Capítulo 16
"A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo"
Jean de La Fontaine
***
Absorbí un poco de café esperando que éste ya no estuviera caliente al punto de quemarme no solo mi lengua y mis labios sino que también mi garganta, en ocasiones suelo odiar el café caliente pero en otras, suelo conformarme con ello dependiendo del clima, pero al estar en la tercera semana del mes de Enero, aún no puedo decir que el clima me hace un favor contra el frío, solo faltan unos días para que la primavera se aproxime y así ya pueda ocupar ropa más cómoda sin tener que estar usando guantes, bufandas y suéter.
— ¿Cómo has estado?—Miranda se encontraba en frente de mí con una media sonrisa.
—Bien. ¿Por qué la pregunta y el rostro?—suspiró al ver que no estoy muy bien informada de su humor.
De su cartera café, saca un periódico que se encuentra enrollado como un tubo para poder dármelo; al principio no entiendo que quiere mostrarme porque en el encabezado de las noticias y las primeras páginas no aparece nada que yo pueda asimilar con algo o alguien que yo recuerde o conozca, pero mediante voy pasando las páginas me encuentro con una pequeña noticia a un lado y es cuando intento no someterme a mi curiosidad de poder observar meticulosamente cada detalle de la imagen y leer detenidamente cada palabra escrita.
Una parte de mí sabía que esto sucedería en algún momento, pero la parte mala de ello, es que no quería aceptarlo por más que le dijera a mi mente y mi corazón que fuera realista; ahora compruebo que mediante los días y las 3 semanas que no he sabido nada de él, esta noticia es un trago amargado y casi una bofetada al pensar que quizás, algún momento las cosas podían ser diferentes, pero es mejor saber la verdad antes que vivir en una burbuja llena de ilusiones y mentiras.
"Hace unas semanas atrás dimos por hecho que la joven Alaska Gardener sería la próxima novia del multimillonario Pierre Beckham después de saber que además de estar presente en la fiesta benéfica hecha por él mismo ingeniero y sus socios, también habían pasado juntos el año nuevo; pero ahora entendemos que quizás todo esto solo fue una simple amistad, ya que el día de ayer, se le vio acompañado de la nueva modelo de la marca de Gucci y Dior, Melissa Colton, en donde al parecer él fue a verla en una de las primeras pasarelas del año que para la joven modelo ha sido el comienzo de su carrera como profesional en el modelaje, luego de ello, se observó cómo ambos fueron vistos cenando en un restaurante y luego de ello, la modelo Melissa Colton subió al auto de Pierre Beckham".
"Por lo que sabemos está puede ser una nueva conquista para el ingeniero, en donde muchos la han considerado como una joyita que empieza a ser pulida por un buen lapidario. Y no es de menos cuando un fotógrafo pudo obtener una foto de ellos besándose. Es acaso aquí que sea posible que el ingeniero pronto tome compromiso formal con una belleza de mujer".
"Pero no nos podemos olvidar de una persona la cual nos sorprende que la conexión ya no se haya visto, es decir, que ahora nosotros nos preguntamos sobre ¿qué sucedió con Alaska Gardener? Ella solo fue otra más de las muchas que han sido seleccionadas y pronto rechazas en la lista. O pueda ser que ella no sea la preferencia de Pierre Beckham. Debemos tomar en cuenta que la señorita Gardener ha sido la primera mujer ordinaria en la vida de Beckham mientras que sus demás novias han sido solo modelos o mujeres con una alta posición económica o pública. ¿Será acaso eso porque su relación no perduro ni un mes? Nunca sabremos. Ya que Beckham jamás habla de sus relaciones amorosas y por lo que sabemos, la señorita Alaska Gardener tampoco ha querido hablar de ello".
Respire hondo y exhale el aire pronto al no poder contener la respiración por mucho tiempo al estar enojada, no sé qué me enfurece más, si es saber que todo el mundo cree que Pierre me vio de menos y por eso no quiso tener una relación conmigo o no hacerle frente y darle a conocer a todos que lo de nosotros nunca fue nada, ni siquiera una amistad.
