Era una mañana dulce y relajada, aunque no para Lambayeque, decidió que era tiempo hablar frente a frente con Loreto de sus sentimientos, necesitaba hablar. Le estaba matando esconderse de sus sentimientos, era mejor expresarse y revelar sus sentimientos antes de que sea peor y su amor por Loreto crezca.

Se vistió con algo simple, un suéter color beige y un simple pantalón negro. Salió de su cuarto para ir hacia abajo donde encontró a sus hermanos relajados y echados en el sofá. 

—Ayacucho, Tumbes ¿Qué hacen? —Pregunta Lambayeque, viendo aquella escena.

—Nada, solo relajandonos... —Dijo Tumbes para acomodarse más en el sofá.

—Más bien ¿Dónde vas? —Preguntó Ayacucho, en una posición de boca arriba.

—A la otra casa, necesito hablar de ciertas cosas. —Finaliza Lambayeque dirigiéndose hacia la puerta.

Lambayeque no se sentía seguro, sentía ganas de llorar sabiendo que la respuesta de Loreto estaba más clara que el agua. Iba a ser rechazado, lo sabía, pero como ya tenía claro, era mejor hablar que dejar que se expanda el sentimiento de amor por Loreto por mantenerlo en secreto.

En cada paso su corazón latía con fuerza, no podía aguantar el nerviosismo. Se iba a declarar y sabía que no iba a hacer algo fácil pero que tendría que mantener una buena compostura delante de Loreto.

Sus pensamientos permanecieron así hasta que llegó a la primera casa, donde se situaba su Loreto, su objetivo principal.

Sin más preámbulos, finalmente se atrevió a tocar la puerta con una mezcla de emoción y expectación. Esperaba ansiosamente una respuesta, y no pasó mucho tiempo antes de que sus oídos fueran recibidos por el sonido de pasos apresurados acercándose al otro lado. Sin embargo, cuando la puerta se abrió de par en par, se encontró con una sorpresa inesperada. No era Loreto quien le recibía, sino Cusco, la persona hacia la cual Lambayeque había sentido cierto resentimiento y desprecio por lo sucedido con Loreto pero en cierta parte sabía que era inútil odiar a alguien que no tenía la culpa.

—Buenos días Cusco ¿Puedo pasar? —Preguntó Lambayeque.

—Claro y... Buenos días Lambayeque —Le entrega una sonrisa.

—Gracias... —Pasa y se sienta en el sofá—Cusco ¿Te puedo.. Hacer un pregunta?

—Claro ¿Cuál es?

—¿Dónde está Loreto?... 

—Arriba en nuestro cuarto ¿Por qué preguntas? —Frunce el ceño.

—Necesito hablar con él sobre algo. Eso es todo. —Empieza a acariciar su brazo izquierdo con el brazo derecho, está nervioso y lo demuestra.

—Si quieres yo le llamo para que baje ¿Ya?

—Ya, dile que es algo urgente.

Así es como Cusco sube arriba para buscar a Loreto. Mientras Lambayeque moría por dentro, comenzaba a preguntarse qué iba a hacer ahora que no hay vuelta atrás. Su estómago se sentía con un nudo, igual que su garganta. Estaba así hasta que bajó Loreto.

—Um... —Sus manos temblaban pero aún así elevó una para saludarlo—Hola Loreto.

—Hola Lambayeque ¿Qué sucede?

—Lambayeque solo se quedó mirandolo fijamente para luego agarrarle la mano para salir rápido— Es mejor hablarlo de forma privada, quizá en el parque del frente pero no lo sé.

—Lambayeque... Quisiera que me sueltes la mano, no me siento cómodo con eso.

—Deja de agarrarle la mano— Ya, está bien. —Lambayeque se enojó un poco pero sabía que era una cosa inútil con el que enojarse.

Se encontraban desplazandose hacia el parque, un recorrido corto y nada más, se fueron a sentar en una banca.

Loreto sintió un gran extraño comportamiento del contrario, quiso preguntar pero no lo hizo. Loreto quería saber que tenía Lambayeque para decirle y porque era urgente, ¿Acaso su relación con Cusco fue revelada? ¿Podrá saber?

—Lambayeque ¿Ya me dirás que cosa era tan urgente? Necesito también irme rápidamente, tengo que ver algo con Cusco. Si no lo resolvemos Cusco y yo podríamos estar en problemas, quizás más, no sé pero últimamente me estoy llevando bien con Cusco y— 

—Lambayeque estaba ya algo frustrado con Cusco entonces explotó— ¿No te cansas de verdad? Todo es... Cusco para tí. Que si Cusco esto que si Cusco el otro, basta Loreto.

—Hey, tranquilizate, no te he dado razones para que te comportes así.

—Sí, sí me las has dado, muchas y demasiadas razones, y ni siquiera te has dado cuenta de una. —Respondió con pura ira y nada que esconder.

—¿A ver cuál? —Loreto respondió enojado, no iba a tolerar el comportamiento de este un segundo más.

—Es que tú me gustabas hace mucho, un largo tiempo, mucho más que nadie, yo pensé... Que tenía tiempo para decirtelo pero parece que tu corazón no siente lo mismo, Loreto. —Habló Lambayeque firme, sentía como lágrimas amenzaban con salir pero no dejó que la tristeza lo dominara.

—Lambayeque yo... yo lo siento demasiado yo...— Fue interrumpido por Lambayeque.

—No es necesario que gastes tu tiempo y tus palabras para decirme que no sientes lo mismo, Loreto. Yo sé que no lo haces. Además, yo sé bien claro que tú...—Hace una pausa— Tienes pareja.—afirmó Lambayeque, con una mirada entristecida.

—¿¡Cómo sabes eso!? 

—Me lo dijeron, pero no pienso decir quién es. Adiós Loreto, te deseo felicidad. —Se levanta de la banca para irse.

Loreto se encontraba en la banca, procesando lo que pasó ¿Qué debería hacer? No sabría como actuar y más. De hecho Loreto se encontraba en una lucha dentro de su corazón, pues, había una cosa la cual Loreto jamás habló, que llegó, por un tiempo, a sentir algo por Lambayeque, hace unos dos años atrás y que sus sentimientos aún permanecían, aún así, no habló nada porque fielmente le pertenecía a Cusco, no importaba nada, más que solo Cusco.

Amigos ando drogad@ así que no me digan nada por el capítulo igual como siempre preferiría que me digan algo o pregunten cada vez que pueden y que se los pido, porque a veces y si me es necesario saber si les agradó, y si no, cambiar un poco el capítulo o todo el capítulo. Como dije SE ACEPTAN CRÍTICAS CONSTRUCTIVAS AAAAA. Losamo (nomedejenabandonad@)

Ah y una cosa, revisen mi sección "conversación" ahí dije algo que quiero que opinen y acepten si quieren.