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Sabía que estaba arriesgando mucho tratando de conquistar a una mujer que quizá jamás lo quisiera, pero verla con Sofía le decía que era la indicada. Sofía nunca había dejado que la besaran. Jamás habría lamido el rostro de nadie, ni siquiera el de él. Sólo le ronroneaba y eso era una muestra de confianza enorme y sí Sofía confiaba plenamente en ella… ¿por qué él no?

Cuando la vio entrar de esa manera para volver a salir se le encogió el corazón ¿por qué no podía contar con él para resolver esos asuntos que le robaban tiempo a su descanso emocional? No la culpaba. Él era exactamente igual. Quizá por eso era que se había enamorado de ella.
Escuchó un sonido que lo sacó de sus pensamientos. Su móvil desvió su atención y contestó: – Dmitri –sonrió para sí mismo al recordar que Emily respondía igual.
– ¿Hijo? –oyó la voz de Jhordan al otro lado de la línea.
– ¿Papá? ¡Qué alegría oírte! Pensé que no te dejaban comunicarte con nadie.
Y así es. Lo que sucede es que esta mañana salí del centro y he estado haciendo unas vueltas. Dime, ¿cómo van las cosas por la empresa?
– Las cosas por la empresa marchan excelente. ¿Por qué no me avisaste para ir por ti?
Quería resolver algunas cosas antes. ¿Qué tal si nos encontramos en el café que hay cerca de las oficinas?
– Me parece perfecto. Nos vemos en… ¿media hora?
Bien.

Dmitri aparcó frente al café. Entró y localizó a Jhordan de inmediato. Lo vio sobrepuesto. Se notaba más rejuvenecido. Llegó a la mesa donde él se encontraba y se sentó. Tomaron un café con unos pastelillos y hablaron de todo. Jhordan le preguntó sobre los asuntos de la empresa y le habló de los reportes policiales que había encontrado. Dmitri le habló de lo bien que Emily organizó la empresa y de lo bien que la ha llevado Johana.
Jhordan advirtió un brillo en los ojos de Dmitri cuando hablaba de Emily y fue algo que no le gustó. Si esa mujer sabía que empezaba a tener poder sobre su ‘hijo’ todo se iría al traste. Ella se haría con la empresa antes de que él pudiera recuperarla. Debía hacer algo antes de que ella pudiera hacerse con el poder, pero eso lo pensaría más tarde.
Jhordan habló sobre su visita a Medicina Legal y la confirmación de que Mónica estaba muerta y le preguntó por qué no había vuelto a interesarse por la investigación. Él de contó todo lo que tuvieron que hacer para poder sacar la empresa adelante.
– Sabía que no sería buena idea que ella replanteara la propuesta original. Ella quiere quedarse con la empresa como sea.
– No papá. Ella ha sido leal a su palabra y hasta el momento no ha faltado a ninguna cláusula del contrato.
– Pero te enamoraste de esa mujer, ¿no es cierto? –lanzó su pregunta lleno de asco.
– Así es, pero eso no es problema. La estoy conquistando y de esa manera mato dos pájaros de un tiro. La gano a ella y a la empresa.
– Yo lo veo como un serio problema si ella se da cuenta que tiene poder sobre ti…
– Eso no va a pasar, además siento que ella también se está enamorando de mí. Y pienso que es una ventaja. Con la unión de nuestro poder podremos llevar a un nivel más alto internacionalmente a la empresa.
– La única ventaja que veo es que ahora tienes un título de la nobleza. Eres un lord y eso te abre muchas puertas.
– Sabes que eso no me interesa sino el amor que empezamos a sentir. Sé que con ella a mi lado podremos obtener los mejores resultados en la empresa.
– Entonces tienes claro lo que quieres.
– Sí, muy claro. La quiero a ella –dijo haciendo énfasis.
– Humm. En ese caso… ¿cuándo conoceré a mi nuera? –los ojos de Dmitri se iluminaron cuando oyó a Jhordan decirle eso. Realmente cambió.
– Cuando regrese de arreglar un problema. De encuentra fuera del país.
– Por lo visto es una mujer muy ocupada.
– Sí, lo es.
– Bueno hijo no te quito más tu tiempo. Tú también tendrás cosas que solucionar de tu empresa –se levantó de la mesa y salió.

Dmitri lo vio salir. Pidió la cuenta, pagó y salió. Realmente no tenía nada que hacer. Lo único que deseaba era que ella llegara pronto y tenerla con él. Sólo pensar que estaba con Jack le revolvía el estómago; pero como le dijo antes de salir. Él haría que lo olvidara y con ese pensamiento regresó a su casa.
Llamó a su madre y la invitó a cenar a su casa.

