Paso 4

Desde que Athanasia tiene uso de razón, ha tomado en cada detalles sobre su alrededor. Cada gesto, o expresión que las personas a su alrededor hacen, cada pequeña cosa en su habitación, el sonido del viento afuera de su habitación, ha intentado evitarlo, pero es una tarea difícil, es como si su cerebro necesitará saber que sucede en su entorno a cada momento.

En la biblioteca de la liga busco alguna respuesta pero nunca llego a una respuesta al respecto, y para cuando aprendió a usar la Internet ya lo tenía parcialmente controlado así que no intento buscar más respuestas, como el abuelo decía no había nada que no pudieras controlar con algo de meditación.

Pensándolo en retrospectiva tal vez la razón por la que no quiso buscar más información al respecto era porque temia de las respuestas que podría tener. Si esta pequeña necesidad — No era pequeña, era inmensa, Athanasia siempre podía saber cuando algo cambiaba en su habitacion aunque fuera por un centímetro o reconocer a los distintos sirvientes que le servían aunque la mayoría ocultaba su identidad — resultaba en que había algo mal con Athanasia... Ella no sabría que hacer, porque se suponía que debía ser perfecta, era una AlGhul, su Madre la creó para ser perfecta en todo sentido, y si no lo era... Si no lo era ¿entonces tenía algún valor? Si no era la heredera que su abuelo esperaba que fuera ¿Alguien tendría interés en ella? No, sólo sería alguien más del montón, otro niño no deseado o amado, y Athanasia amaba a las personas por lo que no podía soportar el pensamiento de que no la quisieran de vuelta.

Con meditación y disciplina Sia podía controlarse, solo que llevaba horas repitiéndose eso en su cabeza, y aún así se sentía abrumada y al borde de un colapso nervioso, el que esto no estuviera dentro de sus planes, no le ayuda para nada.

En el centró comercial, hay demasiadas personas, demasiadas cosas, lugares, mascotas incluso, sonidos, olores... Solo... Solo hay demasiado información y su cerebro de forma codiciosa quiere tomar en en toda, pero no puede, es demasiada y antes de tener tiempo para analizar una cosa algo más toma su atención, detalles, siempre son los pequeños detalles los que la hacen perder la cabeza.

La suela de ese chico se ve cochinas, pero no con tierra, no, es barro, y ya que hay sol afuera —aún entre las nubes y neblina siempre presentes — y lo ha habido por días, indica que probablemente pasó por el césped de la entrada del centro comercial donde uno de los aspersores está roto, creando una delgada capa de barro que no se nota escondida por el verde del pas—antes de poder pensar más en eso, el fuerte perfume de una mujer la hace arrugar la nariz, y es el mismo olor que en la tienda que pasó hace un rato, sino se equivoca —y nunca lo hace — escucho a la vendedora que era la última moda entre las jóvenes de clase alta, la mujer que pasó a su lado, con ropa de marca pero obviamente de segunda mano por el ligero desgaste del color y las costuras, de seguro busca embaucar a un ines— la música del centro comercial cambia de nuevo y está es la tercera vez que escucha esta canción, es la única que se ha repetido, todas las demás tienen tonos parecidos por lo que hacen creer que son la misma, pero no lo son de he—

— ¿Sia? — Al escuchar su nombre se gira para ver a Jason quién por sus expresiones luce claramente preocupado ¿porque está preocupado? Sia ha estado actuando exactamente como se supone que debe hacerlo para agradar— Sólo que no lo ha estado haciendo, una parte de su mente le dice, ha estado callada intentando no sobre cargar su cerebro con información basura, cuando claramente no puede hacerlo.

Su mirada alterna entre Jason, y Damián quién con menos delatores en su rostro luce igual de preocupado que Jason, y la canción sigue, de seguro tiene que ver con el encargado del lugar, un favorito personal, demasiado simple para ser una canción romántica, pero tal ve— alguien comienza a mover sus dedos sobre el mostrador de la tienda, claramente exasperado, la chica que debería atenderlo esta atrás buscando su pedido, pero por las ojeras que intento ocultar con maquillaje, su ropa que oculta más de lo que debería en una época calurosa, y la forma en que parecía retroceder ante ruidos fuertes o miradas hostiles, probablemente se demore, demasiado distraída con sus problemas en casa con lo que puede asumir es una pareja abusiva, Sia debería ayuda— ahora es un niño que jala la falda de su madre, claramente son de una familia acomodada por su ropa y apariencia refinada, por lo que es muy probable que el niño obtenga lo que quiere, eso es claro si su madre se despega del teléfono, el cual mira mordiendo su labio cada cinco segundos, esta preocupada, y en un lugar público sin prestarle atención a su hijo, un Amante, el anillo en su dedo que es la única joya que parece no brillar en su persona le indi—

— Sia. —Jason la llama de nuevo, e intenta, realmente intenta solo prestarle atención a él, controlarse, relajar su mente y cuerpo, pero es demasiado, todo es demasiado, no puede con todo.

Las palabras se ahogan en su garganta, y puede sentir sus manos comenzar a temblar.

La falta de aire, el sentimiento de ansiedad, los pequeños temblores, está por tener un ataque de pánico, pero no tiene las palabras para comunicarlo, en su lugar comienza a respirar más fuerte y todo a su alrededor se vuelve borroso pero aún puede sentir todo.

La cancio—el niño pidiendo un juguet—la madre tecleando en su celula—el cliente golpeando sus dedos contra el mostrado—el sonido de la chica removiendo las cajas en busca del pedid—la mujer con ropa de segunda y sus tacones de imitación resonando.

