4-La cita

Aquel día Enid estaba muy emocionada, apenas pudo dormir de los nervios por la cita. No necesitaban su ayuda en la tienda porque ya estaba todos los grandes lotes servidos a sus clientes por lo que los dueños incluido Tn estarían ocupados con el inventario. Aún quedaban unas cuantas horas y la loba estaba decidiendo que ponerse tras darse una buena ducha.

―No me decido Cosa―dijo ella mirando la gran cantidad de ropa apilada sobre la cama―¿algo colorido?―preguntó colocándose uno sobre ella―no, quiero algo formal para una cita...que sea bonito, elegante...que me vean las demás chicas y digan...¡ahí llega la reina!―exclamó emocionada.

―Ya eres la reina, pero de los chismes―respondió Miércoles sentada en la silla del escritorio y revisando todo lo que había escrito por sí debía modificar algunas cosas.

―¡Estoy tan emocionada!―daba pequeños gritos que iban colmando la paciencia de su roomie quien en cierto momento llevó la mano al cuchillo que siempre tenía cerca cuando vio a Cosa pedirle que no hiciera nada.

Así estuvo hasta que por fin pudo encontrar algo que le gustaba para la cita. Estaba muy nerviosa, sudando y mirando a todos lados cuando se percató de que aún faltaban unos diez minutos pues había acudido mucho antes.

―Que ganas de que llegue―pensaba―me pregunto que pensará de mi ropa.

Escuchó unos pasos cerca y volteó pensando que era Tn cuando vio a unos tres normies aún con la ropa del instituto.

―Eh, mirad esté bombonazo―decía uno mirándola de arriba a abajo.

―¿Qué haces tan sola?, ¿acaso te han dejado plantada?―preguntó otro―eh, un momento, es una excluida―dijo de pronto―es la apodada reina de los chismes, la pasaron por el grupo.

―Seguro que debe tener alguna página donde suba fotos subidas de tono―comentó el último provocando las risas de los demás.

Enid estaba paralizada, no sabía que decir ni mucho menos actuar. A pesar de tener fuerza y garras, odiaba la violencia. Por no decir que el miedo que sentía a pesar de haberse enfrentado anteriormente a un hyde.

―Eh―dijo una voz reconocida.

Al mirar a un lado vio a Tn ya vestido de manera formal para la cita, Enid soltó hasta un suspiro al verlo vestido de aquella manera y se sonrojó un poco. 

―Tn, así que has vuelto a Jerichó―comentó el que le había dicho lo de la página.

―Si, ¿tenéis alguna clase de problema con Enid?―preguntó colocándose al lado de ella.

―Esto...―la voz le temblaba―ninguno, ¿verdad chicos?―preguntó a los dos acompañantes quienes asintieron.

―¿Acaso es tu novia?―el de atrás estaba dando pasos hacia atrás.

―Si―respondió con firmeza mientras la tomaba del brazo sorprendiendo a todos, pero especialmente a la loba quien se puso roja como un tomate―espero que no la estéis molestando...―su tono era amenazador.

―¡Cl-Claro que no, ahora tenemos que irnos a hacer unos recados!―contestó asustado antes de marcharse los tres corriendo.

Al irse, el chico suspiró y se separó un poco de ella.

―Eh, ¿te encuentras bien?, ¿te han hecho algo?―preguntó muy preocupado.

―No, no me han hecho nada, gracias por salvarme...

―No es nada, son unos idiotas con los que coincidí un curso en clase. En fin...menudo inicio de cita eh...―dijo algo divertido para quitarle hierro al asunto.

―Si―ambos rieron un poco.

El chico fue a separarse pero ella mantuvo el agarre, al mirarse de nuevo, él asintió y caminaron así hasta una cafetería que habían abierto que tenía unos cafés del extranjero que Enid deseaba probar acompañados de un pedazo de pastel.

El sitio era bastante elegante y cuando entraron Tn soltó una frase que Enid no captó.

―Que elegancia la de Francia―dijo éste.

Se sentaron y pidieron lo que querían, Tn le invitaba aunque ella se negaba. Tuvo que ceder ante la insistencia del chico. 

Ya cada uno en su sitio, Enid empezó a ponerse algo nerviosa, no había tenido esa clase de citas antes pues con Ajax fue salir tras el beso después del baile. El chico la miraba de una forma tierna viendo su nerviosismo que la ponía todavía más nerviosa si podía ser. Quería hablarle pero no le salían las palabras.

