Enchantment classes

⎯⎯ .‧๛ 𝐇𝐔𝐅𝐅𝐋𝐄𝐏𝐔𝐅𝐅 𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐒,
an Harry Potter fanfiction written by A!
•:๛ this is the chapter three: enchantment classes ༘
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La primer semana de clases en Hogwarts había dado inicio, a la primera que debia asistir Raven era encantamientos a las ocho, con el profesor Flitwick.

Tomo asiento en una de las mesas del medio, despertó más temprano de lo usual para poder dar un vistazo a sus libros de encantamientos de este año y dejarle un té a su amiga, seguramente tendra resaca, como la mitad de Hogwarts, las clases del primer día eran muy poco frecuentadas por los alumnos mayores, algunos hasta se tomaban la semana para recomponerse por completo, lo cual no tenía el contento del personal docente.

El reloj de pie del salón indicaba la hora 7:53, y tan solo unos 15 estudiantes, incluyendola, estaban distribuidos en los pupitres.

La rubia colgó su bolso en el respaldo de la silla, y se recompuso para así mantener una buena postura, y miro hacia el frente.

El salón estaba particularmente desordenado y acompañado de muchas pilas de libros con hojas amarillentas, como cada año, también al frente estaba el taburete donde yacía su profesor para así estar a la altura de dar su clase.

En ese momento sintió el ruido del peso de alguien reposando en la silla junto a ella, miró de reojo, era Cedric, a pesar de ser dos años mayor que ella, compartían alguna que otra clase.

— ¿Ced, me sigues? —pregunté molestandolo.

— Esta es mi clase —contestó mostrando el horario que sostenia en sus manos.

— Te fuiste temprano anoche —cuestione.

— Si, me junte con unos amigos y nos llevamos algunas botellas —explicó.

— ¿Cedric Diggory, rebelde? —molesté.

— Quizá asi son las cosas —molestó, provocandome una sonrisa.

Comenzó a sacar sus libros y apilarlos junto a los míos.

Una chillona voz retumbo el salon, pero no se veía a nadie. Se trataba del pequeño profesor Filius Flitwick. Una vez que se paro encima de su taburete, pudimos verlo.

Se presento aunque la mayoría eran alumnos antiguos, y dijo que quería hacer una temática diferente en esta clase. Normalmente practicabamos un encantamiento como por tres clases seguidas y eso nos solía retrasar así que el verano pasado dio indicaciones a todos sus estudiantes de comprar el libro "Encantamientos mágicos que todos deben conocer". Así que con eso y con tomarse un poco de tiempo para leerlo aunque sea en vacaciones, podríamos contestar a lo que el preguntara y también realizar aquel encantamiento.

El primero fue un chico de tez morena y cabello con rastas paradas de tercero, Lee Jordan, mejor amigo de los gemelos Weasley, solía toparme con el en la madriguera muy seguido, era agradable.

— A ver, Jordan. Estas en una situación apretada donde tienes prisa por abrir una cerradura, ¿Qué encantamientos podrías realizar? —Preguntó el profesor viendo a aquel chico Gryffindor, observe a Cedric, era un buen estudiante y la dinámica parecía ser de tu agrado.

— Aberto, profesor. —contestó el chico con una sonrisa victoriosa, el profesor asintió, luego el Gryffindor realizó una demostración al abrir la puerta del salón, la cual le había salido de maravilla.

Varios alumnos más pasaron hasta que oi mi nombre retumbar en el pequeño salón.

— ¡Raven Malfoy! —dijo el profesor, giré mi vista con rapidez, nerviosa aunque me había tomado el tiempo de memorizar cada encantamiento de aquel viejo libro. Cedric tenía una expresión que reflejaba diversión en su rostro, sentía sus ojos fijos.

— ¿Qué es utilizado durante los pasos a seguir para que un mago o bruja desarrolle la transformación en animago? —Preguntó el profesor caminando de lado a lado en el salón, eso me ponía nerviosa, pero tenía clara mi respuesta.

— Amato animo animato animagus —contestó con una leve sonrisa en mi rostro, Cedric por su parte susurro un "bien hecho" al oír mi respuesta.

