-É𝐥 𝐥𝐨 𝐬𝐚𝐛í𝐚-

En la complejidad de las relaciones humanas, es inevitable que algunas personas posean un conocimiento más profundo que otras en determinadas situaciones. A veces, esta sabiduría oculta se mantiene en silencio con el único propósito de preservar la tranquilidad de aquellos a quienes amamos.

En el caso de Lima y Arequipa, su vínculo había experimentado una transformación impresionante. Atrás habían quedado los días en que el odio y la difamación habían amenazado a una relación de pura. A medida que el tiempo avanzaba, la reconciliación y el perdón habían sanado las heridas y habían permitido que floreciera una amistad sólida y genuina.

Sin embargo, en lo más profundo de su corazón, Lima albergaba un secreto delicado y complicado. 

















Sabía muy bien quién era la misteriosa persona que los había observado en la oscuridad.












—No y no, es arriesgado y lo sabes —Habló C.D.M.X.

—C.D.M.X is right, your idea is risky. (C.D.M.X tiene razón, tu idea es arriesgada.) —Afirmó Washington D.C. .

—Bueno sí, tienen razón, no debería de intentarlo más. ¿No? —Habló Buenos Aires, con una tristeza notable.

—Es mejor que no lo intentes más, te hace daño seguir así. —Declaró C.D.M.X, estaba preocupado por la situación emocional en el que se encontraba Buenos Aires. 

—C.D.M.X. Can I talk to you for a moment? (¿Puedo hablar contigo un momento?)

—Pero wey... —Se le acerca un poco más a este para dirigir su boca hacia el oído de este, para así susurrarle— No quiero dejar a Buenos Aires solo, no quiero que haga algo mientras no estamos.

—Don't worry about that, we're just going to a corner of the room. (No te preocupes por eso, solo vamos a un rincón de la habitación) —Susurró igualmente, ya que no quería dejar al otro solo.

—Chicos, por favor, vayan a... ¿Cómo se dice? —Se pone a pensar— Ah sí, a jotear a otra parte.

—¡Cállate chingada madre! Solo hablaremos.

—What the actual fuc- —Es callado por C.D.M.X.

—Cuida tus palabras. Mejor vamos y cuéntame lo que tengas que decir. 









《...》





—You know what everyone is starting to think about... What was the name of Buenos Aires's ex? (Sabes lo que todos están empezando a pensar sobre... ¿Cuál era el nombre de el ex de Buenos Aires?) 

—Arequipa, se llama Arequipa ¿Qué sucede? ¿Qué piensan? —Preguntó C.D.M.X. , preocupado que estén diciendo cosas malas de Arequipa.

—Ok, him, well, here's the thing. They are thinking that maybe Arequipa is starting to date someone else. (Ok, él, bueno, aquí está la cosa. Están pensando que tal vez Arequipa está empezando a salir con alguien más.)

—No creo que lo haga así de simple. Antes de seguir hablando, gringuito, no es por ofender, pero habla español, recuerda las clases que dimos.

—Ok...  La es cosa es que... Esta situación es rara... No recuerdo... mucho el nombre, y creo que tampoco me lo dijeron. ¿Lo dije bien?

—Realmente tenía curiosidad, pero no creo que así de fácil haya conseguido otra pareja. Y lo hiciste más que bien. 

—Gracias y... Lo único que te queda es preguntarle a él.

—Supongo que sí, en fin, puedes seguir hablando tu idioma.

—Thank god. 






























《Casa de los Departamentos》



—Así que, en conclusión, se enteró y ahora está llorando ¿No? —Expresó Lima.

—Exacto, aunque no sabemos si está llorando realmente —Declaró Tacna.

—Deberíamos de ir a verlo ¿No? 

—No creo que por ahora debamos ir... —Habló Arequipa, estaba preocupado, pero aún así quería darle su espacio.

— ¿Y eso por qué? —Dijo Tacna, igual de preocupada pero si quería ir a ver a Lambayeque.

—Porque a veces la gente necesita su espacio, Tacna.

—Arequipa tiene razón, a veces la gente necesita un momento para sí mismos.

—Bueno, pero igual vamos.



