Capitulo 15: La revancha

El enfrentamiento estaba claro, de un lado Issei seguía parado frente a los tres dragones, protegiendo de cierta forma a Rías, la cual debido al impacto del ataque no podía hacer nada, las heridas de ambos se iban cerrando lentamente, la mirada determinante de Ddraig hacia ver que su voluntad le dictaba atacar al que podía decirse era su único amigo, y Albión solo estaba molesto puesto que casi logra acabar con la vida de la aberración.

[Luego me las pagaras Albión, te dije que no tocarías a mi hija]

{Estando a punto de matarla y salvarnos para que haya un reinicio, seguir viviendo y luchando como hasta ahora, ¿Así me lo agradeces?, desgraciado}

-Silencio los dos, concéntrense en la pelea.

Tiamat llamo la atención de los dos, estos solo miraron a los Nephilim, los cuales seguían en su posición, hasta que Issei se giró y ayudo a Rías para que se pudiera levantar.

-Sera mejor que te vayas niña, mi otro yo quiere salir para protegerte, pero no lo dejare aun, matare a esos tres dragones.

-Basta Issei, tú no eres así, eres el hombre que amo, desde niña lo he sabido, eres quien me protegió de todo, eres mi alma gemela, eres todo lo que tengo a parte de mis padres, no lo hagas más difícil.

-Cuantas veces tengo que decirte que yo no soy Issei, mira, si lo quieres en un sentido cursi y estúpido, tú y el son mis padres, yo nací en el momento que Issei te dio su divinidad, así que ya déjame en paz.

-Eso quiere decir que ya soy mamá, pero si ni huevos he puesto.

-Maldita sea, en ti no funciona así, crecen los bebes en tu cuerpo.

-Pero tú no creciste dentro de mí, entonces eso me hace a mí el papá e Issei es la mama, que bonito.

-Ya cállate por amor de los dragones.

Los tres dragones quedaron incrédulos ante la discusión de los Nephilim, pero sobre todo Tiamat sonrió debido al entusiasmo de su hija por la noticia de que ya era madre a sus cortos 17 años, Ddraig quería morirse de la risa y Albión quedo más que molesto, porque lo estaban ignorando aun siendo un peligro latente.

-Bueno, ahora cállate, tengo que lidiar con dos dragones, que dices, ¿Luchas a mi lado?

-Solo si me dices Mamá

-Jamás te voy a llamar así, estás loca, soy una criatura que ama el caos y la destrucción, solo te utilizo por tu poder, no puedo contra los tres.

-Ándale hijo, Mami, quiere escucharte, además tus abuelos te van a detener, por lo que solo queda el blanco.

Antes de que pudieran decir algo más notaron como cerca de ellos se sentía un gran poder, Rías y los dragones no lograron identificar al dueño de la energía, pero la criatura que poseía a Issei sonrió de manera maquiavélica, reconoció ese poder, era su hermano de Issei, Michael que se acercaba, finalmente tendría su revancha de la pelea pasada.

-Un gusto pelear contra ustedes, yo me retiro, tengo una pelea pendiente y tu maldita loca, ni soy tu hijo ni Issei te ama.

La criatura salió volando del lugar, se dirigió por la energía que se sintió, Albión viendo que ya no tenía ni energía para luchar se marchó sin que los demás se dieran cuenta, Rías cayó al suelo llorando por lo que había dicho la criatura, Ddraig y Tiamat se acercaron a consolarla, de pronto se dieron cuenta de algo importante, Rías casi tenía la divinidad de Issei en su totalidad, por lo que el ángel guerrero que había entrenado Dios estaba a punto de morir.  
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El fuego quemaba todo lo que quedó de Camelot, la gran ciudad donde se había desarrollado una de las más grandes peleas de todo el mundo, el ángel femenino más fuerte contra la madre de todos los demonios, cientos de cadáveres se veían por doquier, hombres, mujeres y niños se podían divisar en cualquier lado que se viera,  una escena catastrófica, la muerte de miles de inocentes.

-Son unos malditos, jamas los perdonaré.

El rey Arturo sostenía su espada con fuerza, está tenía un brillo dorado demostrando su gran filo y poder sagrado, mientras que en el lado contrario estaba Zeoticus con bastante daño, su labio y parte de su cuerpo expulsaba sangre, pero lo curioso es que su sangre salía con manchas negras y su cansancio era evidente, la batalla era bastante dura.

