En medio del bosque oscuro, la tensión se palpa en el aire. La mirada de Anakin Skywalker se cruza con la de Ahsoka Tano, y un silencio cargado de emociones revolotea entre ellos. Un silencio que no solo representa la ausencia de palabras, sino un abismo de sentimientos y recuerdos que se agitan en sus mentes.

El pasado se cierne sobre ellos como una sombra. La traición, el dolor, las dudas, y la pérdida que ambos han experimentado los persigue, creando una barrera invisible entre ellos. Aunque ambos se miran fijamente, no pueden pronunciar una sola palabra.

Ahsoka no puede evitar recordar la angustia de ver a su antiguo maestro convertido en Darth Vader, y la culpa que cargó por no haber podido salvarlo. Anakin, por su parte, recuerda el dolor de perder a la joven Padawan que tanto apreciaba y las dudas que lo atormentaron al descubrir su identidad como el temible Sith.

El resentimiento, la tristeza y el miedo que ambos guardan en lo más profundo de sus corazones se reflejan en sus silenciosas miradas. No se atreven a pronunciar una sola palabra, por miedo a que la verdad los destruya a ambos.

Ell silencio se estira entre ellos, pesado y cargado de la historia que les une y separa. Ahsoka, con la capucha cubriéndole el rostro, rompe el silencio con un susurro apenas audible

Ahsoka (preocupada): "Anakin..."

Anakin, on su mirada penetrante, observa a su antigua aprendiz con una mezcla de emociones que se reflejan en su rostro: tristeza, nostalgia y una punzada de culpa.

Anakin: "¿Sabionda?" Su voz, aunque firme, tiene un tono apagado que revela la profundidad de sus sentimientos.

Ahsoka: "No esperé verte aquí..." La voz de Ahsoka refleja la sorpresa y la incertidumbre de este encuentro inesperado.

Anakin: "Lo mismo digo. No esperaba que tú estuvieras aquí... ¿Qué haces en este mundo?" La pregunta es un intento de romper el hielo, aunque el dolor del pasado aún permanece latente entre ellos.

Ahsoka duda por un momento, tratando de encontrar las palabras correctas para expresar sus sentimientos sin revelar demasiado:

Ahsoka: "Estoy buscando respuestas, respuestas que quizá tú puedas darme."

El silencio regresa, esta vez más intenso, cargado con la carga de la historia y la incertidumbre del futuro. La mirada de Ahsoka se desvía hacia el bosque, como si buscara un escape a la tensión que los envuelve.

Anakin: "Ahsoka, yo..." Sus palabras se pierden en un susurro, la culpa y el remordimiento lo invaden.

Ahsoka: "Anakin, ya no importa lo que pasó. Todo eso quedó atrás." Su voz suena firme y segura, pero sus ojos delatan el dolor que aún guarda en su interior.

Anakin se acerca un paso, su mirada se fija en la de Ahsoka, buscando en sus ojos algún indicio de perdón:

Anakin: "¿Perdón? No sé si merezco tu perdón..."

Ahsoka: "No necesito tu perdón, Anakin. Necesito entender, necesito comprender lo que ocurrió."

El aire se llena de una nueva esperanza, la posibilidad de una reconciliación, aunque el camino aún sea largo e incierto. El pasado está ahí, pero el futuro aún está por escribirse.

La conversación entre Anakin y Ahsoka se intensifica, y un nuevo elemento de misterio y propósito se introduce en el ambiente. Anakin, con una mirada resuelta, revela su objetivo en este mundo:

Anakin: "Estoy aquí para derrotar al Rey Demonio. Esta es mi misión."

Ahsoka, sorprendida por la revelación, asiente con un gesto leve, confirmando que también tiene el mismo objetivo:

Ahsoka: "Yo también..."

Un silencio breve se instala entre ellos, cargado de tensión y un toque de asombro. Ambos se dan cuenta de la coincidencia de sus objetivos, pero ninguno se atreve a expresar las verdaderas razones detrás de su búsqueda.

Anakin, con un tono de voz más suave, intenta explicar su motivación:

Anakin: "Este mundo está aterrorizado por la oscuridad. Quiero detenerlo, proteger a la gente..."

Ahsoka, con una expresión de determinación, asiente, sintiendo una resonancia con las palabras de Anakin. Sin embargo, sus verdaderos pensamientos permanecen ocultos:

Ahsoka: "Yo también deseo poner fin a este terror... Devolver la paz a este mundo..."

