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—Ya casi está, hermano—dijo Enchantress mirando hacia la columna de luz. "Un poco más y podré volver a casa".
—Siento que un grupo viene hacia aquí—respondió Steppenwolf—. En tu estado actual dudo mucho que te desenvuelvas tan bien como antaño.
—Incluso debilitada puedo hacer frente a una panda de patéticos humanos. Y tengo parte de tu poder y a tus legiones.
—Nuestro dios no sabe que te estoy ayudando. Él me prohibió terminantemente actuar antes de encontrar la última Caja Maadre. Esa es nuestra prioridad.
—No, es tu prioridad después de que fallaras hace milenios. Al perder las Cajas perdiste gran parte de tu verdadero poder. Pero a mí ya no me concierne ningún plan de Uxas, ya no.
—Es Dar...
—Ya lo sé, hermano—le cortó Enchantress—. Pero no esperes que también participe de sus delirios de grandeza. Existe una diferencia muy grande entre "ser" y "creerse" un dios. Y Uxas no lo es.
—Si pretendes volver a casa deberás adaptarte a eso.
—Si me concede la libertad que tanto pido, no necesitaré esa necesidad.— No pensaba quedarse mucho tiempo allí. Quería volver con él.
—¿Piensas volver corriendo junto a Orión? ¿Acaso no has aprendido de tus errores? Orión cambió como cambiamos todos con el tiempo. Él te ha olvidado, ha rehecho su vida.
El pecho de Enchantress se congeló al oír esas palabras. Aunque por fuera seguía con la gélida máscara en su rostro, por dentro experimentó una sacudida de dolor. No podía ser como su hermano decía, pero, en el fondo, sabía que nunca le mentiría. Siempre la había protegido desde que se encontraron, y seguía haciéndolo. Al revelar eso ahora le evitaba el dolor de descubrirlo por su cuenta.
"Debe de ser muy especial para ti. Siento mucho lo que he dicho tu hermano".
La voz casi somnolienta de June Moone la sobresaltó. Nunca había pasado eso. Creía que la había desterrado lo suficiente de su conciencia.
"¿Qué sabrás tú de lo que siento?", pensó Enchantress.
"Compartimos un cuerpo. Miles de aguijones te golpean la piel mientras que el vacío en tu interior aumenta. Yo también siento tu dolor."
"Él está mintiendo. Nadie conoce a Orión como yo."
"Pero sabes que es verdad. Querías volver a casa por él, querías volver a verlo".
"¡Cállate! ¡No sabes lo que siento!"
"Si yo noto lo que sientes, estoy segura que tú también notabas lo que sentía. No somos tan distintas como crees."
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—Amanda, tenemos enemigos más adelante.
El coronel Flag, Alexis Arthur y dos soldados más observaban a unos figuras sospechosas detrás de una fila de coches.
—Algo parecido a esos bichos fue lo que nos atacó cuando robaron nuestra Caja—susurró Arthur a Alexis.
—¿Algún plan entonces?—preguntó Alexis.
—Nos desviamos—respondió Flag. Luego se dirigió a uno de sus compañeros—. Manda al segundo escuadrón dos manzanas hacia el este. Hombre pez, con ellos. Pasaremos nosotros, continuad hacia el norte.
—Tú puedes hacerlo, A... Andeväsen—se despidió Arthur—. Vuelve con vida o nuestro batiamigo me va a batimatar.
Alexis se planteó las tres opciones que tenía. Uno: plantar cara a lo que estaba viviendo y hacer frente a sus miedos. Dos: escabullirse de alguna manera y volver a su casa con Dinah. Tres: eh... Bueno, solo tenía dos opciones y la segunda era más apetecible que la primera.
Estaba tan centrada en lo suyo que no se dio cuenta que Deadshot se acercaba, listo para disparar. Cuando él disparó la primera bala, dejó de tener dos opciones para tener solo una: salir con vida de allí.
Una manada de monstruos se aproximó corriendo hacia ellos. Todos comenzaron a disparar, pero no parecía que los disparos sirvieran de algo. Pronto los tendrían encima.
