Sé que a veces te cuestionas
el por qué te amo,
sé que te intriga
como aún siendo tan diferentes
somos el uno para el otro;
sé que a veces te desespero,
y muchas veces te exaspero.

Yo misma me preguntó
cómo es que puedes amarme,
cómo puedes desearme,
pero es que el amor no entiende de razón.

Nunca dudes de mi amor,
te lo pido por favor,
y con la mano en el corazón,
hoy te explico la razón
del por qué siento tal fijación.

Tus ojos son únicos,
son profundos y divinos,
ojos azules como ningunos
al verlos me transportó
a un mundo, a una galaxia
que deseo conocer.

Tus labios exquisitos
que me besan cada día,
son el néctar de los dioses,
el manjar que me satisface,
que me enloquece.

Tú voz me hipnotiza,
cada que la escucho
mi mundo se detiene,
me olvidó de todo
y mi corazón palpita.

Tus manos son sensuales
y muy especiales
que me atrapan en ellas
cual si fueran cadenas
de las que no quiero escapar.

Podría enumerar cada cosa
que se ti me embelesa,
pues todo en ti es una belleza,
y yo soy tu princesa.