Capitulo 21: La gran caída del cielo.
Un gran alboroto en el cielo se estaba llevando a cabo, Michael y Gabriel por todos los medios posibles querían bajar a la tierra, salvar a Issei, hacerlo recapacitar, que entrara en razón, pero si bien la mayoría de los angeles estaban allá, hubo un grupo que se había separado, eran casi unos diez mil angeles, si bien para la gran cantidad que había en el cielo no era casi nada, para que diez mil estuvieran apartandose de todos si era cuestionable, además de que eran guiados por el ángel del eterno conocimiento.
-Azazel, ¿Seguro que esto está bien?, Es peligroso desobedecer a Padre.
-Barakiel, no seas temeroso, eres el ángel del rayo, debemos saber esto, es increíble cómo todos nos están siguiendo.
-Pues en parte si, pero no es bueno, nunca en la vida cuestionaste el mandato de Dios, ¿Porque ahora sí?
-El ha creado unos artefactos muy interesantes, la verdad quisiera saber más, además, es momento de demostrar al mundo que el no es omnipotente u omnipresente.
Azazel, Barakiel y cientos de angeles seguían avanzando por todo el cielo, buscando llegar al séptimo nivel, lugar donde se encontraba el sistema de Dios y sus aposentos, lugar donde nadie podía entrar, solo Michael podía estar en el sistema, pero solo eso, el objetivo de Azazel era ser el primer ángel en ascender a ese lugar, además de comprobar cómo eran los Sacred gears.
-¡Escuchen ahora!, Somos ángeles de bajo rango, algunos siendo humillados pero aguantando por el amor a Dios, pero el ahora nos abandono, solo por un insignificante ángel que acababa de nacer, dejándonos de lado, es momento de alzarse y exigir lo que nos corresponde, que se nos de un trato más justo y digno de nosotros, ¿Quién está conmigo?
Gritos despavoridos nombrando a Azazel se escucharon por todo el lugar, algunos angeles guardias al ver esto, también se unieron, haciendo que el grupo de angeles se volviera más grande, causando que la atención puesta en Gabriel y Michael se viera mermada, porque muchos angeles fueron a calmar el alboroto, entre ellos los arcángeles y Serafines que aún estaban ahí.
-Detengalos.
-Nunca tendrán nuestra libertad, falsos hijos de Dios.
Una gran batalla campal se formó en el cielo, aunque si bien los números no favorecían a ninguno, todos luchaban de forma descontrolada, incluso Michael supo que ahora lo importante era controlar a todos, antes de que fuera demasiado tarde, puesto que si seguían así, el sistema podría detectar rebeldía y expulsar a todos sus hermanos.
-Basta, por favor, detenganse, entiendan que pueden ser expulsados.
-Que no te importe, es momento de hacer pagar a Dios, vamos hermanos, por lo que nos corresponde.
La lucha seguía desenfrenada y para Michael fue el último clavo en su corazón, primero su hermano, después su padre y ahora todas las creaciones de Dios se habían revelado, muchos círculos se formaron en las alas de cada ángel que había sido rebelde, a la vista era casi una tercera parte de toda la población en el cielo, muchos o quizás miles de angeles estaban a punto de caer, pero lo que asombro a Michael fue ver qué Azazel estaba llegando al séptimo piso, volando inmediatamente para detenerlo.
-Azazel, será mejor que te detengas.
-Vaya, pero si es la mano derecha de Elohim, hola Michael.
-¿Tu causaste todo esto?, Sabía perfectamente que desde tu creación tu serías tarde o temprano un ángel caído.
-No he hecho nada malo, cómo ves, no hay nada en mis alas, por lo que si no te molesta, quisiera entrar a la casa de Dios.
Michael estaba furioso, al ser un ángel de alto rango podía mostrar algunas emociones sin correr el riesgo de caer, pero lo que más causo impresión es que las Alas de Azazel se veían algo diferentes, cómo si tuvieran algo fuera de lo normal, por lo que sin dudar, Michael disparo una lanza de luz que golpeó las alas de Azazel y estás comenzaron a brillar en negro.
