Capítulo 57
"Hemos de estar siempre preparados para las sorpresas del tiempo"
Paulo Coelho
***
2° Mes
No puedo dejar de reír al ver su rostro lleno de nervios y de cómo a cada segundo muerde sus uñas al no poder controlar su ansiedad; toma aire como si se lo estuvieran quitando y pronto lo exhala, cada vez su comportamiento se vuelve más chistoso que no puedo evitar cubrirme la boca para no reír en frente de él para no hacerle sentir mal pero todo esto fue su idea, él es quien decidió que un mes después de casarnos y enterarnos la noticia de saber que seremos padres, le contáramos a nuestra familia sobre ambas noticias, no solo para mantenerles a tanto sobre lo que queremos hacer en los próximos meses, sino que también para que tampoco toda nuestra vida en pareja se vuelva demasiado privada y secreta con nuestra familia, ya que así nos evitaremos cualquier tipo de dudas o conflictos que puedan tener todos cuando se enteren de las buenas nuevas que les llevamos.
—Pierre, ni que fueras a divulgarle la noticia a todo Reino Unido—le doy una mirada.
—Lo sé pero es que ya ni sé si estoy nervioso por la emoción o por la impresión que tendrá mi familia. —Declaro.
Estaciona el auto fuera de la casa de su madre y antes de salir empieza a murmurar algunas palabras para poder relajarse y así, intentar mostrar una sonrisa, pero sus mismos nervios se lo impidieron logrando que dejará ir una sonrisa torcida en donde podía ser que sus mejillas temblaran así como cuando a uno le toman demasiadas fotografías y las comisuras ya no resisten en seguir permaneciendo alzadas.
—Bien, hagamos esto. —Abrimos las puertas del auto y salimos al mismo tiempo para caminar en dirección al jardín.
A penas dimos unos pasos en el jardín cuando Ruby se levanta de su asiento y corre hasta nosotros en donde termino por darme un enorme abrazo demostrando su alegría por seguir mi relación con su hermano.
Verla recuperada y saludable es una gran alegría, ahora también hay un problemas menos de que preocuparse cuando afortunadamente su padre le donó su hígado que estaba en buenas condiciones, además, ella sigue manteniéndose en control y su nuevo hígado parece funcionar de excelente forma en su cuerpo.
Antes de sentarnos, salude a la señora Dayana, a Skandar y al señor Kelian, el abuelo de Pierre; Pierre tomó mi silla y la hizo un poco atrás para que me sentara primero, cuando lo hice, él dejo ir un poco hacia delante la silla y así él pronto sentarse a mi lado.
—Me alegra mucho verlos juntos—se expresó la señora Dayana.
—Por tu cara hijo, veo que traes una cara de sorpresa—el señor Kelian nos da una mirada cómplice a ambos.
—Traemos buenas noticias—puse mi mano encima de la de Pierre.
—Uh, ¿qué tipo de noticias?—Skandar se puso ansioso.
Pierre tomo suficiente aire para sonreír y darle una mirada a toda su familia, dejo ir una sonrisa y solo llego a soltar aquellas palabras que estuvo preparando toda la mañana para saber cómo decírselo a su madre, hermanos y abuelo.
—Alaska está embarazada. Tendremos a nuestro primer bebé pronto.
Fueron unos segundos los que todos tuvieron que asimilar aquella noticia cuando la madre de Pierre se levantó pero en vez de abrazarlo primero a él, fue a mí quien llego primero, felicitándome por el embarazo y haciéndome un sinfín de preguntas con respecto a mi condición de salud y la del bebé. Es así, como toda la familia empezó a darnos abrazos y felicitaciones sobre la noticia de la llegada de un nuevo miembro de la familia, Ruby y Skandar son los que observe más entunciasmados con la próxima llegada de su sobrina o sobrina y fue ahí en donde en un buen tiempo, se debatió el género en donde Pierre considero que no le importaba si fuese niño o niña, que lo único que deseaba es salud en nuestro bebé pero aun así, no desaprobó la idea de desear querer tener una niña.