En medio de la conversación, ambos intentan ocultar sus emociones y sus verdaderos motivos. Anakin, con la esperanza de redimirse por su pasado como Darth Vader, busca expiar sus acciones y proteger a los inocentes. Mientras que Ahsoka, motivada por la búsqueda de respuestas y la comprensión de la verdad, busca respuestas a las preguntas que la atormentan desde su encuentro con Anakin como Darth Vader.

La coincidencia de sus objetivos los une en un camino común, aunque sus razones y sus historias personales permanecen como un enigma, esperando a ser revelados en momentos oportunos.

En un momento de tensión, Anakin siente un escalofrío recorriendo su espalda. Sin dudarlo, enciende su sable de luz con un destello azul brillante, dándose la vuelta con la rapidez de un relámpago. Ahsoka, observándolo desde una distancia prudente, nota el miedo en sus ojos, un miedo que la deja perpleja.

Anakin, con la respiración entrecortada, mira alrededor, buscando la fuente de su pánico. Su sable de luz proyecta una sombra amenazante sobre los árboles, sus movimientos son bruscos, como si estuviera atrapado en una pesadilla.

Ahsoka, al ver la reacción de su antiguo maestro, se pregunta qué es lo que lo aterroriza tanto. Anakin se detiene, su mirada se posa en un árbol cercano, un árbol normal y corriente, inofensivo.

Con un suspiro profundo, Anakin baja su sable de luz, dejando que la luz azul se apague y la oscuridad envuelva el bosque nuevamente. La tensión se disipa un poco, pero la sombra del miedo aún permanece en el rostro de Anakin.

Anakin: "Solo era un árbol..."

Sus palabras son un susurro, casi inaudible. El miedo se mezcla con la culpa en su voz, y Ahsoka se da cuenta de que algo lo atormenta profundamente.

Anakin, en un intento de calmarse, se da la vuelta y comienza a caminar con paso lento, mirando hacia el frente, evitando la mirada de Ahsoka. La distancia entre ellos se ha acortado, pero la brecha que separa sus corazones parece más profunda que nunca.

Ahsoka, con un nudo en la garganta, se queda observándolo. La imagen de Anakin, el Jedi valiente y poderoso que ella conoció, parece difuminarse ante sus ojos. El miedo que ha percibido en él la deja con más preguntas que respuestas, y la incertidumbre se instala en su corazón.

El silencio que se instala tras la reacción de Anakin es denso y cargado de significado. Ahsoka, observando a su antiguo maestro con una mezcla de preocupación y comprensión, decide romper el silencio.

Ahsoka: "Anakin, ¿qué ha pasado?"

Anakin, con un suspiro profundo, se da la vuelta y mira a Ahsoka. Sus ojos, antes llenos de determinación, ahora reflejan una profunda angustia.

Anakin: "Pensé que era Darth Vader."

Las palabras salen de su boca con un tono de voz cansado, como si esa idea lo atormentara desde hacía mucho tiempo. Ahsoka, sintiendo un escalofrío recorriéndole la espalda, entiende la profundidad de su dolor.

Ahsoka: "Anakin..."

Anakin, con un gesto de impotencia, se cubre la cara con una mano, como si tratara de bloquear el miedo que lo invade.

Anakin: "Lido con esto a menudo. Sentir su presencia, sus intenciones... Es como si una parte de mí aún estuviera atrapada en esa oscuridad."

Ahsoka, comprendiendo el sufrimiento de Anakin, se acerca un paso hacia él. Su rostro refleja una profunda compasión y una determinación por ayudarlo a superar este dolor.

Ahsoka: "Anakin, tú no eres Darth Vader. Tú eres Anakin Skywalker, el Jedi que conozco."

Anakin, con la mirada perdida, niega con la cabeza. Sus palabras salen con un tono de voz débil, como si dudara de sus propias palabras.

Anakin: "No es tan simple, Ahsoka. La oscuridad me persigue, me recuerda lo que fui... Lo que casi fui."

Ahsoka, con un gesto cálido, busca tranquilizarlo. Su voz es suave y llena de empatía.

Ahsoka: "Tú eres más fuerte que la oscuridad, Anakin. Tú eres un Jedi, y puedes superar esto."

Anakin mira a Ahsoka con un destello de esperanza en sus ojos. La confianza que refleja su antigua aprendiz lo llena de un nuevo aliento para seguir luchando contra las sombras del pasado.

Anakin: "Espero que tengas razón, Ahsoka. Espero que tengas razón..."

