El abecedario
A los doce estaba desesperada por tener novio. Desarrollé lo que yo llamo una anorexia "inofensiva".
A los trece conocí un chico que pensé que gustaba de mí. Resulta que yo solo encasillaba como la "amiga ideal". Esta fue mi primera interacción real con un niño, ya que toda mi vida había crecido en un entorno primariamente poblado por mujeres. Para mejorar este relato, lo llamaremos D.
A los catorce conocí alguien en facebook y creí que eso era amor. No duró mucho, sin embargo me quedé obsesionada con este imaginario que tenía de él. Para mejorar este relato, lo llamaremos J. Salí de la anorexia.
A los quince me volví a poner en contacto con el chico que solo me veía como la "amiga ideal". Decidí que pondría de lado de mis sentimientos y sería eso; su amiga. A esto yo llamo el plan F. J y yo manteníamos una comunicación "amigable" que aparecía en ciertos períodos del año. Me comencé a confundir.
A los dieciséis, después de estar en una extraña amistad con J, él me lastimó y yo se la devolví. Aún me arrepiento de esto. D me consoló y le ayudé a conseguir novia. Nos hicimos mejores amigos.
A los diecisiete, comenzó la universidad y yo seguía buscando a este personaje ficticio que me había creado en base a una persona real, pero parcialmente ajena a mi vida. Lo encontré y como ciega siguiendo lo que cree conocer, caí. A este lo llamaremos, X. Busqué a J una vez más, él dejó en claro que debía dejarlo en paz. X y yo nos besamos en una reunión... X de manera sutil me dio entender que solo éramos amigos y volví a acogerme al plan F.
A los dieciocho. Desarrollé Bulimia. X se hizo más constante en mi vida. No cuestioné mis sentimientos y simplemente me contentaba con saber que me agradaba estar a su lado. D y yo nos distanciamos un poco, él empezó a mostrar celos de X. D me confiesa que a veces gusta de mi, pero que no hará nada al respecto. Yo admito que a veces me gusta D, a veces me gusta X. X se pone de novio, lo dejo ir. Dos niños gustan de mí — S, I — yo no les correspondo.
A los diecinueve, X sigue siendo una constante en mi vida, por efecto su novia me odia. Cuestiono mucho mis estudios universitarios, al final decido que quiero grafuarme. Empiezo a controlar mi problema alimenticio. Conozco a H, H tiene la misma peculiaridad que J. Ambos viven lejos y no forman parte realmente activa en mi vida. Decido intentarlo, es seguro y verdaderamente no me compromete sentimentalmente. H dice que me ama, decido terminar esta "relación" porque soy consciente de que ya no quiero algo virtual, lo dejo ir. X me confiesa que gustaba de mi. Yo lo confieso que mi mamá cree que hay algo entre nosotros. Él decide abrirse. Le propongo a D intentar ser pareja, él se mantiene firme en que no es una buena idea y me hace la infantil promesa de si estamos solteros para la edad de cuarenta, nos casamos. Me parece tierno y acepto. Internamente sé que un nosotros— románticamente— está muerto y lo dejo ir.
En toda esta historia pasé de creer ciegamente en el amor, a querer estar enamorada, a estarlo, a no estarlo, a sentir que lo estaba, a negar que lo estaba, a aceptar que lo estaba, a no estarlo nuevamente, a engañarme para estarlo, a no querer estarlo.
Hoy, sé que no quiero enamorarme. Sin embargo, soy perfectamente consciente de que es porque no he conocido alguien que me acelere el corazón o me haga sonreír o me ponga inexplicablemente nerviosa y aunque por mucho que no quiera sentir todo lo enlistado anteriormente, inevitablemente lo haré. Cuando pase empezaré a preocuparme por eso.
Quizás este año se trataba de dejar ir a todo este abecedario atrás, enfocarme en mí y dejar una pequeña ventana abierta a nuevas letras.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top