―Enid―le tomó de la mano―relájate, precisamente quiero que no te sientas nerviosa cuando estamos los dos.

Ella asintió pero los nervios estaban ahí. Entonces Tn se acercó y le dio un pequeño beso en la frente, él le comentó que cuando era pequeño, su madre lo hacia para espantar los miedos. La loba no sabía donde esconderse pero sintió una especie de calidez dentro de ella que poco a poco iba relajándola. Era como si realmente funcionase.

A partir de ese momento y con el café acompañado del pastel, la cita fue a mejor. Enid y el chico disfrutaban relajados, ella iba contando cosas de su vida, muchos de sus gustos y sus sueños. Decía que le gustaría formar una familia con unos cuatro hijos ya que en las manadas, era lo normal.

―Esos son bastantes niños―dijo impresionado el chico.

―Bueno...siempre me han gustado los niños―comentó ella bajando la mirada.

―Estoy seguro de que serías una madre maravillosa―y de nuevo esa sonrisa que provocaba debilidad en ella.

Tocaba regresar, para Enid fue perfecta la cita pues a pesar de los idiotas esos, Tn la salvó sin emplear la violencia. 

Hacia algo de frío así que el chico se quitó la chaqueta y se la colocó por encima antes de tomarla de la mano. La rubia creía estar viviendo un sueño. Le resultaba increíble que pudiera estar tan a gusto con alguien a quien llevaba tan poco tiempo conociendo. Pero solamente se dejó lleva y colocaba la cabeza en el brazo de éste.

―¿Te ha gustado nuestra cita?

―Si, ha sido maravillosa

―Me alegra escucharlo, tenía cierto miedo de que te defraudase...

―Pues no, ha ido todo muy bien.

El chico la llevó en el coche y durante el camino, ella lo observaba con una sonrisa. Intercambiaban miradas de vez en cuando, estaban los dos muy felices y cuando quisieron darse cuenta llegaron a Nevermore.

―Pues...hemos llegado―dijo éste―me lo he pasado genial.

―Y yo, cuando quieras...podemos ir a otra cita...si quieres

―Me encantaría ir contigo a otra cita Enid.

Él le dio un beso en la mejilla, realmente ambos deseaban besarse y comerse allí mismo pero resistieron las ganas y ella salió del coche.

Tn sonrió como un idiota y estuvo un rato allí parado, la cita había sido increíble y deseaba que fuese el siguiente día para verla en el trabajo. Había podido controlar todos sus nervios durante la cita aunque no fue nada sencillo. Luego, regresó a casa.

Esa noche Enid estuvo callada para no molestar a Miércoles escribir. Con la música en sus cascos, iba revisando cada foto que se habían hecho en la cita y lo único que podía hacer era suspirar pues todavía no podía creer que fueron a esa cita juntos.

―Oh―vio la fecha―mañana empiezo las clases...y trabajar de tardes...―pensaba―roomie, ¿me ayudarás a estudiar para sacar buenas notas?.

―Si lo hago...¿dejarás que tenga silencio por las noches?

―Claro, ni te enterarás de que estoy aquí

―Difícil cuando te pones un litro de perfume

―Usaré menos...

―Ok, si es así de acuerdo, será bueno. De hecho lo tomaré como un experimento, será como enseñar a un mono―dijo con una leve sonrisa―e iré haciendo anotaciones.

No le gustó la comparativa, pero necesitaba aprobar para esa beca.

Su vida escolar estaba a punto de empezar.

Por su lado, Tn estaba tumbado también, revisando las fotos. Realmente esa chica le había robado el corazón, no se imaginaba que pasase tan deprisa, pero lo que sentía sin duda era amor por la loba.

Enseguida quedó rendido y se durmió.

Durante la mañana siguiente, Tn estaba ya en un nuevo curso escolar. Saludó a todos y se sentó en su sitio asignado. Las clases serían cortas y algo aburridas. Cuando de pronto, escuchó el teléfono y al abrir el mensaje de Enid era una foto acompañado de un texto.

―Están arreglando unas cosas de la clase así que estoy sin hacer nada―decía.

El chico esbozó una sonrisa al ver la foto.

―Sin duda me has robado el corazón...Enid Sinclair...―pensaba feliz y sonriente.


Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo  :)



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top