—Eso no es lo único—añadí.
— ¿Hay más?—dijo Ruby.
—Pierre y yo, nos casamos. —Mostré mi anillo de compromiso y la alianza.
Otro grito más de parte de Ruby emocionada nos hizo saber que la noticia a pesar de haber sido predeterminada término solo por ser una sorpresa más para poder celebrar. La familia de Pierre no se mostró molesta o disgustada por lo contrario, parecía que le agradaba saber que él haya asentado cabeza con alguien como yo y que formo parte de la familia Beckham ahora.
Aquel momento fue glorioso y grandioso, disfrutar en un ambiente familiar, teniendo en cuenta que ambas noticias han sido las mejores que han escuchado todos y que tenemos el apoyo de ellos.
No hubo necesidad de hacer otro tipo de comentarios aquella tarde, porque todo se basó solo en el futuro como familia, en la felicidad y en lo orgulloso que debe de estar el padre de Pierre al saber que no solo estamos juntos sino que también viviremos en aquella propiedad que a ambos nos dejó.
3° Mes
— ¡Alaska! ¡Baja de ahí! ¡Puedes caerte!
Gruño molesta y ruedo los ojos cuando Pierre ha llegado a la cocina y al verme bajar unos vasos por medio de un banco ya empieza a ponerse estérico al creer que puedo caerme y lastimar no solo a mi bebé sino que también a mí.
Bajo del banco y me acerco a él acariciando mi pequeño vientre que ha comenzado a crecer y ser muy notorio entre la ropa que además que he empezado a dejar, he tenido que comprar para que pueda ser cómoda para mí y el bebé.
Le doy una mirada y me acerco a él para poder darle un beso pero al estar furioso, cruza los brazos como un niño pequeño y me da una mirada muy seria y fría, la cual ya he podido tolerar sin necesidad que deba mostrármela a cada dos a tres horas cuando intento hacer algo en nuestra nueva casa.
La verdad es que en el último mes tuve que no solo dejar mi clínica sino que ocuparme de tener nuevos clientes que estuvieran cerca de la ciudad de Carmarthenshire para que después tenga una seguridad de hacer mi nueva clínica en este lugar y así poder trabajar sin apartarme mucho de Gales. De todas formas, Pierre de nuevo tuvo que cambiar de delegación con Ian, haciendo que ahora él se encargue de dirigir la de Manchester aunque parece que con el movimiento que llevan con las construcciones, él ha planeado hacer una cuarta delegación y está vez en Newport, en donde Pierre la dirigirá por un largo tiempo para no mantenerse muy alejado de casa. Ya que por el momento le toca viajar sobre 4 horas para ir a Manchester, por ello, están reclutando a nuevos profesionales en ingeniería civil para ver a quien se le puede otorgar el puesto de Lambeth.
—Has vuelto pronto—paso a su lado para ir a la nevera y agarrar un tarrón lleno de frutas.
—No cambies de tema, te he advertido muchas veces en tener cuidado con lo que quieres bajar—me reprende.
—Pierre, tengo tres meses de embarazo. No soy inválida—me molesto al verlo molesto a él.
—Sabes que debes de cuidarte mucho. Ya tomaste el ácido fólico. —Asiento. ¿Tomaste las vitaminas que traen hierro y yodo?—Vuelvo a asentir como un muñeco de béisbol que dejan en las camionetas. — ¿Has comido suficientes verduras de hojas verdes y cítricos?—Ruedo los ojos.
— ¡Sí!—Digo exaltada. —Me estás irritando... —Veo como llega hasta mí.
—Lo siento ángel—toma mis manos—pero recuerda, debes relajarte y no sentirte presionada por mis palabras—suspira.
Gruño e intento volver a mi tarea de seguir comiendo antes de seguir desempacando algunos objetos que nos han llegado el día de hoy para decorar la sala, la tarea de mantener la casa limpia, ordenada y muy bonita es la tarea que tengo hoy en día, ya que no puedo encargarme de cosas que puedan tener mayor peso o que puedan ocasionarme peligro.
