Capitulo ocho
Surt, un hombre carente de carisma pero con un corazón frío y calculador, se presentó en la vida de la feliz pareja con la intención de arruinar la vida de Degel, al parecer los planes del tío no habían funcionado.
Era un empresario exitoso que había hecho su fortuna a través de medios poco éticos. Había estado observando a Degel y su empresa, y se había dado cuenta de que Camus era la clave para su éxito.
Fue entonces que Surt se acercó a Camus justamente antes de que entrara a su turno en el hospital con una sonrisa encantadora y una oferta que parecía demasiado buena para ser verdad. - Camus, he estado siguiendo tu carrera y creo que tienes un gran potencial - Halagó Surt - Me gustaría ofrecerte un puesto en mi empresa, donde podrás desarrollar tus habilidades y alcanzar tus objetivos.
Camus se sintió intrigado por la oferta, pero también se dio cuenta de que algo no estaba bien - ¿Qué hay detrás de esta oferta? - Preguntó con desconfianza.
Surt se rió - Nada, solo una oportunidad para que crezcas y te desarrolles. Pero si decides aceptar, tendrás que dejar atrás tu relación con tu pareja. No puedo tener a alguien que esté dividido entre su trabajo y su vida personal.
Camus se sintió conmocionado por la condición. - No puedo dejar a Degel... Él es mi pareja y mi apoyo.
Surt se encogió de hombros - Entiendo... Pero si decides rechazar mi oferta, te advierto que Degel sufrirá las consecuencias. Su empresa se arruinará y él perderá todo lo que ha trabajado para conseguir el éxito.
- ¿Qué? - Susurró observando como ese tipo se alejaba en un auto deportivo último modelo.
Esa misma noche, Camus se sentó en el sofá de recepción de la empresa, Esperó que bajara de su oficina para poder hablar. Al escucharlo desesperado, Degel bajó de inmediato por Camus, se sentó a su lado, notando que Camus parecía preocupado.
- ¿Qué pasa, Camus? - Preguntó Degel - ¿Estás bien? - Cuestiono preocupado - ¿Alguien te hizo algo?
Camus suspiró y se inclinó hacia adelante - Hoy recibí una oferta de trabajo de un hombre llamado Surt - Respondió con desgano - Me ofreció un puesto en su empresa, pero con una condición.
Degel se sintió intrigado - ¿Qué condición?
Camus se miró las manos antes de responder. - Me dijo que si aceptaba la oferta, tendría que dejar atrás nuestra relación... Me dijo que no podía tener a alguien que estuviera dividido entre su trabajo y su vida personal.
Degel se sintió conmocionado por las palabras de Camus - ¿Y qué le respondiste?
Camus se encogió de hombros - Le dije que no podía dejar atrás nuestra relación, eres mi pareja y mi apoyo, no puedo imaginar mi vida sin ti Degel.
Degel se sintió aliviado y agradecido por las palabras de Camus - Gracias, Camus - Besó las manos de su amada pareja - Significa mucho para mí saber que estás dispuesto a rechazar una oferta como esa por mí.
Camus se sonrió y se acercó a Degel - Eres mi todo, Degel. No puedo imaginar mi vida sin ti.
Degel se sintió feliz y emocionado por las palabras de Camus. Se dio cuenta de que su relación era fuerte y que podían superar cualquier obstáculo que se les presentara.
Justamente cuando estaban a punto de besarse, alguien entró aprovechando que la mayoría de los empleados se habían retirado
- ¿Quién puede ser? - Preguntó Degel escuchando unos pasos.
Camus se encogió de hombros - No lo sé - Se levantó de su lugar - Pero voy a ir a ver.
- No Camus... Iré yo.
Degel se levantó y se dirigió hacia la puerta. Cuando la abrió, se encontró con el sujeto del que seguramente le había hecho la oferta de trabajo a Camus.