Intenta recordar la ultima vez que tuvo un episodio y que hizo exactamente para detenerlo. Tenía seis, no siete, y se escabullo por primera vez en una fiesta de su abuelo, estás no eran muy seguidas y Sia tan solo quería ver un poco, aprender como su abuelo se dirigía durante estas ocasiones, pero en cuanto llega a su destino, hay más personas de las que espera, sirvientes van y vienen, los invitados son diversos, y cada pequeño detalle en sus personas parece querer contarle una distinta historia, pronto no puede respirar ¿Entonces que hizo?

¡¿Que hizo?!

Cierto, se desmayo.

Cuando retomo el conocimiento el lugar estaba vacío, y volvió a su habitación, por suerte aún era temprano y nadie noto su falta, esa fue la primera noche en que Sia lloro hasta quedarse dormida.

Porque algo si estaba mal con ella, y nadie podía saberlo nunca, así que lo entierra en lo más profundo de su mente y hace su mejor esfuerzo para olvidar que alguna vez pasó.

——

Está vez cuando Sia abrió los ojos no estaba en un oscuro rincón olvidado de la liga, en su lugar está en su habitación mirando su techo.

Su cabeza duele horrores y si alguna vez llegara a ser atropellada por un camión está segura que no sería muy diferente a como actualmente se sentía.

¿Como llegó a su casa? ¿Acaso lo soñó? Su cabeza pronto le reclama el haber intentado pensar y sujeta su frente con su palma.

— ¿como te sientes? — Pestañeo un par de veces levantando su mirada para ver que no estaba sola en la habitación, ahora eso no era nada raro, Sia raramente estaba sola, pero lo que sí es una sorpresa es que en lugar de una de sus amadas sombras está su hermano ¿Como llegó Damian aquí?

— ¿Como...? — Intenta preguntar suavemente.

— Tuviste un ataque de pánico, en el centro comercial, y luego te desmayaste. — Explicó pero ella hace una pequeña mueca, intentando expresar que esa no era la respuesta que buscaba, Sia podía deducir eso por su cuenta. — Tus... Tus sombras aparecieron en cuanto perdiste el conocimiento, demandando llevarte a un lugar seguro, Todd y yo no queriamos dejarte hasta que estuviéramos seguros de tu bienestar y vinimos con ellos.

— Lamento lo que pasó, yo no— solo que si sabe lo que pasó, solo que no quiere admitirlo, no quiere admitir que hay algo mal con ella. — Yo... — susurra por lo bajo sintiendo un nudo en la garganta.

— ¿Esto te ha pasado antes? — Su hermano pregunta tan suavemente que por un segundo duda que esa voz sea la suya.

— Sólo una vez, cuando tenía siete. — Contestó pasando una mano por su cabello.

— ¿Sabes que lo provoca? — lentamente se acercó más a ella quedando a su lado, con algo de duda sentándose en la cama a su lado.

— Demasiada información. — Dijo como un hecho, porqué lo era, pero el silencio de Damián explica que no lo entiende, al menos no del todo. — Tuve una sobrecarga sensorial.

— Pero en el supermercado...

— Había poca gente, menos personas a las que analizar y con las cuales distraerse. — Contestó apretando sus manos un poco.

— ¿Que otros síntomas tienes? — Ante aquello finalmente se levantó para verle a los ojos, y originalmente quizo gritar, y decirle que no tenía otros síntomas, porque no estaba enferma ¡No había nada mal con ella! Pero al ver la sincera consternación en su rostro se traga sus palabras.

Esto era lo que buscaba ¿no? Que su familia se interesara en ella, y aunque le dejaba un mal sabor de boca, Sia sabía tomar una oportunidad cuando se presentaba, solo sería un ligero cambio en sus planes, nada que no pudiera arreglar.

— Puedo tomar atención a muchas más cosas que la persona promedio, pensé que era por cómo Madre nos hizo... Que tu también. —Murmuró mirando sus manos huyendo de su mirada. —que tu lo entenderías...

— No lo entiendo. — contestó y sinceramente una parte de ella se sentía decepcionada al respecto. — Pero... Podemos intentar entenderlo juntos. — Dijo tomando su mano, y está era la primera vez que tomaba la mano de su hermano y se sentía también que no pudo evitar sonreírle de forma honesta.

Cómo decía el abuelo siempre había que intentar sacar lo mejor de una mala situación.

——

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— Santa mierda. — Murmuró casi sin aliento y eso despertó la curiosidad de Richard que se acercó de forma discreta para ver a la modelo que le robo el habla a sus colegas.

Agradeció haber dejado la taza con café junto a la cafetera porque de otra la forma la habría tirado.

En una tina de cerámica blanca, sumergida en agua cristalina y pétalos de rosas azules, con un vestido negro de encaje pegado a su cuerpo por el agua, que resaltaba su piel de porcelana, sosteniendo una manzana contra sus labios carmín, mirando al frente con ojos azules cual zafiros, con.. Con deseo en sus pupilas — Richard estaba seguro que está era la primera vez que una foto en una revista le transmitía tanto o si era posible notarlo — estaba su hermanita, Athanasia AlGhul.

——

Nota: La verdad es que siempre pensé en hacer un personaje así, Me gusta que no sea "perfecta" y que tenga problemas con los que lidiar, a veces siento que hago a mis personajes demasiado perfectos y esto equilibra las cosas un poco sin mencionar que nos da cosa para la trama

#Damieselmejorgemelo
#ApoyoaSiabebe

Creo que dejaré dos capítulos por semana... Aún no estoy segura pero lo decidiré el viernes, así que ya saben, dos comentarios mínimos y tienen capitulo!

Oh y me alegra que encontraras mi cuenta de Wattpad, soy mas activa aquí, es mas fácil subir!

Gracias por leer, los amo!

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