Capitulo 17: El verdadero ángel guerrero.
El cielo estaba oscuro, algunas horas habían pasado desde que Gabriel y Lilith habían parado su batalla, Issei y Michael eran ahora los protagonistas de la batalla, golpes, lanzas de luz, flechas de energía demoníaca, entre ellos era suficiente una batalla para hacer que el lugar donde se encontraban temblará y varios cráteres se formarán en el suelo, era una batalla digna de observación, pero si bien Issei luchaba con todo lo que tenía, Michael no pensaba lo mismo.
-Te he dicho que dejes el cuerpo de mi hermano.
-Soy un ente a parte de tu hermano, sabes que puedes expulsarme si me aplicas un exorcismo pero tienes miedo.
Michael hizo una mueca ante el comentario del ente que poseía el cuerpo de su hermano, el aplicar un exorcismo era la solución más factible que podía existir, pero debido a que el alma de su hermano ya era más de la mitad demoníaca su existencia estaría en un total peligro y no era seguro que sobreviviera, solo se pofia enfocar en alargar la batalla por si existía alguna posibilidad de que solito el ser se fuera o en el mejor de los casos se extinguiera.
-Michael, Michael, Michael, es inútil, o tú terminas con mi vida o simplemente moriré con el tiempo, no hay otra manera, Issei está condenado a la muerte.
Ataque tras ataque, el cuerpo de Issei se iba desgastando, pequeñas grietas aparecían en ciertas zonas de su cuerpo, mientras que la batalla seguía por lo alto, causando rayos y ciclones en el cielo que también afectaban la tierra, muchos cuerpos humanos y de trolls que estaban en la zona salieron volando debido a los fenómenos meteorológicos existentes gracias a la batalla de Issei contra Michael, algo que parecía imposible de terminar.
-No podrás seguir así por mucho tiempo Michael, lo mejor es que termines con este cuerpo decrépito, dale el final feliz a tu hermano, dale el descanso eterno, déjalo morir, lo escucho, nii-san, nii-san, cómo te llamaba cuando recién había nacido.
Michael se enfureció, tanto que sus alas parpadearon de blanco a negro, los sentimientos lo estaban controlando, su mirada ya no era tan neutral o de felicidad, la muñeca delataba su Irá, no había pasado desde que expulsó a Lucifer del cielo, un sentimiento negativo había llenado el corazón de Michael.
-Te haré pagar por usar esas palabras.
Ya no razonaba el ángel, lo que causó gran satisfacción en el ser demoníaco que enfrentaba, ahora sus ataques ya eran a matar, lanzas de luz, recubrimiento de magia para aumentar el daño, todo para lograr darle un golpe certero, uno que con aquella intensidad podría causar la muerte, lo que quería el ser demoníaco.
-Eso, atacame, mátame, ese debe ser tu destino, tener este cuerpo en tus brazos, solo así acabarás con este mal.
La tierra temblaba, escombros volaban por los aires, tornados y ciclones se formaban en el cielo, una batalla que causaría un gran daño al mundo humano, una batalla que se estaba dando por la provocación al más poderoso de los angeles creados por Dios.
-Te arrepentirás de haberme dicho eso, ¡regresame a Issei!, ¡Maldito demonio!.
Michael estaba dominando por completo, el cuerpo de Issei ya no podía reaccionar o luchar de la misma manera, ya había perdido por completo, pero la cara de satisfacción era notoria, había logrado su cometido, pero no contaba con algo importante, en su cuerpo algo había cambiado, pronto las marcas de su poder dejaron de seguir, por la distracción, sufrió un gran golpe de Michael que dio sin ningún remordimiento, causando que el cuerpo saliera disparado contra el suelo, causando un gran cráter, Michael se asomo esperando continuar la pelea, pero algo lo dejo perplejo, el aura demoníaca de Issei comenzó a desaparecer, y mientras tanto su poder divino estaba regresando, de alguna manera extraña, el poder original de Issei estaba regresando a su cuerpo.