Ver la noticia y la fotografía de mala calidad por la oscuridad y distancia en donde se puede ver a Pierre besando a aquella mujer hace que mis sentidos empiecen a alborotarse. Doblo el periódico en mitad y bebo nuevamente del café con la intención de poder calmar mis nervios los cuales se han acelerado al leer la noticia.
—Y bien... —Miré a Miranda.
—Me alegro por él, está rehaciendo su vida—dije como si la situación no me afectara en lo absoluto.
—Sí pero tú... —la interrumpí.
—Estoy bien, mi vida sigue en su curso. Y no me quejo. —Dije indiferente.
Tenía que suceder así, él buscaría a otra y yo seguiría empeñada con mi trabajo; es una rutina que ambos consideramos antes de la despedida y aunque no puedo decir que los dos primeros días pude borrarlo de mi mente, tuve que hacerlo si quería volver a tener una vida sin preocupaciones en el amor.
Pierre fue un buen amante mientras duro, todo solo fue un juego de sexo que ambos aceptamos, en donde el amor no cabía en ninguna superficie y es claro que él pareció siempre tener ese objetivo en mente y por supuesto, aunque yo misma me tambaleara en ocasiones, hasta el momento soy feliz con mi propia vida.
—Han pasado tres semanas... No has tenido ansiedad de... —negué rápido.
—No llevó una vida sexual activa, por eso puedo con ello. —Ella rió.
—Bueno, de todas formas tienes un amigo que pueda consolar tus penas sexuales—achiqué los ojos.
Y es que ella no bromeaba, para navidad en vez que Miranda me regalara algo útil en mi vida cotidiana, termino por regalarme un consolador de 20 cm, ni siquiera puedo ver aquel aparato porque su tamaño y su detallada estructura casi real me hace tener pánico. Sinceramente lo he dejado en lo más profundo de mi ropero con la idea que jamás lo usare y es posible que pueda venderlo en un buen precio por Internet cuando aún no ha sido usado y está en su paquete.
—No lo usaré. —Dije segura. —Además, ¿cómo pueden gustarte esas cosas?—ella sonrió.
—Es divertido jugar y pasarte un rato imaginando cosas morbosas. —Me cubrí los oídos con mis manos.
—Basta, no quiero escuchar tus experiencias. —Ella rodó los ojos.
—Deja de ser tan pulcra e inocente que ya no eres virgen. Agregando que con Pierre hiciste cuatro posiciones sexuales lo cual ya te saca del parámetro de solo utilizar el misionero. —Intenté no sentirme avergonzada por si alguien la escuchaba.
—Bueno, quizás ya no sea virgen pero aún soy novata en todo. —Murmuré.
—En eso te doy la razón. —Chasqueo los dedos.
Alejé el periódico y seguí interpretando todo lo que circulaba en mi mente... La noticia, los días que tuve sexo con Pierre y agregando el consolador que me hace dudar si alguna vez intentaré usarlo como método de aliviar una emergencia orgásmica como me lo dice Miranda. Oh cielos, antes tenía todo un orden en mi cabeza, ahora las cosas se han ido al borde de nuevo.
—Dejando a un lado al idiota de tu ex amante... —Hice una mueca con su definición sobre Pierre. — ¿Cómo va el tatuaje?—ella se hizo a un lado para verlo.
—Esa es la razón por la que te llame—abrió sus ojos en forma asustada—, descuida no sucedió nada malo es solo que hoy me quitan el protector para revelar el tatuaje. —Ella se sorprendió.
— ¿Entonces hoy termina los días de curación?—asiento.
—Así que, porque no vamos a que me quiten el plástico. Ya quiero verlo más definido. —Ella Sonrié y aplaude.
— ¡Claro que sí! Vamos ahora—se come rápido su postre y pronto bebe todo su capuchino para limpiarse los labios y levantarse de la mesa.
Hago lo mismo mientras intento no atragantarme con las galletas de vainilla y el café; apenas soy capaz de comerme todo rápido y tomarme la bebida sin quemarme para luego ambas irnos; lo bueno de esto es que siempre pagamos el producto antes para así en cualquier ocasión solo levantarnos e irnos.
