Capítulo 50

"Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida"

Woody Allen

***

| Pierre |

Sigo sin comprender lo que le está sucediendo a mi hermana, apenas me entero que ella estará en cirugía porque llego un donante el cual le dará de forma voluntaria el hígado a mi hermana, así que para no perder tiempo, tuvieron que hacer de última hora aquel reemplazo de órgano que ella necesita; no tenía en cuenta que Alaska, Ruby y mi madre, ya habían tomado esa decisión sin consultármelo o por lo menos decirme algo acerca de ello, pero me pregunto cuando sucedió todo esto, si para eso se necesita tiempo, análisis, exámenes y control de salud.

Ahora estoy lo doble de preocupado, mi padre en el quirófano y mi hermana en cirugía, uno está luchando por su vida mientras que la otra se espera que el trasplante del órgano resulte ser un éxito, pero no soy el único preocupado sino que también está mi hermano y mi abuelo, mi madre puedo decir que su balanza pesa más en una persona que la otra, pero eso no quiere decir que ella no se preocupe por mi padre, sé que lo está a su forma y aunque intenté mostrar un poco de desinterés, como ex esposa dudo que un cariño se olvide después de más de 20 años de matrimonio.

Tuve que pedirle a Mason que me trajera ropa para poder quitarme la que se encuentra manchada de sangre, porque pude ver que eso puso ansioso a Skandar, a punto de querer pelear con una enfermera para que le dijera el estado de salud de nuestro padre. Además de todo esto, ahora tengo encima a los oficiales quienes no dejan de hacerme preguntas con respecto a lo que sucedió con mi padre, lo malo de todo esto es que no tengo idea de lo que sucedió, sé quién fue pero no tengo idea de cómo lo hizo aunque lo poco que me han dicho, es que pudo haber entrado a la empresa en secreto, haciéndose pasar por alguien y que el momento en que vio que mi padre se quedó solo, termino por entrar a la oficina y le disparo. Sin embargo, tratándose de Inés esto no pudo haberlo planeado de un día para otro, no sé desde cuando empezó a ver todo ello, pero lo que sé es que está vez, le resulto su plan y si mi padre muere, jamás se lo perdonaré. Eso que agregando que tuve que llamar al detective Parker para darle la evidencia del regalo que Inés me envío, por lo menos servirá para saber el tipo de arma que ocupo para dañar a mi padre pero no sirve de mucho cuando no tenemos algo más que un simple cartucho de bala, una caja y una nota. Con todo ello, es imposible que se obtenga más información, porque buscar la forma en cómo consiguió el arma hasta la pudo haber comprado por Internet para que no fuera rastreada por alguna tienda de municiones y armas del país, esto se vuelve más complicado y ahora por mi culpa, la vida de un ser querido está en peligro.

Me siento en el sofá de la sala de espera e intento no perder el control de mi cuerpo, no puede ser que otra vez me esté sucediendo esto y con solo dos meses después de que Alaska haya perdido el bebé, esto es lo peor... No quiero que esto vuelva a pasar, mi padre no puede morir, él es fuerte y sé que sobrevivirá, qué voy a hacer si él muere, quizás antes prefería que lo estuviera pero ahora todo ha cambiado, necesito que viva y pueda ver muchas otras cosas más.

Mi madre se sobresalta del asiento y puedo ver como camina hasta Alaska quien trae un rostro neutro en donde no puedo descubrir si todo le está yendo bien a mi hermana, solo me queda la posibilidad que la cirugía del trasplante se lleve de una forma adecuada y segura y que nos proporcione confianza en que Ruby pueda recuperarse de su cáncer.

— ¿Todo bien con Ruby?—mi madre la toma de las manos.

—Ya está en cirugía, solo hay que esperar unas horas para ver si todo salió a la perfección. —Reprime una sonrisa.