Agarro una banana y empiezo a quitarle la cascara hasta dejarla a la mitad mientras la adentro a mi boca, veo como Pierre me observa con mucha curiosidad y no me detengo en seguir bajando mi boca por la mitad del banano, sus ojos se dilatan y veo como traga hondo cuando lo chupo y vuelvo a adentrar la fruta despacio a mi boca.
— ¿Me estás tentando?—achica los ojos.
Dejo ir una risa antes de poder comer tranquila el banano hasta que siento como él camina hasta mí y sus pasos empiezan a tocar mis glúteos. Cierro los ojos y dejo de comer para sentir sus caricias en mi piel, levanta mi vestido y agarra mis bragas hasta escuchar como las rompe de un solo tirón haciendo que gima y me muerda el labio.
—Espero no hacerle daño al bebé... —Pongo los ojos en blanco.
—Solo hazlo. —Jadeo al sentir como mete dos dedos en mi hendidura.
—Bien pero suave. —Bufo al saber que no será como otras veces.
Sin tardar mucho, me penetra de una forma suave y lenta que hace que tenga que agarrarme de la mesa e inclinar un poco más mi cuerpo para poder recibirlo, Pierre me toma de las caderas e intenta no aligerar los movimientos haciendo que no solo mi piel se erice al sentirlo cada vez más grande sino que también al ver lo paciente que está siendo para no provocarme algún daño.
—Te amo, Alaska.
4° Mes
Sigo intranquila al darme cuenta que hemos empezado a pintar la habitación de color rosa cuando debía de haber sido de un color neutro que representará a nuestro bebé, ya que todavía no hemos podido llegar a conocer su género con la sorpresa de dejarlo para el siguiente mes pero en esta ocasión, Pierre no se aguantó por querer comprar pintura color rosa y empezar a querer pintar cada pared mientras que intentaba hacer un par de dibujos de los cuales me reía al darme cuenta que le quedaban extraños y terminaba por borrarlos al tener que volver a pintar la pared, como si fuera poco estar haciendo doble trabajo.
—Pierre y si es niño... —Veo como no se desanima con mis palabras.
—Podemos comprar pintura celeste, luego. Aunque podemos ocupar la otra habitación, pintarla de azul y dejar esta para nuestro próximo bebé. —Encontró rápido una excusa.
—Y si el siguiente también es niño—intenté que mirara la realidad.
—Quizás terminemos por tener una niña—ruedo los ojos.
—Hay parejas que solo llegan a tener niños... —Le digo pero me interrumpe.
—Y hay otras que solo niñas—río al ver que no puedo convencerlo.
Bueno, esperemos que tengamos una niña... Y si no es en este embarazo espero que sea en otro porque de todas formas hemos considerado tener otro bebé en unos tres a cuatro años después para darle un hermanito o hermanita a nuestro bebé para que puedan jugar, pelear y compartir secretos y experiencias.
—Aquí pondremos unos cuadros, haya la cuna, un par de peluches, una mecedora para ti, un mueble para la ropa... —Me señala cada lugar de donde se decorara el cuarto.
—Parece que lo has planeado sin mí, ¿no?—me hago la ofendida.
Hago un rostro triste y él piensa que no es una broma lo que estoy diciendo, así que deja el rodillo a un lado para acercarse a mí y tomarme las mejillas.
—Lo siento ángel... Dios... Si quieres podemos cambiar todo... —empiezo a reír.
Enarca la ceja y se da cuenta que todo fue una broma para hacerlo sentir un momento culpable de lo que ha dicho, así que achica los ojos y me da una mirada seria por haberlo asustado unos segundos.
—Eres malvada—encojo los hombros.
Agarro un poco de pintura de la brocha que tengo detrás de mi espalda y me unto un poco en el dedo índice para luego impresionar a Pierre al haber manchado su cara con pintura rosa.
— ¡Alaska!
Me alejo de él antes que me manche pero es inútil cuando Pierre se unta toda la mano de pintura y empieza a perseguirme por toda la habitación hasta que me toma de la mano y me hace chocar con su cuerpo, nos quedamos mirando unos minutos hasta que al estar a punto de besarnos, él sin acordarse, pone su mano llena de pintura en mi mejilla haciendo que me manche y chille de la sorpresa.