—¡Se nos acercan más por detrás!
—¡Tú , chica de fuego, atrás con los otros!—ordenó Flag sin dejar de disparar.
Alexis hizo caso sin rechistar. Más engendros corrían en su dirección. "Mantente en calma, respira". Tal vez le tuvieran miedo al fuego. Alexis se concentró en invocar al fuego. De sus palmas nacieron dos espirales de llamas. Intentó dirigirlo hacia el grupo más grande. Oía disparos y gritos a su alrededor. De pronto, el olor a carne quemada inundó sus fosas nasales. "Mamá".
Ya no oyó nada de lo que pasaba a su alrededor.
Las manos le empezaron a temblar y con ellas sus llamas, que terminaron por extinguirse. El aire abandonó sus pulmones. Empezó a hiperventilar, pero sentía que se le nublaba la vista. Se llevó las manos al pecho. Los seres cada vez estaban más cerca. Alexis se ahogaba pero era incapaz de hacer nada. Vio a uno de esos seres enfrente de ella. Alexis abrió más los ojos ante el golpe fatal que se acercaba... pero una nueva muralla de llamas se alzó entre ella y su atacante, impidiendo el contacto.
Ella no había convocado el fuego. Diablo apareció a su lado, sin perder de vista a los nuevos seres que se acercaban.
—Yo te cubro.
Alexis se concentró en calmar su ritmo cardíaco y su respiración. Con sus manos aún temblando volvió a llamar al fuego a sus manos. Creó una esfera ígnea, que lanzó hacia delante. Esta vez sí dio en el blanco. No había tiempo para alegrarse. Rápidamente, repitió la operación, ahora más segura porque tenía a Diablo apoyándola.
—¡Vamos a deshacernos de los últimos!—le gritó Diablo—. ¡Impide que huyan mientras yo acabo esto!
Alexis le hizo caso. Hizo que sus llamas los encerraran en un espacio cada vez más reducido. Después, Diablo provocó que se levantaran, formando una cúpula de fuego. Con un movimiento descendente de manos, la cúpula terminó de cerrarse, dejando solo cenizas.
La presión se liberó del pecho de Alexis. Nadie hacía el mínimo ruido.
—¡Guau! Fantástico espectáculo pirotécnico.— Fue el Capitán Boomerang el que rompió el silencio mientras aplaudía.
┈┈┈☾┈┈┈
—Nuestro objetivo está escondido en la azotea de aquel edificio.— Flag señaló hacia delante—. Cuando lo encontremos, un helicóptero vendrá a sacarnos de aquí.
Reanudaron la marcha. Alexis se acercó hasta Diablo.
—Tengo que darte las gracias...
—No, no pensaba actuar, pero si tú o tus amigos morís nos matan a todos.
—Podrías haberme dejado morir por esos bichos.—"Seguro que Harley Quinn lo haría encantada".
—No has sido de gran ayuda, princesita.—El Capitán Boomerang se metió en la conversación—. Casi todo el trabajo lo ha tenido que hacer nuestro amigo el silencioso. Mira esto.—Sacó un mechero y lo encendió—. ¡Uuuh! Es fuego. Pensaba que si alguien controlaba el fuego no le tendría miedo.
—Es lo mejor—respondió Diablo—. Al final, todos los que juegan con fuego se queman.
—Y si no juegas con fuego te morirás de frío—contraatacó Capitán Boomerang—. La próxima vez, quédate detrás de nosotros. Ahí no molestaras.
-Supongo que tiene razón—suspiró Alexis cuando él se marchó—. Otra vez, gracias por salvarme.
┈┈┈☾┈┈┈
Entró al edificio primero Deadshot seguido de Flag y tres soldados más. El vestíbulo estaba en un irritante silencio. No había rastro de los bichos que les habían atacado, pero no por eso dejaba de ser aterrador. En el mostrador de la recepción la pantallas de la cámara de seguridad seguían funcionando. Tampoco se veía a ningún ser en ellas.
Alexis notó que Harley actuaba un poco raro. Le recordaba a la actitud que había tenido en su juicio: segura de que iba a salirse con la suya. Se mantuvo a una distancia prudencial de ella, pero no le quitaba el ojo de encima. Cuando vio que se metía en un ascensor, se metió también en él.