Mi madre asiente y le agradece en susurrándole muy bajo por la preocupación que siente en ese momento, suelta sus manos y cuando ella me da una mirada, no tarda en acercarse a mí para darme un abrazo del cual recibo con mucho gusto. Me siento condenadamente bien a su lado que puedo mencionar que ese gesto me proporciono no sólo apoyo sino que también fuerzas para enfrentar todo lo que me está sucediendo.

Cuando mi madre se volvió a sentar en medio de mi hermano y de mi abuelo, aproveche el momento para hacerle unas preguntas a ella que necesita obtener respuestas para sacarlas de mi mente, así que la lleve un poco lejos de mi familia para poder interrogarla.

— ¿Quién es el donante?—ella se quedó callada.

—No podemos revelar nombres—dejo ir un gruñido.

— ¿Cómo es que apareció en el mismo momento en que mi padre entro en el quirófano?—su boca se forma en una línea. — ¿Qué es eso de lo que mi padre se refería?—desvió su mirada—Y ¿por qué exactamente llamarte a ti y no a otra persona?—llegó otra pregunta más.

Ella se quedó callada y se tocó la cabeza, le dio una mirada a mi familia y nuevamente a mí, podía ver ese rostro que lo conocía a la perfección, me está ocultando algo que sabe que me puede hacer enfadar y decepcionar pero de costumbre, ya estoy preparado para cualquier noticia que se me pueda venir por encima y más cuando no creo que llegue a ser peor de las que ya tengo.

—Alaska—pronuncio su nombre y ella suspira.

—Pierre, fue su decisión. Estaba en contra de ello pero él lo quería así—enarco la ceja.

— ¿De quién hablas?—digo ya molesto de tanto misterio.

—De tu padre.

Fue en ese instante que mis neuronas empezaron a enviar todo tipo de mensajes en mi cerebro a punto de quedar en shock por lo primero que se me vino en mente; me dio un pequeño mareo el cual me tuve que agarrar de Alaska para no caerme pero eso no fue lo que me puso mal sino que fue al unir las piezas del rompecabezas y lograr darme cuenta que mi padre es el donante del hígado y que por eso, mi hermana y él entraron al mismo tiempo en operación.

Le doy una mirada a Alaska y siento como todo me da vueltas, ella no pudo haber aceptado esa propuesta de mi padre, las cosas no deben de ser así y mucho menos cuando me lo oculto y todo fue hecho como un plan secreto entre ella y él... Ni siquiera puedo saber cómo empezó todo esto pero ahora comienzo a entender porque mi padre hablo maravillas de Alaska.

—Dime que no lo hiciste... —Su silencio fue su respuesta— ¡¿Por qué Alaska?! ¡¿Por qué ahora cuando está en peligro?!

Ella se quiso acercar a mí pero no sé lo permití, siento como si estuviera dentro de un agujero negro sin poder encontrar la luz de la salida; mi padre no sobrevivirá y más con un trasplante se hígado, eso me deja ver que posiblemente morirá de cualquier forma. Yo no quería que las cosas terminaran así y más cuando todo comenzaba a ir bien de nuevo.

—Pierre...

—No quiero hablar contigo ahora.

Me alejo de ella y voy hacia un lugar en donde pueda tomar suficiente aire, no tengo idea si Ruby sabe que nuestro padre es quien le dará su hígado y lo peor que si muere, como podrá afrontar ella todo esto y más cuando se entere se la noticia. Esto no es nada agradable y más cuando tampoco se puede predecir que la cirugía de mi hermana podrá salir en perfectas condiciones. Solo pido a Dios que ambos salgan ilesos de este problema y que a su vez, vivan.

(...)

Acaricio mi frente después del dolor de cabeza que apareció con tanta noticia que he recibido en el día, he buscado la forma de poder seguir manteniéndome firme y tranquilo pero cada vez que pasan las horas y no recibo noticias, las cosas empeoran. No le he dirigido la palabra a Alaska pero ella tampoco ha invadido mi espacio personal, en vez de eso, me lo ha proporcionado sin quejarse o tratar de acercarse, hasta el momento, se ha mantenido apoyando a mi familia, diciendo cosas positivas y animándolos para que puedan dejar su angustia unos minutos pero le es difícil cuando son tres en uno porque en mi caso no me agrego porque ya sé todo lo que puede venir después.

