01
[...]
El toque de salida se escuchó por toda la preparatoria y el sonido de los lápices cayendo contra los pupitres, además de los suspiros de alivio de la mayoría de los estudiantes debido al término de la jornada estudiantil, no demoraron en seguirlo. BaekHyun se dio prisa en guardar lo poco que tenía fuera de su mochila, colocándosela en su hombro y siguiendo con apresurados pasos la espalda de su mejor amigo que había salido del salón como correcaminos, sin esperarlo. Se supone que hoy irían a su casa. ¡Es viernes de videojuegos!
¡Vi-deo-jue-gos!
¿Por qué movía sus piernas con esa endemoniada prisa? Ni siquiera las tenía tan largas, sin embargo sus zancadas eran bastante grandes. Se apartó el cabello de la cara con fastidio, resoplando al ver que de esa forma no lo alcanzaría.
— ¡KyungSoo, idiota, espérame! —el de gafas de pasta negra giró sobre sus talones, deteniendo su maratón personal con esa mirada que delataba el hecho de que estaba haciendo algo, en teoría, malo—. Pensé que te ibas a ir sin mí, Dyo —se quejó BaekHyun cuando troto hasta el chico, sus ojos llenos de reproche se clavaron en él.
— En realidad... —vaciló, huyendole con la mirada. BaekHyun fue consciente de cómo apretaba las correas de la mochila—, tengo cosas que hacer, B.
— ¿Qué cosa es más importante que tú mejor amigo? —se cruzó de brazos, colocando su peso en un solo pie, como si se tratara de un policía interrogando a un ladrón—. Ya le dije a mi madre que irías y sabes cómo es, hasta va a preparar tu comida favorita. ¿Crees que voy a comer por los dos? Estás loco, amigo.
— Será rápido, Baek. Después de eso paso por tu casa, ¿vale? —sabía que cuando KyungSoo rascaba su brazo era por dos razones: cuando se avergonzaba o porque ocultaba algo, y BaekHyun tuvo curiosidad por saber a dónde se dirigía con ese maldito afán—. Es urgente.
— Urgente —repitió, sarcástico. Urgente mi trasero. Un grupo de los de tercero pasaron a su lado y uno de ellos le empujó el hombro, disculpándose. No le importó el que ese tipo casi se lo llevara con su jodido cuerpo, porque estaba enfocado en observar mal a Dyo—. Bien. De todas formas, ¿qué es lo que tienes que hacer, KyungSoo? Puedo acompa-
— Tutorías.
— ¡Ni siquiera a mí me das tutorías!
Ambos se miraron a los ojos de manera desafiante, empezando una lucha de miradas en la que terminó ganando el menor de allí. BaekHyun maldijo por lo bajo y metió las manos en los bolsillos del pantalón del uniforme, resignándose. KyungSoo se aferró a las correas de la mochila por segunda vez, frunciendo su entrecejo, agachando su cabeza. Una de las cosas que le molestaban a su amigo era que las personas creyeran que podían meterse en sus asuntos cuando se les diera la puñetera gana.
Exactamente lo que BaekHyun estaba haciendo.
— Necesitaba dinero, B —se excusó entre dientes, succionando su labio inferior como una de sus manías.
— Sabes que puedes prestármelo —hizo una mueca con la boca, inconforme por toda esa actitud misteriosa acerca de las tutorías. Suponía que su mejor amigo estaba haciendo algo después de clases estas últimas tres semanas, esperaba que fuera él quien le contara el qué, pero ahora quiere saber a quién le da esas tontas clases privadas y porqué parece ser un secreto de estado—. ¿A quién le estás enseñando? ¿o tampoco vas a decírmelo?
— Un chico de la clase 2-C, es malo en inglés y el profesor Kim me recomendó —le contó, reticente a hacerlo, más no tenía otra opción cuando se trataba de Baek—. ¿Contento?
— ¡Inglés! ¡Nunca quisiste ayudarme a mí cuando te pedí ayuda! —el asunto le estaba tocando realmente los nervios, porque KyungSoo estaba siendo estúpidamente evasivo con lo que le respondía y el mayor siempre ha sido curioso, además de que tenía un mal presentimiento de toda la situación—. No, no estoy contento. Vaya amigo.
— Amigo, eso fue hace dos años, mejor supéralo —acomodó sus lentes, haciendo un ademán con las manos al terminar. No pensaba seguir con esa absurda discusión—. Nos vemos más tarde, B, guárdame comida, ¿ok?