— ¡Pierre!
Dejamos ir un par de carcajadas hasta que tomamos el asunto terminado al sellarlo con un beso lleno de pintura en la cara de ambos.
5° Mes
La doctora Jamie nos informa nuevamente que el embarazo está yendo muy bien, que el bebé se encuentra creciendo de forma saludable y que en poco tiempo empezaré a sentir los primeros movimientos de mi bebé.
El esperado día para saber el género de mi bebé ha llegado, Pierre y yo nos encontramos muy emocionados al saber que pronto descubriremos si tendremos una niña o un niño. Nuestra familia se puede decir que se encuentra muy dividida, ya que mientras unos quieren un varón, otras quieren una mujercita en la familia que los alegre con sonrisas y dulces caritas llenas de ternura, no quiera decir que si es un niño no se llegue a expresar de la misma forma pero todos piensan que si es un niño puede obtener el carácter serio de Pierre, lo cual nos ha hecho reír varias veces cuando imaginamos a un mini Pierre cruzando sus bracitos y haciendo un puchero al no ser complacido con algún objeto o comida que quiera.
La doctora derrama gel en mi vientre y empieza a mover la máquina del transductor para poder ver las imágenes de mi bebé en la pantalla del ultrasonido. Pierre se queda a mi lado y toma mi mano para poder darme apoyo en aquel momento, puedo observar como presta mucha atención y no deja de ver aquel pequeño ser que ha comenzado a crecer en mi vientre día tras día.
—Los latidos de su corazón están normal, su cabeza y caderas están bien, no hay alguna hinchazón, su nivel de líquido amniótico está perfecto... Sí, puedo decir que si se encuentra en perfectas condiciones de salud. —Sonrío al escuchar eso. — ¿Listos para saber el género del bebé?—Le doy una mirada a Pierre y él asiente para que pueda responder.
—Sí, estamos entusiasmados. —Agarro fuerte la mano de Pierre por la emoción.
—Muy bien... Entonces, prepárense mamá y papá porque tendrán... —Hasta me imagino un sonido de unos tambores tocar a la espera de la noticia. —Será una preciosa niña.
— ¡Sí! ¡Es una niña!—Grita Pierre feliz.
Veo como él grita de la felicidad y da unos pasos de baile hasta llegar a mí y dejarme un largo beso en la boca que provoca que de un salto al recibir un pequeño golpe en el vientre.
—Dios, ¿qué fue eso?—Pierre me mira asustado.
— ¿Te hice daño?—niego.
—Sentí... Como una patadita... —La doctora ríe.
—Parece que a la pequeña le ha gustado saber que su papá esta emocionado y feliz por lo que es. —Comento ella.
—Oh Dios... —Sentí ternura al escuchar aquello. —Hola mi niña, ahora que sabemos lo que eres, podemos comenzar a darle guerra a papá, ¿qué te parece?—como respuesta hubo otra patadita pero más leve. —Eso es un sí.
Pierre puso los ojos en blanco para besar mi frente y luego poner su mano en los laterales de mi vientre para poder sentir algún movimiento de nuestra hija pero al no sentirlo se puso un poco decepcionado hasta que luego la doctora le explico que los padres tardan un poco más en poder detectar los movimientos de sus hijos, por lo cual tarda unas semanas más que la de una madre. A pesar de ello, Pierre se motivó a seguirle hablando a nuestra hija para que hubiera una respuesta y aunque no lo hubo por el momento aún siguió alegre por la noticia.
6° Mes
Por Dios, es terrible no poder dormir boca abajo cuando mi vientre me impide poder dormir como deseo, eso de tener que descansar boca arriba no es lo mío y más cuando no encuentro alguna comodidad en las almohadas o en el colchón de la cama. Eso sin añadir que últimamente me he puesto más sensible y mis pezones me duelen a cada momento.
