Día uno

Atenas, Grecia, 2010

Después de la ceremonia de inicio de curso, a los alumnos de último año se les pidió reunirse en el gimnasio principal.

Una vez que todos los estudiantes habían elegido una división y un rango, el Consejo Galáctico se encargaba de asignarlos a un cuadrante, este determinaba las armaduras por las que podrían pelear. En los primeros años de la historia de Palaestra, los altos mandos divieron el firmamento para tener un mejor control de las Cloths, Robes y Cristales y a quienes se les otorgaban. Las estrellas, constelaciones y cuerpos celestes dentro de cada división o cuadrante simbolizaban las armaduras a las que el aspirante podría tener acceso. El cuadrante se determinaba por la fecha de nacimiento de cada estudiante.

En el caso de los Mariners era distinto; las Scales, al no llevar el nombre de cuerpos celestes, no podían seguir el mismo proceso de selección, los aspirantes al Ejército de Poseidón sólo eran divididos por rango.

-Cuando mencionemos su nombre, acérquense para que les entreguemos su horario de clases.- explicó Nephrite, quien estaba parado en el centro del gimnasio, con los otros tres miembros del Consejo Galáctico sentados frente a una mesa con miles de papeles. -Los aspirantes a Mariners hagan una fila frente a Jadeite, él les entregará sus horarios.

-Iniciemos con el cuadrante S-1354- continuó Zoisite, levantándose de su lugar. -Kirishima Seiya.

-¡Venga!- gritó el castaño mientras se dirigía a la mesa.

-Cassios Papadakis.- el enorme sujeto fue por su horario de clases, a la vez que le dirigía una mirada asesina a Seiya.

-Jabu Haswari.- el rubio se acercó por su horario con la altanería que le caracterizaba.

-Meh...- rechistó Seiya. -Ya es demasiado compartir cuarto con él, ahora lo veré todo el bendito tiempo.

-Selene Xenakis- la rubia tropezó con sus propios pies en su camino.

-Lucy Alinac- la chica pelirroja, con la que Seiya se había involucrado brevemente en el segundo año, se alegró bastante al ver que estaría en el mismo grupo que él.

-Y finalmente Suzuki Shoko.

-Seguimos con el cuadrante A-0123: Amalia von Schraeder.- Ami tímidamente tomó su horario y lo comparó con el de su amiga Selene.

-Anaís Cisneros- una chica de cabello castaño corto con grandes gafas redondas se aproximó por su horario. Ella y Ami eran las más inteligentes de toda la generación; aunque no se estorbarían al conseguir su respectiva armadura, pues Ami se había enlistado en las Sailor Guardians y Anaís había optado por los Dioses Guerreros.

-Haagen Larsen.- Hyoga hizo una mueca, y rezó por que a él lo colocaran en otro cuadrante; no quería estar en el mismo grupo que el otro rubio.

-Hyoga Shuvalov.

-Demonios...- gruñó en voz baja, aunque lo suficientemente fuerte para que Shun lo escuchara y riera.

-¿Coincidimos en alguna?- preguntó Seiya, abalanzándose a echarle un vistazo al horario de su amigo.

-Nop.

-En el cuadrante A-0909: Mina Allen.

-Reda Rinaldi- Shun bufó silenciosamente.

-Spica Anwar.

-Izuki June.- Hyoga desvió ligeramente la mirada, después de tres años, ambos rubios seguían sin agradarse.

-Fujita Shun.

Seiya y Shiryu comenzaron a soltar risitas y a burlarse de Hyoga mientras Shun iba por su horario.

-Te lo van a bajar, Hyoga.- bromeó el castaño.

-Cállate.

A Shiryu le tocó en el cuadrante D-7399 junto con Selda Holberg y Marina Drago, las dos muchachas que se sentían atraídas a él. A lo que Seiya muy inocentemente sugirió que tal vez ese sería el año en el que Shiryu perdiera su soltería y quizás algo más.








-No estamos juntos en ninguna clase, Hyoga-chan.- suspiró Shun con melancolía, una vez que el reparto había terminado.

Ambos estaban en la habitación de Hyoga, aprovechando que Isaak había salido con los demás aspirantes a Mariners.

-Nos veremos en las tardes.- le aseguró el ruso, mientras besaba la cabeza de su novio.

-Si hay tiempo...- Shun escondió su cara en el cuello del rubio.

-Encontraremos la manera, te lo prometo.

Shun se incorporó para ver los azules ojos de su novio, le sonrió y depositó un beso en sus labios.

Hyoga correspondió, abrazando su cintura y juntándolo más hacia él. Tenía todas las intenciones de llevar aquel beso a otro nivel, cuando Isaak entró por la puerta.

La pareja se separó, Hyoga estaba rojo de ira y Shun de vergüenza. Al rubio le molestaba de sobre manera que Isaak entrara sin tocar, así como así. Aunque estaba en todo su derecho, pues era su cuarto también.

-Ay... ¿interrumpí algo?- dijo cuando cayó en la cuenta de lo que Hyoga y Shun hacían.

-Sí- bufó Hyoga.

-No- aclaró Shun al mismo tiempo que su novio. -Ya me iba. ¿Te veo luego, Hyo-chan?

Shun besó rápidamente los labios de Hyoga y salió de la habitación.

