primer año, el sistema enloqueció.
-Fujita, Fujita Shun.
.Muy bien... Fujita... parece que tu horario está mal, déjame imprimirte el nuevo.
Shun se sintió aliviado y asustado al mismo tiempo. Aliviado de que finalmente tendría un horario correcto e iba a poder asistir a una clase; asustado de que pudiera ser totalmente diferente al de sus amigos y tener todas las clases él solo, Seiya ciertamente se reiría mucho con esto. El coordinador le entregó su nuevo horario.
-Muchas gracias- respondió Shun y comenzó a correr hacia su salón, si se daba prisa, aún podría llegar a tiempo.
Como Hyoga no estaba haciendo ningún progreso, comenzó a caminar sin ninguna dirección en particular, a lo mejor se las ingeniaba para encontrar el Planetario de pura casualidad; todavía sostenía el mapa en sus manos con los ojos fijos en él, incluso cuando no tenía ni idea de lo que estaba haciendo.
Shun corría lo más rápido que podía, con el horario en sus manos, se dirigía al Aula F849, su mochila se le resbalaba del hombro debido a la velocidad que llevaba.
Hyoga ya no tenía prisa, no sabía dónde estaba o si ya iba tarde para la clase, probablemente sí; sin embargo su paso se mantuvo constante y tranquilo, todavía inmerso en el mapa que no sabía leer.
Shun iba demasiado rápido, no podía ver muy bien a las personas a su alrededor o frente a él, estaba desesperado por llegar a su clase. Siguió corriendo cuando de repente...
Hyoga tenía los ojos fijos en el mapa, y estaba muy sumido en sus pensamientos, en realidad no estaba mirando por dónde iba, seguía vagando con pasos decididos cuando de repente...
Ambos chocaron entre sí.
-Ita ita...- Shun se estaba sobando la frente con la mano, su brazo cubriendo su rostro, la colisión fue lo suficientemente fuerte como para tirarlos al suelo.
-Maldita sea, lo siento mucho- se disculpó el ruso, que no había visto muy bien con quién había chocado; vio una mochila abierta en el suelo con el interior desparramado, no era suya, así que pensó que debía pertenecer a la persona en cuestión. Comenzó a agarrar los artículos que se le habían caído y los volvió a poner en la bolsa. -Lo siento mucho, no estaba viendo por donde iba, Dios, soy tan estúpido, lo siento- seguía repitiendo Hyoga.
-No, no te preocupes, fue mi culpa, iba demasiado rápido- agregó Shun, al escuchar a la persona con la que había chocado. Como ambos estaban hablando al mismo tiempo, nadie escuchaba lo que el otro tenía que decir, además de que estaban ocupados recogiendo todas las cosas de Shun del suelo.
En medio del alboroto, ambos alcanzaron el mismo estuche de lápices que yacía entre ellos al mismo tiempo, provocando que sus manos se tocaran.
El contacto los dejó paralizados y obligó a los dos muchachos a mirarse el uno al otro. Shun dejó escapar un ligero suspiro mientras miraba los intensos ojos azules de Hyoga. Este último estaba en estado de shock, estaba perdido en aquellos bellos ojos japoneses de tono verdoso, había gentileza en ellos, toda la imagen era perfecta, nunca antes había visto a una persona tan hermosa.
Se dieron cuenta de que se habían estado mirando por un rato, por lo que Hyoga decidió ayudar a Shun a levantarse. Incluso después de que los dos estuvieron de pie, todavía se veían fijamente.
-G-gracias- murmuró Shun, aún asombrado por el encuentro.
-¿Estás bien?- preguntó Hyoga, con voz suave.
-S-sí
-Bien...
Hubo silencio, y aún se contemplaban el uno al otro.
-Será mejor que te apresures, no querrás llegar tarde.- dijo finalmente Hyoga con esa hermosa sonrisa suya. Las rodillas de Shun temblaron un poco y sintió mariposas en el estómago.
