Capitulo 11: Reuniones secretas.

Algunos años habían pasado en un abrir y cerrar de ojos, Issei seguía lidiando con su contaminación, ya casi 14 años de que había cambiado su divinidad por salvar el alma más pura que jamás se había visto, además de que todo eso estaba afectando a su hermanos en el cielo, gracias a algunas batallas pequeñas que se habían originado en ese tiempo, logro ver aún más la culpabilidad en sus rostros, por dentro sufría, pero sabía que era lo mejor para todos.

[Chico, ¿Te encuentras bien?, has estado divagando demasiado]

-Perdóname Ddraig, he estado muy pensativo, desde la última batalla contra el cielo, ya incluso los caído y los demonios me han seguido la pista, gracias mi velocidad he podido evitarlos, pero siento que me atacaran un día de estos.

[Ya te he dicho que vayas al territorio dragón, ahí estarías a salvo, ya dejarías que tu divinidad se vaya por si sola y tendrías un lugar para descansar el tiempo que te queda]

-Me niego, no quiero poner en peligro a Rías, además de que ella ya debe estar en esa etapa donde se interesa por el sexo opuesto.

[¿Estas celoso?]

-Por supuesto que no, ¿Qué te pasa?, solo me preocupo por ella.

Ambos estaban en un desierto, con una fogata en el centro, además de disfrutar algo de comida, rodeados de las pirámides egipcias, algunos cadáveres estaban a lo lejos, se trataban de unos humanos que trataban de buscar un tesoro por el cual Issei Y Ddraig se encontraban ahí, pero después de una relajante cena, ambos se levantaron dispuestos a retirarse.

-Es una lástima haber recorrido tanto para no encontrar lo que queríamos.

[Era un riesgo, pensé que Tiamat no había recogido este tesoro, pero no fue todo tan malo, evitamos que un sacerdote loco despertara]

-Tienes razón, pero aun así es una lástima, pudo haber sido un gran peleador.

[Parece que ya tienes más control sobre tus instintos de dragón y demoniacos, me sorprendes chico, no esperaba que un ser como tu llegara a vivir más de 10 años]

-Pues todo es gracias a ti mi querido amigo, sin mi brazo de dragón, probablemente explotaría mi cuerpo.

Ambos emprendieron vuelo de regreso al territorio Dragón, pero a los pocos kilómetros de salir del desierto un gran portal se abrió frente a ellos, Issei se tranquilizó, pero Ddraig empezó a elevar su aura, el brazo izquierdo de Issei se alteró también y se encendió en llamas carmesí, causándole un poco de dolor.

-Hola hijo mío.

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El inframundo se encontraba en relativa paz, pues todos sus habitantes prosperaban de buena manera a pesar de las diferencias de clases sociales que existían entre los mismos demonios, pero ahora vemos que en la plaza central se encontraba el mismísimo Lucifer, frente a él se encontraba de rodillas y semi-desnudo Zeoticus Gremory, uno de sus soldados más leal, este estaba sufriendo un castigo, pues gracias al poder de la destrucción del clan Bael, estaba siendo azotado, pues lo atacan constantemente con esa energía.

-¡Basta!, Mio Bael, agradezco tu presencia durante estos años de castigo.

-No es nada mi señor, estoy a su servicio con mi vida.

La gente comenzó a abandonar la plaza central, Mio Bael se retiró del lugar dejando a Lucifer y Zeoticus solos, pero de pronto Lucifer comenzó a curarlo, el demonio Gremory se sorprendió, pero aceptó gustoso la energía de su líder, que si bien había impuesto un castigo bastante ejemplar, sabía que la falla no era total del Gremory, si no de la traición de uno de sus sirvientes.

-Mi señor, lamento haberle fallado, en este tiempo no he dejado de arrepentirme por mi falta, espero me dé una nueva oportunidad para completar la misión.

-Yo reconozco tu fallo, también espero tomes cartas en el asunto, pero ahora quiero que se cumpla, sé que eres casi mi mano derecha, incluso eres más influencia que los Bael, siendo que fuera de los príncipes del inframundo ustedes son los de mayor importancia.

-Lo se mi señor, y de nuevo le demuestro mi lealtad, hace 15 años acepte el juicio por mi error y ahora después de todo, yo mismo me encargare de lo acontecido, juro por mi vida y la de mi familia que ahora lo cumpliré.

Después de un rato, Lucifer logro curar todas las heridas de Zeoticus, pero aun así le quedaron las cicatrices del poder de la destrucción, además de que fueron al palacio central en la capital de Lilith, entrando a la sala de reuniones, encontrándose a la mismísima madre de los demonios, causando que Zeoticus se arrodillara inmediatamente y alabara a Lilith.

-Mi señora, es un verdadero placer verla en este hermoso día.

