El sueño de una bruja

AMOR VINCIT OMNIA

Autora: Clumsykitty

Fandom: Marvel/The Sandman (crossover).

Pareja: MorfeoxTony

Derechos: ¿todavía existen?

Advertencias: esto es un crossover así que hay cambios para más placer porque no es una cátedra de canon sino un fanfic para soñar y suspirar porque eso es bueno para el alma. Con muchos toques de angustia y eventos algo desagradables. Una historia de encargo.

"Amor Vincit Omnia", el amor lo conquista todo.

Gracias por leerme.


**********


El sueño de una bruja.


"El amor es: el dolor de vivir lejos del ser amado."

Anónimo.

"Todos los problemas tienen la misma raíz: el miedo, que desaparece gracias al amor; pero el amor nos da miedo."

Anónimo.

"El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia."

William Shakespeare.



-Okay, hagamos esto, hablaremos cuando estén más calmados ¿de acuerdo? -Tony alzó sus manos en son de paz, tirando del brazo de Steve- Tenemos que irnos, los demás están esperando.

El capitán le lanzó una mirada rencorosa poco digna de él a Constantine nada más porque este tuvo el descaro de abrazar al millonario como si fuesen los grandes amigos... o algo más, porque sus manos no fueron precisamente decorosas al toquetearlo. Tony apenas si logró quedar en medio de ambos cuando se desafiaron cual machos queriendo aparearse, solo que él no era una hembra en celo ni tampoco deseaba verlos pelear por él aunque fuese increíble tener dos hombres tan dispares buscar algo con él. Eso sin mencionar que estaban en plena misión en Sokovia, el resto de los Vengadores estaba esperando por ellos como cabezas del equipo.

-Luego, capitán -Constantine casi deletreó las letras con sorna.

-Steve, vamos.

Constantine era un idiota, uno que lo hacía reír, conocía a los de su calaña, siempre coqueteando para ver quién caía, como él solía hacerlo. Steve por fin lo siguió, colocándose su capucha, Tony envolviéndose en su armadura para unirse a los Vengadores que avanzaban por el bosque nevado en busca del cuartel donde se escondía ese líder de HYDRA. Según el detective burlón, debía estar cerca por si acaso otra entidad infernal se le ocurría secuestrarlo, pues las filas de esos demonios eran más largas que cualquier oficina gubernamental de trámites obligatorios en su último día para entregarlos. Que anduviera cerca de las operaciones de los Vengadores lo obligó a hablar con Fury del tema pues más de un agente iba a preguntarse qué hacía un vagabundo fumador por ahí.

-¡Vengadores! -llamó Steve por el comunicador.

Hallaron el cuartel gracias a JARVIS, notando que tenía un escudo. Coordinados, atacaron por varios puntos esperando hallar a alguien, encontrando solamente cadáveres. Por doquier. El castaño miró al capitán, ambos desconcertados porque además se notaba que era algo reciente, la sangre todavía se veía fresca y su inteligencia artificial le dijo que algunos cuerpos aun estaban tibios. No tuvo sentido pues según los espías de SHIELD no esperaban su llegada y no había forma que algo así hubiera sucedido sin que lo notaran estando ya sobre ellos. Steve halló el cuerpo del barón, en las mismas condiciones que los demás, sin una pista certera de lo que los había atacado.

-Parece una pesadilla -observó el capitán.

-Es una pesadilla... pero no se llevaron nada, todo su armamento y equipo está aquí.

-Muéstrame.

Hallaron un laboratorio debajo del castillo que era ese cuartel, encontrando esos restos de los extraterrestres que Loki había intentado hacer pasar. Ahí estaba lo que SHIELD no pudo encontrar. Tony gruñó al ver que ya habían avanzado en algunas cosas, tenían algunos robots que se notaban habían sido probados, tenían marcas de rayones y abolladuras por caídas. JARVIS además encontró una puerta secreta que el castaño abrió, descubriendo otro laboratorio aun más avanzado, demasiado. Eso ya no era tecnología humana.

-Tony... -al rubio se le escapó su nombre al ver el cetro perdido de Loki.

