Navidad (1 mes)

¡Ayy, son bellísimos! — Mitsuki exclamó teniendo a su nieta en brazos, mientras que Toshinori se encontraba siendo cargado por su abuelo, Masaru. — Katana es igual a mí...

— Esperemos que solo en lo físico... — La rubia rodó los ojos por el comentario de su hijo. Katsuki cargó a su hija enrollada en una manta para hacerla dormir. Caminó hacia el sillón donde se encontraba su pareja descansando mientras acunaba a su bebé. — Mi burrito...

Mitsuki sonrió tras escuchar el casi inaudible comentario del rubio.

Era diciembre, 24 de diciembre, y los nuevos padres fueron a la casa de los nuevos abuelos para celebrar navidad. Al entrar, el rubio se sintió un tanto nostálgico. Recordar esas conocidas decoraciones navideñas, y las cenas cocinadas por sus padres, sintió algo de melancolía al entrar con sus hijos y su pareja a su antigua casa.

— ¡WAAAAAHHH! — El pequeño Toshinori se largó a llorar desenfrenadamente. Eijiro iba a agarrar a su hijo, pero Masaru lo acunó y el pelinegro cesó su llanto.

¡Era cierto! Masaru Bakugo tranquilizó a Katsuki por más de 4 años seguidos. ¡Todo un experto!

El pelirrojo se calmó observando a su bebé en los brazos de su abuelo. Suspiró, tenía que confiar en sus suegros, ellos cuidaron a ese... ya no tan demonio que tenía de novio.

Katsuki cambió en las semanas que llevaba con sus hijos. El rubio creyó que los bebés solo necesitaban comida, cambio de pañales y horas de sueño.

Pero su hija... era tan apegada a él.

"— Kat, hay que irnos. — El pelirrojo dijo mientras dejaba a Toshinori en el coche de bebé.

— Ya sé, pero tu hija se está comportando como todo un Kirishima. — Katsuki dijo a regañadientes con su pequeña hija en brazos.

— ¿...Qué?

— Tch, observa...

Katsuki acunó a su hija mientras la bajaba para dejarla en su coche. La bebé, tras sentir el afloje de su padre, lloró frenéticamente.

— ¡WAAAAAHHH! ¡WAAAAHHH!

El rubio suspiró, y levantó a su hija dejándola cerca de su pecho. Luego de unos segundos, la acunó y la intentó dejar de nuevo en el coche, pero tuvo la misma reacción.

— Bien, llévala en la mochila portabebés..."

El rubio comía con su hija en brazos. A veces, giraba la cabeza para ver a su pequeño hijo que dormía en la mecedora.

— ¡Oh, tengo un regalo para los bebés! — Mitsuki exclamó adentrándose en su habitación. Katsuki suspiró decepcionado al ver cómo su madre traía dos chupetes con temática de navidad. — La pequeña Katana será Santa. Y Toshinori será Rodolfo.

La pareja ladeó la cabeza al ver al sombrero de lana de su hijo, astas de reno... Katana se veía bien, no era la primera vez que le ponen un gorro de navidad, pero el chupete con la barba de Santa...

Ya que, su madre es así...

— Genial... la hija de Deku se va a burlar de las fotos de sus primos en estos disfraces...

— ¿Cuáles fotos? —preguntó el pelirrojo.

Estas... — Katsuki tomó su telefono y le empezó a sacar fotos a sus bebés. Eijiro vio la sonrisa honesta y pura de su pareja, suspiró, tener bebés si era una buena idea. Luego de unas doscientas fotos después, el rubio observó cómo su hija, Katana, dormía plácidamente cerca de su hermano. — Mis chamacos...

Ya era tarde. El reloj marcaba la una de la mañana, los adultos estaban satisfechos y los bebés plácidamente dormidos.

— Ah, Kat... — El rubio abrió un ojo para prestarle atención a su pareja — Son la una de la mañana.

El rubio pensó en la hora. La hora demoniaca...

— A-ah...bueno, papá, bruja. Ya nos vamos. — Dijo, mientras ordenaba y guardaba las cosas. —Ei, abriga a los bebés.

— Esperen, porque se van tan de repente. ¿Qué ocurre? Ten, cielo... — Le entregó uno de las chaquetas al pelirrojo.

— Ah... — Katsuki suspiró pesadamente — Entre la una y una y media, los bebés lloran desenfrenadamente. Son unos demonios, y no se tranquilizan. Ei y yo hemos intentado de todo, pero es algo de cada noche. Lo sien-

— ¡WAAAAAAHHHHH! ¡WAHHHHHHH! — Y la pesadilla iniciaba... La rubia, ignorando los llantos y gritos, arropó a su nieta con una manta y se la dio a su hijo. El rubio sólo la acunó cerca de su pecho.

— Un truco que siempre funciona es darle un paseo en auto. Eso los arrullara, contigo siempre funcionaba. Cuando Katsuki no se quería dormir o llorabas como todo un demonio, unos minutos de paseo en el auto y caías rendido.

Eijiro y Katsuki se miraron y se encogieron de hombros. No perderían nada en intentarlo.

— Gracias, mamá... — Susurró. Mitsuki sonrió dulce –y orgullosamente- tras escuchar el apodo que le dio su hijo.

La pareja llegaba con sus recién nacidos al auto un tanto apenados. En el ascensor se encontraron a una pareja que planeaban sobre tener un bebé, quizás los asustaron con los griteríos, el llanto y los mocos de sus gremlins...

— Cariño, ve con los mocosos atrás, por favor. — El rubio le pidió a su pareja acomodando a sus hijos en las sillas de auto. — Shhh, gremlins, silencio por favor.

Tranquilo, Kat. Esperemos que lo del auto funcione...

El rubio prendió el auto e inició el viaje. Suspiró pesadamente al ver cómo los gritos y llantos no cesaban. La incomodidad entraba después de minutos de berrinches, hasta que...

— Kat... pararon. Están dormidos... plácidamente. — Eijiro susurró feliz. El rubio también sonrió feliz y orgulloso: "Un nuevo truco de paternidad desbloqueado".

El camino a casa fue tranquilo y tan relajante, era verdad, el auto arrullaba bastante. Eijiro cerró los ojos por un momento, podía tomarse una mini siesta de camino a casa.

— Ei... Despierta. — El pelirrojo abrió los ojos lentamente, intentando adaptarse a la luz de la habitación. Se encontraba en su sillón, en la sala de estar.

— Ah... dios, lo siento, Kat... — Se levantó de su sillón para abrazar a su pareja. — Perdón por no ayudarte a bajar a los bebés y los regalos.

— Sí, solo fueron unos dos o tres viajes, pero está bien. Entiendo tu cansancio — habló suavemente guiando a su novio hacia la habitación — Pero Kat y Toshi dormían tan... tranquilos y se veían tan... angelicales, ¡No le digas a nadie que dije eso!

El pelirrojo río en voz baja, no quería despertar a sus bebés.

Vamos a dormir, Kat. Feliz navidad... ¿Kat? — El pelirrojo observó a su novio que dormía plácidamente. Río en voz baja y besó la comisura de sus labios. — Buenas no-

Katana empezó a llorar desenfrenadamente.

Bien, la rutina de siempre... 

¡Hola Hola!

Lamento que el primer capítulo no sea tan bueno, tengo que acostumbrarme a capítulos de... recién nacidos (?)

Perdón por los "WAAAAAAHHH" Se me olvidó cómo se escribían capítulos de bebés 🧍‍♀️🛌

Próximo capítulo: San Valentín.

Si hay algún error, duda o idea para el próximo capítulo no duden en escribirla.

¡Y eso!

Adieu!

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