Capítulo 52
"Nunca tomes una decisión cuando estés enfadado, triste, celoso o enamorado"
Mario Teguh
***
Dejo salir un gemido con una nueva penetración de Pierre; cierro los ojos y aruño su espalda cada vez que empieza a moverse rápido, se me dificulta poder respirar y a la vez, no llegar pronto al orgasmo, pongo mis piernas más cerca de su cintura terminando por acorralarlo, besa mi boca salvajemente y sus manos van de arriba hacia abajo, acariciando todos aquellos lugares que pueden ser o no erógenos. Veo el techo y siento como empiezo a temblar, agarro su rostro y su aliento roza con mis labios hasta que ambos dejamos un grito y un gemido cuando llegamos al mismo tiempo.
Nuestra respiración se va acompasando a los minutos, sus manos pasan de arriba hacia abajo por mis brazos, calentando mi piel; le doy una mirada y acaricio su rostro, guardando de nuevo cada detalle perfecto que va desde su rizado y alborotado cabello hasta aquellos labios delgados y rosados, su barba me hace cosquillas en las palmas de mis manos y siento como él, envuelve sus brazos en mi espalda y sin ponerme todo el peso corporal encima, se acuesta sobre mí hasta poner su cabeza en mi cuello.
No sé si debería preocuparme o simplemente tomarlo como una señal buena, pero aún no hemos hecho ni un comentario acerca de lo que definirá nuestro futuro; la señora Allison nos dijo que el último mes sería el más complicado, porque elegiremos si quedarnos juntos o separarnos, por lo cual nos daba todo el mes para saber lo que nosotros queríamos y a pesar que ya nos encontremos a mitad del mes de noviembre ninguno de los dos hemos opinado acerca de ello, por un lado, me da miedo discutirlo, porque siento que él termina con todo esto algún momento pero por otro, a veces quisiera tener una respuesta para poder saber lo que haré con mi vida; pero el problema se encuentra que en las últimas semanas Pierre se ha vuelto distante, frío y callado, hasta sigo sin comprender como es que hemos llegado a tener relaciones coitales cuando él ya ni me toca.
Todo esto me hace sentir extraña, es como si hubiéramos vuelto desde el inicio, en donde todo era solo sexo y nada de sonrisas y conversaciones amistosas que podían perdurar mucho tiempo; tendría que tener miedo pero es una mezcla de emociones que me hacen dudar con todo esto, desde la decisión que debemos tomar hasta los sentimientos que supongo hemos creado en los últimos nueve meses.
Se levanta y se aleja de mí, veo como entre nuestra ropa busca sus calzoncillos y luego va a buscar una ropa cómoda para dormir, su indiferencia me provoca malestar en el estómago, es como si solo fuese otra de aquellas mujeres que han tenido sexo con un hombre y pronto serán despachadas de su casa para que puedan irse y olvidar lo que sucedió, esto no es como yo quería que terminaran las cosas y Pierre las está haciendo más difíciles a punto de no darme más alternativas de pensar que esto ya acabo.
Me siento en la cama y pienso demasiado en por qué está así conmigo, está vez no le he dado motivos para que se enfade o por lo menos de decir que él aún no ha superado la muerte de su padre cuando a veces yo misma sé que él ya pudo enfrentar ese dolor; ya me he cansado de seguirle preguntando qué es lo que le pasa para que su respuesta sea la misma, en donde no cambia y no da su brazo a torcer al decir el típico "nada". Es abrumador tener que comportarnos como si fuéramos dos desconocidos que lo único que ya comparten es la cama, lo peor no solo se centra en sus cambios de humor y carácter sino que también va en dirección que me hace dudar sobre lo que sucede dentro del sexo, porque a pesar de ello, sigue siendo romántico y apasionado pero al terminar esa llama de fuego es apagada para él convertirse en un bloque de hielo, sinceramente, no lo comprendo y no sé qué decir con respecto a ello.
Me levanto y busco mi ropa interior para ponérmela y así ser la siguiente en buscar una pijama pada dormir, al encontrarla, solo me la pongo y de nuevo voy a la cama, pero en diferencia que otras veces, Pierre y yo en vez de dormir abrazados terminamos por darnos la espalda y quedarnos en nuestros respectivos lugares en la cama.
(...)