- ¿Qué estás haciendo aquí? - Preguntó Camus - ¿Acaso sigues mis pasos?
Surt sonrió al verlo - Vine a hablar contigo sobre la oferta que te hice. Pero parece que ya has tomado una decisión.
Camus se sintió incómodo - Sí, ya he tomado una decisión... Y no voy a cambiar de opinión. Mi lugar es con Degel.
Surt se rió - Entiendo. Pero no te preocupes, Camus. No voy a darte problemas. Al menos, no por ahora - Por último le dió una mirada de muerte a Degel.
Camus se quedó pensando en lo que Surt había dicho. ¿Qué quería decir con "no voy a darte problemas, al menos no por ahora"? ¿Era una amenaza? ¿Un aviso?
Camus se sintió incómodo y confundido. No sabía qué pensar ni qué hacer. Se quedó parado en la puerta, mirando a Surt mientras se alejaba.
Degel se acercó a él y lo sacudió suavemente. -Camus, ¿estás bien?
Camus se volvió hacia él y se encogió de hombros - No lo sé, Surt me dijo algo que me tiene confundido.
Degel se sintió preocupado - ¿Qué te dijo?
- Planea dar problemas- Contestó Camus y Degel se sintió igualmente confundido - No sé qué significa. Pero no me gusta. Me parece que Surt está planeando algo.
Degel asintió con la cabeza - Sí, yo también lo pienso - Dijo - Pero no sé qué hacer. Voy a protegerte de él - Se acercó a Camus y lo abrazó -No te preocupes, Camus. Estoy aquí para ti. Juntos podemos enfrentar cualquier cosa que venga.
Camus se sintió reconfortado por las palabras de Degel y se abrazó a él. Sabía que Degel siempre estaría allí para él, y que juntos podrían superar cualquier obstáculo.
Pero mientras se abrazaban, Camus no podía sacudirse la sensación de que algo malo estaba por venir. Algo que podría amenazar su relación y su felicidad.
Degel miró a Camus con preocupación y le dijo: - Creo que lo mejor será que no te presentes al hospital por unos días. Así podré cuidarte y asegurarme de que estés seguro.
Camus asintió con la cabeza, aunque se sentía un poco incómodo con la idea de no ir al hospital -Está bien - Me quedaré en casa y descansaré un poco.
Degel sonrió y se acercó a Camus - Me alegra que estés de acuerdo. Te cuidaré y te haré sentir mejor - Le contestó tomando su mano para irse a casa junto con su amado.
Los días transcurrían y no había indicios de Surt, algo no le daba confianza a Degel, su rostro se le hacía conocido pero no sabía porque.
Sin darle demasiada atención, decidió preparar el desayuno para Camus antes de irse a trabajar.
Pero mientras Degel estaba distraído preparando el desayuno, Surt, quien había estado estudiando cada movimiento y detalle de Camus y de Degel, en un instante aprovechó la oportunidad para entrar en la casa y secuestrar a lo que Degel más ama en el mundo.
Degel se dio cuenta de que algo estaba mal cuando regresó a la habitación Para buscar a Camus y desayunar con el - Camus - Lo llamó. -¿Dónde estás?
Pero no hubo respuesta. Degel se sintió alarmado y comenzó a buscar a Camus por toda la casa. Tenía la esperanza de que Camus estuviera en otra parte sin embargo no lo encontraba en ninguna parte.
De repente, Degel escuchó un ruido en la puerta y se volvió para ver a Surt saliendo de la casa con Camus en brazos, al parecer lo había dormido para que no se diera cuenta.
- ¡Surt! - Gritó Degel - ¿Qué estás haciendo? ¡Devuélveme a Camus!
Pero Surt se rió al ver qué Degel no podía hacer nada y se alejó con Camus, dejando a Degel solo y desesperado.
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Y mañana mis personitas bellas, los últimos capítulos de esta historia de mi ship predilecta ❤️❤️❤️
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