—Parientes de Ruby Beckham. —Escuchamos que alguien habla.

Vemos a un doctor en bata y con unos papeles en mano, sigue leyéndolos mientras soy el primero en acercarme para saber que noticias tiene sobre mi hermana, mi familia se levanta y pronto llega a mi lado, agregando a Alaska quien también suele interesarle el resultado que hubo.

—Les tengo buenas noticias—dice primero el doctor—, el trasplante de hígado fue todo un éxito, ahora solo veremos como este responde en el cuerpo de ella, tenemos que tomar en cuenta que este solo es un paso de los siguientes que vendrán, la señorita tendrá que estar en control médico y no faltar a sus terapias y dejar de tomar los medicamentos que le recetaré. —Concluye con el diagnóstico.

— ¿Podemos verla?—pregunta mi madre.

—Por el momento la tendremos en observación, esta delicada pero en unas horas una enfermera les avisará para que puedan verla. —Mi madre quedo satisfecha con eso.

—Gracias doctor. —Mencionamos todos.

La cirugía de Ruby salió siendo un éxito ahora solo debemos de esperar a mi padre para que todo salga bien y dejemos de preocuparnos por su condición médica.

— ¿Parientes de Elton Beckham?—a los minutos escuchamos que llama otro doctor.

Dejo de estar tranquilo para ponerme tenso y tener que ser yo quien camine hasta el doctor pero mi abuelo se me adelanta y espera a que le den los resultados de la operación de mi padre, puedo ver como mi hermano está sufriendo mucho, su rostro me lo dice pero estoy igual que él que no tengo palabras o gestos para poder tranquilizarlo.

— ¿Cómo está mi hijo?—el doctor le da una mirada a mi abuelo.

—La bala traspaso su pecho y no había mucho que hacer, rompió una artería del corazón y perdió mucha sangre, lo lamento. Pero el señor Beckham murió. —Resumió el doctor.

Un golpe en el suelo y un grito, fue lo que provoco que me diera la vuelta y observara a mi hermano en el suelo, Alaska y mi madre intentaron levantarlo pero su peso corporal no les permitía mucho moverlo, corrí hasta él e intente tomarlo de los brazos pero unas enfermeras se acercaron con una camilla y nos ayudaron a levantarlo para ponerla en ella y así llevárselo, el impacto de la noticia le ocasionó esto pero lo peor aún no ha llegado y ahora sí, no sé cómo podré levantar a mi familia de este gran golpe.

(...)

2 semanas después...

Creo que los últimos días han sido de los más peores de mi vida, si la perdida de mi hijo no me mato, la muerte de mi padre si lo hizo; creo que los más afectados han sido mis hermanos, ya que mi abuelo y yo, por lo menos hemos podido resistir el dolor pero eso no demuestra que no sienta o muestre alguna emoción al saber que mi padre ya no está con nosotros.

No tengo idea de cómo le hice para explicarle a Ruby que mientras ella se salvaba de su cáncer, mi padre murió pero antes, fue quien le donó su hígado para que siguiera viviendo. Ella al principio no lo comprendió hasta fue un shock también para ella saber que todo había terminado por ser lo contrario cuando pensábamos que podíamos salir de ambos problemas; Ruby no tolero mucho tiempo en mantenerse tranquila, no puedo describir mucho menos la sensación que tuve cuando ella empezó a llorar, a gritar, a culparse y a querer ir a ver a nuestro padre; a pesar de todo ello, no se lo permitieron ya que al estar delicada por su operación, tenía que permanecer en reposo por unos días. Eso sin decir de Skandar, se la ha pasado muy callado, no come lo suficiente y pasa encerrado en su habitación, he tratado de poder conversar con él pero mayormente se niega y en vez de eso, me cierra la puerta en mi nariz, así que prefiero no molestarlo y obligarlo a que me escuche, por eso, intento darle tiempo.