Esto de estar en el sexto mes de embarazo me hace sentir un poco más inútil con eso de cansarme rápido, no poder subir rápido las escaleras y de comer más de lo que no debería cuando tengo deseos de alguna chuchería. Lo peor de ello es que también tengo un descontrol de hormonas que me impiden quedarme tranquila cada vez que veo a Pierre sin camisa o tengo que escucharlo que se está bañando.
Esto se estar embarazada se me dificulta demasiado, tanto que no puedo dejar de pensar cómo serán los últimos tres meses que me quedan, por lo menos doy gracias a Dios que mi pequeña no me causa muchos problemas como otras mujeres cuando esperan a su primer hijo, lo digo porque nauseas no tengo, vómitos solo cuando huelo el atún e hinchazón en los pies aún no me ha sucedido del todo, eso sí, lo contrario de ello es que he llegado a tener más apetito y mucho sueño.
Me miro en el espejo y observo como mi vientre ha vuelto a crecer un poco más que hace unos días, he tenido que quitarme el sostén porque ya me parece un poco incómodo pero mis pezones no dejan de verse erectos y más morenos, añadiendo que mis pechos también han aumentado con la acumulación de leche materna; realmente me han dicho que no me veo mal estando embarazada pero a veces pienso si lo dicen por cortesía y simpatía y no por herir mis sentimientos.
— ¿Qué haces?—Pierre sale del cuarto de baño.
Intento no prestarle mucha atención pero al ver sus anchas caderas, aquellos músculos en su estómago y brazos y su espalda bien formada, ocasiona que me distraiga y empiece a sentir ese alborotamiento de mis hormonas diciendo: "Deberías tomar a ese hombre ahora mismo".
Molesta vuelvo a verme en el espejo y aunque ahora la mayor parte de mi atención se vea concentrada en los movimientos de Pierre y más al sacudir su cabello para poder secárselo, prefiero ignorar mis atrevidos pensamientos para ponerme el pijama y así ir a la cama.
— ¿Cómo va la delegación de Newport?—le pregunto cuando se sienta a mi lado.
—Tenemos dos clientes nuevos, así que tendremos más ingresos y más trabajo este mes. —Menciona.
Veo como se inclina y deja un beso en mi vientre para empezar a dejar suaves caricias que logran hacer que nuestra bebé empiece a moverse, como tratando de decir que ahí está. Desde que Pierre pudo sentir las primeras pataditas de nuestra hija, no ha dejado de seguirle hablando y proporcionándole cariño para que sienta que su padre está feliz por tenerla a su lado.
— ¿Qué tal tu día?—pregunta.
—Bien, nada fuera de lo normal. —Encojo los hombros.
—Y ¿cómo está la princesa de la casa?—Pierre pasa su mano sobre mi vientre.
Siento como nuestra pequeña hija da unas pequeñas pataditas al escuchar la voz de su padre, ahora que Pierre puede llegar a sentirlas parece que lo motivo más a querer tener conversaciones con ella, cantarle un par de canciones de cuna, leerle y por si fuera común, tener que ponerle música clásica. Creo que son un buen complemento de estímulos prenatales para el bebé aunque a veces empiezo a pensar que con todo ello, será más apegada a su padre que a mí.
—Tengo noticias sobre... Inés.
Escuchar aquel nombre me pone la piel eriza y eso sin decir que sentí un golpe fuerte por parte de la bebé como si también le disgustara escuchar aquel nombre que no solo nos puso a ambas en peligro sino que también a su padre y a otras personas, sin agregar que asesino a su abuelo.
— ¿Qué sucedió?—me puse una almohada térmica en la espalda.
—El caso ya concluyo. —Abro los ojos.
—Pero... ¿cuándo?—le di una mirada.
—Hoy—me comunico.
— ¿Por qué no me lo dijiste?—suspiro.
—No te pondré en riesgo, Alaska. —Me da una mirada preocupante. —Si hubieras estado presente, podías haber llegado a tener emociones fuertes y no vaya a ser que ella tome la oportunidad en hacerte daño, más ahora que sabe que estás embarazada. —Reprimí un gesto.