Una vez concluida la profunda conversación en la habitación, Lima, Arequipa y Tacna, se dirigieron hacia la segunda casa.

Al llegar a la casa, fueron al instante a la habitación de Lambayeque. 

En frente de la puerta de la habitación, se encontraron con una atmósfera tensa y cargada de emotividad. Tacna, con su intuición y sensibilidad, tomó la iniciativa y dio un suave toque a la puerta, esperando pacientemente una respuesta. Lambayeque, visiblemente afectado, les abrió la puerta con los ojos enrojecidos.


—Hola chicos, ¿Qué tal? —Habló Lambayeque, el cuál quería demostrar una buena cara ante sus "hermanos".

—¿Por qué tienes los ojos rojos? —Preguntó Tacna, aunque ella sabía la razón, igual quería saber que podría responder el contrario.

—Eh... pues... —Intenta improvisar— Mucha dr0g4, exacto. Demasiada dr0g4; tengo 10 kilos de dr0g4 en mi armario.

—Arequipa suspira frustrado ante aquella excusa absurda y estúpida— Si ni soportas un vaso de cerveza que podrás soportar dr0g4. Lambayeque, es obvio que estabas llorando. 

—Es... No, no es así... Yo no lloro, soy el alma alegre aquí. —Empieza a mirar fijamente a Arequipa— Tú que quieres que me quiten mi título ¿No?

—Basta Lambayeque, sabemos que lo sabes, sabemos como te sientes, sabemos que estás en un estado crítico por esta noticia. Lambayeque, queremos ayudarte, y es mejor a que seas sincero con nosotros. —Declaró Lima, preocupado por las mentiras de Lambayeque. No era bueno ni para él ni para nadie esconder como uno se siente. Es mejor pedir ayuda a que seguir soportando todo en silencio.

—Suspira—... Bien —Trata de contener las lágrimas que amenzaban en salir— Sí, estaba llorando. 

Tacna no pudo resistir, su corazón se sentía abrumado por la preocupación y tristeza de ver a Lambayeque así, y sin más que decir le dió un abrazo, el cual fue seguido de Arequipa y Lima.

El abrazo que compartieron con Lambayeq fue intenso y cargado de emociones. Los brazos de Lima, Arequipa y Tacna rodearon con ternura a su querido "hermano", transmitiéndole todo el apoyo y la solidaridad que sentían en sus corazones. Sentían la tensión en el cuerpo de Lambayeque, la tristeza que emanaba de cada poro de su ser, y eso los abrumaba.

Lentamente, mientras se aferraban a ese abrazo, comenzaron a sentir cómo la tensión en el cuerpo de Lambayeque se relajaba poco a poco. Las lágrimas, antes contenidas, comenzaron a fluir liberando la carga emocional acumulada. Lima, Arequipa y Tacna estaban allí para ser el sostén de Lam, para escuchar y comprender sin juzgar, para recordarle que siempre tendría su respaldo incondicional.


—¿Te sientes muchos mejor Lambayeque? —Preguntó Tacna, esperando una respuesta positiva del otro.

Lambayeque solo pudo asentir con las últimas lágrimas que recorrían en sus mejillas.

—Esperamos que realmente te haya servido ese abrazo, aunque generalmente no somos mucho de abrazarnos, esta fue una ocasión especial —Habló Lima, para luego poner una de sus manos en el hombro de Lambayeque.

—Realmente queremos que te abras con nosotros, es mejor que nos hables de como te sientes, no debes guardar las cosas para tí mismo, a veces la mejor opción es hablarlos con alguien o con algunos. —Continuó Arequipa.






La tarde transcurrió entre risas y lágrimas, entre momentos de silencio reflexivo y abrazos reconfortantes. Lambayeque se sintió escuchado, comprendido y amado. Arequipa, Lima y Tacna estaban dispuestos a enfrentar cualquier adversidad juntos.













《.Él Sabía.》






Susurros provenientes de la cocina ¿Qué será? o mejor dicho ¿Quiénes serán?

La curiosidad mataba a Arequipa, por alguna razón, su mente no podía concentrarse en dormir esa noche, eran esas voces del primer piso los cuales no dejaban descansar a su mente.

