005
Luego de haber terminado su hora de almuerzo y por consiguiente, regresado a su oficina, a penas si podía prestar algo de atención en el panel de anuncio publicitario que se encontraba haciendo desde que empezó el día, debido a que toda su atención se encontraba en el azabache frente a él.
No paraba de mirar las actitudes extrañas que éste tenía. Todo en él gritaba desorden, gritaba espontaneidad. Taehyung podía jurar que el azabache ese día se había levantado y había tomado la primera camisa que había encontrado en su armario, a diferencia de él que ya tenía planeado su vestimenta para cada uno de los días de la semana.
Pero en ese momento, gracias a la atención que le estaba dando debido a su curiosidad, pudo descubrir algo interesante. El azabache era extremadamente desorganizado en su día a día, pero Taehyung podía notar la manera en la que tenía sus cosas en cierto orden y lo mucho que le molestaba cuando ciertas cosas no le salían como suponía que él quería.
Pudo verlo negar con la cabeza enojado más de una vez mientras miraba la pantalla de la computadora, para proceder a apretar varias veces control z como si todo el avance que había hecho lo había disgustado. Luego de eso, el azabache acercaba bastante su mirada a la pantalla y no despegaba un segundo la mirada de allí mientras seguía haciendo sus modificaciones de manera muy concentrada.
Tan concentrado que no había notado todavía que el castaño frente a él se encontraba mirándolo fijamente desde hacía varios minutos, intentando de buscar la manera de iniciar una conversación entre ambos para así poder obtener la respuesta que quería.
—¿Quieres una paleta?— le pregunta finalmente con una sonrisa falsa.
Jungkook lo mira sorprendido por unos segundos, ya que anteriormente el castaño le había dicho que no le convidaría más de estas, además de que desde el inicio del día lo había estado ignorando completamente. Por ese motivo, asiente a la oferta del castaño rápidamente antes de que éste se arrepintiera.
Taehyung abre su cajón luego de que el azabache aceptase y procede a tomar una de las muchas paletas que tenía ahora escondidas de su compañero y se la tiende.
—Gracias hyung— le dice Jungkook mientras le da su famosa sonrisa de medialuna para luego comenzar a desarmar el envoltorio de la paleta.
Taehyung nota que era bastante prolijo su manera de quitar el envoltorio también, lo que de cierta forma le parecía extraño ya que anteriormente consideraba que todo en la vida de Jeon Jungkook era un desastre.
—Quiero hacerte una pregunta— le dice despegando rápidamente su mirada de las manos del azabache, no entendiendo ni él mismo por qué se estaba dedicando a observar de aquella manera a su compañero en esos momentos.
—Entonces, ¿ahora si mi hablas?— le pregunta, obteniendo solamente una mirada fulminante de parte del castaño. —Puedes preguntarme lo que quieras, hyung— le dice encogiéndose de hombros finalmente.
Taehyung asiente, no entendiéndose tampoco a él mismo sobre la razón por la que se estaba demorando tanto en satisfacer su chismosa curiosidad.
—¿Quiénes eran tus antiguos compañero de oficina?— le pregunta finalmente. —Recuerdo que el señor Kwon mencionó que tenías dos.
—Así es— menciona el azabache sonriente. —Eran Hobi y Suga hyung en un inicio, pero luego Hobi hyung se tomó licencia y solo quedamos Suga hyung y yo.
Taehyung no reconocía a ningún Suga ni Hobi hyung, no entendía la razón por la que su amigo no había querido mencionarlo anteriormente.
—¿Quién es Suga hyung?— le pregunta curioso, a lo que el azabache comienza a reír como si tuviera una historia detrás de cada una de las cosas que él decía.
—Es que hyung me pidió una vez que lo acompañase a un lugar y adivina lo que pasó allí— le dice recostándose sobre su escritorio de la misma manera en la que Jimin había actuado más temprano ese día. —¡Suga hyung me llevó a un bar en el que rapea! hyung ¿puedes creerlo? Allí descubrí que le gusta que le llamen de esa manera en aquel bar, pero a mi me deja llamarlo así en cualquier lado— le dice con una sonrisa completa de orgullo, aunque el castaño juraría que en realidad él solo se tomó la confianza de llamarlo así sin siquiera preguntar, y nadie podía regañar a ese niño malcriado.
—Y, ¿Cómo es su verdadero nombre?— le pregunta, intentando verse desinteresado.
—Min Yoongi— le dice Jungkook, dejando aún más confundido al castaño.
