Capítulo 2

—Hay anomalías en el ED.IN — anuncia Armin, mientras observa el Miraya. 

—No puede ser posible, ED.IN ha estado en ruinas durante eones— responde Mikasa al tiempo que se acerca al ordenador para poder observar. 

Dentro de las constelaciones, hay puntos blancos parpadeando en la zona categorizada como ED.IN. 

El ED.IN era un lugar de acceso prohibido. Según contaban los rumores, era una replica del jardín en donde Ymir estuvo en contacto con el espíritu maligno que dio paso a los titanes tantos años atrás, y por eso todo aquel que rondaba por esa zona desaparecía misteriosamente sin dejar el más mínimo rastro. 

Sin embargo, documentación encontrada por el equipo indicaba que el ED.IN era mucho más que un jardín y todas esas desapariciones tenían un por qué; experimentar con el humano de ese entonces. Poder extraer sangre y órganos a voluntad con el objetivo de que, los llamados científicos, masturbaran su ego con la idea de que podían jugar a ser dioses creando criaturas y razas en base a los elementos extraídos.  

Al menos esa es la conclusión a la que llegue yo. 

—Quizá debamos ir a revisar 

 Sugiero, mientras que camino en dirección de ellos para poder ver el Miraya más de cerca. 

—Armin, ¿acaso no hay forma de divisar exactamente qué está causando la anomalía? — cuestiono, atenta a los puntos parpadeantes.

Armin procede a establecer contacto con el bolsillo de información que representaba esa luz, y de inmediato puedo ver que hay algo mal.

El Miraya consiste en una computadora con la información de todo y todos. No cualquier persona puede acceder a él, por el simple hecho de que, en la guerra la información es poder. Y con los datos que te ofrece, es fácil localizar hasta la mas mínima hormiga. 

Miraya es el ojo que todo lo ve y sabe, siendo actualizado a tiempo real sobre cada mínimo aspecto de todos aquellos que han sido introducidos en su base de datos. Cada luz parpadeante representa un ser, un extracto más de la consciencia que juega a experimentarse en un simulador teatral donde el protagonista es la persona que toma consciencia bajo un nombre, y lo llama vida. 

Para poder acceder a la información, entramos en los llamados bolsillos. Ellos son los responsables de proyectar los datos de principio a fin. Así que observar el bolsillo vacío de aquella anomalía es sencillamente un hallazgo simplemente extraño.

—Esto... nunca había pasado — murmura Armin. 

—Creo que es momento de contactar con el comandante Levi, quizá el sepa cómo podemos leer estos resultados — dice Mikasa tras colocar una mano en el hombro de Armin. 

—Estableceré contacto — digo mientras me retiro de la sala para poder hablar con el comandante. 

Todo esta oscuro, casi no puedo ver nada. Se que al tacto hay algo duro que me hace daño si trato de forzarlo. Tampoco me puedo mover porque estoy rodeado por esas cosas. No se mueven, por mas que lo intente. 

Retrocedo y trato de buscar otra alternativa. No he avanzado demasiado, así que quizás sea capaz de volver a encontrar la entrada a ese lugar extraño. Me pregunto si seré capaz de sobrevivir sin las cosas grises pegadas a mí. 

Trato de recordar lo más mínimo, pero soy incapaz. Es como si existiera un vacío en mi memoria, no hay nada de donde buscar, nada que me pueda dar una referencia sobre qué es esto, o quien soy yo.

¿Es que acaso debo ser alguien? Soy todo y soy nada. Tengo este cuerpo, ¿pero es verdaderamente mío? No me interesa mucho la respuesta, aquí soy y ya está. 

¿Habrán más como yo? Seria interesante. Me pregunto cómo se verán, ¿cómo me veo yo?   

No creo que pueda dormir aquí, no hay forma de poder usar un suelo liso para poder recostarme.

La cama estaba perfectamente tendida cuando entre en el cuarto para establecer contacto. Sentada sobre ella con ambas manos en las rodillas, cierro los ojos y me concentro en mi respiración. 

Lentamente me hago consciente de mi vacío y me expando entre las consciencias dormidas y despiertas, mientras visualizo la energía del comandante con el ojo de mi mente. Casi puedo verlo de espaldas mientras avanzo entre las estrellas. 

Cuando reconozco su energía entre las demás y busco poder acceder su campo, tras pedir su permiso. 

—Hay anomalías en el ED.IN

Anuncio en cuanto puedo establecer contacto directo. 

—Debes ser más especifica. 

Responde el comandante, con su típica neutralidad. 


—Si, comandante. Detectamos con el Miraya una luz en la zona.

—Revisen el bolsillo. 

—Está vacío, comandante. 


Hay silencio en respuesta. Dura lo que nosotros reconocemos como segundos. Puedo sentir la conexión fluctuar por un momento. El comandante Levi se estaba expandiendo. 

—Informa a tu compañero Armin que le estaré haciendo una visita.



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