Apenas puedo despertarme con el frío que empieza a hacer por las mañanas cuando me doy la vuelta y me encuentro en la cama sola, esto es algo que parece convertirse en común que ya no me impresiona no tener a Pierre por las mañanas; me quedo boca arriba y veo el techo, los pensamientos llegan a mi mente y me hacen crear todo tipo de circunstancias que debería de afrontar ya con el tiempo que va pasando y no hago nada por ello, es mejor tener la conversación ahora que todo se ha vuelto monótono y ya ha perdido la textura cálida, suave y tierna que antes tenía está relación.
Me doy un baño y me pongo mientras tanto una ropa deportiva, al no tener citas por la mañana, al final le di la mitad del día libre a Jessie, así que ambas llegaremos después del almuerzo para atender a los pacientes que tengo por el día; me pongo una ropa cómoda entre ellas un suéter por el frío que aún siento en mi cuerpo a pesar de haberme bañado con agua caliente. Voy en dirección a la cocina y me hago un desayuno lleno de proteínas y energía, agarrando un yogur griego natural para ponerlo en un vaso, cortando tres tipos de frutas y luego poniendo granola y avena; un desayuno rápido y que no me llevo mucho tiempo en hacerlo.
Mientras desayuno una comida saludable, no dejo de pensar si decirle la verdad a Pierre sobre lo que ha sucedido en los últimos meses; quisiera decirle que lo amo y que estoy enamorada de él pero a veces dudo sí le corresponderá eso y evitaremos cortar con nuestro destino, ya no quiero seguir jugando a ser la mujer callada y sumisa de siempre, por lo menos, quiero ser por un momento aquella Alaska llena de valentía y fortaleza que no se deja llevar por ilusiones y que prefiere luchar por sus sueños; no está mal ser la primera en revelar mis sentimientos cuando ya quedo en el pasado eso de que se debe de esperar que el hombre sea el primero que se lo diga a una mujer, por supuesto, eso es lo que he hecho todo este tiempo y las cosas no resultaron como deseaba, es solo dejar pasar el tiempo y nunca haber llegado a saber la verdad de la cual pueda ser que me arrepiente algún día por no haberla llegado a saber.
Quizás pierda o gané mucho revelando mis sentimientos hacia Pierre, lo importante de todo esto, es que pueda terminar de descubrir qué fue para él todo estos meses que estuvo conmigo, si las cosas no funcionaron, creo que terminaré herida pero para eso a veces también suelen ser las relaciones amorosas, para aprender de tu pareja y saber qué fue lo bueno y malo de los días y meses que duró la relación.
Escucho el sonido de la puerta y supongo que debe ser él quien ha regresado por unos papeles o debe de venir del gimnasio, así que limpiándome la boca y dejando los platos sucios en el fregadero, voy corriendo hacia la sala. Estoy lista para poder conversar y poder liberar todo aquello que ha permanecido oculto en mi ser, entre ellos el amor que le tengo a Pierre.
Abro la boca para poder nombrarlo pero todo queda sujeto en el aire cuando lo veo acompañado de una mujer que lo agarra del brazo y le sonreí, ambos hablan, se miran a los ojos y puedo distinguir ese comportamiento coqueto que ambos se muestran sin darse cuenta de mi presencia, siento como todo se me viene por encima y entre ello, saber que Pierre ya consiguió a la mujer con la cual me cambiará.
A los minutos se da cuenta de mi presencia después de haberme quedado petrificada al ver todas aquellas escenas de cariño que él le muestra a aquella mujer; ni siquiera puedo hablar cuando él se acerca hasta mí con la mujer aún agarrándola del brazo.
—Alaska. —Me da una media sonrisa.
No sé si sería descortés no saludarlo pero tengo un nudo en la garganta que no me permite decir una palabra, intento aunque sea nombrarlo pero se me dificulta, tanto, que la respiración se me entrecorta y siento que mi corazón late rápido.
—Alaska, te presento a Susy. Susy, ella es Alaska una amiga que se está quedando en el penthouse.
¿Amiga? Desde cuándo somos amigos y yo me he estado quedando en su apartamento, esto debe ser imposible, aquellas palabras fuertes y mentirosas no podrían haber salido de su boca.
—Mucho gusto, Alaska. —Ella alza su mano.
Desconcertada e impactada, no reacciono a la primera, pero para no hacer un drama, le doy mi mano y la saludo con una media sonrisa que espero que no se mire más falsa de lo que estoy tratando de actuar.
— ¿Quién es ella?—Intento verme normal con toda esta situación vergonzosa.