— Perfecto, señorita Malfoy —respondio el profesor al oír mi respuesta acertada.



En la cena, Liliam había dejado un pedazo de pergamino en el bolsillo de su  amiga cuando las mesas de Slytherin y Hufflepuff se mezclaron en un barullo al salir del gran comedor.

El pergamino indicaba con tinta bastante chorreada lo siguiente:

"Nos vemos en la torre de astronomía a media noche"

Así como le fue indicado, diez minutos antes de media noche Raven se dirigió a paso firme hasta la torre de astronomía con una antorcha encendida que iluminaba aquellos fríos pasillos.

Subio esas estrechas escaleras una tras otra para así encontrarse con la figura de la pelinegra recostada contra la pared más próxima.

— Hola —saludó rubia viéndola y tomando asiento junto a ella en ese frío suelo.

La noche tenía una suave brisa, el invierno era próximo, pronto las puntas del castillo de Hogwarts estarían pintadas de un delicado blanco.

— Hasta que llegas —reprochó Liliam con una leve sonrisa.

— ¿Qué sucede? —cuestionó la Hufflepuff.

— ¿Acaso no puedo querer pasar rato con mi amiga? —trato de usar un tono ofendido. Raven sonrió.

— Se que me viste con tu hermano aquella noche.. —dijo sin más.

— Vamos, no es grave, digo Draco es un idiota pero puedes salir con quien se te antoje.

— ¿No lo dices para levantarte a mi hermano, verdad? —bromeo ahora la Slytherin.

— ¡Liliam! Vamos, Tom es un idiota.

— Aja —una sonrisa invadía su rostro mientras veía por una ventana.

En ese momento, un ruido las exaltó un poco.

— Espero tengan buenas excusas para explicar el porque de su huida y este reencuentro clandestino —la voz ronca del profesor Snape se hizo presente.

— Están conmigo, les pedí que me ayudarán a hacer el patrullaje nocturno —dijo una voz detrás del profesor de capa negra.

— Riddle, te consideraba capaz de hacerlo por tu cuenta —crítico Snape al chico aún sin dejar de darle la espalda.

Las dos chicas intercambiaron miradas, no sabían si involucrarse para medio salvar a Tom valiera la pena ante Snape.

— Él no.. —empezó Liliam, pero el profesor la callo de inmediato.

— No quiero excusas, Riddle. Agradezcan ser de Slytherin o ya tendrían cincuenta puntos menos cada uno —miro a los Slytherin, el ser primogénitos del señor tenebroso no parecía darles ventaja ante Snape o mínimo fingía muy bien.

Raven mantuvo silencio, ella no era Slytherin, y su casa perderia puntos por su culpa.

— Y usted señorita Malfoy —miro a la rubia, pero antes de que pudiera decir alguna palabra otra voz apareció en las escaleras.

— ¡Alma aquí estas! Parece que esta despejado aquí.. —hablo otro muchacho entrando en escena.

— Y más se van uniendo, señor Diggory —soltó Snape aspero como siempre— ¿Usted no venia con el joven Riddle, señorita Malfoy? —preguntó serio, le estaban tomando el pelo.

— Yo.. —empezó a decir la rubia.

— No señor, solo se lo pedí a mi hermana —apresuró a decir Tom de mala gana y dirigiendo una mirada de asco hacia ambos Hufflepuff.

— Ya veo.. —Snape parecia con ganas de golpearlos— Larguense, rápido —soltó sin más.

— ¿No habrá castigo? —pregunto Liliam.

— ¿No entienden lo que es larguense? —pregunto viéndolos aún peor.

Dicho eso, los cuatro se apresuraron dejando a Snape en las sombras y agradeciendo la extraña suerte que tuvieron.

Los Riddle se fueron por un pasillo a las mazmorras, mientras que los Hufflepuff tomaban camino a su respectiva sala.

— Gracias.. — Raven tenia su vista en el suelo al caminar.

— No hay de que, aparte creo que Tom ayudó —Cedric intento restarle importancia.

— Si.. —sonrió ella.

El se detuvo y coloco la antorcha entre ambos.

— ¿Ced? —preguntó confundida.

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