Cumpleaños N°1 (12 meses)
— Tú puedes, mocosa... — Katsuki le susurró a su hija que intentaba llegar hacia él, esforzándose en dar un pasito con el apoyo de las manitas del pelirrojo.
El rubio esperaba pacientemente que la rubia llegara a sus brazos.
Se soltó del agarre del pelirrojo y caminó torpemente hacia los brazos de Katsuki.
— ¡¡EHHHH!! — Todos los adultos en la habitación le celebraron a la bebé, Katsuki besó a su hija en la frente, iniciando así una ronda de besos, apretando suavemente sus cachetes de infante.
Paró de besar a su hija al percibir las miradas de la gente hacia su acto de amor. La cargó, y con la mano los echó de la habitación.
— Vuelvan a trabajar, esclavos.
Diecisiete de noviembre, ¡ El cumpleaños de los mellizos! Se encontraban en la cuidad de Naho, una ciudad de Japón donde simpre se encontraba caluroso. Decidieron hacer una fiesta pequeña para que los sitios conocieran la playa.
Pero todos sus conocidos escucharon "Ir a la playa con la excusa del cumpleaños de los infantes" y varios fueron para escapar del frío otoño en Mustafu.
En fin...
— Ah, Eijiro...— Tamaki se acercó nerviosamente al pelirrojo. Le entregó unos lentes rosa con forma de estrellas — Katana había botado esto en el camino.
— Oh, gracias... Ten, hija — Se las puso dejando a la rubia acomodarselas. El peliazul le acarició suavemente la mejilla que solo se le quedo mirando. — ¿Vas a ir a la playa, Tamaki? Supongo por las toallas....
Tamaki asintió algo avergonzado, pensando en la habilidad de Eijiro para cargar a los mellizos como si no fueran nada. Asintió de nuevo al ver a Eijro sonreír emocionado. Katana y Toshinori se quedaron viendo e imitando la sonrisa de su padre.
"Tan Brillantes..."
— Ah... Estaré con, ah, Fatgum, Kyoka y Yaoyorozu, ¿ Vamos...? — Asintió y siguió al peliazul afuera de la cabaña.
Katsuki tenía todo bajo control... Excepto su control.
— Bruja, ¿Cómo cortas así el apio? ¿ Quieres asfixiar a mis hijos con tus apios tamaño mutante?
— ¿Y los tuyos, mocoso? Esa mierda es transparente.
La fiesta era a las 7 de la tarde y ya eran las 14 horas y aún no había almuerzo para las 15 personas.
— ¿ Y si cambiamos los apios por tomates — Masaru preguntó a su familia, intentando aligerar el ambiente en la cocina.
— Bueno, pero si ella corta los tomates en cuatro y no en ocho ,voy a enloquecer. — Mitsuki soltó el cuchillo y salió de la cocina dejando victorioso a katsuki.
La rubia se sentó en el sillón algo molesta, honestamente vino de colada a la fiesta, pero quería ayudar en el cumpleaños de sus nietos. Katsuki sabía que su Bruja, digo, madre, era así.
— Ah, vieja, ¿Puedes ayudar a decorar la mesa para el cumpleaños...? — Mitsuki le sonrió y salió de la cabaña a ordenar las mesas de picnic en la playa.
Izuku salía de su habitación junto a su hija cubierta de bloqueador solar.
— ¿Por qué tu hija parece un vampiro de Crepúsculo? — Preguntó.
— Agh, Papá Shoto es un dramático~ — Canturreó el pecoso. Protector solar por todo el cuerpo, un sombrero, gafas de sol. Hasta flotadores llevaba la niña. — En fin, antes de llevar a Edward a la playa, ¿Te ayudó en algo?
Katsuki negó cortando los tomates. Izuku abrió la boca para comentar sobre el apio del rubio, pero esté le dio una mirada amenazante.
— Si vas a hablar sobre mis apios que parecen ventanas, te pido que te largues. Ya vete.
Toda la gente soltó un suspiro de satisfacción. El almuerzo había estado delicioso. Almorzaron en la playa entre risas y servilletas prófugas. Se quedaron en silencio escuchando el ruido del mar y la música que provenía del celular de la pelimorada.
Katsuki veía a sus hijos jugar en la arena. La rubia se levantaba a veces y se caía, eso hacía reír a Toshinori. Melody jugaba tímidamente sentada en la toalla del peliverde, que dormía abrigado del poleron del bicolor. Suspiraron de nuevo, no querían moverse de ahí.
— ¿Podemos atrasar la fiesta...?No me quiero mover de aquí — Dijo Mina comodamente en su toalla de playa.
Toshinori gateó hacia Fatgum, curioso. El pequeño se encaramo con ayuda del peliazul en la panza del rubio, abrazandolo.
— ¡Mierda, el pastel! — Katsuki se levantó rapidamente entrando a la cabaña. Se le había olvidado por completo pasarlo a buscar a la pastelería. — Invierano, Mouskeherramienta, acompañenme.
Vamos a buscar un pastel ...
Llevar a Yaoyorozu fue una herramienta que los ayudó más tarde.
— Señor, por tercera vez, yo pedí un pastel en nombre de Katsuki Bakugo. Tiene de temática la playa y una vela de 1 año. Démelo.
Katsuki demandó al pelirrojo dejandolo callado, él entro a una oficina a hablar con alguien y luego salió.
