Paso 11


Tim definitivamente no estaba nervioso, ¿Porque habría de estarlo? Solo estaba por hablar de negocios con la nueva sensación de las redes sociales, Soleil, que en pocas semanas tenía más seguidores que personas en el continente.

Esta seria una reunión de negocios, así que no tenía porque sentirse nervioso, no importaba que el fuera uno de los tantos seguidores de la chica, y que activamente participará en sus comentarios y foros, o que ella fuera de las personas más hermosas que vio en su vida sin mencionar su personalidad encantadora, no, nada de esto era importante.

Esto era trabajo y Tim estaba actuando como representante de industrias Wayne y nada más.

Finalmente el auto se detuvo ante una mansión en la orilla de la ciudad, que colindaba con un gran bosque. Enseguida lo que llamó la atención en lugar de la mansión de mármol, fueron los rosales.

Los rosales estaban arreglados en varias filas alrededor de la casa, y lo más impresionante de ellas, eran sus colores. Estaban las típicas blancas, rosadas, y rojas, pero también habian otro colores poco comunes como azul y negro... Incluso algunas grises, eso era extraño.

De repente alguien abrió la puerta del auto y se sobresalto al ver a una mujer de seguro de su edad si no algo mayor, de bello cabello largo y ojos marrón, que le asesinaba con la mirada.

— La señorita lo está esperando — Dijo con un tono tan frío que casi le dio un escalofrío a Tim.

— Oh sí, lo siento. — Contestó saliendo del auto llevando su tablet con el, junto con algunas carpetas para salir del auto.

— Por aquí. — Guió sin esperar a ver que le siguiera solo comenzando a caminar a la parte de atrás del terreno, y Tim estaba ligeramente preocupado de que le matara, solo un poco.

A medida que avanzaban Tim podía ver más rosales por todo el lugar, incluso existía un laberinto en la parte de atrás de rosas, con paredes demasiado altas como para ver la salida, hizo una nota mental de no entrar hasta estar seguro de que podría encontrar una salida.

Luego de caminar por lo que parecía una eternidad llegaron a la orilla de un largo con agua cristalina — Esperen ¿se suponía que había un lago en esta parte de la ciudad? Sabía que estaba bien a las afueras pero había límites a cuanto un lugar así podía pasar desapercibido — en el que existía un kiosko blanco, con enredaderas y sorpresa, más rosas en las vigas y el techo.

Sentada en una de las sillas del kiosko disfrutando de una taza de té con la mirada en el lago, con una sonrisa cálida estaba la persona que venía a ver.

Su cabello negro caia por cascadas por sus hombros, cubriendo parte de sus hombros, que estaban expuestos por la blusa blanca que traía que terminaba donde iniciaba una falda con un patrón escocez.

— Traje a su invitado. — Dijo la chica que hasta ahora tan solo se modero a guiarlo en un silencio incomodo parecíendo ahora  mucho más amigable que antes.

— Gracias Zahra, puedes quedarte a tomar una taza de té con nosotros — Contestó sacando su vista del lago dejando su taza en el plato de porcelana sobre la mesa.

— Tengo que ayudar a Tamara a buscar la comida de Boris. — Negó suavemente pero aún así Sonrió.

— Oh cierto, gracias de nuevo por hacer eso por mi. — Contestó levantándose mientras la otra chica se iba, dejándolos solos. — Es un placer conocerlo, señor Drake, soy Athanasia. — Hizo una leve reverencia antes de estirar su mano.

Y por un segundo el cerebro de Tim hizo corto circuito, ella era mil veces mejor en persona que a través de una pantalla.

— ¿Señor Drake? — Le sacó de su trance la dulce y ligeramente preocupada voz de Athanasia y se obligó a mantener la compostura.

— L-Lo siento, y puedes decirme Tim. — Respondió estrechando su muy suave mano, soltando la cuando está volvió a sentarse indicando la silla frente a ella.

— Liam me dijo, que habló de los detalles del trabajo. — Comenzó de forma profesional mientras le servía una taza de café... Esperen ¿café? Miró la mesa fijándose que habían dos teteras y dos tipos de tazas, una parecía tener el té que ella tomaba y otra el café. — El dinero no es un problema, la suma ofrecida me pareció un poco excesiva, por lo que me gustaría que la mitad de eso fuera al fondo Martha Wayne si esta bien.

— ¿Quieres donar la mitad de tu sueldo? — Pregunto sorprendido y la contraria le dio una sonrisa divertida como si su preguntara le pareciera adorable, causando que se sonrojara un poco.

— Como podrá notar el dinero no es algo con lo que pelee, así que si, me gustaría donar la mitad de mi sueldo. — Afirmó nuevamente terminando de servirle el café dejando la tetera en su lugar nuevamente.

— Entiendo, se hará como pides. — Asintió tomando la taza de café llevándola a su rostro notando el fuerte aroma del café.