Tiene razón, no puedo arriesgarme a que ella pueda hacerme y hacerle daño a mi bebé cuando tuve que declarar todos los sucesos en la corte para que el juez se diera cuenta del caso grave y del peligro que todos corremos si Cristal queda libre. Además desde que se enteró que estoy embarazada se llegó a poner muy frenética al punto de que casi se me abalanza en el estrado cuando vio mi vientre abultado, añadiendo que tuve que mencionar que la conocía desde hace tiempo y jamás supe que su salud mental estaba empeorarle, ya que parecía ser una persona normal con un poco de celos por querer rehacer mi vida con un hombre; eso logro que Pierre y su familia se enteraran que por mucho tiempo viví bajo el mismo techo con la persona que les ha hecho mucho daño y ante ello, tuve que contestar varias de sus preguntas.
—Y ¿cuál fue el veredicto?—Le pregunto nerviosa por si hay malas noticias.
—Cincuenta años de prisión por intento de homicidio y secuestro, agregando que se le añadió a su condena porque estás embarazada. Y treinta años, por el asesinato de mi padre. Así que en total tendrá ochenta años, sin libertad condicional y estará bajo vigilancia por su estado mental, ya que no piensan dejarla sola por si intenta cometer un suicidio. —Mordí mi labio asustada.
— ¿Por su salud mental no le redujeron la condena?—Negó.
—Fue porque ella escapo del psiquiátrico por mucho tiempo, se ocultó mientras me acosaba y puso en peligro la vida de muchos. —No me sorprendía todo aquello después de conocer más a Cristal, el cual es su primer nombre por el que la conocí.
No me alegra nada de como haya terminado Cristal pero aun así, manteniéndola lejos de Pierre, de mí y ahora de nuestra bebé ya no estaremos corriendo mucho peligro.
— ¿Todo bien?—asiento.
—Sí... —le doy media sonrisa.
—Bueno, no pensemos en ello. —Acaricia mi mejilla. — ¿Quieres que te haga un masaje en los pies?
—Creo que si lo necesitaré. —Ambos reímos para concluir aquel tema.
7° Mes
Me preparo un batido de frutas con leche para poder disfrutar de una serie en Netflix mientras que Pierre termina por arreglar unos asuntos de todas las delegaciones; unos maullidos hacen eco en la cocina y pronto siento como jalan de mi vestido para ver hacia abajo y darme cuenta que se trata de Silvestre, mi gatito siamés, bueno, no tan gatito ahora que ya ha empezado a crecer y sus ojos cada vez se vuelven más azules. Observo como su cola se mueve de un lado hacia el otro, sabe que estoy a punto de comer pero no deja de seguir cada uno de mis movimientos haciendo que se llegue a parar en dos patas y siga maullándome para poner de su atención.
—Está bien, te daré atún. —Termino por convencerme con esos ojitos celestes.
De unas gavetas saque una pequeña lata de atún de gato, gracias a Dios es el único atún que puede tolerar mi nariz porque los que antes me preparaba con sándwich provocaban que pronto tuviera mareos y ganas de vomitar y aunque hace tiempo no hay ni una lata de atún—excepto la comida de mi gato—creo que ya termino esa fase de tener náuseas y vómitos.
Agarro la comida del felino y empiezo abrirla con un abre latas para que sea más sencillo y rápido darle la comida, al sentir el olor a pescado no tarda en seguir maullando cada vez más para que pronto le dé la comida. Me tardo mucho en poder agacharme para poder tomar su plato y así arrojar el atún en el recipiente. Vuelvo a agacharme lentamente y se lo dejo a un lado para no tropezarme con él cuando esté comiendo.
—Lo siento Silvestre, me he vuelto un poco más lenta últimamente. —Me disculpo con él al no poder darle rápido la comida.
Antes de comer, pasa su lengua carrasposa en el dorso de mi mano como agradecimiento, le doy una caricia en su cabeza y detrás de sus orejas hasta dejar comerlo. Vuelvo a mi rutina pero antes me lavo mis manos para luego dirigirme a la sala con mi batido en mis manos. Me siento en uno de los sofás, enciendo la televisión y termino por poner Netflix.