El arequipeño no pudo más con la curiosidad y decidió bajar en silencio, dando pasos suaves y lentos. Para él fue muy tenso, una actividad difícil, ya que cada vez que daba un paso, su mente jugaba con él, haciendo que cada paso, la madera resonara mucho más fuerte.

Pero al final logró llegar a su destino con éxito. Los sonidos de la cocina se hacían más fuertes y la charla se hizo más clara mientras que daba cada paso.







—Lima, al final de todo, se va a enterar, es bueno que quieras protegerlo sin que sé de cuenta de la situación grave que podrían estar pero, es mejor que se lo digas. —Declaró Cajamarca, mientras que al mismo tiempo luchaba contra la fatiga que se apoderaba de sus ojos, sintiendo cómo su energía decaía con cada parpadeo. Era evidente que el cansancio lo estaba agotando, afectando su claridad mental y su capacidad de concentración.

—Como si fuera así de simple. Pero ese es el punto, Cajamarca, no quiero que se llegase a enterar. —Habla Lima con determinación.

—Lima, dile la situación a Arequipa, no es justo que tú luches con esto tú solo, cuando ambos son y serán las víctimas de esta situación. —Habla Junín con frustración ante la terquedad del contrario.


El arequipeño al lado de la entrada de la cocina, se encontraba escuchando, ahora tenía más intriga en saber qué le estaba ocultando Lima. Su único deseo en ese entonces era que no fuera algo grave que hiciera que ambos llegaran nuevamente a las peleas y desacuerdos del pasado.


—De acuerdo, de acuerdo, ambos me lo piden y quizá y tienen razón. —Lo piensa un rato— Entonces, mejor le digo todo a Arequipa en la mañana siguiente.

—Sí, no podrías estar bien siendo tú el único que sabe la identidad de esa persona que tanto te ha seguido y ahora se hace notar más por tu amistad con Arequipa.

—De todas maneras ese bastardo y obsesivo ya te venía siguiendo así, hace más de un año que nos contaste y aún lo sigue haciendo el idiota ese. —Continuó Junín, él ya estaba en su punto de ira y de frustración, y lo único que le quedaba era solo maldecir a alguien  y esa persona era su punto de desahogo perfecto.

—Ajá —Afirma Lima— y no entiendo como es que aún se sigue llamando mi "enemigo", y actúa como tal solo para fingir que no le gusto. Lo bueno es que apenas y le hablo. 

—Bien, es momento de irnos, pero ojo, dile a Arequipa, entiendo que no te gustaría verlo preocupado por esa situación, pero es mejor así. 

—De acuerdo.


Arequipa se quedó un momento en shock, no sabía como reaccionar, por un lado, para este, era lindo el hecho que Lima haya querido protegerlo a sus espaldas pero de igual forma debió de haber hablado con Arequipa sobre eso, y poder solucionar las cosas juntos y no uno solo.

Aparte que si Lima sabía la identidad de aquella persona, debió de haberle dicho. Pero Arequipa decidió en ese momento no tratar de enojarse con alguien, porque tampoco tenía muchos motivos para hacerlo. Así que se dirigió a la habitación rápidamente, y trato de hacerse el dormido lo más antes posible.

Su corazón latía fuertemente ante la adrenalina, debajo de las sábanas intentaba recuperar el aliento poco a poco. Sentía como pasos se aproximaban a su habitación, era más que obvio que era Lima. La puerta se abrió y se escucharon los pasos que se dirigían a la cama. Arequipa sentía una mirada fija hacia él, al parecer Lima se quedó mirándolo por un buen rato, para luego recostarse en la cama y dormir de inmediato.

Arequipa no pudo dormir realmente, se sentía de una manera extraña, aunque le hubiera gustado saber la identidad, tendría que esperar hasta la mañana siguiente si quería alimentar la curiosidad que tenía dentro.

















Buenas noches queridos lectores <3

Perdonen la tardanza y eso, pero ando estresad@ con ciertas cosas, igual trataré de tomarme el tiempo de darles su medicina diaria.

Sin más que decir.

Adiós



Palabras: 1844.

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