Mi madre ha intento de alegrar a mi abuelo pero él, sin embargo aunque le agradezca y le devuelva los gestos de aprecio por lo que está haciendo por él, creo que aún no ha podido afrontar la muerte de su hijo, más cuando siempre uno espera que los hijos sean quienes entierren a los padres, no que los padres sean quienes entierren a los hijos; después de esto, no sé si mi abuelo necesitará de nuevo cambiar un poco de ambiente, lo digo porque aunque su rostro no lo demuestre mucho, estás cosas le suelen afectar demasiado a punto de pensar que es lo que se puede llegar a hacer por él, porque el dolor que toda mi familia está enfrentando no es la misma que la de él y siendo sincero, la salud de mi abuelo es la más importante como la de Ruby hasta el momento.

A veces pienso que es lo que puede estar sintiendo ahora mismo mi madre, sé que el divorcio era todo para ella y poder olvidar a mi padre, pero las cosas cambiaron de rumbo y aunque la he observado llorar en silencio, no sé qué grado tuvo que soportar ver a Ginger en el entierro de mi padre y no solo eso, darse cuenta que está embarazada. Me pregunto si toda hay un poco de amor en ella por mi padre, vivieron y compartieron mucho tiempo juntos que no creo que todo aquello lo haya tirado a la basura solo por enojo, bueno, yo por un momento hice eso pero de nuevo recordé los buenos momentos que tuve con mi padre y no me había sentido tan bien y tan mal a la vez de darme cuenta que si no hubiera sido egoísta y orgulloso, podría haberlo perdonado desde antes y pude haber pasado más tiempo con él.

Todo en el entierro fue caótico... Ginger encarándole a mi madre que no debía de estar ahí cuando tenía que ser lo contrario, mi hermano se puso a discutir con ella a punto de alejarla a empujones, Ruby llorando encima del ataúd de mi padre, mi abuelo siendo quien diera el discurso de despedida porque yo no tenía la valentía de hacerlo porque siento que fui el causante de su muerte cuando debía de haber presionado a los oficiales y detectives a que buscaran a Inés para evitar esta cosas y sin lugar a dudas, Alaska no se apartó de mí y dijo unas últimas palabras también para mi padre; creo que la muerte de mi padre ha sido lo más difícil en la vida, esperaba muchas cosas después de aquellas disculpas pero ahora... Ya no será posible.

He buscado mantener la mente ocupada con trabajo y solucionar el problema de los planos que Dave destruyo, se pudo encontrar una copia del comienzo de los planos, pero al estar incompleta, se tuvo que reconstruir y además, se tuvo que llamar a otro arquitecto para que nos ayudara a modificar algunas cosas y así quedará un poco similar con lo que ya se tiene construido. Será un doble gasto pero en uno de estos días el arquitecto Platten, le llegará una notificación de una demanda por haber vendido aquellos planos que no solo le pertenecían a él sino que también a mi empresa.

Ahora, luego de dos semanas, me encuentro en la oficina del abogado de mi padre, nos ha citado a mi familia, a Ginger y a mí para leerlos el testamento y herencia que nos dejó nuestro padre, creo que él ya tenía planeado ciertas cosas pero en sí, creo que habrán huecos vacíos que se tendrán que solucionar con ayuda del abogado y de la familia, para saber que se llegará a hacer, entre ellos, que será de la empresa de mi padre.

—El señor Beckham, tenía todo preparado por si las cosas se le llegaban a adelantar... —Buena forma de decir por no mencionar que mi padre podía suponer que algún momento terminaría por morir antes. —Todo el dinero y sus bienes se han llegado a repartir considerando lo mejor para todos los presentes, así que su palabra ya no podrá ser cambiada si uno de ustedes parece no estar de acuerdo con el testamento. Y si tienen algo en contra de ello, solo se puede decir que presentando una demanda con evidencias puede que el testamento se anule, pero por el contrario, las palabras del señor Beckham se mantendrán intactas y correspondiendo a lo que él deseaba. —Nadie dijo nada en contra de ello. —Les leeré lo que él dejó de herencia para cada uno de ustedes. —Asentimos.