— Lo siento, pero ya entregamos ese pastel. — El señor dijo cínico. Katsuki entrecerró los ojos, intentando calmarse — Pero tenemos un pastel de Paw Patrol.
El rubio iba a abrir la boca, pero YaoMomo hablo primero, educadamente.
—Disculpe, pero, ¿A quién le entrego el pastel de playa? — preguntó.
— Aún no lo entregamos, es para la hija del gerente.
— ¿ Sabía que es ilegal entregar el pedido de un cliente, por su propia privacidad, a otro consumidor aunque sea más, o menos, importante para el vendedor? ¿No es cierto, Sr. Todoroki?
La mente del bicolor intentaba alcanzar la velocidad de la pelinegra, asintió confundido.
—...—El vendedor se quedó en silencio un minuto — Iré a buscar el pastel.
Los jovenes se quedaron en silencio esperando el pastel, victoriosos.
— ¿Es ilegal? — YaoMomo se encogió de hombros a la pregunta del rubio, soltaron una risa contenida por la situación.
El vendedor trajo una caja blanca, adentro de ella venía un pastel con temática de playa y 2 réplicas más pequeñas. Los 3 asintieron y salieron de la tienda.
Se fueran caminando hacia la playa, viendo a todos sus amigos de lejos.
— Ah, ¿Soy yo o Eijiro ve más rojo de lo normal? — Preguntó el bicolor, entrecerrando la ojos.
— ¿Cómo así...? — Katsuki dio un grito ahogado al ver a su pareja sangrandole la nariz. Corrió rapidamente hacia la playa a auxiliar al pelirrojo — ¿¡Qué le hicieron a mi hombre!? Quítate tú.
Empujó al pecoso para llegar hacia el ojirrubí.
— Tranqui, Kat. Es una hemorragia por el sol.
— ¡Wahhh! — Katana lloró al asustarse por su padre. Jirou la cargó y la intento calmar.
Shoto y Yaoyorozu llegaron al lugar confundidos.
Claro; ver a Izuku enterrado en la arena, Ejiro sangrando y Katana llorando necesitaba una explicación.
— Hola~ — Canturreó la pelinegra — Wey, contexto, plis...
— Es solo sangre. Todo está bien, princesa — Le dijo a su hija que se limpiaba sus ojitos. — Ya está cansada...
— Papá... — Toshinori también empezó a restregarse sus ojitos, cansado. Katsuki lo cargó y lo acunó.
— Ya, demonio... Una siesta para estos monstruos y que inicie la fiesta~
— ¡Qué hermosa, mi amor~! - Exclamó Eijiro con un tono más agudo. La rubia aplaudía con sus manitos, feliz.
Ya estaba todo listo, una mesa larga con una manta color beige, llena de aperitivos y golosinas.
— ¡Papá, Agii~ Caacuú~ Baabul ~!
— Claro, hija. Por supuesto. — respondió el rubio, sentando a sus hijos en las sillas de comer.
Les dejó sus pasteles al frente de ellos para que los destruyeeran. Eri fue a la fiesta para hacerle una sesión de fotos a los mellizos.
Consistía en "Smash The Cake", les entregas un pastel a los bebés y ellos lo destruyen, en simples palabras.
— ¡Kati-Katana-! ¡Mira el pastel, mi amor! — Le exclamaba la albina esperando el momento perfecto, la rubia riendo con sus manos en el pastel ya destrozado. Bajó su cámara y le acercó su mano a katsuki — Mi paga.
El rubio le entregó una faja de billetes.
— Tu trabajo es caro. Pensé que me darías un descuento por ser familia. —
— Mi computadora no se compra sola — Eri comentó, contando los billetes.
— ¡¿Ya puedo empezar a comer?! — Mina exclamó, encaramandose en la mesa. La pareja le sonrió y asintió.
Sí, querían una fiesta pequeña en la playa...
Las 15 personas comían mientras veían a los cumpleañeros, la rubia invitaba todo lo que alcanzaban sus manitos a sus invitados. Toshinori comía calladamente, a veces viendo a katsuki.
Ya que él, honestamente, era su papá favorito...
Aunque el clima había estado perfecto en la mañana, se había nublado mientras los niños daban una siesta. Ahora estaba lloviznando.
El día fue excelente para Katsuki: La nariz sangrante de su novio, la discusión en la pastelería, la lluvia en la fiesta, el dinero ahorrado al ver todos esos regalos de parte de los invitados...
Perfecto...
Ya era hora de volver a casa. Viajaron de noche para que los niños durmieran en el camino (Incluyendo a Katsuki e Izuku) Al llegar al departamento, la pareja dejo cuidadosamente a sus hijos en su cama.
Se quedaran observando a sus burritos.
Sus ahora ex burritos...
— Ya no quiero que crezcan más... — Susurró Katsuki, reposando su cabeza en el hombro del pelirrojo. Salieron y cerraron lentamente la puerta — Duerman bien, burritos...
— ¡¿Un gato?! — Exclamó la pareja.
Hitoshi y Denki no pudieran ir al cumpleaños por trabajo, pero como recompensa les dieron un gran regalo a la familia:
Un gatito atigrado de ojos verdes.
— Y... ¿Cómo lo llamaran?
Ya, desde hoy día inicio mis vacaciones. Perdón.
Es que este capítulo lo escribe manual y era tanto trabajo que no quería solo guardarlo...
¿Cómo les gustaría que se llame el gato?
¡Y eso! Aquí ya son las 3 A.M. así que ya me voy a dormir...
Adiós~
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