Era domingo, por la mañana, y como buen domingo por la mañana, Javier estaba desayunando, cada ves más cerca del martes y ser el más feliz del mundo mundial [creo que estoy recalcando mucho su felicidad en los capítulos que llevamos pero no le hace], se quedo pensando en que decirle y hacerle una vez que fueran pareja, luego de eso su hermano bajo, solo para molestar un ratito.

Eduardo:me contó por ahí un pajarito que estás enamorado, ¿es cierto?
Javier:*disimulando su miedo para no levantar sospechas*no es cierto, estás mintiendo.
Eduardo:el que está mintiendo eres tú, se lo que sientes.
Javier:tu no sabes nada.
Eduardo:yo lo sé porque que te escuche.

Y con eso, Javier empezó a temblar del miedo, luego de sonrojarse por que lo descubrieron.

Eduardo:*sorprendido*ahí está, te sonrojaste.
Javier:*con el miedo y el sonrojo notable* n-no le digas a mamá.
Eduardo:ni a papá, ya sabes cómo se pone el.
Javier:*ya calmado* Gracias de todo corazón.
Eduardo:sabes que puedes confiar en mi.
Javier:si, es bueno saber eso.

Subió para dibujar un rato, por fin dejo de pensar un ratito en el, por algo estaba distraído, era una puta tarea que se le olvidó hacer el puto viernes por haber conocido a Sebastián, y por lo de "ayer", que iba a saber Javier cuando lo que pareció amor a primera vista, no sabe si ese amor será correspondido, si no fuera por Sebastian, el amor no habría vuelto a significar algo para Javier, se empezó a sentir raro, tal vez era amor, el amor hace que te pongas y actúes raro como todos sabemos, luego quiso calmarse caminando un poco, abrió la ventana para respirar aire fresco, eso hizo que se sintiera feliz por alguna extraña razón, ¿Por qué sentir muchas cosas en tan poco tiempo? Al hacerse esa pregunta le dio confusión, se empezó a preguntar muchas cosas, que si lo corresponderían, que si se va a casar, que si es amor de verdad, luego de dio miedo, un miedo irracional a que pasaría en el futuro, si pasaría o no, quiere saber que esas preguntas iban a ser respondidas o no, le dio un ataque de ansiedad por andar pensando mucho en eso, luego quiso bajar, pero su hermano lo iba a ver extraño y mejor se quedó en su cuarto, se quedó sin opciones para no estar abajo sin sospechar, luego sintió las tremendas ganas de salir a gritar "estoy enamorado y no saben que tan feliz soy" pero lo iban a tachar de loco, se tuvo que aguantar esas ganas de hacerlo, "maldita sociedad" pensó, ahora está enojado por eso, ya no puede más, así que agarro una vieja libreta escondida y empezó a escribir:

"Querido diario"
"Desde que conocí a Sebastián eh estado actuado raro, siento felicidad, confusión, ira, ansiedad y extrañeza, no se que hacer para tener de pareja a Sebastián, es a quien eh estado pensando estos últimos días, así que me voy a esforzar para poder estar con el"

De ahí lo guardo y escondió, no puede tener ese diario por más tiempo, lo debe quemar, es lo único que se le pasó por la mente, el es el único que sabe que tiene un diario, nada ni nadie sabe sobre ese diario, lo que quiere ahora es bajar, ya se había calmado, bajo y saludó a su hermano, solamente vino a comer, un tiempo considerable había pasado como para que se hiciera la hora de la comida, llegó y una conversación inicia.

Sr.Castillo:ey, Javier, ¿estas bien?
Javier:estoy a la perfección, ¿y tu?
Sr.Castillo:es que te noto un poco raro.
Javier:¿yo raro? Nunca, yo siempre estoy bien.
Sr.Castillo:¿seguro?
Javier:muy seguro, te lo juro papá.
Sr.Castillo:más te vale mijo.
Javier:tú sabes que nunca te decepcionaría.
Sra.Castillo:¿no será por tu nuevo amigo?
Javier:pero si apenas nos conocemos, ¿como va a pasar eso?
Sra.Castillo:las posibilidades nunca son cero.
Javier:pero son muy bajas, ¿si o no hermanito?
Eduardo:es muy cierto, yo lo apoyo.
Sra.Castillo:lo dejare pasar, tienes un buen punto.
Javier:(me salve).
Eduardo:(me debes unas).

Y luego de la charla con la comida, Javier se fue a su cuarto y siguió con la tarea que se quedó a medias por las múltiples emociones que estaba sintiendo, al pasar del tiempo por fin terminó su tarea, la guardo en la mochila para la escuela y fue a hacer todo ya para poder dormir una vez más, se quedó ahí acostado en su cama pensando.

Javier:(desde que conocí a Sebastián todo a cambiado con un giro de ciento ochenta grados, que días).

Sin saber que le iba a deparar el tiempo y el futuro, durmió.

Continuará...