-E-Está bien, ya llegué tarde de todos modos...- Shun dejó escapar una risita. -De acuerdo... ¡Adiós!
Shun comenzó a encaminarse a su clase, pero Hyoga tomó su mano para detenerlo. El japonés estaba paralizado, las mariposas en su estómago se hicieron más fuertes, miró a Hyoga, era perfecto: su atractivo físico, ese cabello rubio dorado y sus deslumbrantes ojos azules, a Shun le encantaba cómo todo en él funcionaba en conjunto para hacer al hombre más guapo que jamás había conocido. Y además era amable y atento, con esa sonrisa que lo derretía.
-Aaaaaaa... es sólo que... yo... ¿¿¿sabes dónde está el Planetario??? Este mapa no sirve para nada, jaja
-¡Sí claro! Ammmm... es por ahí- el japonés señaló la dirección.
-¡Oh! Gracias, que tonto soy, cómo no lo vi antes...
-Jejeje...
-Bueno... ammm... gracias... y... lo siento de nuevo...
-Claro, no hay problema, yo... también lo siento.
-No te preocupes.
Shun emprendió su camino una vez más, lentamente, por si Hyoga intentaba detenerlo de nuevo, tal vez lo esperaba. El ruso se quedó allí parado, viendo cómo Shun se dirigía a su clase. Este último volteó, como para ver a Hyoga una vez más, sonrió tímidamente cuando vio que el ruso le devolvía la mirada.
Cuando Shun ya estaba perdido entre la gente, Hyoga suspiró y se dirigió en la dirección que el japonés le había indicado.
Cuando Hyoga llegó se sintió incómodo, puesto que la clase ya había comenzado, y todos se giraron y se le quedaron viendo. El profesor lo excusó, porque era el primer día, y él estaba en primer grado, así que esas cosas solían pasar mucho.
El único lugar que encontró para sentarse fue junto a un chico de cabello castaño, bastante alegre y divertido.
-¿Te perdiste?- le preguntó el chico a Hyoga
-Sí
-Jaja. Soy Kirishima Seiya
-Hola, Hyoga Shuvalov
Lo mismo le pasó a Shun cuando llegó a su clase, excepto que el único asiento disponible estaba hasta el frente, por lo que tuvo que caminar por todo el salón para llegar a su asiento.
-¿Cómo te llamas?- preguntó el profesor a Shun, bastante serio.
-F-Fujita Shun. Lo siento, tuve un problema con mi horario.
-No te preocupes, sucede mucho durante el primer día, sólo trata de llegar a tiempo el resto del año escolar y estarás bien.
Shun se sentó junto a una chica de cabello azul.
-¡Hola! Disculpa, ¿han visto algo importante?- preguntó Shun tímidamente.
-¡Hola! Para nada, sólo el programa de la clase- respondió la chica con una sonrisa amable.
-¡Oh, gracias!
-Soy Ami, bueno... Amalia, pero todos me llaman Ami.
-¡Hola! Soy Shun, encantado de conocerte.
Cuando terminó la clase de Astronomía, Hyoga y Seiya se dieron cuenta de que tenían la siguiente clase juntos, y como parecían llevarse bien, decidieron caminar juntos hasta allá.
-Entonces... Esta escuela se ve muy bien, ¿verdad?- le dijo Seiya a su nuevo amigo. Hyoga no parecía escuchar, estaba buscando algo, o a alguien, entre la multitud de estudiantes.
-Ammmm... ¿Hyoga? ¿Estás bien?
-Perdón ¿qué?- el rubio salió de su trance.
-¿Estás buscando a alguien?
-Oh... jajaja...- el ruso comenzó a balbucear. -No... bueno... sí... no sé... es sólo que... cuando estaba tratando de encontrar el Planetario, choqué con... una chica.
-Uuuuuuh!!! ¿Era bonita?