Cuando dejaron sus tesoros recolectados en Nueva York, entre ellos ese cetro, fue Banner quien descubrió que tenían uno falso, si habían tenido el verdadero pero en el caos de la pelea alguien no hizo bien su trabajo o una entidad sobrenatural se lo robó. El millonario hubiera querido decirles sobre lo que sospechaba, pero entre Hob y Brandy le aconsejaron que lo mejor era guardar silencio o ellos iban a meterse en líos demasiado grandes para sus pocas habilidades, o dicho de otra manera, era una liga en donde ellos no podrían ganar nunca. Ahora el cetro estaba ahí a la mano. Tanto el capitán como Tony intercambiaron una mirada, este último avanzando hacia el cetro para tomarlo cuando algo lo dejó paralizado, abriendo sus ojos de par en par.

Ya no estaba al norte de Sokovia, sino en un lugar diferente, todo era muerte alrededor. Tony jadeó, sintiendo mucho frío, vio a lo lejos muchas naves, similares a las que trajo Loki pero mucho más grandes, con lunas destruyéndose y una figura sentada en un trono flotante. A sus pies, se encontraban sus amigos Vengadores, muertos. El castaño sintió lágrimas, caminando hacia ellos, cada uno había tenido un final sangriento, horripilante, sus ojos buscaron el escudo roto en dos al que corrió, cayendo de rodillas junto al cuerpo de Steve con mirada fija. Lo sacudió desesperado, buscando sus signos vitales. De pronto, el rubio se giró para verlo con rencor.

"Pudiste usar tu reactor."

Se sintió de nuevo en el mundo de los sueños, juró que había vuelto a él, solo que todo estaba destruido, abandonado. Pisó una arena húmeda de una playa donde el mar estaba secándose, en el cielo las estrellas caían como copitos de nieve resquebrajándose contra el horizonte, los árboles a lo lejos deshojándose. Tony quiso llorar al ver esos dragones de su infancia agonizar no muy lejos, retorciéndose entre las olas hasta caer sin aliento, llorando perlas que se rompieron igual que cristal fino al chocar con la arena. Le dolió su pecho, su reactor comenzó a titilar, perdiendo brillo. Su desesperación brotó de inmediato, mirando alrededor, gritando por Lucienne, por Brandy...

Por Morfeo.

Ningún sonido escapó de su garganta pese a gritar con todas sus fuerzas al ver que sus preciosos sueños iban destruyéndose por ese titán en su trono flotante que chasqueó unos dedos metálicos, su guantelete brillaba con seis puntos coloridos que no alcanzó a distinguir. Todo fue haciéndose cenizas, quedando él flotando en la oscuridad, su reactor titilando por una última vez antes de detenerse, igual que su vida. Entonces Leviatán apareció, mostrando un hocico tan enorme como la Luna misma que lo devoró con Tony simplemente haciéndose ovillo ante su final inevitable, todo por no querer usar su corazón de dragón para crear más armas. Una armadura que protegiera el mundo, como le dijo una vocecita en su interior seguida de una risita.

-¡TONY! ¡TONY! -el rubio lo sacudió- ¡Tenemos problemas! ¡Hulk ha perdido el control!

Tuvo que seguir a Banner por medio planeta, terminando en un pueblo africano donde por nada casi lo destruye todo antes de que el castaño hubiera podido noquearlo con todo lo que tenía. El frío que le había provocado esa visión no se marchó, quedándose con él mientras SHIELD lo ayudaba con el cuerpo de Hulk, llevándolo al Quinjet de regreso a la mansión con todos marchándose de inmediato a sus respectivas recámaras, caras pálidas y expresiones de angustias fueron el común denominador. Si podía hacer una comparación era como cuando el Corintio lo atacaba, así lo había sentido, pero no se trató de aquella pesadilla porque así no era su modo de actuar ni tampoco dejaba ese rastro doloroso en su pecho.

¿Quién los había atacado?