Pronto llegamos al local del centro comercial en donde me hice el tatuaje para ver como Miranda se encontraba a uno de sus mejores amigos de la infancia. Tom Ross quien es el dueño de su propio local de tatuajes y es el diseñador del mío, al verme también es el siguiente en abrazarme y preguntarme sobre cómo han sido todos los días en que perduro la curación de mi tatuaje, apenas le pude contar mis experiencias cuando empezamos a caminar dentro de la sala en donde se hacen los tatuajes, el lugar siempre se mantiene limpio y fresco que fue la seguridad de aquí que hizo que no dudará por hacerme un tatuaje.
La idea comenzó hace dos semanas y media cuando en mi cabeza se metió la locura de querer tener mi propio tatuaje significativo en mi cuerpo, quizás tomar el riesgo de tener uno se mantuvo en mi mente porque por una vez en la vida quería tener un recuerdo o una representación de lo que perdí pero sigue estando en cabeza; y cuando le comenté a Miranda sobre mi idea, ella no tardo en apoyarme y recomendarme a su amigo quien es profesional en este arte corporal.
Antes no sabía que hacerme, pero cuando Tom me enseño una libreta en donde se encontraban muchos modelos de tatuajes con sus significados, no tarde mucho en encontrar el que quería.
Fue entonces que la elección de tener una flor de loto en mi cuerpo hizo que me identificará, sino que también, por que ha sido una representación natural y budista de los tiempos. El segundo paso fue optar en donde hacerme el tatuaje, como Tom me había explicado, mayormente dicho dibujo siempre las personas se lo hacen en la espalda, tobillos y brazos pero en mi ocasión no resulto de mi afán querer ponerlo en uno de esos lugares, así que al pensar un momento en donde ponerlo, termine por decidir que lo quería en mi cadera... sería doloroso pero no imposible.
Así que ahí fue en donde empezó todo, el diseño del tatuaje, las resistencias por no gemir del dolor al sentir como la aguja marcaba mi piel y por último, los días en que debía tener cuidado con la curación del tatuaje.
—Muy bien, parece que te cuidaste bien y seguiste mis indicaciones—revisó el tatuaje después de quitarme la venda de protección.
—No es de sorprenderse, es mitad doctora y es obvio que seguirá instrucciones—bufé con la respuesta de Miranda.
Tom limpió el tatuaje de nuevo a pesar que no lo necesitaría, ocupo jabón de pH neutro y agua tibia para luego untar una crema encima de él.
—Muy bien, puedes verlo. —Me índico al quitarse los guantes.
Me levanté y pronto me dirigí al espejo; agarre mi camisa y baje un poco mi pantalón para ver mi primer tatuaje, una sonrisa salió de mi boca por si sola y casi grito de la felicidad al ver lo bonito que se ve en mi cuerpo, lo toque y pronto sentí que volvía a tener algo propio que me reconociera.
—Oh Dios, te envidio Alaska. Es hermoso—con drama, Miranda se puso las manos en sus mejillas.
—Deberías hacerte uno—le recomendó Tom.
—Ni hablar, sabes el pánico que le tengo a las agujas... Eso sí que no—se negó a pesar que le gustaban los tatuajes.
—Gracias Tom, es maravilloso—dije aún fascinada.
—De nada cariño. Cualquier cosa que necesites, estoy a tu orden—le sonreí.
Le di un abrazo y le hice otros comentarios acerca de mi tatuaje de flor de loto que para él fueron muchos elogios y formas de sentirse orgulloso de su creación; Miranda y yo salimos de aquel local lleno de dibujos de personas con tatuajes y un ambiente friki para pronto caminar por los alrededores del centro comercial.
—No puedo creer que hayas tomado una buena decisión. Ese tatuaje en serio te representa—sonreí al escucharla.
—Me encanta. Lo amo—dije aún sin quitarme la felicidad en mi rostro.
Nunca me hubiera imaginado que un tatuaje quedara muy bien diseñado en mi cuerpo, creo que es una de las cosas que jamás me arrepentiré de haberme hecho; si fuera posible lo siguiera mirando pero por cuestiones que se encuentra en mi cadera izquierda, solo me toca hablar de él hasta que llegué a mi apartamento.
