Tn y Enid acudieron al Veleta, se sentaron y pidieron cada uno lo suyo. La chica estaba aún un poco perdida en su mente pues al ver a Ajax con una chica no pudo evitar tener esos recuerdos de cuando eran pareja. Lo malo ahora era que estaban en la misma cafetería, ya que ahora esa cafetería no era la única del pueblo. Suspiraba mientras movía la cuchara dentro de su café.

El chico pudo notar la tristeza en su rostro, volteó y vio a la pareja, reían y sonreían felices. No habían hablado de la vida amorosa del otro, pero supuso por un segundo que quizás era el chico que le gustaba a la loba.

―Enid―llamó varias veces Tn.

―¿Si?, perdón...me distraje―se acomodó―¿qué ocurre?.

―¿Te gusta aquel chico?―le preguntó en voz baja.

Avergonzada por la situación, procedió a relatar su relación con el chico. Tn escuchaba atentamente, asintiendo y pasando algún que otro pañuelo. 

Cuando por fin terminó de contar todo, tomó la mano de la joven y la apretó suavemente, como transmitiendo su fuerza. Realmente necesitaba desahogarse. Fue un segundo al lavabo para lavarse la cara y calmarse. 

―Perdón por eso―dijo―he arruinado el ambiente...

―No lo has hecho, ¿te sientes mejor?

―Si...gracias por escucharme

―Bien, ¿qué te parece si comemos un poco?, seguro que tienes hambre.

Ella soltó una pequeña risa y asintió, luego comieron. El trozo de pastel estaba bueno, aunque no era como los que hacian en la tienda de la familia de Tn. 

El siguiente rato Enid pudo desconectar, estaba algo cansada y en parte deseaba volver a la academia para tirarse sobre la cama tras una buena ducha. El joven le iba comentando cosas que ella preguntaba también para no quedarse dormida. Se fijo en los ojos de éste, realmente eran muy bonitos. 

―¿Enid?―escuchó una voz.

―Ah, Ajax...―el chico con su pareja estaba allí.

―Me dijeron que estabas trabajando

―Así es, ya he terminado mi turno.

Ajax miró a Tn, pero no con odio ni malestar, sino un poco sorprendido porque no recordaba haberlo visto por la academia así que supuso que era de Jerichó, un normie. También con lo distraído que era puede ser que hubiera sido un alumno nuevo y no se acordase.

―Oh, perdón...soy Tn―le ofreció la mano.

―Ajax, y ella es Katy

―Hola―saludó la joven.

Hubo un silencio incómodo durante algunos segundos hasta que el chico gorgona dijo que debía marcharse. Al irse, Enid suspiró, realmente se sentía muy incómoda con la presencia de Ajax debido a que todavía tenía dolor en su corazón. Por suerte no quedaron mal, pero se le hacia demasiado extraño el coincidir con él.

Estuvieron un rato más hasta que Tn vio que la pobre chica se estaba durmiendo por agotamiento. A pesar de estar hablando, ella estaba al límite de sus fuerzas.

―Gracias por llevarme―dio un ligero bostezo―siento la molestia.

―No es nada, de verdad―replicó el chico.

Enid miraba por la ventana y sin darse cuenta, se quedó completamente dormida. Fue despertada por el chico.

―¡Oh, que vergüenza!―exclamó roja y cubriéndose la cara.

―Se te caía la baba―decía de broma éste.

―¡No, no es verdad!

―Era broma.

Ella infló las mejillas y se cruzó de brazos hasta que salió del coche. Se despidió de Tn con una ligera sonrisa. Mientras tanto, él se despidió con la mano y se quedó viendo hasta que entró a la academia. Luego, tomó el camino de regreso a casa.

