Me da pereza dibujar. Lo siento.

Todos caminaban siguiendo a Nathaniel y a Lila para llegar a la sala de archivos ya que ellos ya se conocían el camino.

Además, si todos andaban juntos nadie podría morir ¿Verdad?

Al menos eso era lo que querían pensar. También se refugiaban en la esperanza de que quienes morían volvían al mundo real, los administradores no podían ser tan malos.

No puede haber gente tan inhumana ¿Verdad?

Finalmente llegaron.

Todas las luces se encendieron.

No era algo que los alarmara pero si tuvieron un ligero espanto.

Dentro las paredes eran (como no podía ser de otra manera) metálicas, era un poco más pequeño que las otras salas en las que habíamos estado pero todos podían entrar a la vez ya que cambian. El lugar estaba bien iluminado por las luces.

—Ahí están las cajas —Rose apuntó a unas cajas de color verde, eran las mismas que estaban en el juego. Algunas flotaban sin superar un metro, pero otras se mantenían en el suelo sin moverse.

Marinette caminó hasta una de las cajas que estaba flotando y agarró una caja aleatoria de tamaño medio que estaba al alcance de su mano para después abrirla.

Aplicando un poco de fuerza para que la caja tocara el suelo, finalmente la abrió.

Quedó en Shock.

Un objeto redondo comenzó a flotar imitando a un globo.

Dentro de la caja había una cabeza con un casco espacial por lo que suponían que era la cabeza de una persona.

El casco era de color amarillo. Por la leva del casco, dentro, se veía de color rojo. Algo que se podría decir fácilmente que era sangre.

La cabeza flotó hasta tocar el techo.

Y las ganas de vomitar volvieron.

Milene muy asustada, abrazó a Kim con fuerza. No importa cuantos cadáveres viera, le seguirían dando miedo.

Marinette se quitó el casco y vomitó dentro de la caja que tenía entre sus manos donde había salido la cabeza.

—Entonces podemos dar por echo que todas las cajas que no tocan el suelo, son de cuerpos mutilados —dijo Juleka asustando a algunos por la neutralidad con la que hablaba.

—Que asco, tapa eso —dijo Cloe refiriéndose al vomito que estaba dentro de la caja. Marinette sin nada que objetar lo tapo con la tapa solo que ahora esa caja no flotaba.

Adrián fue hasta la una de las cajas que no flotaban abriéndola. No le sorprendió el ver las armas con manchas de sangre seca.

—¡Aquí están las armas! —exclamó Adrián haciendo que todos se acercaran. Adrián fue sacando las armas una a una. Eran pistolas.

Todos agarraron un arma viendolas.

—¿Por qué unos astronautas tendrían armas? —preguntó Nathaniel en voz alta.

—Para protegerse de algo... —supuso Adrián.

—O de alguien... —continuó Alix.

—Como un impostor —completó Sabrina. Era lo más obvio después de todo, ellos también se enfrentaban a un impostor.

Alix observaba una de las pistolas pero notó algo raro en el orificio donde debería salir la bala. Un objeto fino sobresalía.

Con dos dedos, agarró lo que sobresalía sacando un trozo de papel que estaba doblado.

Dejo la pistola en el suelo y observando aquel papel. Tenía gotas de sangre seca sobre el lienzo.

—Encontré una pista —dijo Alix. No necesitó elevar la voz ya que de por si, la sala ya era pequeña.

Se acercaron viendo que era una nota. Por como se veía la letra a comparación con la otra nota, está fue escrita con prisa y torpeza. Alix la abrió leyendo en voz alta.

No estoy loca, hay alguien entre nosotros y lo único que dijo la sede es que no nos quitemos los cascos, menuda tontería ¿No te parece raro que nos enseñaran a usar pistolas antes de empezar con la preparación?

—Todo esto es tan confuso... —suspiró Milene.

—Esto ni son pistas ni son nada. Nada de esto tiene sentido —expresó Cloe con frustración apretando los puños.

Sabrina apoyó su mano en el hombro de Cloe en un intento de tranquilizarla que como era de esperarse, no funcionó ya que Cloe se apartó con agresividad.

—Tal vez un aviso... —dijo Iván —ya son dos pistas en las que dicen que no nos quitemos los cascos.

—Es una clara advertencia de que no podemos quitarnos los cascos —dijo Lila.

—Pero lo de los cascos era seguro por lo del oxígeno —dijo Marinette —mientras sigamos haciendo las misiones no pasa nada.

—¿Y si empezamos a buscar las habitaciones? —propuso Cloe. Todos la miraron con una cara de confusión ¡No era el momento para estar pensando en eso! —En una de las... "Pistas" —Cloe hizo comillas con los dedos —Beauty decía en una de las notas que se iba a dormir, dudo mucho que fuera en el suelo. Allí seguro habrá pistas.

—Nunca pensé que diría esto pero... ¡Es una idea increíble, Cloe! —exclamó Alix.

Lo que no sabían es que Cloe decía eso porque, al igual que todos, estaba increíblemente cansada.

En todo este tiempo no habían dormido nada, ni siquiera una triste siesta.

Nadie pudo objetar nada.

Al parecer la nave no era tan grande como creían ya que en poco encontraron los cuartos. Era un total de 15 habitaciones una detrás de otra.

Cada uno dormía en las parejas que ya habían sido asignadas para mayor seguridad.

Cloe nada más entrar se tiró a la cama y cerró la ojos sin siquiera quitarse el traje mientras que Sabrina, al igual que todos, buscaba pistas pero luego por el cansancio, se durmieron.

Lo que no sabían es que esa sería la última vez que muchos volverían a abrir los ojos.

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Me duele decir esto pero al parecer la historia no será tan larga como quería que fuera.

La verdad es que quería rellenar más pero siento que es relleno y seguramente os aburrirá.

Bueno, eso era todo.

¿Quién creéis que es el impostor?

Solo os digo que el impostor es la persona que menos os esperáis ;)