-Vaya, eres un gran guerrero, mira que yo siendo bastante poderoso logras hacerme bastante daño, esa espada es increíble, vaya que Rafael se luce con sus creaciones.

-Calla duque Gremory, mi espada Excalibur está diseñada para matar a los demonios y su poder sagrado es muy malo para ti, aprovecharé ahora para matarte, esto va por mi reino caído.

El rey Arturo se lanzó al ataque, no lo pensó demasiado y con su espada trato de atravesar el corazón del demonio, pero este siendo tan inteligente y con años de experiencia sabía que era buen momento de terminar la pelea.

-Me encanto esto, pero lo siento, solo eres un miserable humano.

Antes de que el rey pudiera darse cuenta, Zeoticus lo atravesó con un rayo de poder justo en su corazón, por haber bajado la guardia para hacer un ataque directo provocó su propia muerte.

-Maldito demonio

El rey Arturo cayó al suelo, desangrándose y perdiendo la vida debido al daño recibido, mientras que Zeoticus se curaba poco a poco y con un poco de magia restauró su atuendo, mirando al horizonte, dónde en unos kilómetros se desarrollaba otra gran pelea, Lilith contra Gabriel, el cual ya tenía horas de haber iniciado.

-Mi señora está luchando con todo su poder, será mejor que vaya a ver cómo están las cosas, a final de cuentas matar a Gabriel nos dará más ventaja y solo restaría buscar a la criatura para terminar el trabajo, mi señor estará totalmente complacido.

Zeoticus levito un poco en el aire gracias a sus alas de demonio, era tanta su satisfacción que no noto como alguien tomaba la espada Excalibur del suelo, confiado en que había matado a todos los humanos no sospechaba de nada extraño, todo hasta que de forma improvista fue cortado de un costado por la gloriosa espada, dejando ver a una mujer que había sido la causante del ataque.

-Maldicion, no me había dado cuenta que había un insecto más, maldita mujer, ¿Quién demonios eres?

-Supongo que no tienes tanta memoria, bueno, te lo diré, me llamo Mío, soy hija de Sebastián y de Isabel, el demonio y la humana que te traicionaron.

Zeoticus miro con Ira a la niña que lo había atacado, era una semidemonio, tenía el cabello rojo como la sangre, al igual que él, después de ver su rostro noto como tenía rasgos de aquella mujer con la que estuvo hace 15 años, casi los mismos que Lucifer había ordenado su tortura.

-Asi que tú eres producto de esa maldita relación, esto es perfecto, tú me dirás donde está Isabel, además del maldito traidor de Sebastián, preparate a luchar miserable mestiza, nunca podrás contra un demonio puro.

La ahora identificada como Mío tomo posición de ataque, pero lo curioso era ver cómo tenía en sus manos unos guantes algo extraños, además de que tomaba a Excalibur con fuerza, su sudor era evidente.

-Ya entiendo, te entrenaste para soportar el poder sagrado, y quieres utilizar tu propia debilidad contra mi, eres completamente estúpida.

-Lo se, pero para matar un demonio tan poderoso como tú, solo hay una manera, no me importa, jamás dejaré que toquen a mi hermana ni a mis padres.

La voluntad de Mío era admirable, hasta Zeoticus se sorprendió de ello, sonrió con nostalgia, aún si Sebastián lo había traicionado lo había hecho por amor, por una buena razón, algo que había pedido hace tiempo, la oportunidad de poder amar a una persona, al parecer lo había logrado, pero la traición a su persona fue peor lo que hizo hervir la sangre de Zeoticus, causando que su poder incrementará mucho.

-Mira mocosa, está es mi revancha, si tanto Sebastián fue feliz con Isabel, está bien, pero en venganza por su traición cobraré la vida de su hija y tú disque hermana que realmente es una asquerosidad que ni siquiera debería de existir, jugué hace rato con el rey Arturo, pero a ti te tomaré en serio, prepárate, porque acabaré contigo niña.