Seguí hablando con Miranda para luego entrar a Victoria's Secret, mi amiga que me ha acompañado durante esta aventura empieza a probarse algunos perfumes mientras que no puede decidir con facilidad cuando una empleada le ayuda a decirle cual se acoplan más a su personalidad, no sé cómo las personas pueden encontrar la forma de vender su producto a los demás con solo palabras, pero conociendo a Miranda, ella es fácil de caer en estas situaciones, tanto que espero que no compre más de un perfume cuando estoy segura que debe tener aún muchos en su tocador.
Aun no muy convencida por cual perfume comprar, se va a otros mostradores en donde la misma empleada le da rocía perfume en una pequeñas paletas de papel para que ella siga oliendo todo tipo de olores afrodisiacos y exóticos luego de tener que oler café para poder quitarse los perfumes que ya probo. Me agarro del cuello y empiezo a darme unos pequeños masajes cuando siento como toman mi brazo y me hacen girar para ver aquellos ojos que no me imagine ver pronto.
Pierre se encuentra con una cara de molestia que no puedo ni siquiera imaginar cual es la razón por la que su carácter se encuentre de malas en este momento, intento pensar si he hecho algo malo que pueda perjudicarlo pero la idea pronto es deshecha cuando es afirmativo que hace tres semanas que no nos vemos; sus ojos se encuentran pequeños y acusadores que no puedo encontrar la diferencia de su iris y de su retina.
—Pensé que contigo nunca tendría problemas pero ahora veo que las cosas no son así—retrocedí unos pasos pero volví al mismo lugar al tener aún la mano de Pierre sujetando mi brazo.
— ¿De qué hablas?—hago un gesto de no comprender lo que dice.
— ¡Ah! Deja de hacer esa cara de desentendida que muchas veces la he visto en mujeres como tú—halo mi brazo para que me suelte al escuchar esas horribles palabras.
—Si me explicaras bien de qué estás hablando, entendería sin hacerme la desentendida—le explique pero él se puso a reír de forma irónica.
—Alaska, entiende que esto solo fue algo pasajero, algo de un par de noches llenas de sexo... Yo no quiero nada contigo y... —Ahora yo fui la que reí de forma irónica.
—Que estupideces dices—enarcó la ceja—, ya sé que todo lo que tuvimos solo fue sexo. Así que no pienses que estoy buscando una relación contigo—él pone los ojos en blanco.
—Quisiera creerte pero me has estado persiguiendo durante dos semanas y media que ya me estás llevando al extremo de tener que hacerte entender que no te quiero cerca—hice una mueca.
— ¿Yo? ¿Persiguiéndote?—dejé ir una carcajada—Perdóname Pierre, pero hacer eso, es tener poca dignidad luego de haberme metido en tu cama—dije molesta.
— ¿Te quejas ahora de eso?—se acercó a mí—Te recuerdo que siempre disfrutaste que te follara hasta que llegabas al orgasmo, sin agregar que tu elegiste que yo te quitara la virginidad. —Respiré profundo para no darle una buena bofetada y hacer un show.
¿Puedo llamar esto un error? Antes no me lo parecía, pero ahora que él me acusa de violar su espacio personal por creer que lo persigo como si fuera una loca obsesionada por él, ya es demasiado para quedarme callada, además, ¿qué se cree él para venir a decirme todas estas cosas así por así? Supuestamente acordamos que cada quien haría su vida y ambos nos olvidaríamos uno del otro y yo, no fallo en mis promesas.
—Que idiota eres. —Murmuré para que otros clientes no nos escucharan.
— ¿En serio? Si así lo quieres, puedo llamarte yo como acosadora—abrí mi boca.
—¿Por qué piensas que yo te estoy persiguiendo?—le pregunté ya harta de sus palabras.
—Me parece extraño que casi todos los benditos días nos estemos encontrando en el mismo lugar como si acordaramos en reunirnos a la misma hora y en el mismo lugar—me acaricié las sienes por su respuesta.
—Esto puede ser una bendita casualidad. Cualquier persona puede encontrarse con otra sin esperarse el día, la hora y el lugar en donde terminen por coincidir. ¿No lo has pensado?—negó.