— Ok —respondió de mala gana, huraño y receloso—. Traidor —masculló entre dientes al verle desaparecer al girar a la izquierda para tomar las escaleras. BaekHyun caminó en dirección contraria a la del pelinegro aunque tuviera que ir hasta el otro lado del edificio para tomar la otra salida. Estaba molesto y no quería verlo. Pateó una piedra en su camino, ceñudo. KyungSoo sin duda no era la persona más normal del mundo o tenía el premio al más paciente, tampoco era tan comunicador, pero algo estaba... ¿fuera de lo normal?
El KyungSoo que es mejor amigo de Byun nunca, nunca cancela los viernes de videojuegos o en general cualquier plan que los incluya, porque nadie es más relevante en su vida que Byun BaekHyun, aparte de su madre y su hermano, SeungSoo.
Estaba a nada de llegar a su casa, podía ver el porche desde donde se encontraba, hasta olfatear la comida, pero detuvo sus pasos en seco cuando la conocida sensación antes de sus visiones se hizo presente. Era KyungSoo, su mejor amigo estaba comiéndose un helado a la vez que se enfocaba en cualquier cosa menos en los ojos de su acompañante. Raro.
— A mí también me gusta pasar tiempo contigo, KyungSoo —habló el desconocido y el pelinegro mordió sus labios, suspirando con nerviosismo.
— ¿En serio? —podía ver ese jodido brillo en sus ojos, ese que nunca había visto antes y que significaba peligro.
— Lo digo en serio, KyungSoo.
— Es genial... sí... —apretó con fuerza su cono de helado, haciendo un gran esfuerzo en mantenerse recto y con la mirada sobre los ojos contrarios—. En realidad, tú me gustas.
Hubo un silencio que no le agrado, mucho menos por el rostro decepcionado de su mejor amigo. KyungSoo había bajado la mirada y una curvatura amarga se coló en sus labios acorazonados.
— Eh-yo... —balbuceo sin sentido. Aquel tipo estaba buscando una manera de rechazarlo, BaekHyun estaba seguro—. No te veo de esa forma, ¿sabes? La paso bien contigo, eres un gran tutor, creo que el mejor que he tenido, pero eso es todo. KyungSoo, y-yo... perdón, yo-Eres cool, pero yo no soy... ¿gay?
— Oh... —se levantó, dejando el cono de helado sobre la mesa—. Está bien. Olvídalo.
Aplastó su rostro, lamentándose en voz alta. No, no, no.
KyungSoo, Do KyungSoo, Dyo, su mejor amigo, el chico que hasta ahora había mantenido su corazón en un cofrecito bajo llave, decide abrirlo a un imbécil que lo rechaza tan fácil. Le parecía malditamente injusto, porque ¿quién se cree ese tipo? ¿Rechazar a su mejor amigo? Debe estar loco para rechazar a alguien tan leal y noble (sin ignorar el hecho de su notable atractivo) como KyungSoo. Y no lo dice porque sea su mejor amigo, es que si él estuviera en su lugar, no dudaría ni un segundo en corresponderle...
Pero eso es otro tema.
— ¿Y KyungSoo?
Muchas veces, demasiadas, BaekHyun piensa que su madre quiere más a KyungSoo que a él, más esta vez lo deja pasar porque tiene otras cosas en las que preocuparse, como por ejemplo, cómo hacer para evitar que le rompan el corazón a su mejor amigo, porque no hay manera de evitar lo inevitable. No podía solo llegar, contarle que tiene visiones, que en una de ellas vio como lo rechazaban y asunto resuelto. No era así de fácil si quería seguir manteniendo su secreto. Maldito poder inservible.
— ¿Están peleados? —insistió la mujer, caminando detrás de su hijo en busca de respuestas—. BaekHyun-
— Mamá, no quiero hablar. Comeré más tarde, no tengo hambre.
— BaekHyun-
— No estamos peleados, mamá —suspiró y la mujer asintió, dejándolo ir sin decir nada más.
Lanzó la puerta de su habitación, echando la mochila hacia una esquina y a sí mismo sobre la cama. Exhaló ruidosamente, tapándose los ojos con el antebrazo. ¿Cómo sacaba de esa mierda a su amigo? BaekHyun odia sentirse impotente, porque nunca puede hacer nada por más que sepa lo que va a suceder. No pudo hacerlo con su primo YiFan, y tampoco podrá hacerlo con KyungSoo. Tampoco sabe cuándo van a reunirse, sus visiones no le dicen un día exacto, pueden ser cosas que pasarán hasta dentro de dos semanas. Tenía una probabilidad de catorce días para impedir que KyungSoo se confiese.
Tenía que pensar en algo, y rápido.
[...]
KyungSoo no llegó a su casa esa tarde y lo que recibió fue un mensaje de disculpa con un emoticón de la carita sonriente rectangular. ¡Y él preocupándose de evitarle un corazón roto! Y un carajo, Dyo era genial (sarcásticamente).