Ahsoka observa a Anakin con una mezcla de preocupación y determinación. Sabe que el miedo que él siente, ese miedo que lo consume y lo hace vulnerable, es mucho más profundo que el que sintió cuando tuvo visiones de la muerte de Padmé. En ese momento, Anakin se aferró al miedo, dejándose llevar por la oscuridad.

Ahsoka reconoce que el miedo que ahora aqueja a Anakin es mucho más peligroso, un miedo que amenaza con devorarlo por completo. Ahsoka recuerda la impotencia que sintió al no poder ayudarlo en aquel entonces, cómo la culpa la carcomía por no haber podido ofrecerle el apoyo que necesitaba. No iba a cometer el mismo error otra vez.

En su mente, Ahsoka recuerda la frase que Yoda le dijo hace mucho tiempo: "El miedo es el camino hacia el lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento." Y ella sabe que ahora Anakin está a la merced de ese sufrimiento.

Anakin necesita a Ahsoka más que nunca. Él necesita a su ex Padawan, a la única persona que realmente puede comprender la profundidad de su miedo y ofrecerle la ayuda que necesita para superarlo. Ahsoka tiene que encontrar la manera de ayudarlo, de guiar a Anakin de regreso a la luz.

Un nudo de determinación se forma en su garganta. Ella no dejará que la historia se repita. Ella luchará por Anakin, como una vez él luchó por ella. La fuerza que los une es más grande que el miedo que los separa.

Su mirada se posa en Anakin, y en sus ojos se refleja una profunda determinación. Ella hará todo lo que esté a su alcance para que el miedo no se lleve a su antiguo maestro. Ella lo ayudará a encontrar su camino de regreso a la luz.

Ahsoka, con la voz llena de compasión y determinación, rompe el silencio que se ha instalado entre ella y Anakin.

Ahsoka: "Anakin, sé que tienes miedo. Sé que la oscuridad te persigue, pero no estás solo."

Anakin se gira hacia ella, con la mirada llena de incertidumbre y dolor. Las palabras de Ahsoka parecen despertar un rayo de esperanza en su interior.

Anakin: "Pero es un miedo diferente, Ahsoka. Es un miedo que no puedo controlar, que me consume..."

Ahsoka asiente con la cabeza, comprendiendo la profundidad del miedo que lo invade. Ella sabe que ese miedo, tan intenso y visceral, no es algo que se pueda superar con palabras o razonamientos. Necesita algo más.

Ahsoka: "Sé que es difícil, Anakin. Pero no puedes dejar que el miedo te controle. Necesitas luchar contra él, necesitas enfrentarlo."

Anakin se encoge, como si el miedo lo hiciera retroceder, y la duda se instala en su voz.

Anakin: "Pero ¿cómo? ¿Cómo lucho contra algo que me consume desde adentro?"

Ahsoka, con una mirada llena de fuerza y determinación, le tiende la mano. Sus palabras son una promesa de apoyo y esperanza.

Ahsoka: "Yo estaré contigo, Anakin. No te dejaré luchar solo. Juntos podemos vencer esto."

Anakin la mira con incertidumbre, sus ojos reflejan la batalla interna que libra en su interior. La posibilidad de apoyo, de tener a alguien que lo comprenda y lo acompañe en este momento, lo llena de una esperanza agridulce.

Anakin: "Pero... ¿cómo puedes saber si no sucumbiré otra vez a la oscuridad?"

Ahsoka: "Porque yo te conozco, Anakin. Sé que en tu corazón aún reside la luz. Y yo lucharé junto a ti para que esa luz vuelva a brillar."

Anakin, con un suspiro que libera parte de la tensión que lo oprime, se permite creer en las palabras de Ahsoka. La esperanza se filtra lentamente en su alma, y una nueva determinación lo invade.

Anakin: "Gracias, Ahsoka. Gracias por estar aquí."

Un nuevo camino se abre ante ellos, un camino hacia la redención y la esperanza. Juntos, Anakin y Ahsoka se enfrentan al miedo, a la oscuridad, y a la posibilidad de recuperar la luz que un día les unió.

El camino de regreso al gremio se llena de un silencio reconfortante. Anakin y Ahsoka caminan juntos, sin necesidad de palabras, unidos por una nueva comprensión y un propósito compartido. La amenaza del Rey Demonio se cierne sobre ellos, pero la amenaza más grande, la que reside en el corazón de Anakin, es la que los obsesiona.

Con el amanecer, Ahsoka guía a Anakin hacia un lugar tranquilo en el bosque, un lugar donde la luz del sol se filtra entre las hojas creando un espacio de paz y serenidad. Ahsoka, con su sabiduría y experiencia como Jedi, lo anima a meditar con ella, a buscar la calma interior y a combatir las sombras que lo acechan.

