027
Al volver nuevamente a Seúl luego de tres hermosos días en los que estuvieron no solo durmiendo juntos, sino que también pasando cada instante de su día prendidos del brazo del otro como garrapatas, Jungkook le había preguntado si le gustaría dormir con él en su departamento.
Taehyung no dudó en aceptar ni un segundo. Pasar tiempo con Jungkook era de las mejores cosas que le estaban pasando en su vida y no quería tener que pasar una noche sin los besos del menor nunca más.
Los padres de Jungkook no hicieron más que aceptar la relación de ambos con un abrazo de bienvenida al castaño al día siguiente cuando se lo dijeron en el almuerzo. Incluso al momento de despedirse les habían insistido en que volvieran pronto a visitarlos.
Juntos, como si ambos vinieran en un mismo pack o hasta incluso como si él perteneciera también a la familia.
Por ese motivo también Taehyung había accedido a pasar la noche junto con el azabache en su departamento. Al igual que la noche siguiente y la siguiente.
Le gustaba la sensación de pertenecer a alguien, de querer y de sentirse querido por sobre todo.
Llevaban toda la semana durmiendo juntos, de hecho. No se habían perdido ni una sola noche de sexo ni mucho menos una sesión de besos matutinos al día siguiente.
Taehyung consideraba que eso era motivo más que suficiente para que se encontrara sonriendo como un tonto esa mañana en la oficina.
Estaban acomodando sus cosas nuevamente, ya que luego de volver de las pequeñas vacaciones que se había tomado con la familia del menor, tuvieron que volver y continuar con el encargo del señor Kwon el cual consistia en seguir a Kim Namjoon y revelar con quién estaba saliendo.
Llevaban cerca de un mes sin exito alguno con el trabajo, logrando verlo solo un par de veces en su bicicleta pero nunca acompañado por alguien más.
Comenzaba a sospechar que en realidad el chico no se estaba viendo con nadie y no hacía más que salir a dar un simple paseo, pero como disfrutaba de el tiempo a solas que tenía con Jungkook gracias a ese encargo prefería hacer ojos ciegos a la situación y seguir figiendo que estaba dando todo de sí para conseguir pruebas fotograficas de una supuesta relación.
Jungkook no dejaba de picar su cintura mientras juntaba sus cosas en la oficina, causandole risitas tontas mientras ajustaba su camara y sus lentes.
Ambos habían adoptado una postura absolutamente cariñosa en la relación, siendo verdaderamente pocos los momentos en donde no se encontraban encima del otro. Si no era Jungkook quien estaba con una mano encima de él o acariciandolo, era Taehyung quien estaba picoteando su espalda o acariciando sus hebras azabaches.
Estaba mucho más cómodo de lo que alguna vez imaginó. Amaba su trabajo más allá de que en momentos como ese no estuviera haciendo lo que le gustaba el cual era fotografiar, pero el hecho de que estuviera acompañado por su menor solo lo hacía perfecto. La fotografía vendría sola, podría incluso tenerla como hobbie, por lo que no era una preocupación por el momento los rumbos que estaba tomando su labor en la empresa.
Una vez que tienen todo listo parten nuevamente hacia la plazoleta en donde quedarían estacionados por horas en busca del rapero, aunque ciertamente lo que más hacían era besarse o susurrarse cosas sucias durante toda la hora que estaban allí.
Taehyung ya estaba sentado encima del menor para ese momento, dejándose querer por éste y recibiendo besos por toda la extensión de su cuello mientras que él acariciaba su cabello.
Eran horas las que pasaban en situaciones similares, solamente disfrutando de la compañía del otro en silencio sin que esto sea algo incómodo, ya que las muestras de cariño decían más que mil palabras en momentos como ese.
—Hyung...—le susurra el menor sobre su odio. —Me gustas mucho.
Taehyung solo responde besandolo en la boca, dejando que el menor continuara con sus caricias por todo su cuerpo justo como lo estaba haciendo.
Jungkook lo tomaba por la cintura y sin ser conciente adentraba su mano debajo de su camisa, no queriendo perderse de la sensación de estar piel con piel por mucho tiempo.
—Hyung, ¿Quieres tener una cita conmigo?— le dice el menor a penas separandose de sus labios.
—¿Ahora?— le pregunta con una sonrisa enorme en el rostro ya que le encantaba que la situación entre ambos se estuviera poniendo cada vez más romantica. —Pero estamos trabajando.
Jungkook se rie ya que realmente eso era lo último que estaban haciendo.
—Del otro lado de la plaza hay una pequeña cafeteria, podemos ir y observar desde allí si te parece.
