007

—Enviemos las fotografías que tenemos y ya hyung, no tienes que ponerte así— le dice el azabache mientras sobaba la espalda del castaño.

Luego de terminada la conferencia, ambos habían escuchado decir que uno de los deportistas estaba anunciando su retiro con lagrimas en los ojos y precisamente ese fue el momento que ninguno de los dos había podido capturar y Taehyung sabía que era su fin, que había perdido su tan preciada oportunidad de un ascenso.

—No llores, hyung. Te prometo que hablaré con Jiyong hyung si algo sucede ¿si?

—¿En serio lo harás?— le dice el castaño levantando la cabeza por primera vez desde que el evento había terminado.

—Claro. El error fue de los dos, tu solo envía las fotografías que tienes al igual que yo, y si hyung dice algo dejame a mi hablar con él.

Taehyung asiente, un poco más tranquilo. Confiaba en la capacidad de seducción del azabache, ya que más de una vez había visto en acción la cara de niño malcriado de Jungkook y cómo las personas caían ante ella.

—Está bien, gracias Jungkookie— dice limpiándose las lágrimas que amenazaban con caer en las esquinas de sus ojos.

—¿Jungkookie?— le pregunta el azabache emocionado.

—Callate. Solo lo dije por error.

—Está bien— le dice Jungkook, aun sin quitar su sonrisa en el rostro. —¿Quieres que te lleve?

El castaño no tenía realmente ganas de volver en metro, por lo que solo asiente y toma de la mano del azabache cuando éste se la tiende para que se levantara del suelo.

—Por favor— le dice antes de que ambos se dirigieran hacia el coche del menor.

Jungkook simplemente lo deja fuera de su departamento esa noche y luego de eso vuelve a repetirle que no se preocupara realmente por lo que había sucedido, ya que éste se haría cargo de todo con el señor Kwon.

Extrañamente, su rara confianza y positivismo hacia el mundo había logrado influenciarlo lo suficiente para que calmara un poco su ansiedad sobre el regaño que podría recibir al día siguiente y simplemente le hace caso. Descarga todas las imágenes a su laptop, para luego editarlas y enviárselas a su jefe sin siquiera mencionar alguna disculpa por el error que había cometido.

Al día siguiente cuando llega a su oficina, lo primero que le dice el secretario del Señor Kwon, es que éste los estaría esperando tanto a él como a Jungkook en su oficina. Toda la confianza que el castaño tenía en el azabache hasta ese momento se marcharon con tan solo ver el rostro serio de Jungkook dirigiéndose hacia la oficina junto a él.

—Estaba esperando encontrar precisamente algo cuando ambos me mandaron sus fotografías— les dice el señor Kwon una vez que ambos se sientan frente a él —y sin embargo, note que ninguno de los dos logró capturar el momento de la noche. ¿Sucedió algo?— les pregunta bastante más serio de lo normal. En realidad, Taehyung no recordaba verlo así de serio alguna vez antes en su vida.

—Lo siento muchísimo, Señor— se apresura el castaño. —No sé cómo pasó todo fue tan rápido que...

—Lo siento GD hyung— lo corta el azabache. —Estaba hablándole a Taehyung hyung sobre nuestra familia anoche y realmente me emocioné contándole algunas cosas. No noté cuando la situación se empezó a poner emotiva y sin querer distraje también a hyung en su trabajo.

Taehyung en ese momento lo mira atónito. ¿Él estaba asumiendo completamente la culpa de lo sucedido?

—... Sabes como soy cuando comienzo a hablar y asumo toda la responsabilidad de la situación por eso— continúa Jungkook. —Le prometo que no volverá a pasar. Voy a ser más cuidadoso de dónde y en qué momento hablo con las personas.

—Jungkookie...— le dice el señor Kwon mirándolo conmovido e incluso con ternura, más allá de la situación. —Sabes que no me molesta que lo hagas, pero precisamente en el trabajo no es el mejor momento para hacerlo.

—Lo sé, hyung. Lo siento mucho.