Primero empezó a leer el encabezado de todo documento debe de tener para que sea legítimo, luego paso a decir una pequeña introducción sobre quienes son las personas que están dentro de la herencia y por último término por declarar las partes que obtenía cada uno.

—Para mi esposa, le dejó la casa en la cual compartimos durante mucho tiempo nuestro matrimonio, ella será la responsable en cuidar de ella y será quien decida al final si venderla o dejarla de herencia para nuestros hijos, a su vez, ella será dueña del 60% de las acciones de mi empresa, mientras que el 40% lo obtendrá Pablo Clare, mi segunda mano y ejecutivo de Global Machine Enterprises y el dinero será repartido en partes iguales para ambos. —Se detuvo German al leer el testamento.

— ¿Ambas cosas serán para ella?—Mire boca abierto a Ginger. — ¿No me correspondió a mí, una parte?

— ¿Quién te crees para decir esa estupidez?—resalto Skandar.

—Fui su mujer y espero un bebé de él—se excusó.

—Mamá... —Skandar fue interrumpido por otra persona.

—Puedo ceder mis derechos de la empresa a ella, igual que la casa—mis hermanos y yo nos quedamos asombrados con las palabras de mi madre.

—Lo siento señora Beckham pero el señor no deseaba que eso sucediera, es más, prohibió que todo lo establecido en este testamento, sea traspasado a la señorita Ginger. Si llega a pasar algo como lo que desea, todo ese dinero será dado a un tercero, perderá la casa y su porcentaje en la empresa. —Declaro German.

—El problema es que no quiero nada de Elton—ella aún seguía herida.

—Mamá, por favor... Acéptalo... —Le suplico Skandar.

—No... Es demasiado cargo para mí... —Le tome la mano a ella.

—Nos tienes a nosotros, te ayudaremos con lo que necesites pero no entregues el patrimonio que tanto le costó construir a mi padre, por un orgullo que puede perjudicarte. —Ella suspiró.

—Está bien, continué. —Sonreí.

—Para mi hija mayor, Ruby. Espero que mi órgano pueda darle muchos años más de vida, por lo cual a ella le dejó eso de herencia y deposite setenta mil libras a su cuenta bancaria. —Ruby se quedó callada y con la cabeza agachada.

Le doy un abrazo a mi hermana y puedo sentir como vuelve a llorar, que le recuerden que mi padre fue el donante de su hígado aún no puede aceptarlo y asimilarlo.

—Para mi hijo, Pierre, le dejó también setenta mil libras en su cuenta bancaria. —El abogado me da una mirada para saber si reprocharé por lo único que me dejo mi padre pero siendo sincero hasta creo que eso es más que suficiente. —Y para mi hijo, Skandar, también añado setenta mil libras a su cuenta bancaria y de herencia, la colección de automóviles que a él tanto le gusta. —Mi hermano quedo sorprendido de ello.

—Dios papá... —susurró.

—Y para mi futura hija, he llegado a pagar todos los gastos escolares que necesitará en su futuro, se le llegará a administrar los gastos de sus primeros años de vida y cuando cumpla su mayoría de edad, ella obtendrá también setenta mil libra cubriendo a su vez, los gastos universitarios por la carrera universitaria que opte. —No me hubiera imaginado lo generoso que fue mi padre con mi otra hermana. —Eso es todo.

— ¿Qué hay de mí?—dice molesta Ginger.

—Usted no está en el testamento señorita Ginger, si la he llamado fue porque usted lleva la futura hija del señor Beckham y por ello tiene el derecho de saber la herencia que tendrá la niña al nacer, crecer y convertirse en una adulta. —Explico el abogado.

— ¿Qué hay del terreno que compró Elton en Carmarthenshire?—mi mirada pasa de Ginger al abogado.

