Capitulo 14: ¡¿Qué se cree esa mocosa?!
Me encontraba sentado en la casa de los padres de Ana sin saber que hacer o decir, ya que por un lado estaba Juliette llorando a lágrima suelta y sabía que cualquier comentario mío iba a empeorar las cosas, se me da fatal consolar personas, pensé en tan siquiera darle una palmadita, pero antes de hacer algo, entró mi hermano con sus suegros.
—¿Ya saben a donde se fue Ana María? —Juliette dejó de llorar y fue a donde estaba Alexander, yo me quede en mi lugar, realmente no sabía que jodidos hacia aquí, de lo único que estaba seguro era de que si regresaba a casa me iban a correr a palos si Ana no aparecía ¡ja! Como si yo tuviera la culpa.
—Siéntate, amor —Le aconsejó mi hermano a su esposa y eso solo significaban malas noticias, aparte de que el señor Francisco se veía tenso y la señora Julia de veía mucho peor que su primogénita y eso era mucho decir.
Al parecer Juliette pensó lo mismo que yo, ya que los encaró.
—Le ha pasado algo malo a Ana ¿verdad?
Su madre se sentó a su lado y acarició su espalda, la verdad todo esto pintaba a que habían raptado o algo así, lo raro es que se tomaran tanto tiempo para darle la noticia, ah cierto, que no puede recibir noticias impactantes por su embarazo, que mal cuñado soy.
—No hija, Ana está muy bien, solo hizo un berrinche, pero Alex y Rodrigo irán por ella.
—¿Dónde está? Yo quiero ir también —Dios si lo tozudo viene de familia.
—Ni hablar —Refutó mi hermano.
—¡Alex! ¡Estamos hablando de mi hermana! A saber donde está, estoy preocupada.
—Piensa en nuestro bebe, por favor —Eso pareció apaciguar a Juliette— Te prometo que traeré a Ana María sana y salva.
—Hija, hazle caso a Alexander —Aconsejo ¿mi suegra?— Ya veras que pronto regresará tu hermana.
—¿Y en dónde esta?
(...)
—¡Francia! —exclamé— ¿Pretendes que yo ¡yo! vaya a sabrá dios donde para ir por Ana? , Y a todo esto ¿por qué le han mentido a Juliette y le han dicho que esta con su tía Paula en Salamanca?
—Imagina que le decimos que su hermana cruzó la frontera y está en algún lugar de Francia, está embarazada de alto riesgo.
—De acuerdo, entiendo, pero...¡¿Por qué tengo que ir yo?!
—Y Massimo.
—¿Y que tiene que ver el borracho de Massimo en esto?
—Estoy casi seguro de que Cassandra está metida en el ajo y ya es hora de que el idiota despabile.
—¿Y como vamos a hacer? Ha de estar revolcado en su propio vomito.
—Un pasó a la vez, primero vamos a su casa y de ahí vemos cómo proceder.
Totalmente enfurruñado sigo a mi hermano a casa del borracho ese, lo que tengo que aguantar.
Llegamos y Alexander toca la puerta con propiedad, pero nadie contesta.
—¿Ves? No está en casa o quizá si está pero bien desmayado.
Fui ignorado y esta vez mi hermano toco con más fuerza.
—¡Massimo Renzi! ¡Se que estás ahí! ¡Abre la maldita puerta!
Siento pena ajena por el escándalo que hace Alexander, por fortuna no dura mucho ya que por fin Renzi se digna a salir.
—Mire señora ya le dije que...—Nos ve— Ah, son ustedes.
—¡¿Pues a quién esperabas?!
Creo que desde que se casó esta más histérico que nunca.
—Es qué hay unas religiosas...
—¡Al demonio con las religiosas! Estás hecho un asco Massimo.
Alce una ceja ante la obviedad, si veías al mejor amigo de mi hermano, solo veías mugre y suciedad, aparte del olor a alcohol mezclado con vomito, algo simplemente lamentable.
—Bueno, ve a darte una ducha y a ponerte ropa limpia, la cual espero que tengas y te vienes con nosotros.
Él nos mira con desconfianza.
—Alex, si esto es algún tipo intento por animarme desde ahorita te digo que... —fue interrumpido por un Alex que hasta a mi me dio miedo.
—Escucha, me vale tres pepinos si crees que esto es un intento por animarte, lo hice cuando murió Mine, aun cuando sabias que no me caía bien, no conozco a Cassandra lo suficiente, solo por lo que me ha dicho Juliette y si es una cuarta parte de eso, es la mujer correcta para ti, así que vas a dejar de lamentarte y vamos a ir por tu familia ¡¿Entendiste?!
Massimo parecía haber recibido una cachetada junto con un balde de agua fría, estuvo un rato viendo a su amigo hasta que reparó en sus palabras.
—¿Mi familia?
Ahora fui yo quien respondí.
—Lo qué pasa es que...Ana se llevó a tu hijo.
—¡¿Qué?!
(...)
Después de darle la impactante noticia al ausente padre, no duramos ni media hora en estar listos para partir, con un Massimo despotricando por todo y todos.
—¡¿Qué se cree esa mocosa?! ¡Roy es un bebe! ¡Debió decirme al menos!
Apreté los labios tratando de no perder la paciencia, la cual era muy escasa, mi hermano por otro lado...
—¡Ya cállate, Massimo! ¿Decirte cuando? ¡Si estabas más ebrio que una cuba! ¡Cubierto de tu propio vomito lamentándote como idiota!
—¡Casssandra me dejo!
—¡Te dejó a cargo de tu hijo! ¡Con el cual no has estado desde que nació!
—¡Estaba muy bien cuidado hasta que esa...mocosa se lo robó!
Ya, era demasiado para mi.
—¡Silencio! —Ambos me vieron— Estoy harto de que todos tomen decisiones sin consultarme, me parece perfecto que Alex quiera ir por Ana porque es su cuñada y Massimo por su familia, pero no entiendo por qué cojones pinto yo en esto.
—Ana es tu prometida —Vi a Alex con odio al verlo tratarme como niño pequeño.
—¡Prometida que me impusieron por tu culpa!
Massimo solo nos veía con curiosidad, genial ahora éramos su maldito entretenimiento.
—Yo no tuve la culpa Rodrigo, si hubieras elegido a una buena mujer nada de esto hubiera pasado, pero no, preferiste ir de cama en cama y ahí tienes el resultado.
—Te equivocas hermano, la única razón por la cual nuestros queridos padres pensaron en esta locura fue por tu boda o tu intento de boda.
—Chicos... —Massimo fue ignorado por ambos.
—¡Ya quisieras tú esa boda!
—Chicos...
—¡Pues gracias a ti tendré la peor boda de año!
—¡Imbeciles!
—¡¿Qué?! —Ambos no giramos y nos dimos cuenta de que de tanto pelear ya habíamos llegado a la frontera.
Estamos un paso más cerca de encontrar a Ana y a Cassandra o eso espero.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top