Ante eso picotea los labios de menor mientras asiente felizmente.
—Si quiero Kookie. De hecho, eso me encantaría — le dice dejando un último beso sobre sus labios para luego volver a su lugar para que así el menor pudiera conducir hasta la cafeteria mencionada.
Esa iba a ser su primera cita oficial y por más que ellos aún no fueran novios, le gustaba sentir que muy pronto estarían bajo ese titulo.
Luego de una vuelta rápida el azabache estaciona frente a una pequeña cafetería justo en la esquina contraria de donde estaban. Desde ese lugar tenían una vista bastante amplia de la plaza, por lo que no era un problema ya que de cierta forma continuarían haciendo su trabajo desde allí sentados.
Optan por una mesa fuera, en donde la vista era clara sin ninguna obstrucción y ambos ordenan lo de siempre; Jungkook un café mientras que Taehyung pide té, y juntos deciden compartir un pedazo de pastel.
—¿Cuánto crees que tarde GD en darse cuenta que en realidad no estamos haciendo el trabajo?— dice Jungkook con una risita traviesa mientras daba un sorbo al café.
Parecía muy alegre por eso, ya que éste era el que menos dispuesto estaba en esforzarse en todo eso.
Taehyung algo lo intentaba. Había perdido el interés, o mejor dicho, había cambiado de foco en ese último tiempo, pero de todas maneras en algunos momentos recordaba por qué estaba allí y echaba un ojo en el lugar a diferencia del menor que ni siquiera lo intentaba.
—No le sé. Quizas nunca, dudo que diga algo porque tu estas incluido— dice riéndose y el menor asiente. —¿Siempre fue así contigo?
—Siempre— dice el menor sonriendo. —Jiyong hyung siempre estuvo conmigo. Es parte de mi familia también
Taehyung le sonríe con ternura ante eso.
—Debe ser lindo tener una familia que te quiera tanto— le dice sin ningún rastro de pena, aunque el azabache no se lo toma de la misma manera.
—¿Cómo son tus padres, hyung?
—Bueno, ambos son arquitectos. Se conocieron en la universidad, de hecho— le dice recordando la historia que le contaron de chico. —Quizás no lo parezca, pero me quieren mucho ¿Sabes? Tienen ideas equivocadas sobre algunas cosas y quizás si me dieron la espalda en momentos importantes, pero siguen siendo mis padres y se que solo intentaban darme lo que ellos creian mejor para mi.
Jungkook asiente escuchándolo. —¿Hablas con ellos seguido?
—Ahora no tanto— le dice el mayor. —Nuestra relación esta complicada, ellos de cierta manera están decepcionados de mi y yo... no sé, no me gusta hablar con ellos porque solo me hacen sentir mal por mi trabajo.
—No te preocupes, hyung— dice el azabache poniendo su mano sobre la mesa junto a la de él. —Pronto tendrás tu ascenso y no importa si ellos no lo notan, lo importante es que tu te sientas orgulloso de tus logros.
Taehyung se sonroja y asiente a lo dicho por el menor.
—¿Qué te hace pensar que voy a ser yo quien tenga el ascenso?
—Una simple suposición— le dice el menor con una sonrisa en el rostro mientras da otro sorbo a su café. —Verás, yo...
—¿Ese de allí no es Seokjin?— pregunta Taehyung interrumpiendo al menor.
Seokjin se encontraba caminando en la calle de en frente con la capucha de su campera puesta junto con unos lentes de sol, caminando a toda prisa en dirección a la plazoleta de enfrente.
—Si, es él— dice Jungkook felizmente mientras levantaba su mano para llamar al mayor.
Éste parecía estar apurado y por sobre todo, distraído, ya que caminaba con la mirada baja y en pasos muy acelerados sin prestar atención al entorno. No se da cuenta de que estaba siendo observado por ambos menores y por consiguiente no responde al saludo de Jungkook.
—Que raro— dice este estando algo desepcionado. —Hyung siempre me saluda.
—No te vio Kookie, quizás está apurado y no quiere que ningún fan lo reconozca.
Jungkook asiente, aún así no quita su mirada del mayor quien ya había cruzado la calle y llegado a la plazoleta. Seokjin da un pequeño trote mientras mira para todos lados y luego se adentra a una camioneta negra la cual estaba estacionada a unos metros de donde ellos estaban.
Ven como en ese momento Seokjin se baja la capucha, se saca los lentes de sol y luego de una pequeña risa, besa al chico que estaba en el asiento del conductor.
Taehyung queda anonadado. No podía creer lo que estaban viendo sus ojos.
—¿Ese no es...?
Jungkook asiente. —Es Kim Namjoon.
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