—Como verá señorita Ginger, este es el único testamento que dejo el señor Beckham antes de morir, todo lo que él no haya escrito, pasará en manos del gobierno. Así que, no se debe de preocupar por ello. —Hizo un ademán para que ella se relajara.

— ¡Esto es injusto!—se levantó y agarro el testamento—Aquí debe de estar mi nombre... —El abogado le quito de sus manos el testamento.

—Discúlpeme señorita Williams, pero usted no debe tomar estos documentos, aquí tiene la copia del original—le entrega una carpeta—, cualquier duda me la puede llegar a hacer en mi oficina. —Dijo German ya hastiado de soportar a Ginger. —Antes que termine, el señor les dejo una carta a cada uno, nos entregó a mi familia, a Ginger y a mí, unos sobres. —Ese será el último comunicado que el señor Beckham dejo para ustedes. Joven Skandar, si me permite decirle, su padre quería que lo leyeran cada uno en un lugar privado, eso me dejo de ultimátum para todos. —Skandar guardo el sobre. —Y aquí tienen ustedes la copia también del testamento. —Repartió una para todos.

Cuando terminamos de saber cuáles fueron las últimas palabras, deseos y herencia de mi padre hacía todos, cada quien decidió tomar su camino, aunque la única persona que quedo insatisfecha fue Ginger aunque debería de agradecer que mi padre ya le dio un futuro a mi hermana y no la dejo en la calle dejando que ella se encargará de todos los gastos. Mi madre se llevó a mis hermanos a casa, mientras que Ginger tomó un taxi, me daba mala vibra tener que lidiar los próximos años con ella solo para saber cómo se encuentra mi hermana, solo esperaba que no la apartara de la familia pues, aunque mis hermanos aún no han dirigido una palabra sobre ello, creo que siempre debemos de mantenernos unidos e integrar a la nueva Beckham a la familia.

—Pierre—me detuve al ver que German camina hacia mí.

—Gracias por todo lo que hiciste por mi padre—le dije antes de despedirme.

—Solo cumplí con mi trabajo y con los deseos que tu padre quería antes de morir. —Asiento. —Pero antes que te vayas, quiero hablar algo importante contigo y tu novia—enarque la ceja— ¿Con Alaska?

—Sí—afirmó.

— ¿De qué se trata esto?—le pregunté.

—Te diré pero con ella presente. —Suspiro y apruebo su condición porque tengo la curiosidad.

Llamo a Alaska y quedamos en vernos en mi oficina, es importante que lleguemos a saber qué es lo que quiere hablar el abogado de mi padre con nosotros, por lo menos, no siento que nos tenga una mala noticia sino más bien, pueda ser algo que mi padre quería que cumpliéramos al final o solo escuchar otro perdón por querer separarnos.

A la media hora, llego a la constructora y me avisa que Alaska ya se encuentra en mi oficina, le agradezco por haberla dejado pasar e invitó a German para que sea el siguiente entrar, apenas llegamos al piso en donde se encuentra mi zona privada de trabajo para abrir la puerta y ver que Alaska se encuentra sentada en el sofá, creo que no es buen momento de tener que recordar lo que hicimos hace un mes en ese mismo lugar, por el momento será bueno que nos concentremos en lo que nos dirá el abogado.

—Alaska, te presento a German Valenzuela, es el abogado de mi padre. German, ella es mi novia, Alaska Gardener. —Los presente a ambos.

—Un gusto en conocerla, señorita Gardener. —Se dan un apretón de manos.

—El placer es el mío. —Dice Alaska con una sonrisa en su rostro. —Ahora, deberán seguirme. —Veo cómo va hacía la puerta.

— ¿A dónde?—Le pregunto confundido de lo que está sucediendo.

—A Carmarthenshire.

(...)

— ¿Por qué me cito el abogado de tu padre?—estacione el auto al descubrir que ya hemos llegado al destino cuando German se bajó.

—No sé, tampoco tengo idea. —Le di una mirada a Alaska.