—Bueno, somos amigos... —Ella empieza a decir pero Pierre la interrumpe.
—Estamos saliendo. —Responde crudo u frío.
Le doy una mirada y puedo sentir como quiero correr, gritar e irme de aquel lugar.
—Y quizás, sea mi próxima novia. —Agrega.
Abro la boca y esta vez me quedo sin palabras, no tengo idea de lo que está sucediendo y mucho menos desde cuando Pierre conoce a esa chica que tiene una buena aura de ser alguien con un buen corazón.
—Un gusto de conocerte Susy. Tengo que irme creo que se me está haciendo tarde en el trabajo. —Me doy la vuelta y trotando me voy en dirección a mi habitación.
Cierro la puerta y me cubro la boca con la mano para reprimir un sollozo. No puedo creer que estaba a punto de revelarle a Pierre mis sentimientos por él cuando trae una chica aquí, me la presenta y me dice que será su futura novia... Ahora comprendo mucho mejor su comportamiento pero ¿por qué me hizo ayer el amor? Dios, que estúpida creyendo que todo podía solucionarme demostrándole mis sentimientos cuando todo este tiempo él me mintió y jugo bien con sus cartas porque yo he terminado perdiendo en todo esto.
Alguien abre la puerta y veo como él entra, con la cabeza en alto y con un rostro lleno de seriedad, tengo ganas de gritarle, empujarlo y decirle muchas cosas que es probable que nunca termine por decirle si empiezo desde la primera letra del alfabeto, quizás no obtenga todas las respuestas que necesito pero por lo menos quiero saber las principales.
— ¿Por qué no me lo dijiste?—encoge los hombros.
— ¿Qué diferencia habría?—frunzo el ceño con ese comentario.
— ¿Qué diferencia?—repito molesta—Te conseguiste a otra sin decirme nada y más saber que ya habías empezado a armar tu propio plan sin consultármelo. —Le recriminé.
—Tendrías que haber llegado a saber que esto sucedería. Para eso decidimos seguir con el plan, para separarnos. —Lo dice seguro.
— ¿Cuánto tiempo llevan juntos?—le pregunto adolorida.
—Un mes. —Contesta sin arrepentimiento o dudas.
Entonces, he pasado un mes desperdiciando mi tiempo en creer que todo se arreglaría y que podríamos estar juntos cuando él planeo buscar a su propia pareja sin consultarme que ya lo había hecho con el fin de prepararse para separarse de mí mientras que yo no conozco al hombre que permanecerá el resto de vida conmigo, eso ser egocentrista.
—Sabes que tenemos que elegir a una misma pareja para romper también su lazo y así ellos quedarse con nosotros—hace un ademán de indiferencia.
—Lo sé, por eso le consulte a la señora Allison las posibilidades de quien podía ser nuestra pareja, así que, entérate que Susy iba a ser la novia de tu amigo Logan. —Abro la boca asombrada.
Más confundida no podría haberme dejado con todo esto, es decir, que Susy sería la novia de mi mejor amigo Logan, pero como eso puede llegar a ser posible cuando mi amigo de la infancia vive en Estados Unidos y supongo que Susy es de aquí, eso no tiene mucha coherencia y mucho más que Pierre haya optado de esa forma una decisión que nos pertenecía a los dos y no solo a él.
— ¿Qué hiciste?—me agarro la cabeza— ¡¿Por qué elegiste a la que sería novia de mi mejor amigo?!—dije alterada.
—Porque él te ama y sé que cuidará de ti—niego porque me parece una respuesta absurda de su parte.
— ¿Qué te hace pensar en eso?—le digo molesta.
—Porque cuando él vino a Reino Unido, lo vi en sus ojos. Te tiene mucho afecto y está enamorado de ti—responde.
— ¡Mientes! ¡Somos amigos!—le aclaro.
— ¡No! Yo mismo le pregunte meses atrás y él me respondió que te ama—no puedo creer lo que dice.
—Aun así Pierre, ¿qué te hace pensar que me enamoraré de Logan?—le digo arrepentida de su decisión.
—Lo harás porque terminaran juntos—abro la boca asombrada de lo que dice.
— ¡Yo no puedo y ni quiero enamorarme de él!—resalto— ¡Lo veo como mi amigo y hermano!
—Entonces es hora que lo veas como un hombre. —Dice frío.