Ahsoka: "Anakin, respira profundamente. Deja que la energía de la Fuerza te envuelva. Concéntrate en la luz que reside en tu interior."

Anakin, con la mente aún nublada por la oscuridad, intenta seguir las instrucciones de Ahsoka. La meditación es un proceso difícil, pero la presencia de Ahsoka, su voz suave y su energía tranquila, lo ayudan a encontrar un momento de paz.

Juntos, Anakin y Ahsoka se sumergen en una meditación profunda. Ahsoka, con su conocimiento del lado luminoso de la Fuerza, guía a Anakin hacia la luz, ayudándole a visualizar su propia fortaleza y a combatir los pensamientos oscuros que lo atormentan.

Los días se convierten en semanas, y las meditaciones se convierten en un ritual. Ahsoka, con paciencia y perseverancia, ayud a Anakin a fortalecer su conexión con la Fuerza, a encontrar la paz interior y a combatir los restos del lado oscuro que aún lo acechan.

La transformación de Anakin es lenta, pero constante. El miedo que lo consumía se reduce, y la luz de la esperanza comienza a brillar con mayor intensidad. Ahsoka, con una sonrisa llena de satisfacción, observa la evolución de su antiguo maestro.

Ahsoka: "Lo estás haciendo muy bien, Anakin. Tu luz vuelve a brillar con fuerza."

Anakin, con una sonrisa agradecida, le tiende la mano a Ahsoka.

Anakin: "Gracias, Ahsoka. Gracias por ayudarme."

Juntos, Anakin y Ahsoka se preparan para el desafío que los espera. Con la fuerza de la luz y la unidad de su vínculo, enfrentarán al Rey Demonio y a cualquier amenaza que se interponga en su camino.

En el resplandor del atardecer, mientras Anakin y Ahsoka regresaban al gremio tras su jornada de meditación, un nuevo grupo de personas apareció en el horizonte. Tres figuras se destacaban en medio del paisaje, contrastando con la luz dorada que teñía el cielo.

Un chico de cabello castaño, Kazuma Sato, con un rostro ligeramente cansado pero con una chispa de determinación en sus ojos, era el primero en llamar la atención. A su lado, una niña con una larga cabellera negra, Megumin, emanaba una energía explosiva, con una expresión seria y concentrada en su rostro. Por último, una joven de cabello celeste, Aqua, se movía con una gracia y una sonrisa desconcertarte, como si un aura de caos la acompañara a donde fuera.

El grupo, sin duda un tanto peculiar, se dirigía hacia el gremio, donde Anakin y Ahsoka ya estaban a punto de llegar. El encuentro entre estos dos grupos, tan diferentes en origen y propósito, prometía un inicio de una serie de eventos inesperados y emocionantes.

Al divisar a Aqua, Anakin exclama con sorpresa, su voz cargada de asombro.

Anakin: ¿Aqua?"

Ahsoka, notando la sorpresa de Anakin, se acerca a él con una mueca de curiosidad.

Ahsoka: ¿La conoces?"

Anakin, con una sonrisa leve, recuerda la peculiar diosa del agua que una vez le regaló su sable de luz.

Anakin: "Sí, ella es la diosa del Agua. Me dio mi espada láser."

Ahsoka, con un gesto de incredulidad, se da cuenta de la extraña coincidencia.

Ahsoka: "A mí también me dio mis dos espadas láser. ¿Pero qué hace en este mundo terrenal?"

La presencia de Aqua en este mundo añadía un toque de misterio y un nuevo elemento a la aventura que les esperaba. ¿Sería una aliada o un obstáculo en su camino? La respuesta se encontraría en los eventos que se desenrollarían en los próximos días, en un mundo donde la magia y la tecnología se fusionaban en una mezcla intrigante y desafiante.

Con un poco de incertidumbre, Anakin y Ahsoka se acercan al grupo que se ha instalado en una mesa del gremio. Anakin, tomando la iniciativa, extiende su mano hacia Aqua con una sonrisa leve.

Anakin: "Hola, Aqua."

Aqua, con una expresión de confusión, se inclina hacia adelante para observarlo mejor.

Aqua: "¿Te conozco? No recuerdo haberte visto antes..."

Anakin, con un gesto de entendimiento, explica la situación.

Anakin: "Sí, me diste mi espada láser."

Aqua: "Hmm... Creo que sí. Envié tantas que se me olvidó quién eres. Espera... ¿Anakin?"

Anakin: "El mismo."