Nos bajamos del auto y seguimos al abogado quien se encontraba esperándonos, él nos sonrió y nos hizo una señal para que lo siguiéramos, así que mientras caminábamos nos solo me di cuenta que estamos dentro de una propiedad privada. Hay muchos árboles y el clima suele ser fresco, hay unos peldaños de roca que separan la acera de la calle con el territorio de la propiedad, ayudo a Alaska a caminar sobre el césped verde mientras seguimos a German, apenas caminamos diez metros cuando detrás de unos pinos nos encontramos con una casa antigua, la cual parece estar desolada y a punto de caerse.

—Bien, los he citado aquí a ambos para darles una nueva noticia—Alaska y yo nos miramos al unísono. —Pierre, tu padre dejo otro testamento aparte del que les leí a todos hace unas horas. —Me quedé atónito con aquella noticia.

—Pero, ¿por qué no lo leíste allá?—se negó.

—Porque el testamento va dirigido a Alaska y a ti. —Abrí los ojos en grande.

— ¿Por qué estoy dentro del testamento? Eso solo debería ser entre familia—Alaska pide una explicación.

—Bueno, fue decisión del señor Beckham. Lo único que puedo decirle señorita Gardener, es que él se lo debe, por haber cumplido con su promesa. —Sé a lo que se refiere German.

—Y, ¿de qué trata este testamento?—continuo con lo principal.

—Tú padre considero no solo dejarte las setenta mil libras sino que también parte de esta propiedad en Carmarthenshire. —De nuevo comienzo a sorprenderme. —Tendrás el cincuenta por ciento de esta propiedad, mientras que Alaska el otro cincuenta por ciento. —Explica.

— ¿Está es la propiedad que hablaba Ginger?—lo cuestioné.

—Sí, bueno, eran más hectáreas pero tu padre tuvo que vender una parte de ellas para poder darle los estudios a tu hermana. —Comentó.

Observo toda la propiedad con más detalle, no solo puedo ver que está dentro de un ambiente muy verde sino que también lejos de la ciudad y de todo ruido. La casa es antigua y es de reconocer porque lo que he escuchado es que las casas de las ciudades de Gales suelen ser mayormente antiguas como su cultura y lugares turísticos.

— ¿Cuál es el fin de esto?—seguí preguntando.

—Quería que en este lugar reconstruyeras la casa y vivieras en ella, claro que con tu propia familia—abro la boca—, por supuesto que tu padre pensó en Alaska. —Reprimí una risa al ver que Alaska se puso sonrojada.

— ¿Podemos verla?—Él asiente.

—Solo que yo no tengo la llave—lo vi extrañado.

— ¿Cómo es que no la tienes?—él encogió sus hombros.

—Dijo que tú la tenías... —Respondió.

— ¿Yo? Es imposible cuando...

Fue entonces que recordé que el regalo que él me obsequio para mi cumpleaños fue una caja pequeña la cual no pesaba nada y parecía tener un extraño ruido leve. Quizás sea la llave... Corrí de regreso a mi auto y busque entre los asientos de atrás la caja de regalo; al principio no la encontraba y me preocupe por si en un arranque de enojo la había llegado a botar pero pronto la encontré debajo de mi asiento. Rompí el envoltorio y la abrí, descubriendo que exactamente se trataba de la llave, una pequeña llave de bronce desgastada.

—Gracias papá...

La tome y volví a la propiedad con la llave en la mano, cuando se la enseñe a German, él me hizo una señal con su mano para que entrará, así que rodeando mi brazo en la cintura de Alaska, la hice caminar hasta aquella casa hecha de roca y madera.

Puse la llave en la cerradura de la puerta y con perfección entro en ella, empuje la puerta y esta dejo ir un rechinido fuerte y aunque no esperaba ver tan destruida y degastada la casa, empecé a verla con otros ojos...

La madera se encontraba húmeda y mojosa, el suelo tenía varios agujeros, se ha empezado a caer el tejado del techo, hay mucho polvo y tierra, hasta algunas plantas han empezado a crecer por dentro, no hay muebles, simplemente solo es la casa y con algunos objetos de cocina de los cuales se debe de cambiar como el fregadero.