Hasta que se reunieron en la cena, cabizbajos por lo que pudieron considerar una derrota, es que hablaron de lo sucedido. No solo el millonario había tenido esas visiones, todos habían sufrido de lo mismo, Hawkeye mencionó que vio a un chico correr tan veloz que no pudo seguirlo, y que una chica había intentado hacerle algo a su cabeza, solo que a ella sí la sintió antes de que lo tocara. Ese testimonio les arrojó más luz sobre quienes eran ahora sus nuevos enemigos.

-¿Mutantes? -Banner se acomodó sus lentes, estremeciéndose- ¿Usarían el poder del cetro?

-Alguien que puede correr más veloz que el sonido, alguien que puede...

-Embrujarnos, Cap -comentó Tony, mirando a todos, hasta Thor estaba desconcentrado- Su poder es demasiado peligroso.

-¿Serían ellos quienes atacaron el cuartel de HYDRA?

-O se liberaron -María Hill apareció, haciéndolos respingar- Tenemos grabaciones de unos mellizos con los que experimentaron según sus archivos.

-Joder -masculló Barton.

HYDRA usó tecnología alienígena para alterar los genes de unos mellizos que se habían inscrito a un programa experimental, terminando con esas mutaciones con la que los atacaron, aparentemente era la chica la más peligrosa porque era capaz de alterar realidades según el informe de Hill. Tony apretó sus labios tras su máscara, que retiró sin más frente a todos, dejando ver su rostro. El resto de los Vengadores se asombró, todos habían estado ocultando su identidad, más o menos. Barton dejó caer su mandíbula al reconocerlo, apuntándole con un dedo. Banner solo le dio una sonrisa amistosa, asintiendo, Natasha ya lo sabía y Thor levantó un pulgar, como dios con siglos de experiencia no eran cosas que tomara a mal.

-Debemos detenerlos, algo pretenden -el castaño tomó aire- Porque en especial ella, está en un reino donde nos hará trizas.

-¿Por qué revelas tu identidad, Stark? -quiso saber Hill con seriedad.

-Ya no tiene caso, y necesito la ayuda de todos con lo que trajimos de esos laboratorios.

Tony ya no quiso dormir, si cerraba los ojos todo lo que podía ver era a sus amigos tendidos ahí muertos, el reino de los sueños destruido y él siendo devorado por Leviatán. Se quedó en su taller, pensando en todo lo que había visto cuando Constantine hizo su aparición a través de un portal, siempre fumando y con algo le pareció era un vaso de whisky de su bar ahí en la mansión.

-Sí, claro puedes pasar -le dijo socarrón.

-Wow, qué cara tienes, ¿no que era una misión tan simple que podías hacerla de ojos cerrados?

-Hubo una sorpresa.

-Por supuesto, o no tendrías semejante cara. ¿Qué pasó?

-Una visión... provocada por una mutante.

-Vas a tener que explicarme eso porque no entiendo nada.

-¿A qué has venido?

-Son las tres de la madrugada, todos sus compañeritos no han pegado el ojo y tú tampoco, no tienes la música a todo volumen y JARVIS está calladísimo. Algo está jodido aquí.

-Dudo que puedas ayudarnos.

-Pruébame cariño, en todos los sentidos.

-Constantine...

-Te escucho, pero sé muy claro porque es algo tarde y he tomado mucho whisky.

Bufando, el castaño le contó sobre lo que había visto. El detective le miró entre el humo de su cigarro, quedándose callado para su sorpresa, mirando hacia el techo y terminando su vaso de whisky antes de arrastrar la silla que había tomado para quedar de frente a él, tocando una de sus rodillas.

-Una bruja.

-No lo sé, pero sí es una mutante.

-Dañó sus mentes a un nivel que pocos pueden lograr.

-¿Lo que vi va a suceder?

-No soy vidente, cariño.

-Pero debes reconocer si me mostró el futuro o...

-Me angustia más lo que intentes hacer por esto.

-No pienso hacer nada.

-"Una armadura que proteja el mundo" ¿eso qué?

-Solo una idea... no tengo cómo hacerla.

-¿Sabes? He conocido de todo tipo de seres y hay unos excelentes mentirosos entre ellos, no estás en su liga, mi cielo, deja de verme la cara de idiota que no tengo.