— Traidor —rebotó el balón de tenis contra la pared de la cabecera de su cama, llenando de aire sus mejillas. Era infantil y tonto, pero se le retorcía el estómago de solo pensar en su visión de hace unas horas—. ¿De quién estarás enamorándote, idiota?
La voz de su visión no se le hacía conocida y la verdad no le sorprendía, no es como si le gustara relacionarse con los de su salón o con los estudiantes de la preparatoria en general. Algunos llegan a ser muy estúpidos, con sus comentarios fuera de lugar y su forma de ser tan hipócrita. Que algún ser supremo lo salvara de relacionarse con personas así, gracias. Pocos se salvan de entrar en esa etiqueta, sin embargo, KyungSoo es la única persona en toda la preparatoria con la que sostiene una amistad verdadera y de años.
Porque KyungSoo es real, auténtico y siempre ha dicho que se jodan todos, él no va a dejar que le hagan daño, pero eso es exactamente lo que estaba dejando que ese chico le haga.
Le llegó un segundo mensaje diciendo que iría el sábado, el emoticón de la sonrisa rectangular del carajo y un lo siento, B, no me odies demasiado. Quiso responder con un "vete al demonio", más no lo hizo y apagó el teléfono, cerrando los ojos en busca del sueño que demoró en dejarse encontrar, manteniéndolo dando vueltas por toda la extensión de su cama.
Tal vez durmió cuatro horas o menos, pensando y pensando.
Incluso tuvo esa horrible pesadilla en la que le contaba a KyungSoo sobre su visión y este se cabreaba, llamándole mentiroso, gritándole que no se metiera en su mierda y que dejara de inventar cosas. ¡Lo haces porque estás enamorado de mí, Byun BaekHyun! ¡Olvídalo! Ya no quiero seguir siendo tú jodido mejor amigo.
Y, mierda, BaekHyun no está enamorado de él. No lo está. Por supuesto que no.
O quizá un poco sí, pero... pero...
— Baek, Kyungie está buscándote —dos toques en su puerta y paró de torturarse, sentándose en el borde de la cama con la cara larga y el cabello hacia todas las direcciones posibles, desafiando la gravedad—. Apresúrate y ven a recibirlo, Byun BaekHyun.
— ¡Ay, mamá! ¡No es la primera vez que viene y no es un desconocido! —alzó la voz, con los ojos clavados en la puerta. Saltó asustado al ver a su madre irrumpiendo en su habitación, con esa mirada de mamá—. Ma-
— ¿Quién duerme aquí? ¿un cerdo o mi hijo? ¡Dejas todo echado por donde se te da la gana! —recogió su mochila, colocándola sobre la silla del escritorio. Se giró para enfrentarlo con las manos a ambos lados de su cadera—. Cámbiate y ven a desayunar. Date prisa.
— Ok, mamá.
— Es para ayer, BaekHyun —le señaló con el dedo índice al ver que no se movía, cerrando la puerta de un tirón. Fue hasta el baño para lavarse la cara y cuando su mirada chocó con la de KyungSoo al sentarse en la silla del comedor, rodó los ojos, disponiéndose a ignorarlo.
— Baek-
— ¡Oh, mira! Un traidor. ¿Qué haces aquí? —sujetó el vaso de jugo, lanzando dagas con los ojos al menor. Le iban a romper el corazón a su amigo, pero eso no impedía que se hubiera cabreado por haberle fallado, y no era por la maldita tarde de videojuegos. Es que no confía en él como para contarle que le gusta un baboso de la preparatoria.
— ¡No le hables así a KyungSoo! —gritó su madre desde la cocina, llamándole la atención. Maldijo, cerrando los ojos.
— ¡Perdón! —bufó, llevando el vaso hasta sus labios, intentando tranquilizarse. No pudo hacerlo—. No sabía que dabas tutoría toda la tarde, a este paso vas a poder comprar un departamento con el dinero que ganas. ¡No! Mejor aun, te puedes pagar la universidad con eso. Listo, tu futuro solucionado.
— No exageres, B —lo miró entre molesto y confundido, pinchando las frutas de su plato, resoplando—. No te enojes por esto conmigo.
— Entonces te hago una fiesta.
— Eres intenso —masculló, decidiendo que era mejor dejar que se le pasara todo su cabreo sobreactuado, sabiendo lo denso que era BaekHyun cuando se ofendía y que, de cierta manera, KyungSoo también estaba molesto por la actitud del castaño—. No puedo creer que estés así por esto. Es la primera vez que no vengo-
— ¿Así? Tu no entiendes.