—Sabía que tarde o temprano vendrías tras de mí— dijo Harley cuando las puertas se cerraron—. No ha sido muy buena idea, fiscal Allen.
Alexis se sorprendió. Si salía de aquello, mataría a Bruce. Menos mal que nadie la reconocería.
—Si fueras otra, diría que las voces me contaron quién eras—continuó Harley. Sacó su pistola. Alexis pensó que así se acababa todo, pero ella le disparó a un monstruo que entró por la parte de arriba del ascensor—. Pero eso no sería respetuoso contigo, eres más lista que el resto como para tragarse eso.
—No vas a escaparte.
—¿Escaparme?— Harley realizó un exagerado gesto de indignación con una mano mientras aguantaba el bate con la otra—. Solo quería ahorrarme el tramo de escaleras. ¡Hola, chicos!— Las puertas del ascensor se abrieron y volvió a adoptar el aire infantil que fingía frente al resto.
Siguieron ascendiendo. Amanda Waller informó al coronel Flag que estaban en el edificio. Volvieron a aparecer, solo que esta vez eran más y en un espacio más reducido.
—¿¡Dónde está tu poder, tío!?—Deadshot acorraló a Diablo—. ¡Si no haces una mierda, no vales una mierda! ¡Reacciona! ¡Reacciona!
—¡Esto no va conmigo!
—¡Chato, por favor!—le rogó Alexis. Ella no podía controlar el fuego como él. Él lo controlaba como un director a una orquesta. Ella solo lo obligaba a hacer lo que quería mientras rezaba porque no se descontralase.
Diablo la miró sorprendido al escuchar su nombre. Parecía que no actuaría hasta que quitó la mano amenazante de Deadshot de su hombro. Volvió a convocar al fuego. Dos pilares rojos salieron de sus palmas y con un barrido de manos, limpió los pasillos de atacantes.
Cuando Diablo se giró para mirar hacia ellos, Alexis tuvo miedo. En sus ojos podía verse la locura de poder.
┈┈┈☾┈┈┈
—Ah, Andeväsen, veo que ha logrado llegar hasta aquí—saludó Amanda Waller—. Sus habilidades me han dejado... patidifusa. No se preocupe por su amigo. Hemos tenido que desviar a su grupo para ayudar a civiles.
Ya eran dos personas en la lista de venganza de Alexis: Bruce por mentirle sobre que nadie la iba a reconocer y Amanda Waller por haber jugado con ella y haberla puesto en peligro junto con Arthur.
En la azotea ya les esperaba el helicóptero. Alexis suspiró internamente. Por fin se acababa todo... hasta que los tripulantes del transporte se pusieron a disparar.
Se escondió de los disparos detrás de uno de los respiraderos, con la mala suerte de que Harley también. Harley la miró amenazante hasta que un teléfono sonó. Con Alexis muy sorprendida por eso, Harley miró el teléfono secreto que tenía y sonrió como una psicópata.
—Nos veremos pronto, fiscal Allen.
—¡Harley Quinn, no!
Pero sin que nadie pudiese detenerla, Harley Quinn logró agarrarse a una cuerda que le tiraron. Los disparos pararon mientras el helicóptero se alejaba.
—¡Matala!—Amanda Waller gritó hacia Deadshot. Al ver que este se negaba a actuar se dirigió a Alexis—. Andeväsen... hágalo usted.
—Pero yo no...
—Hágalo y podrá estar libre al fin—le dijo en en voz baja—. ¿No es lo que siempre quiso? Hágalo.
Alexis miró al helicóptero que se alejaba. No quería hacerlo.
—Si no lo hace, ¿qué le pasará a su hermano?— dijo finalmente Amanda.
Alexis no necesitó más. Muchas de sus acciones fueron por proteger a Barry de los otros y... de ella misma. Bloqueando sus recuerdos, centró todas sus fuerzas en el obejtivo. Alexis arrojó una bola de llamas y...
Acertó en el blanco.
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