-Zeoticus, levántate, has fallado y es momento de que hablemos, esta misión no debe fallar, además de que yo misma iré contigo, esta vez sí matare a Gabriel.

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Tiamat y Rías sobrevolaban algunos pueblos humanos, estaban buscando ganado que robar, pues las manzanas dragón comenzaban a escasear en el territorio, pues algunos humanos poseedores de magia Dragón Slayer habían atacado hace algunos meses eliminando gran parte de la población dragón, además de que las mismas peleas por territorio causaban más destrucción que acababa con el alimento vital de la especie.

Ellas se detuvieron en una donde habían varios humanos asesinados, ambas dejando de lado las muertes se pusieron alertas por cualquier peligro que viniera, pero lo que vieron las dejo sin habla, ya que la cosa que estaba trajo varios escalofríos a la dragona y la Nephilim.

-Mamá, ¿Es quien creo que es?

-Sí, así que despacio vámonos de aquí, no se ha dado cuenta de nuestra presencia.

Ambas mujeres intentaron escabullirse, pero de pronto y sin querer, Rías piso una vara de madera quebrándola en el proceso, provocando un ruido que atrajo la atención de la criatura que dejo el humano que estaba masticando y dirigió su vista hacia donde estaban ambas féminas, aumentando el nerviosismo en ellas, pues la criatura que tenían en frente, era de las peores que pudieron haber encontrado.

{Así que Tiamat, es un gusto verte después de tantos siglos, tan hermosa como siempre, lamento que me veas así, pero tenía mucha hambre, me estoy preparando para encontrarme con alguien especial}

-Sí que es un gusto verlo señor Albión, tienes mucha razón, son bastantes siglos.

{¿Pero porque tanta formalidad?, sabes que a mí me puedes tratar como tú quieras, sobre todo que la hembra más fuerte venga a ver al celestial más fuerte, somos buena pareja, imagina las increíbles crías que pudiéramos tener y no siguieras reproduciéndote asexualmente}

-No lo creo señor, usted sabe que para hacerlo deben existir sentimientos y desafortunadamente no lo siento con usted.

{Así que como cada ocasión, ¿Sigues enamorada del maldito rojo?, cada ciclo es lo mismo, él te rechaza, termina pidiéndote ayuda y te deja sola, ¿Has ganado algo?, ese maldito solo te usa, yo si te valoro de verdad}

-El amor es eterno, mis sentimientos por Ddraig nunca disminuirán, lo lamento, pero ahora ha cambiado todo.

{Nada ha cambiado, será lo mismo, solo tienes que....}

El dragón blanco se detuvo, finalmente había notado la presencia de la pelirroja, Tiamat se alertó la comenzó a ocultar más entre sus alas, a lo que Albión comenzó a gruñir de forma hostil, causando temor en la dragona por la diferencia de rango, incluso se vio algo forzada a bajar la cabeza, pero al ver la cara de temor en la niña, la gran voluntad que tenía, causando una gran duda en el dragón celestial.

{¿Qué estás haciendo Dragona del caos?, ¿Por qué te atreves a proteger esa aberración?, acabo de darme cuenta de su impureza, será mejor que te quites y me dejes matarla}

Tiamat aun con su nerviosismo se mantuvo firme ante el dragón celestial, pero este ante la insolencia de la reina el golpeo de manera brusca con su cola causando que saliera volando y derribara varios árboles en el proceso, causando más impacto en Rías que tembló del miedo por la gran imponencia del dragón blanco.

-¿Qué me vas hacer?

{Lo mejor para todos, te voy a matar maldito fenómeno}

Albión provoco que Rías cayera al suelo por su miedo, preparo su garra para terminar rápidamente con la vida de la Nephilim, pero antes de que pudiera hacer algo fue lanzado por un poder color verde que lo lastimo un poco en el proceso, y frente a Rías aterrizo la figura del dragón celestial rojo.

[Espero estés preparado maldito, no solo amenazas la vida de mi hija, si no que lastimas a la mujer que me ama, ya no solo es matar a mi pareja anterior ahora me quieres quitar lo que he empezado a amar, tu vida la tomare aquí mismo]

{Pues espero que no solo sean palabras, maldito cobarde}

Rías se levantó, admiro con gran emoción como finalmente Ddraig la había reconocido como hija, pero rápidamente se dirigió con su madre, además de ver como Issei y otra persona llegaba a lo que sería el campo de batalla, pues se acercaba la batalla de los dos dragones celestiales.

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Hola amigos, perdonen la tardanza de este capitulo, pero he tenido mucha presión por la escuela, ademas de que me toca capacitarme para un trabajo, así que perdón, pero espero no tardar para sacar mas capítulos, espero que lo hayan disfrutado.

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