No... Yo no quiero eso, no puedo enamorarme de Logan cuando siempre desee que nuestra relación solo fuera entre amigos, hasta por eso hui de mi pueblo porque no quería tener una relación amorosa que terminará por ser en el mismo lugar en que crecí y con una persona que conozco de toda mi vida. Es injusto lo que ha hecho Pierre conmigo, tomó una decisión errónea pensado que sería una buena solución para quedar bien conmigo pero eso solo ha ocasionado que me enfade más.
— ¿Una amiga?—digo murmurando.
— ¿Qué querías que le dijera? Que somos compañeros de cama y de destino—eso son muy ofensivo.
Me cuesta poder analizar todo esto, ni siquiera sé cómo debería reaccionar, está la parte de mi cuerpo que quiere explotar por lo que ha hecho Pierre y está el otro lado en que quiero llorar porque todo se ha arruinado y no es el final que yo buscaba para mí.
—Pensé que... Todo esto... —Él hizo una mueca.
—Alaska, solo fue sexo y compañía—mis ojos se nublaron—. Entre nosotros nunca pasaría nada.
— ¿Nada?—río—Y ayer ¿qué? ¿Me haces el amor y luego sales con que todo esto fue nada?—suspira.
—Lo hice para que no sintieras que todo este tiempo te use—se justifica.
—Pues con tus respuestas cada vez me siento de esa forma—le reclame.
Sexo. Todo este tiempo no hubo sentimientos, no hubo amor y no hubo felicidad... Todo fue una fantasía que yo misma creé con mis propios ojos pensando que él me quería pero las cosas no fueron así.
—Yo siento algo por ti, Pierre—él se mantiene neutro con mis palabras.
—Pero yo no por ti, Alaska. —No tarda en responder.
¿Cómo se puede imaginar cuando a alguien le rompen el corazón? Creo que es como dejar caer un vaso y ver todos los trozos de vidrio regados de un lado hacia el otro en el suelo, sin saber cómo poder levantarlos sin cortarte el dedo e intentar armar todas aquellas piezas para poder unir, pegar y formar de nuevo tu corazón.
Dejé de sentir ese momento, solo sé que todo se me vino encima... Cuando lo conocí, empezamos a salir, los coqueteos, mi primera vez, el acuerdo, las peleas, las risas, las veces que hicimos el amor, la presentación de su familia, las verdades, el viaje, los regalos, su apoyo cuando perdí al bebé, sus muestras de cariño, las recaídas que tuvimos...
Camine en dirección al armario y saque la maleta y la dejé en la cama, agarre la poca ropa que yo misma había comprado con mi dinero para irlas dejando en la maleta, podía escuchar su voz, pero a una lejanía que ya ni era coherente poder entender sus palabras; ahora mi cuerpo fue el único que me dominaba, solo agarraba mis cosas y las dejaba en su lugar hasta cerrar la maleta y tomarla.
— ¿Qué haces?—me detuvo al agarrarme del brazo.
—No es obvio. —Digo cansada.
—No te puedes ir... —Bajo la mirada.
—Puedo... Tengo que buscar mi nueva alma gemela o sino seremos amores perdidos. —Menciono.
Me da la vuelta y lo veo a los ojos pero no me queda tiempo en girarme e irme cuando pronto me toma del rostro y empieza a besarme, pero en ese instante que lo hizo, yo no le respondí, simplemente me quede petrificada y logrando comprender si lo hacía solo por mantenerme en su territorio o porque en realidad aún creía que yo con eso me quedaría a su lado.
Cuando se dio cuenta que no seguí con su beso, se alejó de mí y su rostro está vez si cambio por uno desconcertado y asustado. Puse mis manos detrás de mi cuello y me desabroche el collar de alas de ángel. Aquel objeto ya no me pertenecía, ahora sería para alguien más y sin imaginarlo, esté ángel sus alas ya fueron cortadas y es momento en que deba de emprender otro camino aunque sea caminando y no volando.
Miro el collar cuando queda en mi mano derecha, pensé que tendría un valor muy especial en mí y por eso lo llevaba siempre colgado pero al ser cambiada pronto por otra mujer no me hizo pensar que aquello ya no tendría la misma imagen que yo había creado como una ilusión buena. Tome la mano de Pierre y se la dejé en ella para luego cerrar sus dedos formando un puño.
—Alaska...
—Lo siento Pierre, pero ya no me pertenece. —Pude ver como negó.
—No... Tú sabes que es tuyo, además... Eres mi ángel... —Trague hondo.