Ahsoka, con una sonrisa pícara, se une a la conversación.

Ahsoka: "Y yo, Ahsoka Tano. También me diste mis espadas láser."

Aqua, con una sonrisa radiante, se acuerda de Ahsoka.

Aqua: "Sí, me acordé de ti. Eres la Jedi con la mirada tan penetrante."

Anakin: "Aqua, ¿qué hace una deidad como tú en este mundo? ¿Cómo llegaste aquí?"

Aqua (susurra): "No tuve opción, Anakin. Kazuma me eligió como su objeto y esfera en este mundo... Hasta que él derrote al Rey Demonio, yo estaré atrapada aquí."

Las palabras de Aqua resuenan con un eco de desesperación, y Anakin y Ahsoka se miran con una mezcla de asombro y enojo.

Anakin, con un gesto de indignación, se pone de pie.

Anakin: "Eso no es justo, ¡no es justo para ti!"

Ahsoka, con un tono más tranquilo pero igualmente enojada, asiente con la cabeza.

Ahsoka: "Nadie tiene el derecho de obligar a una deidad a vivir en un mundo sin su voluntad."

Aqua, con un gesto de resignación, los mira con un tono triste.

Aqua: "Lo sé, pero es mi destino. Espero que Kazuma pueda derrotar al Rey Demonio pronto, para que yo pueda regresar a mi mundo."

Anakin y Ahsoka sienten un profundo respeto por la diosa del agua, comprendiendo la terrible situación en la que se encuentra. Su destino está ligado al de Kazuma, y su libertad depende de la victoria sobre el Rey Demonio.

Kazuma, con un suspiro cansado, regresa a la mesa donde se encuentran Aqua, Anakin y Ahsoka. Sin embargo, al sentarse, siente una mirada penetrante, como si dos láseres lo atravesaran, proveniente de los dos Jedi.

Kazuma, con un gesto de nerviosismo, busca el origen de esas miradas tan intensivas. Sus ojos se encuentran con los de Anakin, y un escalofrío le recorrió la espalda.

Kazuma: "Eh, ¿qué pasa?"

Anakin, con un tono de voz firme, pero con un brillo de reprobación en sus ojos, le responde a Kazuma.

Anakin: "Kazuma, ¿por qué obligaste a Aqua a venir a este mundo?"

Kazuma, con un gesto de defensa, trata de explicar su situación.

Kazuma: "Bueno, es un poco complicado... No la obligue exactamente. Es que... bueno, las cosas se pusieron un poco fuera de control."

Ahsoka, con una expresión de seriedad, se acerca a Kazuma y le pregunta con firmeza.

Ahsoka: "¿Puedes explicarte mejor? ¿Cómo puedes justificar que una deidad tenga que vivir como una rehén en este mundo?"

Kazuma, sintiendo la presión de las miradas de los Jedi, se da cuenta de que tendrá que contar la verdad, sin omitir ningún detalle.

Kazuma, con un suspiro de resignación, se da cuenta de que no puede escapar de la verdad. Las miradas de los Jedi son tan penetrantes que parecen leer sus pensamientos.

Kazuma: "Está bien, está bien. Les contaré todo. Pero primero, ¿quiénes son ustedes?"

Anakin, con un tono más tranquilo, responde con firmeza.

Anakin: "Yo soy Anakin Skywalker, y esta es Ahsoka Tano. Somos Jedi."

Ahsoka asiente con la cabeza, confirmando la identidad de Anakin.

Kazuma, con un gesto de increduldad, mira a los Jedi.

Kazuma: "¿Jedi? ¿Qué es eso? ¿Son magos?"

Ahsoka (sonríe): "Podríamos decir que somos algo así, pero nuestro poder proviene de la Fuerza."

Anakin (compresión);"Lo que pasó ya pasó, Kazuma. No podemos volver al pasado."

Ahsoka: "Tenemos que centrarnos en el resente, en la batalla que nos espera."

Kazuma, con un gesto de incertidumbre, reflexiona sobre las palabras de los Jedi.

Kazuma: "Entiendo. Y bien, ¿qué hacen aquí? ¿Qué los trajo a este mundo?"

Anakin, con un gesto de determinación, responde a Kazuma.

Anakin: "Estamos aquí para derrotar al Rey Demonio. Y para proteger a este mundo."

Kazuma, con un gesto de reconocimiento, mira a los Jedi.

Kazuma: "Bueno, si van a luchar contra el Rey Demonio, entonces deberían unirse a nuestro equipo. Somos los únicos que podemos detenerlo."

Continuara.......