ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔛ℑℑ
Alexis petó en la puerta. Estaba dispuesta a tirarla abajo si hacía falta, pero eso arruinaría el objetivo que la había llevado allí. Esperó. Nada, ni un solo ruido. Volvió a petar, un poco más fuerte. Cabía la posibilidad de que no estuviera en casa...
—¡Ya voy! —Escuchó.
Alexis, a pesar del plan que llevaba preparado, casi preferiría volver a enfrentarse a Enchantress. "Ya estás, no puedes volver atrás", pensó.
—¿Alexis? ¿Qué haces aquí?— Su hermano Barry abrió la puerta perplejo—. ¿Cómo has sabido dónde vivo?
—Bruce me lo dijo.
—Ah—contestó Barry, sin pedir más explicaciones—. Bueno, puedes entrar.
Por un momento, sus piernas se negaron a reaccionar. Barry no sabía cómo actuar ante esa extraña visita.
—¿Estás... bien?
"Tan bien como pueda estar alguien que hace menos de tres días ha arriesgado su vida por detener a una bruja", respondió Alexis en su mente. Lo que estaba a punto de hacer requería más valor.
—Si quieres puedo llamar a Bruce o a Dinah para que vengan a buscarte...
Alexis dio un paso al frente y abrazó a su hermano. Ahora era Barry el que se quedó congelado, sorprendido de esa muestra de afecto.
—Lo siento muchísimo, siento mucho todo.—La visión de Alexis empezó a nublarse debido a sus lágrimas—. He sido una completa idiota. Siento mucho todo y si decides no perdonarme nunca, está bien; me lo merezco.
Se apartó de su hermano. Barry permanecía en silencio.
—Tienes razones para estar enfadado conmigo—continuó Alexis—. Me engañé a mí misma al pensar que era mejor que te apartase de mi lado. Hasta ahora pensaba que lo hacía por ti, pero lo hacía por mí, sin pensar de verdad en ti. He sido muy egoísta con todos.
—Alexis...
—Yo fui la culpable de que mamá muriera— siguió hablando, tenía que contarlo todo. Ya estaba bien de mentiras. No pudo evitar ponerse a llorar—. Papá confesó para que no descubrieran lo que éramos. Por eso nos fuimos a vivir con los tíos. Pensé que si te alejaba de mí no te haría daño. Me equivoqué. No pensé en qué sentías. Te deje solo después de perder a nuestros padres.
-—Alexis, para, déjame hablar. Te perdono, de verdad. Te perdono.
—¿Después de decirte que te he arruinado la vida? ¿Por qué?
—Recuerdo el accidente de mamá, aunque antes mintiese. Lo recuerdo todo. No voy a mentirte: al principio te odie. Puede que me comporte un poco infantil a veces, pero tuve mucho tiempo para pensar. Éramos niños que no controlaban sus poderes. Lo que más me dolió fue que te apartaras de mí voluntariamente.— La voz de Barry comenzó a quebrarse.
—Me dejaste solo cuando más te necesitaba. Pero eres mi hermana y te quiero.
Su hermano la abrazó.
—Yo también te quiero, hermanito.
-Podemos recuperar el tiempo perdido. Volver a ser familia de verdad.
—Nada me encantaría más—respondió Alexis, sonriendo.
┈┈┈☾┈┈┈
Las gotas de lluvia chocaban violentamente contra el cristal. Daba la sensación de que no había amanecido hoy. Mejor así. Se había acostumbrado tanto a la oscuridad que ya no la rehuía. Era parte de él, su compañera más antigua; la única compañía que merecía.
—Esto es la joya de la corona, señor Wayne. Y comprenderá las repercusiones legales si alguien supiera lo que le he concedido.
—Miré, sé guardar un secreto. ¿Qué quiere?
—La gente está haciendo preguntas sobre Midway City; la clase de gente que puede obtener respuestas. Mi cabeza está en juego.
—Considérese bajo mi protección—le respondió Bruce a Amanda Waller-
—, si cumple con su parte.
Waller, recelosa, le entregó los archivos que estaba buscando. Una rápida ojeada le bastó para confirmar sus sospechas. Datos sobre todos los metahumanos avistados: lugares de residencia, habilidades, debilidades... Bruce encontró la ficha de Alexis. Estaba casi vacía. Su amiga había ocultado casi a la perfección su situación, por lo que supuso que figuraba en esa lista por su hermano Barry. Pero no era eso lo que buscaba y no lo decepcionó ver que estaba en lo cierto.
—¿Por qué, señor Wayne?— preguntó Waller cuando estaba recogiendo, deseoso de alejarse cuanto antes de aquella mujer.
—Me gusta hacer amigos.
—Esa es la diferencia entre nosotros: usted cree en la amistad y yo en las influencias. Aunque sospecho que sus amigos no le durarán mucho si los expone tan fácilmente ante el peligro.
Bruce sabía que Alexis era una metahumana desde hacía mucho. Ya lo sabía antes de encontrarse con Barry, solo que usó al chico como excusa. Pero no sabía hasta qué punto llegaban sus poderes. Sí, era un amigo horrible—si es que podía seguir considerándose así— que había puesto a Alexis en peligro. Pero eso no le incumbía a Waller.
—Buenas noches.