Zeoticus elevó aún más su poder y se lanzó al ataque de la joven Mio, la cual poco tiempo tuvo para reaccionar, debido a que el demonio fue bastante veloz, ella como pudo detuvo el golpe tan duro que Zeoticus trato de conectar, gracias a Excalibur logro resistir el embate, retrocediendo unos cuantos metros, pero elevando de nuevo la espada en dirección del demonio, que veía como poco a poco su mano se curaba ya que el golpe lejos de ser efectivo le causó daño, fracturandola debido a la resistencia de Excalibur.

-Ok, será un poco más difícil de lo que pensé, esa maldita espada es un gran problema, pero no me preocupa, está batalla la ganaré fácilmente.

Nuevamente el demonio se lanzó al ataque, buscando dañar de manera grave a la semidemonio, con su gran velocidad logró asestar un golpe en su costado que la mandó hacia unas casas que estaban totalmente destruidas, Mío por su parte no pudo contestar el ataque y terminó estrellándose precipitadamente, se levantó cómo pudo y noto como realmente había recibido bastante daño.

-Tú medio de protección solo es una maldita espada.

-Verás que aún así voy a poder derrotarte

-No hables como si tuvieras años de experiencia en el combate, te llevo milenios de ventaja, guerras peleadas contra Ángeles y sacerdotes, comparado contigo tú no eres nada.

Mío aunque fuerte de voluntad sabía que el demonio tenía razón, en experiencia de combate ella era totalmente nula y no tenía posibilidad alguna de ganar realmente, pero al recordar la sonrisa de sus padres en los momentos más catastróficos dentro del inframundo le devolvió las energías que necesitaba, se levantó y puso una mirada feroz, la determinación en sus ojos era grande y el demonio lo sabía, por lo que ahora cuidaría más sus ataques en contra de la espada excalibur.

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Gabriel y Lilith no se habían medido en sus ataques, buscando de realmente derrotar a la otra se excedieron en el uso de su poder, los daños colaterales que habían causado  cobraron cientos de vidas humanas que poco pudieron hacer para defenderse, ambas lejos de tener el combate siguieron aumentando la intensidad, tanto fue así que sus daños ya estaban llegando al territorio de los dragones.

-Eres bastante buena, Uriel te entreno bien para el combate, Pero supongo que el Ángel femenino más fuerte no es nada en comparación a sus hermanos, no por nada mucho sector del inframundo te tiene miedo.

-Puedo decir lo mismo de ti madre de los demonios, el haber renunciado a tu inmortalidad y divinidad otorgada por mi padre no te causa estragos en el combate, eres una gran peleadora, pero lamento informarte que ahorita mismo yo llevo la ventaja, tú estás más agotada de lo que yo lo estoy.

Gabriel no mentía en sus palabras, el tiempo de duración del combate solamente había pasado factura a la madre de los demonios por el uso del poder sagrado, al contrario de estar acorralada Lilith sonreia con gracia, causando dudas en Gabriel la cual no entendía el por qué sucedía esto, trataba de hayar una explicación lógica, pero por mucho que lo pensará no encontraba ninguna.

-¿Porque rayos estás sonriendo?, Acaso no estás entendiendo que estás apunto de perder la batalla.

-Entiende, te advertí que desde el primer momento ganaría, y lo haré gracias a esto.

Del interior de su vestido, Lilith saco un frasco totalmente extraño para Gabriel, está se le quedó mirando como tratando de averiguar el posible elixir que pudiera contener, hasta que finalmente lo entendió.

-Maldita, eso es hacer trampa.

-Utilizar recursos del inframundo no es nada de trampa, puesto que a diferencia de mí tú tienes poder sagrado que te otorgó Dios, por lo que en términos generales tú tenías más ventaja yo solo equilibre la balanza.

Bebiendo las gotas que contenía la botella, Lilith se recuperó completamente de sus daños, dando a conocer así que se trataban de lágrimas de un fénix, animal que otorgaba el poder de la curación a cualquier criatura que bebiera de ese elixir, ave mística que pertenecía a un clan de los demonios, algo que dejaba en jaque totalmente a Gabriel.
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Bueno sí que realmente muchos se preguntan porque publiqué esta historia, pues resulta que en el Génesis del Peón compartido me pidieron que lo hiciera, yo solo cumplir la petición y pues quise darme el placer de publicar un nuevo capítulo, espero les guste lo que estoy haciendo con esta historia, Bueno eso es todo de mi parte nos vemos bye.

LaloIssei fuera.

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