Gabriel el ángel más hermoso del cielo, aquel que se proclama el segundo más poderoso después de Michael, un ángel que tiene amor incondicional por su creador, algunos asegurando que se trata de un amor algo enfermizo.

Este ángel estaba en el mundo humano, más precisamente en un reino tratando de buscar rastros sobre Issei, uno de sus hermanos más pequeños pero que hace algunos años había traicionado al cielo, siendo que lo había hecho sin algún motivo en particular, causando tanta preguntas sobre su actuar en contra del cielo, siendo que ya incluso había aceptado abiertamente que se había convertido en un demonio.

-Señorita, tiempos oscuros se acercan, Dios nos ha abandonado, desde el suceso de la infertilidad los tiempos oscuros empezaron, una pelea de demonios en un reino hace años, los dragones han vuelto a aparecer, estamos condenados, ¡Es el fin del mundo!

Gabriel avanzaba cautelosa pero no negaba lo dicho, las cosas estaban bajo mucha tensión y posiblemente no tardaría en estallar una guerra, todo porque las tres facciones querían luchar el control del mundo humano.

Salió del reino, no había encontrado ninguna pista sobre el paradero de la niña Nephilim o su hermano, lo cual dificultaba las cosas y Michael no podía estar bajando del cielo constantemente, ahora que su padre había bajado igual el tiempo en el cielo y el mundo humano se había alterado, por lo que ahora transcurren casi iguales, ya no pasaban siglos en el mundo humano como antes, además de que Dios se había encerrado en el séptimo piso del cielo, sin ver a nadie o contactar con alguno de sus ángeles, siendo que el gran ángel Michael quedó a cargo del cielo.

Gabriel se alejo del reino viendo unas pocas aldeas, el crecer de la raza humana era más veloz en estos años, algo para ella demasiado extraño, todo a base de que empezó una sobrepoblación, el miedo de no volver a reproducirse les está haciendo cometer tonterías, aún Gabriel procesaba el hecho de lidiar con todo eso, saco sus alas de ángel y emprendió vuelo en pro de encontrar más pistas del paradero de sus objetivos, aún con sensación de querer ver a Rías, la niña que por algunos años crío, de la cual se había apegado mucho.

-Como extraño a esa Bebé, Rías, es un bello nombre.

-Me parece asqueroso que recuerdes el nombre de una aberración y le tengas cariño.

Gabriel detuvo su caminar para percatarse de la presencia de dos demonios frente a ella, lo cual causo que la serafín se pusiera en guardia y notará finalmente de quién se trataba.

-Lilith

-Gabriel

Ambas entidades se vieron con desafío, eran enemigas naturales y vas sabían que si debían luchar era para que una de las dos tenga que morir.

-Eso raro ver a una traidora sin protección de un demonio.

-Pero es más rato ver a la perra del cielo en el mundo humano, más si estás cerca del territorio de los dragones, será mejor que te rindas, yo misma mataré a esa aberración.

-No te atrevas a llamarla de esa manera mujer impura, desde que traicionaste a Dios y te expulsaron del Eden solo te volviste un objeto de los demonios.

-Soy la madre de los demonios, un título que jamás me daría tu estúpido Dios, además soy libre de hacer lo que quiera, no como tú, maldita esclava.

Gabriel se había molestado demasiado por el comentario que había lanzado Lilith, por lo que instintivamente empezó a incrementar su obra más de lo que ya la tenía debido a la guardia alta que tenía por haberse encontrado a la madre de los demonios, siendo que la progenitora de los seres malignos del mundo tampoco se quedó atrás y también comenzó a incrementar su poder.

-Esta será una oportunidad para que la balanza esté a favor de los demonios.

-Solo es momento de exterminar el mal de este mundo.
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El fuego es un elemento de extrema destrucción, su poder y alcance son cosas que no deben tomarse a la ligera, siendo que no es tan sencillo detener un incendio o soportar una gran oleada de calor tan fácilmente si no es con un elemento contrario, más aún si su origen provenía de una criatura mitológica a nivel celestial como lo es Albion y Ddraig, pero lo que ocurría en el territorio de los dragones era increíble de ver.

{¿Cómo es posible que está niña tenga tanto poder?, Además resiste mi veneno, maldita aberración acabaré contigo}

-Lastimaste a mi papá, dañaste a mi mamá y amenazas mi vida, jamás dejaré que nos toques maldita lagartija

{Pareces totalmente otra persona, veo que al liberar tu poder aún se desarrolla tu actitud demoníaca, justo para ti, el poder sagrado con personalidad de un demonio}

Tiamat trataba de curar a Ddraig lo más rápido posible, no entendía en lo más mínimo la actitud de su hija, había cambiado por completo, desde hace tiempo que paso de ser una niña dulce y temerosa a un completo ser de destrucción, además de que lograba sostener una pelea a la par del dragon celestial.

-Apenas acaba de despertar su poder, ¿Cómo es posible que pueda luchar al nivel de Albion?, Incluso lo domina.

[Eso es por dos razones, la primera es que Albion está debilitado por mi lucha con el, por lo que no puede seguir el ritmo y la segunda es porqué Rías tiene poder sagrado Dragonslayer, Issei me conto que en su entrenamiento con Dios tuvo que aprender todas las formas de poder sagrado, por eso es un guerrero celestial, al pasar su divinidad a la chica cuando era un bebé obtuvo esas habilidades, pero al mismo tiempo le dio fortaleza en su cuerpo, su alma y cuerpo son únicos, solo gracias a Issei, el mientras absorba su energía demoníaca le permitirá vivir a Rías]

-Ya entiendo, pero si es así, ¿Que pasará con Issei cuando le de su divinidad por completo a Rías?

[Morirá]

Ambos Dragones se quedaron estáticos en el proceso de la batalla, mientras Albion por todos los medios trataba de morder o aplastar a Rías pero está al ser más pequeña que el gran dragon lograba evadir todos sus ataques además de que cada uno de los golpes que conectaba le hacía un tremendo daño debido a su poder sagrado, se detuvo un momento al ver a sus padres viendo como estaban algo asustados y sudando.

-Mamá, Papá, acabaré con esto rápido, este maldito no es rival para mí, sentirá el verdadero infierno por lo que ha hecho.

Rías estaba dispuesta a terminar con la vida del dragon, pero una luz y rayos carmesí llamaron su atención, del otro lado del campo de batalla una energía demoníaca y monstruosa surgía, Albion, Ddraig y Tiamat también se dieron cuenta, a lo lejos cientos de dragones huían del territorio incluyendo a los reyes que cuidaban el territorio, inconscientemente Rías comenzó a temblar de miedo y ansiedad, Albion trato de apresurar su recuperación, Ddraig materializaba una armadura especial y Tiamat elevaba su aura de igual manera, Rías a pesar de su temor se relajo y concentro su poder, la mirada determinante que tenía solo significaba una cosa, no tendría una lucha sencilla, puesto que Issei se acercaba lentamente, su cabello ya era negro y marcas negras atravesaban su cuerpo, siendo el origen su corazón, cada paso que daba Issei era más nerviosismo en los dragones y la Nephilim.

-Mamá, ¿Es Issei?

-Si hija

[Prepárense, lo vamos a detener]

Una mirada siniestra se vio en Issei, una alas de murciélago se desprendieron de su cuerpo además de que líquido negro a lo que parecía ser su sangre se derramó por su espalda y de sus labios, dándole una apariencia aterradora que estaba a punto de atacar a los presentes.
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