— Perfecto, sobre el horario de trabajo, asisto a la universidad de Gótica de ocho de la tarde a once de la noche, por lo que no estaré disponible en esos horarios, también suelo tener varias visitas durante el día así que me gustaría que los días que tuviera que trabajar me fueran avisados con antelación. — Informo tomando de su te para volver a tomar esperando que procesará la información dada.

Tim se quedó sin palabras un segundo... Esto era sinceramente diferente a lo que se imagino que sería, es decir no es que tuviera prejuicios contra las chicas lindas ni nada, o las modelos, pero creyó que le costaría más hacerle entender los términos del contrato o que habrían alguien más asesorando a la chica.

— Espero que haya traído el contrato. — Extendió su mano y Tim Asintió entregando su tablet donde estaba el modelo del contrato y ella se levantó para correr su silla más cerca de forma que ambos pudieran revisar el documento juntos.

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Debía de admitir que al principio se perdió en la forma sería en que analizaba cada cláusula o como cuando su cabello dificultaba su vista lo movía detrás de su oreja en un suave movimiento, o cuando una parte le llamaba la atención tendía a morder su labio inferior.

Pero una vez que hizo la primera sugerencia pidiendo la opinión de Tim, ambos comenzaron a conversar de forma normal sobre las distintas cláusulas, los horarios de trabajo, y otras cosas.

Antes de darse cuenta el sol se estaba entrando y habían terminado ambas teteras junto con las negociaciones y ahora estaban hablando sobre las distintas cafeterías que conocían en la ciudad.

— Mi hermano me lleva a una nueva cada vez que puede, pero por lo usual está más interesado en la calidad de la comida que la del café. — Contestó con una sonrisa riendo ligeramente.

— Yo podría recomendarte varias si el buen café es lo que buscas. — Contestó de forma automática antes de que su cerebro pudiera darse cuenta de que estaba diciendo. — De hecho una de mis favoritas tiene horario nocturno, por lo general no hay mucho gente, podría llevarte si gustas. — Y ahí fue que se dio cuenta de su error ¿la invito a salir? Oh Dios tenía que decir algo antes de qu—

— ¿En serio? ¡Me encantaría! — Dijo con un tono alegre y una sonrisa tan cálida y sincera que por un segundo Tim creyó que estaba por quedarse ciego ¿era normal que alguien brillará tanto?

— S-Seguro... Cuando quieras tan—

— Ya esta anocheciendo. — Una voz los hizo sobresaltarse y al girarse la misma chica de antes apareció detrás de ellos. — Es hora de alimentar a Boris.

— Oh tienes razón. — comentó mirando la puesta de sol. — El tiempo pasa volando cuando te estás divirtiendo. — Se puso de pie y Tim hizo lo mismo. — Fue un gusto, y espero que podamos vernos pronto para nuestra cita.

— Cita.. Eh.. Claro. — contestó nervioso estrechando su mano decidiendo que era mejor irse antes de que Sia se diera cuenta de lo incomodo y Nerd que era y cambiará de opinión respecto a su cita. — Estaré en contacto. — Se despidió soltando su mano.

— Lo estare esperando. — Se despidió viéndolo irse con su sombra guiando el camino.

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Cerro los ojos un segundo tomando una larga respiración, disfrutando el sentimiento de éxito al hacer que su plan fuera de maravilla y abrió los ojos al escuchar algo salir del agua.

— Oh hola, amor. — Saludo viendo lo que parecía ser una serpiente más grande que cualquier anaconda o boa, y pronto otras dos empezaron a salir también.

De las bocas salía un humo morado, y más de las serpientes salió dejando ver que no eran tres serpientes, sino una gran serpiente con tres cabezas, de al menos unos cuatro metros de altura, con dientes afilados.

— Red ya trae tu comida, tranquila. — Rio cuando las cabezas se acercaron a ella una descansando en su regazo y el resto lamiendo sus mejillas mientras reía. — Yo te extrañe también. — comentó decidiendo que este era un buen día.

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Preview:

— No tengo una serpiente gigante. — Contestó negando suavemente y Jason sintió el alivio recorrer su cuerpo, hasta que Sia abrió la boca de nuevo — Es una Hydra.

— Okay, me voy, eso.. Nop, no me meteré ahí. — Se levantó de su lugar decidiendo que tenía suficiente de las mascotas raras de los hermanos AlGhul.

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Nota: Creo que subiré el interlude el domingo y será sobre Bruce y las dificultades de ser un Padre soltero de una pequeña genia malvada quién suele ser adoptada por sorpresa por villanos.

Oh y el próximo capítulo será contado por alguien muy especial!

Arriba el vestuario de Sia, y Tim es un gran Fan de Sia, ¿que casualidad no?

#Timfanboy
#Siaiconodemoda

Y recuerden quiero al menos dos comentarios para seguir actualizando.

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