Me quedo mirando la película de "Me Before You" mientras me tomo el batido pero regreso a la cocina con unas oreo cubiertas de chocolate blanco. Últimamente se han vuelto mis favoritas que no puedo dejar de comerlas a cada momento y eso sin decir que es uno de mis antojos que tengo, lo cual Pierre me compra cada dos a tres cajas por semana y pensándolo bien, creo que me estoy comiendo la última.
Silvestre llega y salta para ponerse a mi lado en el sofá, se lame sus patitas cafés y las pasa por su cabeza; en el momento en que Lou besa a Will, siento felicidad y aunque sé cómo terminará la película, quiero disfrutar de los minutos que me restan antes de coger unos pañuelos y ponerme a llorar, y por lo sensible que he estado últimamente siento que llorare más de lo común.
Silvestre se pone en mi regazo y siento como su cabeza le brinda caricias a mi vientre abultado y como respuesta cariñosa, mi pequeña da un golpe y el gato siamés se queda mirando el lugar donde sintió aquella patadita, quizás preguntándose si esa fue la respuesta de su caricia u otra cosa.
Unos minutos después mis lágrimas empiezan a salir y no puedo dejar de llorar cuando alguien abre la puerta, de cómo me llama y sus pasos corren rápido al escuchar mis sollozos pero al darse cuenta que se trata de que estoy viendo una película romántica y melancólica, solo deja ir un suspiro sonoro y se acerca a mí, se pone a mi lado, agarra un pañuelo y limpia mis lágrimas. Gracias a Dios, la película ya ha terminado porque si no es probable que siguiera llorando.
—Ay ángel—veo como a él le da risa verme roja de tanto llorar.
Agarra la caja de oreo y se da cuenta que ya no queda ninguna, solo de ella sale unas cuantas migajas que lo bueno es que caen en la mesa sino tocaría limpiarlo con una aspiradora.
—Me preocupaste, pensé que te estaba sucediendo algo. —Dejé de llorar para empezar a reír.
—Lo siento, me pongo muy sensible y sentimental con esas películas—le comento.
—Oh mon amour—me besa los labios a pesar que estén dulces y salados.
— ¿Qué traes ahí?—veo una caja rosa y con una chonga lila.
— ¿Esto?—coge el paquete y se hace el desentendido.
—Ajá. —Cruzo los brazos.
Deja el regalo en mis manos y le doy una mirada, así que no tardo mucho tiempo en empezar a abrirlo cuando de la caja saco un pequeño collar, el cual es una cruz.
—Espero que Dios cuide también de nuestra hija—mis ojos de nuevo empiezan a llenarse de lágrimas.
—Es... Hermosa... —Me quito las lágrimas.
—Te amo, mi amor. —Deja un beso en mis labios. —Ahora, a desempacar las piezas de la cuna que vienen en las cajas. —Se levanta.
—Te ayudo. —Voy detrás de él.
—Mejor ayúdame con las instrucciones, que eso lo necesitare—me ruega.
—Bien. —Río. —Ven Silvestre. —Llamo a nuestro gato antes de caminar en dirección a las escaleras.
8° Mes
A mí alrededor hay muchos globos, adornos, comida, regalos y todo lo que pueda llegar a complementarse en un baby shower.
Como no tenía planeado en qué fecha programar el evento, al final Miranda y Vanya fueron las que se encargaron en pensar y ayudarme en todo; cuando todos los invitados se enteraron que tendría una niña, no sé en qué niveles puedo clasificar a cada persona en lo que respecta su sorpresa y alegría con la noticia, solo puedo decir que los regalos, las dedicatorias y las expresiones que muestran todos me han hecho saber que están felices con la llegada de la bebé, además de ello, como no estaría Pierre contento de ello, cuando el baby shower se está celebrando en su cumpleaños.
Por un lado está el grupo de las mujeres y el grupo de los hombres, por supuesto a veces se llegan a intercalar ambos sexos pero al final las mujeres hemos hecho más un té mientras que los hombres se la han pasado haciendo una barbacoa.