—Parece cansado—dijo Waller—. Debería dejar de trabajar por la noche.
Bruce se detuvo antes de abrir la puerta, con la mano agarrando fuertemente el pomo.
—Desactive la unidad— le advirtió—. O mis amigos y yo lo haremos por usted. Y olvídese de Diablo: le traería muy mala reputación si se descubre que ha pasado.
El doctor Stone mintió sobre sus experimentos. Le desagradaba Waller, pero necesitaba su información. Necesitaba todos los datos posibles después de descubrir que a Victor no lo habían tratado con una Caja Madre.
┈┈┈☾┈┈┈
Le dolía la cabeza. Notaba movimientos a su alrededor. Abrió los ojos. Estaba en una cama, pero no en la de Belle Reve. Había una mujer y dos hombres mirándolo.
—Por fin despierta.
—¡¿Qué ha...?!
-—Estás a salvo— le respondió la mujer—. Soy la fiscal Alexis Allen, pero tú me conoces como Andeväsen. Estos son Felipe y Tritón Man.
—Aquaman—bufo Arthur.
—¡Pero la explosión...!
—Pensábamos que te había matado—respondió Arthur—, pero Alexis, por accidente diría yo, formó una barrera de fuego alrededor de ti antes de eso. A un no controla sus poderes del todo la chiquilla—añadió, ignorando a Alexis—. La cosa es que actúa como, vamos a decir, un cortafuegos y de alguna manera saliste vivo. Un poco mal, pero vivo.
—Llevas casi un mes en coma—dijo Alexis—. Casi nadie conoce que estás aquí.
—¿Dónde estamos?
—En México, alejado de cualquier sitio interesante.
—¡Arthur!
—¿Qué? Es la verdad. Hay desiertos más concurridos que este lugar.
—¿Por qué?— preguntó Chato Santana.
—Porque Alexis quería que nadie supiese que estás aquí.
—Eso no. ¿Por qué tantas molestias en salvarme?
—Me demostraste que el problema no eran mis poderes, sino yo misma y como me veía.
—¡Pero yo soy un monstruo! ¡No merecía ser salvado!
—Puede que sí o puede que no. Me ayudarse a darme una nueva oportunidad. Yo te doy lo mismo, aprovecha esta nueva oportunidad. Felipe es de confianza, él te acompañará al principio de tu nueva vida y será nuestro enlace contigo.
—¿Y si alguien me reconoce?
—Alexis se tomó ciertas libertades y... te han quitado los tatuajes de la cara mientras dormías— le informó Arthur, pasándole un espejo de mano.
Chato Santana se miró al espejo. Estaba casi irreconocible, pero suponía que eso era bueno. Podía empezar de nuevo, enmendar sus errores...
—Gracias... a los dos.
Alexis y Arthur asintieron. Ya era hora de que se fuesen para volver a Gotham.
—Fastidia esta oportunidad y yo mismo vendré a por ti. Ella se ha arriesgado mucho por ti, no hagas que se arrepienta—amenazó Arthur a Diablo, de manera que Alexis no pudiera oírlo.
Él asintió.
—Andeväsen, espera—llamó Diablo—. Adiós y... gracias.
—Adiós, Chato—se despidió Alexis, creando con fuego la palabra "adiós" en el aire, como en su primer encuentro.
Arthur y Alexis salieron de la casa que ella había comprado. Ahora irían al aeropuerto.
—¿No estarás enamorada de él? —preguntó Arthur de camino al coche.
—¿Celoso, Aquaman?
—¿Yo? Ya te gustaría.—Alexis le puso una mano en el hombro—. ¡Ay! ¿¡A qué ha venido ese calambrazo!?
—Solo te entra la corriente si mientes.
—Lo dudo. ¿Por qué no me dejas conducir?—preguntó Arthur abriendo la puerta del copiloto.
—Mi coche, mis reglas—le dijo poniéndose el cinturón—. Bueno, Ken de tres al cuarto, ¿cuál va a ser nuestra siguiente aventura?
—¡Necesito unas vacaciones de ti después de esto!
—¡Venga ya! —respondió Alexis—. En el fondo te caigo bien.
—Me caerías mejor si te callases un poco.
—¡Pero si es lo que más te gusta de mí!
—Arranca ya. No quiero perder el avión.
—Dudo que el avión privado de Bruce nos deje tirados.
—¡Arranca, Alexis!
—Ni qué te estuvieses perdiendo tu telenovela.—Alexis giró la llave.
—¡Yo no veo telenovelas!
—Tu fachada de tipo duro no te impide disfrutar de telenovelas. Yo estoy Passion of Hawks, te la recomiendo.
—¡Qué no veo esas cosas!
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Fin del primer acto
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Y hasta aquí el primer acto. En primer lugar, queremos agradecer a todos aquellas personas que nos leen y votan. No esperábamos que esta historia tuviera buena acogida. ¡Gracias a todos! Esperamos que los siguientes dos actos os sigan gustando igual.
En segundo lugar, puede que las actualizaciones se retrasen porque Minerva quiere participar en el Open Novella Contest 2021.
En tercer lugar, vamos a mostrar un pequeño adelanto de una de nuestras historias. ¿De qué tratará? Pista: brujas y Timothée Chalamet.
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