—No, eso creería yo de un desconocido, pero luego que corte la relación contigo es de esperarme que me persigas—achiqué los ojos.
—Que ingenuo e idiota como siempre—crucé los brazos—. Fuera muy tonta si quisiera perseguirte y acosarte para tenerte a mi lado, creo que debo de replantearte la idea que no eres el único hombre en el mundo, ¿no?—farfullé.
—Di lo que quieras, sigo diciendo y creyendo que buscas conseguir más de mí pero debo decirte una cosa Alaska, lo nuestro ya caduco, termino, solo fue sexo, una aventura, no busques oro en donde no lo haya. Esto acabo, entiéndelo. —Hice mis manos unos puños.
Una voz aniñada se escuchó detrás de mi espalda, me di la vuelta y me encontré con aquella modelo que ha salido en el periódico de la mañana con Pierre. Para variar más mi día tengo que también ver a su nueva amante, intento hacer ejercicios de respiración para no volverme loca esté día y arruinar lo bonito que acaba de sucederme.
— ¿Puedes venir, querido?—Dice aquella chica mientras Pierre asiente.
—Ya voy. —Dice frío.
Pasa a mi lado y tomo su brazo de forma inesperada, lo empujo para que retroceda unos pasos pero su fuerza me supera, haciendo que quedé a mi lado, así que al darle una mirada dura y poco simpatizante gracias a que me arruino el día, le termino por susurrar unas palabras.
—Aléjate de mí, ¿sí?—me dio una mirada sin decir una palabra—Deja de pensar que yo soy quien te busca cuando tú puedes ser quien me busqué—él rió—, haz tu vida con esa chica, ¿quieres?—le señale el lugar donde se había marchado esa modelo—y a mí, déjame vivir mi vida en paz y feliz. Porque yo, no necesito tener enmarcado tu rostro en un cuadro para seguirte recordando. —Dejé de sujetar su brazo para caminar en dirección en donde se encontraba Miranda.
Ella al ver mi rostro estuvo a punto de preguntar lo qué me sucede, pero cuando vio pasar a Pierre casi cerca de nosotras, cerró su boca y prefirió no mencionar nada, en estas ocasiones es mejor que ella no diga nada o es capaz que yo sea la culpable de terminar por gritarle el problema de esta situación.
Siento como una mirada sigue observándome y permito no cruzar sus ojos con los míos, o soy capaz de maldecirlo por medio de señales poco decentes que puedan traerme problemas en mi imagen pasiva.
(...)
Dos días después
Me siento en una de las bancas del Brockwell Park para mirar la fuente del The Walled Flower Garden, muchas personas caminan en los alrededores mientras conversan y ríen sobre todas los planes que tiene para este año, como también, las vacaciones que pasaron junto con su familia o amigos en los días de los festejos de mes de diciembre; saco uno de mis emparedados de queso, jamón y salami para empezar a almorzar; el ambiente es pacífico y tranquilo que no hay nada que pueda arruinarlo.
Le doy una mordida a mi emparedado mientras sigo escuchando la música que suena de la Playlist que tengo en Spotify, algunos niños salen corriendo alrededor de la fuente jugando con sus pelotas para marcharse en uno de los caminos del parque; sonrío feliz al ver aquellos pequeños regresar con sus padres hasta que mi sonrisa desaparece de mis labios al ver a la persona menos esperada del momento, caminando por los mismos alrededores con uno de sus socios.
—Oh cielos. —Susurro antes de ver su cara impresionada también.
Se acerca a mí en pasos cortos y ligeros hasta que ya no puede aproximarse más, se detiene y ambos nos miramos sin poder decir alguna palabra. Erza quien parece también asustado al ver la cara de su socio y amigo, parece que no pretende tampoco decir ni una palabra.
— ¿Sigues creyendo que esto es una casualidad?
Me quedo corta de palabras al no poder creer que en serio de nuevo nos hayamos encontrado, ahora si ya no sé qué pensar de todo esto.
¿Todo esto será una simple coincidencia? O ¿debo de pensar que ahora todo suele ser inusual?
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top