—¿Min Yoongi?— le pregunta de vuelta, como si así pudiese aclarar algo. —No conozco a ningún Min Yoon... espera— dice de repente expandiendo sus ojos enormemente. —¡Min Yoongi!— grita sorprendiendo al azabache frente a él.
Inmediatamente después, comienza a reír tan fuerte que tiene que llevar sus manos a su boca, evitando así causar un escandalo en el lugar del trabajo. A Taehyung le parecía tan cómica la situación y entendía completamente la razón por la que su amigo no había querido hablar de eso en pleno restaurante. No puede evitar que algunas lagrimas debido a la risa saliesen de él.
Su respiración comienza a faltarle luego de unos segundos intensos, en los que seguía riéndose sin control y limpiando sin parar sus lagrimas. Lleva sus dos manos al abdomen mientras respiraba profundo, intentando así recuperar un poco el ritmo normal de su respiración y poder dejar de sonreír.
Jungkook solo lo miraba desde su lugar con una enorme sonrisa, esperando pacientemente a que el castaño le explicase el por qué de su risa.
—¿Me dirás por qué te ríes?— le dice el azabache finalmente.
Taehyung asiente y se muerde sus labios intentando no volver a estallar de la risa.
—Park Jimin es mi mejor amigo y hoy almorcé con él— le dice al azabache. —Cuando le dije que ahora compartimos oficina tú y yo, me dijo que te conoce porque estuvo un ligue con tu antiguo compañero de oficina— tiene que cubrirse la boca por unos segundos porque repentinamente siente las ganas de reír otra vez. —No me quería decir quién era y ahora entiendo por qué.
Comienza a reírse de nuevo, pero no tarda demasiado en recuperar el control de la situación para seguir aclarando a un curioso azabache quien lo miraba cada vez más sonriente.
—Jimin, Yoongi y yo hicimos juntos la secundaria. Es muy gracioso porque Jimin odiaba a Yoongi, peleaban todo el tiempo y recuerdo que Jimin me juraba a muerte que ya quería que el curso se acabe para no tener que volver a verlo nunca más— le dice sonriendo al azabache frente a el. —Hoy no quería hablarme de quien era, creo que Chim sabía que iba a reírme mucho cuando eso sucediera.
—Y vaya que así fue— le dice el azabache soltando una pequeña risa luego de su relato. —De hecho, tiene mucho sentido lo que dices. Ellos peleaban todo el tiempo por cosas estúpidas en mi antigua oficina, ¿por qué crees que estaba todo el tiempo fuera?
—¿Siguen peleando?— le pregunta Taehyung sorprendido y el azabache solo se encoge de hombros. Taehyung comenzaba a notar que Jungkook hacia eso todo el tiempo también.
—No tanto— le dice y comienza a reírse para él mismo mientras miraba sus manos por debajo del escritorio. —Digo si, lo hacían, pero eran cosas sin sentido, como si parte de su rutina diaria era solamente discutir— le dice el azabache, mirándolo nuevamente. —Creo que son muy tiernos en realidad.
Taehyung le sonríe al azabache luego de eso y vuelve a mirar su computadora, dando por terminada la conversación. Ya había obtenido lo suficiente, y consideraba correcto que sea su amigo quien le contase los detalles que él quisiera contarle de allí en adelante.
—Hyung— le dice el azabache cuando nota que el castaño ya no tenía nada más para hablar con él. —Cuando estabas almorzando vino GD hyung y dijo que teníamos que ir a una conferencia de prensa de unos deportistas olímpicos esta noche. Solo a fotografiar, por suerte— le dice sonriéndole por eso último.
—¿Por qué dices por suerte?— le pregunta el castaño confundido.
—Bueno...— le dice el azabache mirando nuevamente sus manos por debajo del escritorio. Taehyung había encontrado muchas manías del azabache ese día. —Sé que a ti te gusta más eso que entrevistar y creí que esto te iba a parecer un mejor trabajo que el anterior.
Taehyung solo se dedica a mirarlo fijamente por unos segundos hasta que Jungkook le devuelve la mirada también. Le estaba costando mucho leer al azabache ese día y no entendía por qué
—Está bien, gracias por avisarme— le dice finalmente y vuelve su mirada a su propia pantalla. —¿Tenemos que encontrarnos acá?
—No, dijo que nos iba a decir la dirección y el horario luego de que acabe nuestro turno— le dice el azabache, a lo que Taehyung solo asiente y da esta vez si, por terminada su conversación.
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