-¿Acaso esa mocosa murió?, Ya veo, así que este es mi final.
-¿A qué te refieres?
-Issei había entregado su divinidad a cambio de salvarle la vida, esa niña llamada Rías, probablemente acaba de ser asesinada.
-¡No puede ser!
-Asi es, y yo que quería tener una gran batalla, espero volver a encontrarnos un día Michael, por ahora, es todo.
El ente que poseía a Issei desapareció por completo, ahora ya no tenía ningún rastro de energía demoníaca, todo su poder divino había vuelto, pero ahora había algo distinto en el, cómo si además de haber regresado se viera más fuerte, algo que no alcanzaba a entender Michael, pero todo se despejó cuando Issei abrió los ojos y estos tenían una cruz en las pupilas.
-Hermano, Issei, que alegría, estás de vuelta.
-Michael, ¿Que paso?
-No lo sé, tus poderes divinos han regresado, pero te ves distinto, no eres como yo recordaba.
Issei se levantó del crater, aún tenía sus ropas desgarradas, miro a su alrededor, notó como era destrucción, los árboles, las casas, el castillo, de echo lava y rayos seguían cayendo por el poder que se usó en la batalla, miro sus propias manos, aún habían ciertas grietas, lo cual solo significaba una cosa.
-Michael, hermano, el alma pura no está muerta, Rías Gremory no murió, no aún todavía.
-¿Cómo es eso posible?, Se supone debía absorber tu divinidad y morir, pero tú has vuelto a la normalidad.
-Eso es lo inexplicable, el alma pura, de la que tanto quería padre su protección, está ahora en mi interior y no solo eso, siento más poder del que tenía cuando baje del cielo.
Issei quería tener una explicación, ¿Cómo era posible que el alma pura ahora estaba en su cuerpo?, Y también, ¿Porque tenia aún marcas en sus manos?, Eran cosas que no podía terminar de entender, ya no era un ángel inocente, el ser demonio un tiempo le dio más conocimiento y sentido común de la humanidad, pero sobre todo cierto nivel de comprensión sobre las emociones negativas.
-Issei, una pregunta, ¿Porque tus alas son doradas y casi igual de grandes que las mías?
Fue cuando Issei lo noto, vio sus propias Alas, solo era un par, pero no eran blancas como las de sus hermanos, ni color beige como las de bajo rango, eran doradas, un par de alas doradas, bastante grandes como para equiparar en tamaño las de Michael, pero con el distinto color y además de que también tenían en las esquinas un cuerno, al parecer, un cuerno de Dragón.
-No lo sé, de echo no entiendo porque sigo siendo un ángel, mi cuerpo se supone fue corrompido por el poder demoníaco que tenía Rías, además, también tenía partes dragón gracias a Ddraig, pero al parecer sigo siendo un ángel.
-¿Y ahora que harás hermano?
-Por ahora tengo que volver al territorio de los dragones, si lo que pienso es cierto, Rías está a punto de morir y debo evitarlo, Dios me mataría si algo le pasará, después de todo es mi misión.
-Pero tu misión era cuidar el alma, ahora está en ti, no es eso suficiente, por favor, regresa conmigo al cielo, ya no desafíes a padre.
-No puedo hacerlo Michael, por eso fui convertido en el único Ángel Guerrero, es mi misión, nada lo va a impedir, ni siquiera tu hermano, por lo que te pido, no estorbes.
Issei salió volando del lugar, la dirección era tal y como lo dijo, el territorio de los dragones, algo no cuadraba, para Michael ya era un milagro que el alma estuviera a salvo además de su hermano, pero quién en el mundo tendría tanto poder para lograr tal hazaña y fue que finalmente lo comprendió, solo una persona podría hacer uso así de las Almas y cambiar de un cuerpo a otro sin que esté presente, lo cual solo significaba una cosa.
-Dios mato a Rías Gremory.
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