Enid llegó a la habitación, se dio una ducha y finalmente se dejó caer sobre la cama. El agotamiento pudo con ella pues enseguida se quedó dormida. Miércoles, viendo que podía resfriarse y no quería que estuviera sonándose la nariz, tomó una de las mantas, se acercó a la loba a cubrirla suavemente. Le acomodó un poco la almohada y al voltear vio a Cosa.

―Ni una palabra―luego, para no despertarla, no escribió. Se tumbó a leer un rato un libro sobre asesinatos que había comprado en la biblioteca.

La loba despertaría al cabo de un buen rato, sintiéndose mucho mejor. Tras lavarse la cara se sentó un rato en su cama a chatear en el teléfono.

―¿Qué tal ha ido la cosa con Tn?―preguntó Miércoles desde la distancia.

―Bien, aunque...he visto a Ajax

―¿Quieres que lo mate?

―¡No!.

Ella miró a la loba con esos ojos tan fríos.

―Tampoco es que el mundo pierda demasiado―comentó relajada en su cama mientras pasaba una de las páginas.

―Aún...aún siento dolor en mi corazón

―Puedo arrancarte el corazón

―Miércoles, deja las bromas

―¿Bromas?.

Durante la cena, Enid estaba de mejor ánimo aunque no se libró de las preguntas de sus amigas quienes le decían que si tenía algo con Tn pues igual a él le gustaba ella. El haberla invitado después del trabajo era una pequeña pista. Enid, sonrojada dijo que no era nada, que apenas se conocían de dos días y que estaba muy bien ahora con su trabajo. Y que si algo pasaba, sería raro trabajar en el mismo sitio.

―Podéis aprovechar los descansos para...―dejaba caer la vampira.

―¡Yoko!―luego soltó una carcajada pues sabía del humor de su amiga.

―Parece un chico simpático―dijo Divina―¿le puedo pedir una cita?.

―No―respondió firme―será raro verte con él.

―Estarías celosa

―No es eso

―Si

―No, admítelo.

El resto de la cena transcurrió de manera similar. Cuando llegó a la habitación, no tardaría mucho en irse a dormir porque tenía que madrugar para ir a la tienda a trabajar cuando recibió un mensaje de Tn.

―Mañana entra una hora más tarde porque tenemos que terminar de arreglar unas cosas, descansa―al lado, un emoji de una carita sonriente.

―¡Genial!―exclamó ella―podré dormir un poco más.

A la mañana siguiente, Enid llegó a la hora prevista y enseguida se cambió en uno de los cuartos para poder trabajar. 

Atender a los clientes, cargar unas cajas o anotar los pedidos. La dueña ayudaba de vez en cuando pues tomaba nota de las llamadas telefónicas y preparaba todos los encargos. Tn iba de un lado a otro pero finalmente terminaron toda la faena.

―Por fin―dijo Enid―ha habido mucho trabajo.

―Si, pero se acabó―puso el rótulo de cerrado―venga, vamos a recuperar fuerzas―comentó la mujer agarrando una pequeña caja.

No llovía pero estaba nublado y hacia un viento algo frío por lo que los bollos recién horneados con una capa de chocolate acompañados por un buen café sentaron de maravilla. La mujer se fue un segundo a la planta superior a hacer unas cosas.

Tn se percató de que Enid tenía manchada de chocolate la barbilla. Agarró una servilleta y le limpió como si de su pareja se tratase ante la sonrojada loba.

―Gracias―susurró ella.

―Come tranquila

―Pero en un rato sale...

―Yo te llevo―dijo él―hoy hace frío y el autobús ira lleno, será agobiante.

Así fue, luego el chico se encargó de llevarla hasta la academia donde Enid no solamente estaba cansada, sino también estuvo algo pensativa sobre la acción del joven. Se imaginó durante unos segundos a ellos como pareja antes de taparse la cara.

Tn realmente era alguien que estaba siendo muy amable para ser un normie. Y con ese pensamiento se quedó dormida.

Y de nuevo, Miércoles la tapó con una pequeña manta y le colocó bien la almohada.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo  :)