-No quiero... no me gustaría que algo así sucediera.

Constantine dejó caer sus párpados. -Tony, lindo hermoso, escucha...

-Aléjate de él, detective.

De no haber estado sentado, Tony se hubiera caído al suelo de nalgas al escuchar y luego ver a cierto Eterno aparecer en la puerta de su taller con cara de pocos amigos. Jadeó boquiabierto, teniendo que pellizcarse porque se dijo que estaba teniendo una alucinación por ser tan tarde y haber estado en vigilia más de 24 horas. Morfeo entró, mirando a Constantine, este muy tranquilo poniéndose de pie, terminando su cigarrillo para levantar su mentón en alto, desafiante como siempre.

-Dicen que vale más tarde que nunca y tú le haces honor a la frase, señor de los sueños.

-No necesito a un resucitado.

-Whoa, que directo.

-Vete de aquí antes de que mi paciencia se agote.

-¿Y si no quiero qué?

Morfeo entrecerró sus ojos, en un parpadeo dejó de estar frente al detective para aparecer junto a un estupefacto castaño a quien sujetó de un brazo, ambos desapareciendo de ahí. Constantine maldijo, riendo luego al sacar un nuevo cigarrillo, negando para sí. Tony apenas si parpadeó, apareciendo en la biblioteca que lucía muy descuidada, algunas partes destruida, ver eso lo hizo recordar lo que esa mutante le mostró, sujetando su pecho donde su reactor brillaba todavía más al estar en el reino de los sueños. Su asombro se transformó en rabia, volviéndose hacia Morfeo a quien empujó seguido de una bofetada.

-¡¿Cómo te atreves a irrumpir así en mi vida?! -bramó, sintiendo lágrimas en los ojos que no supo si eran de alegría o de dolor- ¡¿Luego de todo este tiempo simplemente apareces y crees que todo está arreglado así como así?! ¡Eres un maldito bastardo insensible!

Le gritó más cosas, algunas sin sentido hasta que no hubo ningún otro reclamo en su pecho para decir, quedando con lágrimas en los ojos, sosteniéndose de un estante al jadear pesado, el ceño fruncido sin quitarle la vista de encima a Morfeo, este siempre impasible. El Eterno apenas si parpadeó, acercándose al millonario para tocar su rostro con el cariño que recordaba, haciéndolo sollozar con eso.

-Lo siento.

-¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste?

-Era algo... importante.

-¿Más que yo? -Tony gimió- Claro, hay cosas más...

Un beso no lo dejó terminar, jadeando en esos labios fríos, dándole paso a una lengua que invadió su boca, siendo atrapado entre fuertes brazos que no lo dejaron escapar pese a sus forcejeos cada vez menos aguerridos, cediendo a esa boca y la presencia de Morfeo hasta que sus piernas se sintieron demasiado flojas, sujetándose al abrigo negro como si de ello le dependiera la vida, separando sus labios con un jadeo entrecortado. La mano cariñosa del Eterno cepilló sus cabellos, observándolo atentamente, frunciendo su ceño al detectar algo.

-¿Quién tocó tus sueños?

Tony le miró, temblando un poco al escuchar su voz tan diferente a como solía hablarle, esta era más amenazante.

-¿Quién?

Ni siquiera el Corintio usando su terror había sido capaz de tocar su mundo de sueños que Morfeo construyó para él, la mirada del Eterno se oscureció con el castaño balbuceando cual niño asustado.

-N-No... yo no...

-Fue esa mujer -Morfeo siseó- Ella.

-Morfeo...

-NADIE puede intervenir en lo que yo creo, mucho menos, lastimarte.

-Ojalá eso no se te hubiera olvidado cuando me te marchaste dejándome solo.

Tony no quiso ser grosero luego de años no de verlo, estaba demasiado herido para simplemente correr a sus brazos aunque ese beso hubiera sido lo más genial que había sentido en todo ese tiempo, calmando unos miedos infundados. Morfeo se quedó quieto, luego volviendo a él para tomar su mentón, haciendo que mirara en esos ojos que tenían el infinito en ellos con un brazo que rodeó su cintura, pegándolo por completo a él.