*******

– ¿Llamaste a Galia antes de salir? –le preguntó Emily con complicidad cuando llegaron a la entrada de su casa y le sonrió.
– Sí, me dijo que se encontraba en tu casa. Su hijo la llamó para que lo acompañara a cenar –Emily hizo una mueca.
– ¿Y ahora qué hacemos, Jack? –preguntó-. Eso cambia las cosas. Si Dmitri se entera te la va a poner más difícil. Aunque ella dice que no hay que preocupase de él. Yo creo que un hijo celoso es peor que un novio celoso.
– Sí, lo sé por experiencia.
– ¿Por qué no la distraigo un poco mientras tú le compras unas almendras o arándanos y unas dalias? Oí que son sus favoritas –le propuso con un tono romántico-. Y cuando se dirija a su casa tú la abordas.
– Por eso te quiero mucho –dijo y le dio un beso en la mejilla-. Anda, baja y entretenla que ya tiene que estar saliendo. Había quedado con su hijo a las siete y ya son las nueve.
– Bien, nos vemos –se despidió de él y salió con una gran sonrisa.
Le gustaba saber que lo estaba ayudando a conseguir al amor de su vida.

Ella subía las escaleras cuando la puerta se abrió y vio a Galia salir. De pronto no supo cómo retenerla.
– Galia, ¿no me digas que piensas irte ya? Me moría por verte y te vas así sin saludarme –dijo.
ómorfi, la verdad era que no quería irme sin antes verte; pero mi hijo… -dijo mirando a Dmitri.
– No le prestes atención a él. Ahora está aquí tu hija. Vamos, hablemos un rato. Tranquila serán sólo unos minutos. Tampoco quiero que se te haga tarde para llegar a tu casa.
– No. Preciosa. Será en otra ocasión ¿podrás perdonarme?
– Claro, tranquila. Que tengas una buena noche –le dio un beso y la acompañó hasta su auto. Cuando ella entró se inclinó y le dijo-: Tómate tu tiempo para llegar a tu casa y tendrás una hermosa sorpresa esperándote –le guiñó un ojo y se alejó del auto para que ella se pudiera marchar.

Emily se encontraba dándose un baño de sales. Necesitaba relajarse. El día que tuvo no fue muy fácil. Estuvo en un estrés constante. Durante dos días seguidos. Cuando vio que no encontraba las máquinas de quimioterapias que necesitaban los niños con cáncer de la Fundación Ángeles Calvos se desesperó. Le había dolido tener que dejar a Dmitri con la cena pedida para viajar a Dublín, pero los niños eran más importantes en ese momento.
Suspiró. A veces Dmitri la desconcertaba a tal punto que le hacía temer más de él. Cuando regresó ese día en la tarde y no preguntó que sucedía creyó que no le importaba. Luego la besa dejándola sin respiración y con el corazón desbocado y le dice que la va hacer olvidarlo ¿a quién? ¿A él? Realmente no sabía qué le ocurría. Quizá debió decirle, explicarle que su salida era por problemas con una de las fundaciones, pero quería que ese tema estuviera fuera de todo esto. Que siguiera en el anonimato. Que siguieran pensando que las apoyaba y no que era su fundadora de esa manera sabías si la gente te ve como realmente eres o como quieren que seas.
Lo único que no le gustaba de todo era que al ser la esposa de Dmitri tendría que aparecer en eventos sociales y eso la haría una figura pública y a ella le hubiese gustado seguir en el anonimato porque así las personas que se te acercaban lo hacían por ti y no por lo que podrían sacar de ti. Suspiró. Pensó en Dmitri. Desearía poder echar a la basura el estúpido contrato. Quería que él le enseñara lo que ella no sabía sobre el amor, pero no era sólo el contrato sino el terror que sentía cuando se le acercaba. Suspiró nuevamente. Se recostó en la bañera, echó la cabeza atrás y cerró los ojos.

******

Jhordan llegó directo a la dirección que conocía de Julián. Le dio el nombre de la persona que quería investigar. Le dio la dirección para que le enviara los informes y lo mantuviera al tanto de cualquier paso que diera. También le pidió un número de cuenta para consignarle el pago por cada informe detallado que le entregara y antes de irse le entregó una grabación para que hiciera un montaje con la conversación que llevaba escrita en un papel. Luego salió rumbo a la casa de Dmitri. Lo invitó a cenar esa noche para presentarle a Emily. Por fin sabría si Sue y Emily eran la misma persona.

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