El señor Kwon mira desde el castaño hasta el azabache un par de veces hasta que finalmente suspira y asiente.

—Está bien. Entiendo. Solo intenten que no vuelva a repetirse.

—Por supuesto, muchas gracias señor Kwon y en verdad lamento el inconveniente— dice Taehyung dando su máxima reverencia.

—No hay problema, pueden retirarse— dice y ambos comienzan a dirigirse hacia la puerta. —¿Kookie, puedes venir en tu hora de almuerzo aquí? Me gustaría comer contigo, si no te molesta.

¿Por qué lucía un poco triste cuando se lo preguntó?

—Claro GD hyung— le dice el azabache sonriente y saliendo de la oficina junto con el castaño.
—Te dije, tenías que dejármelo solo a mi— le dice Jungkook una vez fuera.

—No puedo creer lo que hiciste, eres un completo manipulador— le dice, causando una risa tímida por parte del azabache.

—Si... bueno... sé lo importante que es la familia para hyung y siempre se emociona cuando lo incluyo como parte de la mía— dice sonriendo con ternura por la actitud de su jefe. —Además, realmente le gusta cuando me pongo conversador con sus empleados.

—Jungkook, te comportaste como un niño allí dentro, está claro que cualquiera caería ante tus encantos. Incluso yo te hubiese perdonado— le dice el castaño, aún emocionado por lo que acababa de pasar.

Jungkook solamente asiente ante lo dicho por él y en completo silencio caminan hacia su oficina.

Al llegar, el azabache toma su maleta y saca un paquete repleto de paletas esta para mostrárselas al castaño, con el rostro levemente apenado.

Taehyung intenta no reírse al verlo así de tímido. ¿Ahora le daba pena su comportamiento? ¿A Jeon Jungkook? ¿El mismo que había robado sus paletas desde el primer día en la oficina?

—Hyung, compré paletas para que pusieras en tu taza nuevamente— le dice y Taehyung le sonríe en forma de agradecimiento sin realmente hacer algún comentario al respecto.

Solo toma las paletas y luego de eso las pone dentro de su taza, la cual estaba dentro de su cajón y ahora la coloca en el escritorio, en medio de ambos para que pudiesen tomarlas sin problema cada vez que lo quisieran.

—¿En serio crees que me comporto como un niño?— le pregunta antes de sentarse, todavía luciendo más tímido de lo normal.

Taehyung ve cierto rastro de tristeza ante esa pregunta, por mucho que el azabache tratase de verse indiferente. Había notado que éste estaba más callado que de costumbre luego de que haya hecho ese comentario sobre su forma de comportarse, lo que de cierta forma lo extrañó, ya que siempre supuso que él era muy consiente y de que incluso se comportaba de forma infantil adrede, como parte de su manipulación.

—No. No lo creo, Jungkook— le miente, con la intención de que el azabache cambiase su cara y de que pudiesen trabajar con normalidad ese día. —Solo lo dije por la emoción del momento.

En realidad si seguía creyendo que el azabache se comportaba de cierta forma infantil o como un niño, pero solo que ya no creía que éste lo hacía como forma de manipulación, sino más bien que era parte de lo que Jeon Jungkook como persona era, lo cual no era realmente un problema.

Jungkook parecía aliviado en cierta manera con la respuesta del castaño, por lo que asiente feliz y hace su trabajo con total normalidad ese día.

Sabía que había estado equivocado en ciertas cosas con respecto al azabache, como por ejemplo, su relación con ciertas personas en la empresa. Pero después de todo, había algunas inconsistencias en su forma de ser.

¿Por qué lo entristecía que pensaba que se comportaba como un niño? ¿Por qué Kwon Jiyong lo había invitado a almorzar luego de haber dicho que tenía la culpa de el fallo que ambos habían tenido? ¿Por qué había asumido precisamente esa culpa? Ellos no eran amigos, ni siquiera se llevaban bien como para que Jungkook haya asumido la culpa así dejándolo completamente inocente a él.

Era de las preguntas que más rondaban su cabeza al observar a Jungkook ese día.
























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