-Asi que ya eras un ángel caído, por eso tus alas son distintas, lograste engañar al sistema, no por nada eres el ángel del conocimiento.
-Vaya, pensé que lograría mantenerlo más tiempo, tienes razón, soy ahora un caído, pero gracias a mi inteligencia logré engañar el sistema de Elohim, y ahora podría entrar en su casa y tú no me lo vas a impedir, Michael.
Ahora una lucha comenzó entre ambos hermanos, debido a su experiencia y poder Michael tenía la ventaja, pero Azazel era el ángel del conocimiento por una razón y este comenzó atacando puntos vitales de Michael, este debido a su anterior pelea con Issei, no estaba totalmente recuperado y poco a poco la ventaja que tenía la estaba perdiendo.
-Dios, jamás creí que me atacaras dónde me atacó Issei.
-Tenia que prepararme, observé tu batalla con Issei, supe que te hizo mucho daño, solo tenía que volver a atacar donde te había dado, si bien usamos ambos la luz sacra, está también nos hace daño, ahora debo apurarme, el Sistema no tarda en sobrecalentarse, es la única oportunidad para pasar la barrera de protección.
Azazel había dejado a Michael en el suelo, este a su vez ya estaba sangrando de nuevo, no quería admitirlo, pero por un descuido había sido derrotado, pero sonrió para si mismo, no logro detenerlo aunque sabía perfectamente que tampoco lograría su objetivo, ya que nadie más que Dios podía pasar, aunque Dios estuviera muerto.
-Finalmente después de tantos milenios, porfin, descubriré los secretos más grandes de Dios, Jajajajaja
Una risa malévola salió de los labios de Azazel que gustoso trato de volar a la entrada de aquella habitación, paso junto a la sala del sistema, creyéndose victorioso, pero de pronto sintió su cuerpo bastante pesado.
-¿Pero que está ocurriendo?
-Eres bueno Azazel lo reconozco, pero olvidaste que Dios siempre estará uno o dos pasos delante de nosotros.
Michael aún con sus heridas encaro a Azazel, después varios ángeles llegaron a ayudarlo, vieron como Azazel había intentado entrar, pero con una expresión de molestia, fue expulsado del llamado Paraíso, él, junto con todos los angeles que habían intentado seguirlo, ese día fue conocido como la gran caída del cielo, puesto que casi cien mil angeles se habían vuelto caídos, todo por haberse revelado ante los mandatos de Dios.
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Lucifer y todos los príncipes del inframundo estaban en la capital, Lilith, todos estaban reunidos, Zeoticus y demás líderes de las casas demoníacas también estaban, el primer ángel caído del cielo, aquel que por desición propia se volvió el líder de todos los demonios estaba contento, su alegría era inmensa, puesto que había recibido excelentes noticias.
-Demonios, ¡Criaturas entregadas a la maldad del mundo!, Hoy es un día glorioso, hoy finalmente llevaremos a cabo nuestra venganza en contra de Dios y sus bastardos angeles, finalmente podremos derramar su sangre por los nuestros que cayeron a sus manos, me acaban de informar que una gran cantidad de angeles se han vuelto caídos, el cielo está desprotegido, Dios está en una lucha contra un ángel, es nuestra oportunidad, no la desperdiciaremos, ¡Acabemos con el cielo!
Todo el mundo gritaba de jubiló del nombre de Lucifer, todos los demonios sabían que está era una oportunidad inmejorable, una guerra estaba a punto de comenzar, una que involucraba a dos grandes facciones, el cielo y el infierno, dentro de otras religiones o mitológias también sintieron el peligro, pero lejos de querer intervenir se refugiaron de inmediato, unos incluso levantaron defensas por si se les ocurría atacarlos, pero lo que desconocían todos es que en este momento estaba por cambiar la historia, ya que sería el fin de los reinicios, pero sería el principio de una guerra que podría devastar al mundo por completo.
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