Le di un recorrido a toda la casa, la parte de arriba, se encuentran cuatro habitaciones y entre ellas suelen ser espaciosas, he podido ver que la casa no es grande pero si tiene lo necesario para una familia. Las escaleras dejaban ir diferentes sonidos con cada pisada que les daba, busque a Alaska y la encontré agachada mirando algo en el contorno externo de una puerta de una de las habitaciones.

— ¿Qué has encontrado?—me agache para quedar a su mismo nivel.

—Mira esto...

Me enseño un par de líneas horizontales delgadas y pequeñas que se identificaban con unos números y unas edades, al principió salía 5 años, luego 7 años, 10 años y por último 12 años.

—Que tierno...

La veo a los ojos y puedo ver como acaricia cada una de las líneas y números, por supuesto en esta casa hubo niños y por lo que se ve, sus padres le señalaban la edad en que iba creciendo de altura. No es de extrañar que Alaska le gusten estás cosas pero la verdad es que también me parece bonito.

Nos encaminamos para salir de la casa y encontrarnos de nuevo con German, quien al darnos una mirada nos sonrió y parecía convencido en sus propios pensamientos.

—Y ¿bien?—nos da una mirada a ambos.

—Sí, es una casa linda... Tiene reparo. —Me doy media vuelta para volverla a ver.

— ¿Por qué vendieron la propiedad?—pregunto Alaska.

—Los antiguos propietarios eran unos ancianos que vivían solos, sus hijos se fueron a vivir a otra ciudad y otro país y los dejaron a ellos aquí, ya que ellos no deseaban separarse de la casa que construyeron con sus manos. Para ellos tenía un gran valor sentimental que no deseaban abandonarla, así que ambos pasaron sus últimos días aquí. Al morir, uno de sus hijos puso en venta la propiedad y tu padre la compró, Pierre. Pensó en hacerla una casa de campo pero nunca le quedo tiempo en velar por ella. Al principio, le iba a dejar la propiedad a Ginger, pero luego se retractó y pensó que, tú valorarías más este lugar y sabrías que hacer con él. —Mi padre me conocía bien.

—Entonces, ¿la casa es nuestra?—German asintió.

German nos puso en frente de ambos la carpeta con el testamento en donde consta que la casa ahora nos pertenece, cuando tome aquellos papeles por varios segundos sentí ese toque de felicidad y más saber que con mis propias manos puedo hacer de esta casa, mi próximo hogar con la persona que amo.

Le agradecemos a German por mantener esto en secreto, es mejor que aún no lo llegué a saber mi familia, cuando todo este hecho, creo que será el mejor momento para decirlo.

Me quedo solo con Alaska y seguimos mirando aquella casa, la cual no puedo dejar de ver porque todo de ella me encanta, eso sin decir que en mi cabeza he empezado a crear todo tipo de detalles que puede haber dentro de la casa.

—Pierre, ¿qué es lo que haremos?—dirigí rápido mi mirada a ella.

— ¿Por qué?—Le digo asustado.

—En dos meses ya no estaremos juntos y la casa está a nuestros nombres... Puedo darte mis derechos de ella, si quieres—suspiro.

—No, por el momento no quiero eso. —Le digo un poco angustiado por sus palabras.

—Y ¿qué es lo que quiere ahora?—pregunta.

—Solo quiero pensar en que si no hubiéramos comenzado con el plan, quizás ahora estuviéramos siendo felices, con nuestra futura casa. —Me sincero.

Ella baja la mirada por un momento hasta que deja ir una sonrisa y vuelve a mirarme.

—Me gusta esa idea. —Un alivio llega a mi cuerpo con su respuesta.

Quizás sea hora de ir tomando una decisión, la cual depende si quiero a Alaska para toda mi vida o debería dejarla ir para que pueda realizar sus sueños. Esto será una gran batalla con mi mente y mi corazón.

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Continuará...

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