—No te confundas Pierre—abrió sus ojos en grande—. Lo siento pero ya no puedo ser tu ángel. —Le di una última mirada. —Adiós Pierre.
Salí de la habitación y empecé a caminar con la maleta pero ni siquiera pude poner un pie en el escalón cuando me sujeto nuevamente el brazo pero quise quitarlo de encima cuando me dio la vuelta para verlo a los ojos.
— ¿Dónde irás?—Encojo los hombros. —Quédate. —Niego.
—No tengo nada que hacer aquí. No me voy a seguir atormentando cuando necesito irme y lejos, muy pero muy lejos de ti, Pierre Beckham. —Su pecho se levantaba a cada segundo.
Observe como impaciente, se registraba las bolsas de su pantalón, encontró una llave y la quito del resto de las demás hasta intentar ponerla en mis manos pero no se lo permití.
—Quédate en mi casa, es tuya... Es posible que pronto te dé las escrituras y la firma del terreno en Carmarthenshire y la casa será tuya... —Lo detengo poniendo mis manos en frente.
—Pierre... No comprendes que no quiero nada de ti—intento calmarme sin gritarle—. Yo seré quien te dé esa propiedad, hablaré con mi padre y espero que me ayude rápido con esos papeles para que seas el dueño legítimo de todo ello. Me iré a Estados Unidos y allá haré mi vida... —Se alborota el cabello y resalta interrumpiéndome.
— ¡No puedes irte!—grita.
—Puedo. Mi futura pareja está allá y ahora ya no hay nada que me detenga. Te lo agradezco Pierre, me has hecho un favor en poder olvidarte pronto y más en quitarme de encima este sentimiento que tengo por ti. —Se queda paralizado con mis palabras. —Si me permites tengo muchos asuntos que resolver ahora que me iré del país para siempre.
Caminó detrás de mí rogando porque no me fuera hasta no le importo que su futura novia lo viera suplicarme y buscar la forma en tomar mis cosas para no salir por aquella puerta pero ya era demasiado tarde, ahora yo misma he tomado mi propia decisión y está vez no hay vuelta atrás.
Le pedí a Mason que me ayudara con mi maleta y aunque no sabía dónde pasaría la noche creo que por el momento es mejor quedarme en el único lugar en donde sé que nadie me echará o llegaré a ser un estorbo, en mi clínica.
Mason no dijo ni una palabra en el camino, no sé si por vergüenza de saber que su mismo jefe había llevado a otra mujer al penthouse o porque no quería discutir el tema para no hacerme sentir mal; me sentí un poco aliviada de saber que Pierre no me persiguió y eso fue algo bueno porque no complicaría más las cosas, eso sí, la despedida con Mason fue un poco melancólica cuando le agradecía todo lo que hizo por mí y más, verlo a él como bajaba la mirada y se despedía de mí cuando arrancó el auto y se marchó.
Abrí mi clínica y entre en ella junto con mi maleta, apenas cerré la puerta cuando me dejé caer en el suelo y empecé a llorar fuerte hasta obtener hipo, no sabía cómo todo había llegado hasta este punto, me dolía saber la verdad y eso sin decir, que me costaba comprender porque nunca fui capaz de detener mi corazón para no enamorarme de la persona incorrecta. Las cosas no resultaron como deseaba y más cuando al final, mi destino no terminará por ser favorecido.
Me cubro el rostro con mis manos y me permito llorar todo lo que puedo, si hubiera llegado a saber que de esta forma me romperían el corazón, nunca hubiera intentado apegarme más a la persona que creí ser la que compartiría el resto de mi días.
Ahora solo me toca ser fuerte y afrontar un nuevo camino que no decidí por mi cuenta sino más bien, que alguien tomó por mí.
(...)
Arreglo mi escritorio y guardo las carpetas de varios expedientes para poder mantener todo en orden en mi oficina, por el momento, tendré que buscar un lugar en donde quedarme, pensé que podría ser mi clínica pero tengo que ducharme el día de mañana ya que no puedo recibir así a mis pacientes. El día fue largo, tanto que tuve que apagar el móvil para no seguir cortando y evitando cada llamada de Pierre que se hacía en cinco a ocho minutos, ya el sonido me tenía tan desesperada que opte la opción por apagarlo y eso sin añadir que tuve que decirle a Jessie que no me pasará ninguna llamada de Pierre después de saber que al enterarse que mi celular está apagado, busco un segundo plan para hostigarme y ese fue el teléfono de mi clínica.