-No vi tu horario, ¿tenemos algo juntos?- continuó Isaak una vez que Shun cerró la puerta.

-Quién sabe.- espetó Hyoga, mientras se acostaba en su cama, claramente molesto.

-¡Viejo! ¡Estamos juntos en casi todo!- celebró el peliverde, comparando ambos horarios.

-¿En serio?- aquella noticia parecía haberle sentado bien a Hyoga, pues ya no se le oía tan enojado.

-Sólo estamos separados en las clases que son exclusivas para Mariners y Saints, pero fuera de eso estamos juntos en todo.

-Manejo de Cosmo Congelante, Física Avanzada, Introducción a la Termodinámica, Teoría de la Congelación...- repetía el rubio observando como las clases, horas y días eran casi idénticos. -¡Tienes razón!








Al día siguiente, la pandilla desayunó junta, como era su costumbre.

-¿Qué tienen primero, muchachos?- inquirió Seiya mientras comía sus hotcakes.

-Teoría de la Congelación.- indicó Hyoga, masticando un pedazo de sandía.

-Suena terriblemente aburrido...- agregó Shiryu. -Yo inicio con una fácil, Griego IV.

-Entrenamiento para Combate IV...- continuó Seiya.

Shun buscó en su mochila el papel con su horario, que estaba hecho bola.

-Creí que eras más organizado, Shun-chan.- bromeó Seiya.

-Me desperté tarde y guardé todo al aventón. Por cierto, Shiryu, gracias por levantarme a tiempo.- replicó Shun, con un toque sarcástico al final. El azabache alzó los hombros. -Emmm... ¿Combate con Cadenas? ¿Qué rayos es eso? ¿Ustedes tienen algo así?

-No, pero suena genial, amor.- expresó Hyoga, besando la sien del peliverde. -Es hora, deberíamos irnos.

En el camino, los amigos se separaron. Seiya se unió a Selene en sus clases, Shiryu abrazó la soledad, Hyoga se fue con Isaak, y para desgracia del rubio, Shun partió con June.

De camino a su aula, Hyoga y Isaak se encontraron con Ami.

-No me digas que tenemos el mismo horario- exclamó el peliverde. Ami le caía muy bien, no había podido tratarla mucho, a excepción del breve tiempo que la chica estuvo con Hyoga, pero aquello fue suficiente para que la tuviera en alta estima.

-Algunas clases, sí. Sólo las de física y congelación, estoy con Marina en otras de control acuático y esas cosas.

-¡Yo también tengo un par de clases de eso!- agregó Isaak, divertido.

-¡Amigos!- los tres chicos se voltearon.

-¡Ay, por favor!- se quejó Hyoga al ver que quien los saludaba tan vivarachamente era Haagen. -¿Tiene las mismas clases que nosotros?

-Mime me dijo que Sorrento le dijo que tú le dijiste que tenemos algunas clases en común. ¿No es así, Isaak?- continuó Haagen.

-No... sé...- replicó confundido el peliverde.

-Seguro nos la pasaremos genial. Además yo tengo clases de Manejo de Cosmo de Fuego y así. Les llevaré ventaja en eso, chicos.- continuó Haagen, aunque nadie se lo preguntó, con el habitual tono presumido que a Hyoga sacaba de quicio. -Los veré en el salón, chicos. ¡Bye!

Los tres amigos sólo asintieron, Ami intentó fingir una sonrisa pero falló rotundamente.

-Va a ser un año muuuuuy largo...- suspiró la chica.








Mientras tanto, June, Mina y Shun se la estaban pasando de las mil maravillas juntos.

-Quién sea que nos vaya a dar esta clase ya se tardó.- mencionó Mina. Los tres estaban sentados en el suelo del gimnasio. -Con el grupo que nos tocó, me alegra que estemos los tres juntos.

-Ese chico, Charlie, seguro que no se gradúa, lo apuesto.- exclamó June entre risas, refiriéndose a un chico escuálido que apenas y se notaba en la generación.

-Quizás mejore después de "la charla"- agregó Mina, haciendo comillas con sus dedos.

-¿La charla?- preguntó Shun, ladeando la cabeza.

-¡Sí! Los Caballeros Dorados dan una plática a cada cuadrante, para dar consejos y cosas así.

-¿Cómo lo sabes?- inquirió June. Mina palideció y abrió los ojos como platos.

-Aaaaa... bueno... Selene... su mamá... mencionó algo...- mintió la rubia.

-Creo que Ikki nii-san dijo algo al respecto.- recordó Shun.

Antes de que siguieran hablando, y para fortuna de Mina, el profesor a cargo de la clase llegó.

-Una disculpa, jóvenes, no volverá a ocurrir.

Shun quedó boquiabierto cuando vio a su profesor. El hombre no era otro más que Albiore de Cepehus, su profesor de primer año.

-Genial, hará que me quede horas extras...- se lamentó el peliverde.

-¿Por qué lo dices?- inquirió Mina.

-¡Me odia!

-¡No te odia!- interrumpió June. -Sólo piensa que puedes hacerlo mejor.

-Un placer verlos a todos de nuevo- continuó el Saint de Plata, deteniendo su mirada en Shun, a quien le sonrió levemente y asintió a modo de saludo; el japonés le imitó, nervioso.

-Comencemos.

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