A pesar que es el cumpleaños de Pierre, ha sido un momento en que él la ha compartido más con sus amigos que con el resto de mujeres de la familia, ya que por otro lado están mis amigas, mi madre y la esposa de mi padre biológico. Por otro lado, es raro ver aquí a mis dos padres juntos, a pesar que han empezado a conocerse y hablar buenamente de mí, no he visto que ambos tengan algún conflicto o que mi padre adoptivo dude del biológico, realmente es bueno saber que ambos se lleven bien juntos y eso me deja mucho más tranquila.
— ¿Ya tienes un nombre?—pregunta Vanya.
—No, ese ha sido un reto entre Pierre y yo, hemos buscado muchos nombres pero no nos convence y la verdad queremos uno que sea especial—le explico.
—Bueno, que no se llame Cristal o Inés será mucho mejor—dijo Miranda a lo que todas terminaron por reír.
A pesar que ambos nombres son bonitos, no creo que sea buena idea recordar el pasado, de todas formas, para Pierre eso sería una tortura que recordaría siempre.
Veo como Mason entra con el detective Parker, lo que había llegado a saber de él es que no se llegaría a presentar al baby shower y al cumpleaños de Pierre por trabajo pero ahora que está aquí, he empezado a dudar aunque su rostro me indica que algo está sucediendo.
Me levanto de la silla y camino en dirección a él pero pronto soy alcanzada por Pierre quien me da una mirada extraña, como si yo llegara a saber porque el detective de su caso está aquí pero aun así, estoy igual que él, desconociendo la razón y el rostro preocupado.
—Un gusto poder verlo aquí, detective Parker—Pierre y yo le damos la mano al detective como saludo.
—Lo mismo digo, aunque no estoy aquí para compartir su celebración sino más bien por otros asuntos más serios, preocupantes e importantes—Pierre y yo nos damos una mirada.
— ¿Qué sucede?—pregunto.
—Tengo malas noticias y es con respecto a la joven Inés Lancaster. —Siento como la respiración empieza a entrecortarse.
— ¿Qué con ella?—dice Pierre molesto.
—Escapo de nuevo, señor Beckham. —Siento un fuerte golpe en el vientre que me hace retroceder y Pierre se asusta al verme.
— ¿Estás bien?—asiento.
—Solo es una contracción. —Le respondo.
— ¡¿Cómo que ella escapo?!—Pierre casi grita.
Skandar, Ruby, la señora Dayana y el señor Kelian se presentan en aquel momento, a ellos también les interesa descubrir la nueva y mala noticia que ahora nos perjudicara de nuevo con la llegada de nuestra bebé.
—Cuando estaba siendo trasladada a la cárcel, hirió al conductor del vehículo y hubo un accidente. Las puertas traseras se destruyeron con el golpe y es así como pudo salir. —Tome aire para poder relajar los dolores.
—Tienen que encontrarla... Estamos en peligro y... —Acaricié mi vientre al sentir como mi respiración se entrecorta.
—Señora Beckham, le pediré que se tranquilicé—me dice el detective.
— ¿Tranquilizarme? ¡Lo dice en serio! ¡Esa mujer puede estar ahora mismo aquí observándonos y buscando el momento adecuado de herirnos!—Digo enloquecida del miedo. — ¡No diga que me tranquilice cuando mi hija está en peligro! ¡Ay!—Pierre me tomó de los brazos.
Sentía como los dolores van creciendo cada vez más a punto de que las contracciones comenzaban a volverse seguidas, intente no pensar en cosas malas y negativas pero al sentir como algo resbalaba de mis piernas, me di cuenta que las cosas no andaban bien.
— ¡Dios! ¡Acaba de romper la bolsa!—Ruby se dio cuenta.
— ¿Qué?—Pierre me dio una mirada— ¿Qué significa eso?—Le pregunto Pierre a su hermana.
—Que tu hija está por llegar Pierre.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Continuará...
Antepenúltimo Capítulo
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top