-Lamento la ausencia, de haberlo podido evitar, así habría sucedido. Hablaremos luego, ahora tengo que visitar a esa bruja.

-Morfeo...

-Lucienne.

-Aquí, amo.

-Cuida de él.

-¡Morfeo, espera! -el castaño rio nervioso- Debo volver, no puedo... okay, esperaré.

No quiso imaginar qué cosas iba a hacer Morfeo, ni cómo iba a dar con esos mellizos mutantes, tampoco era que eso hubiera sido alguna vez un impedimento a quien regía los sueños de toda la humanidad. Tuvo un poco de lástima por esos jovencitos, nunca había visto así de molesto al Eterno, de hecho jamás atestiguó alguna expresión así en él. Lucienne se acercó a él, sonriéndole al saludarlo.

-Veo que te has convertido en todo un hombre.

-Gracias, Lu. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué todo está así?

-Daños colaterales de un encuentro poco fortuito con un Vórtice, pero nuestro señor es demasiado fuerte para ser vencido tan fácil.

-¿Por eso estuvo ausente?

-Desafortunadamente, las cosas en la Tierra suceden más rápido que aquí, por más que él deseó solucionar todo aprisa, fue imposible. Pero jamás dejó de pensar en ti.

-Oh...

-No te preocupes, entenderá.

-Lu, ¿qué hará con ellos?

-¿Qué otra cosa sino devolverles el favor? Anda, hay amigos aquí que seguro amarás saludarlos de nuevo.

Tony se sintió raro, de pronto estaba a salvo, porque si estaba seguro de algo, es que con Morfeo de vuelta las cosas ya no serían las mismas. Sus mejillas se sonrojaron al pensar que debía estar al tanto de su vida, lo que había hecho y lo que no. De Steve y ese John Constantine. Cruzó dedos para que no fuese a enojarse con ellos, ni tampoco con él. Siguiendo a Lucienne a un costado del derrumbado palacio, el millonario pasaría el rato saludando a todas esas criaturas que amó de niño, recibiendo abrazos y mirando alrededor lo que había quedado de ese reino luego de la pelea que tuviera. Brandy se lo había dicho, no quiso creerle al estar demasiado dolido por su ausencia.

Se entretuvo lo suficiente, revisando esos dragones suyos que aun existían y se alegraron al verlo, cuando Morfeo volvió con una expresión que decía que había hecho lo suyo. El castaño se estremeció, no creyendo que un Eterno fuese vengativo solo por él, sonriéndole al extender su mano para tomar la que se le ofreció, volviendo a esos brazos que lo acunaron de inmediato, siendo inspeccionado con más calma por el otro hasta que estuvo satisfecho. Tony levantó su mirada, perdiéndose unos segundos en esos ojos tan calmados y fieros al mismo tiempo, una sonrisa que había extrañado demasiado.

-Todo va a estar bien.

-Brandy me lo decía siempre.

-¿Ella estuvo contigo?

-Sí, de no ser por ella, yo...

-Sshh, ya estoy aquí.

-Morfeo -Tony quiso decirle tantas cosas, pedirle otras tantas, todo lo que se le ocurrió fue esconderse en su cuello, aspirando su aroma y luego sin más, romper a llorar.

-Todo va a estar bien, amor mío.

Esta vez sí que lo creyó, siendo arrullado nada menos que por el amo de los sueños, recibiendo besos en sus cabellos y sintiendo una vez más ese cariño que lo hacía sentir tan especial, tan único. Le pareció que su reactor brilló con más fuerza, apartando toda duda sobre el cariño del Eterno para él. De momento, y tan solo por ese momento, fue todo lo que a Tony le importó. Ya vendría la charla necesaria para aclarar muchas cosas, preguntarle otras tantas, ahí, entre sus brazos, solo quiso permanecer por toda la eternidad hasta que todo lo sufrido se le antojó como un mal sueño del que acababa de despertar.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top