Jessie me vio de poco humor pero como empleada, se reservó todas sus preguntas hasta que después de terminar su hora laboral, pregunto por cómo estaba, lo cual respondí un "bien" para no causarle preocupaciones por mis estados de ánimo y el cansancio que ya pesaba en mi espalda.
A las 6:00 pm, me quede sola en mi propia clínica, intentando avanzar en algunos trabajos que me quedaban y también por hacer unos diagnósticos que debía enviar pronto; lo bueno de todo ello, es que me mantuvo ocupada a punto de no seguir pensando en todo lo sucedido, ya era suficiente con que tener que sollozar cada vez que recordaba las razones por las cuales se había apartado de mí para que tuviera que ir al baño y quitarme las lágrimas de los ojos para que estos no siguieran viéndose rojos.
El sonido de una puerta abrirse, me hizo pensar si yo había escuchado mal o simplemente Jessie se regresó a la clínica porque había olvidado algo, así que salí a ver que sucedía cuando retrocedí unos pasos al encontrarme a la persona menos esperada por mí.
— ¿Cristal?—ella sonrió.
—Hola Alaska. —La vi extraño.
— ¿Qué haces aquí? Y ¿cómo entraste si la puerta tiene llave?—ella balanceo en frente de mí, unas llaves que parecían ser como las de Jessie.
Verle las llaves de mi secretaria no me gusto en lo absoluto, es más me creó un sentimiento de terror que no quería empezar a pensar en mal cuando intentaba recordar si en su apartamento había dejado una copia de las llaves de mi clínica.
— ¿Por qué estás aquí?—pregunté.
—Quería visitarte—enarqué la ceja.
— ¿Aquí?—dude de su respuesta.
—Sí. —Asintió. —Y más porque estás sola y no hay nadie que nos interrumpa. —Sonrió.
Esto no encajaba en nada y más porque su extraña mirada y esa sonrisa llena de maldad me hacía ver que algo tiene planeado y no es muy bueno cuando estoy sola y no tengo algo con que defenderme.
—Quiero hablar contigo, sobre un asunto. —Dice tranquila.
— ¿Qué asunto? ¿Lo del apartamento? Te explique porque me fui y... —Me interrumpió.
—Vengo hablar contigo sobre tu novio. —Agito la cabeza.
— ¿De Pierre?—Sonrié a gusto.
—Sí. —Afirma.
— ¿Qué quieres saber?—Mira hacia arriba y parece pensar en mi pregunta.
— ¿Cómo va su relación amorosa?—volvemos a lo mismo de siempre. — ¿Siguen juntos?—Ríe.
—Mira Cristal, no me agrada nada tener que hablar contigo sobre este tema—le índico.
—No deberías hablarme así—levanta su dedo índice y lo mueve de un lado a otro en señal de negación.
—Vete de aquí. —Le digo con tolerancia.
—Aún no sabes quién soy, ¿no?—ruedo los ojos.
Me acerco a ella y la agarró del brazo para empezar a moverla para que salga de mi oficina pero antes de poder llegar a la puerta y abrirla, ella jala de su brazo, levanta su chaqueta y de su cintura saca un arma y me la pone en frente.
— ¿Qué demonios...?—me quedo sorprendida.
—Admiro a Pierre por nunca haberte revelado mi identidad—me apunta en la cabeza.
— ¿Qué es lo que dices?—le pregunto.
—Por Dios Alaska, te creía más inteligente, ¿aún no te has dado cuenta de quién soy?—me quedo callada— ¡Soy Inés! La ex novia de Pierre, aquella que juzgaron y la metieron en un manicomio. —Abro la boca.
—Tú... No... No puedes ser tú. —Ríe.
—Créetelo Alaska. Soy yo. —Da una carcajada. —Ahora vendrás conmigo.
Intento moverme pero me sigue apuntando con su arma, se acerca a mí y pronto se me abalanza logrando poner un pañuelo blanco con cloroformo entre mi boca y nariz, intento zafarme pero me es imposible cuando su cuerpo ha acorralado al mío y un brazo lo ha puesto en mi garganta y más, sentir el arma pegada a mi sien, el miedo y la agonía me ganan y termino por oler el medicamento, haciendo que me sienta mareada y como mi cuerpo se afloja en su agarre, empiezo a ver nublado hasta que mis ojos se cierran, preguntándome, qué hará ahora Cristal conmigo.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Continuará...
Últimos capítulos
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top