-¿Q-qué?- Hyoga se sonrojó. -Ammm... sí... Supongo que ella era...- Seiya levantó las cejas y sonrió con picardía. -¡De acuerdo! Era bonita, tenía el cabello verde y unos ojos preciosos... era... guapísima... creo que me gustó un poco...- Seiya volvió a levantar las cejas. -¡Bien! Me gustó... mucho.
-¿Cómo se llamaba?
-Yo... yo no le pregunté... ni siquiera sé en qué año está...
-Wow... bueno, espero que la encuentres.
A la hora del almuerzo, Seiya le preguntó a Hyoga si tenía con quien comer y, si quería, podía unirse a él y a su "pandilla". Hyoga debió de haberse olvidado de Isaak, ya que accedió quedarse con Seiya y los demás de inmediato; pero al parecer Isaak también se olvidó de Hyoga, porque nunca lo buscó ni nada parecido, y cuando ambos se volvieron a ver a altas horas de la noche, ninguno mencionó sentirse abandonado o algo por el estilo.
Cuando llegaron a la cafetería, Shiryu ya estaba en una mesa con Ikki:
-¿Cómo va el primer día?- Ikki le preguntó al de cabello negro.
-¡Genial! Creo...
-¿Dónde está Shun?
-Ammm... no sé... le cambiaron el horario, no lo he visto desde la primera clase...
-Oh, bueno él debería...
-¡¡¡¡¡Heeeeeeeyyyyy!!!!!- Ikki fue interrumpido por Seiya, quien les estaba gritando desde la distancia.
-¡Hola, chicos! ¿cómo les va?
-¡Qué hay, Seiya!- Shiryu palmeó a su amigo en la espalda.
-¡Oigan todos! ¡Este es Hyoga!- el mencionado saludó torpemente.
-Este es Shiryu, y ese grandulón de ahí es Ikki- mientras Hyoga saludaba a todos, Seiya continuaba conversando.
-¿Dónde está Shun?- inquirió Seiya, creyéndose muy popular, ya que, contando a Hyoga, sentía que tenía muchos amigos.
-Cambiaron su horario, así que no lo he visto desde la mañana- respondió Shiryu, viendo venir la respuesta de Seiya.
-¡¡¡Ajá!!! Supongo que tú también estás solo, ¿eh? ¡Pero ahora yo tengo a Hyoga! ¡Así que tú pierdes! Jajajaja- Shiryu puso los ojos en blanco.
-¡¡¡¡NII-SAN!!!!
Los cuatro se giraron para ver de dónde venía el grito, era Shun, corriendo hacia ellos mientras los saludaba con la mano en el aire.
Los ojos de Hyoga se abrieron como platos, no podía creer que la persona que había estado buscando desde la mañana estaba allí, frente a él nuevamente, y no sólo eso, "ella" era amiga de Seiya.
-¡¡¡Shun-chan!!!- gritó feliz Seiya.
-¡Nii-san! Lo siento, mi clase terminó un poco tarde.
-¿Qué pasó? ¿Cambiaron tu horario por completo?- preguntó Shiryu.
-Un poco, debes estar feliz, ¿no, Seiya?
-¿Eh? Jajaja- Seiya rió. -¡Oye! ¡Él es Hyoga! Hyoga... ¡él es Shun! El hermano de Ikki.
Shun no se había dado cuenta de que había una cuarta persona parada allí, así que cuando se giró para saludar al nuevo amigo de Seiya se llevó una gran sorpresa. Sus ojos se agrandaron, su boca se abrió levemente por la sorpresa, y su corazón comenzó a latir rápidamente. Shun estaba asombrado, pero no tanto como Hyoga, quien acababa de darse cuenta de que su hermosa "chica" era en realidad un hermoso "chico".
-Her-hermano...- Hyoga pensó.
-Ho-Hola- dijo Shun en voz baja.
-Ho-Hola- respondió el ruso, tímidamente.
Se estrecharon la mano y el corazón de ambos dio un vuelco. Se miraron por un momento y procedieron a sentarse a la mesa con el resto.
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