— No, no entiendo porqué estás tan loco con el asunto —los lentes se le rodaron por el puente de la nariz y se los acomodó ensuciando las lunas con la yema de su dedo, haciendo notable su enojo con esa simple acción—. ¿No tienes más planes un viernes por la tarde, B?
— Eres mi mejor amigo —¡y van a romperte el jodido corazón, idiota!
— ¿Y eso qué? No estamos pegados o algo parecido, Baek. No estás obligado a pasar 24/7 conmigo... —lo susurró, dándose cuenta de que sus palabras sonaban realmente mal—. Mierda.
— No digan malas palabras —su madre se les unió, cortando el momento tenso. Le sonrió hacia el pelinegro—. ¿Cómo está SooYoung, Kyungie?
— Ella está bien. Le manda saludos —sonrió, disimulando que acababa de tener una pelea con su hijo menor. El desayuno se pasó en medio de una plática entre KyungSoo y la señora Byun, mientras que BaekHyun se mantenía ajeno a todo, sin levantar la mirada del plato. Fue incómodo, al menos para el par de amigos lo fue una vez que la mujer se retiró, dejándolos a solas—. Oye-
— Déjalo.
— No quería que sonara de esa forma —lo siguió hasta la habitación, cerrando la puerta y recostándose contra la misma, bloqueando la entrada. BaekHyun se acostó boca-abajo en la cama, escondiendo la cabeza en la almohada como una avestruz. Dyo casi hace un chiste al respecto, mas no era el momento o algo así. No quería darle más razones al mayor para seguir siendo intenso—. No me molesta pasar contigo todo el tiempo, pero estamos en el último semestre de segundo, la universidad nos espera y no siempre estaremos juntos, B, quizá-
— Cállate, Do —gruñó, tirándole su almohada de Pikachu favorita, esa que la otra persona en la habitación le regaló luego de haberla ganado en las máquinas del centro comercial—. No intentes arreglarlo, no te sale muy bien...
— Desde que llegaste a Seúl y me hiciste caer con mi helado hemos sido amigos, ninguno ha tenido pareja y nunca me has dicho quién te gusta. ¿Por qué nunca has salido con nadie? —se acostó al lado del castaño, dejando un gran espacio antes de volver a hablar, creyendo que BaekHyun le contestaría—. Siento que te has privado de salir con personas debido a que estás centrado en nuestra amistad. Rechazaste a JiSoo, también al chico de primero, SeHun. Nunca te ha gustado nadie-
— Sí me han gustado personas —lo interrumpió, su voz saliendo sin ningún tono en especial, escondiendo diferentes cosas que siempre ha querido decirle. Como que se dio cuenta de que le gustaba en su primer año de secundaria, cuando una chica empezó a acosarlo y él sintió los celos burbujeando en su interior, y que casi lo besa la primera vez que bebieron en las vacaciones antes de entrar a su segundo año de preparatoria, porque es un bebedor terrible—, pero no he sido correspondido nunca, ¿para qué te lo diría si no tiene importancia?
— Pero somos mejores amigos...
— Bien. Lo somos, entonces, ¿quién te gusta? —lo enfrentó, pero el de lentes no lo miro a los ojos.
— Sabes que nadie, BaekHyun —apretó los labios, rascándose el brazo. Estaba mintiendo, se hubiera dado cuenta sin necesidad de sus puñeteras visiones y eso le enfadó un poco más si eso era posible—. Nunca me ha gustado nadie.
— No te creo.
— No lo hagas, no importa. Solo déjalo —se encogió de hombros, siendo tan indiferente como únicamente KyungSoo podía ser. No estaba dispuesto a decirle la verdad, y eso francamente le hería dejando todo su cabreo de lado.
No estaban llegando a nada con el absurdo intercambio de palabras que ya ni se le podía llamar pelea.
— Odio enojarme contigo, KyungSoo —confesó. Era cierto, siempre que se enojaba con el menor, era él mismo el que terminaba volviendo para arreglar las cosas, siempre era BaekHyun el que temía perderlo, el que se esforzaba más por seguir siendo amigos—. ¿Vamos a ver una película más tarde?
— Uhm... tengo planes, de hecho.
BaekHyun lo sacó a patadas de su casa luego de eso, gritándole traidor.
[...]
a/n: Se supone que esto iba a ser un one shot, pero estuve escribiendo todo este tiempo y no podía darle un final rápido, como que sentía que dejaba cosas fuera y decidí que lo mejor era convertirlo en un fanfic o un mini-fanfic (no estoy segura de cuantos capítulos va a tener).
Iré publicando lo que tengo escrito e intentando avanzar con lo demás para que la espera no sea demasiada (sin contar con todo lo que ya han esperado, lol). Espero que les guste ♡
ㅡd-bxynk©
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