1° Transferida
En un columpio se hallaba un niño pelirrojo, sentado, solo, sin nadie, mientras que los otros niños jugaban y se divertían, a él lo veían como el bicho raro por el simple hecho de que no salían palabras de sus labios, o si salían eran lo más mínimo.
Aquel pelirrojo se sentía triste al ser excluido por aquel grupo de niños, sin embargo se vio obligado a salir de su ensoñación al escuchar unas voces familiares
-Shijima!-
El nombrado levantó la mirada topandose con un par de ojos azules que lo observaban atentamente
-Shaka....- Musito siendo apenas audible
-Llevo un rato llamándote y no respondes, sucedió algo?-
El pelirrojo negó
-Entonces vamos, Asmita ya está impaciente y el tío Fūdo nos va a regañar-
El niño asintió y siguió a su primo hasta donde estaba el mayor de los tres, así juntos emprendieron el camino a casa tomados de la mano, inseparables.
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-Shijima... Shijima... Shijima!-
El joven alzo la mirada de golpe, encontrandose con la mirada molesta de su profesora
-Cuantas veces voy a tener que llamarte la atención? No se duerme en clases.-
Ante esto solo se escucharon las risas de los demás presentes en el aula, seguido de un casi inaudible "lo siento".
-Ay niño, que voy a hacer contigo? Te veré en sala de profesores más tarde.-
Dijo la docente antes de alejarse del pelirrojo y dar por terminada su clase al tiempo que sonaba la campana que indicaba receso.
-Otra vez te volviste a dormir.- Comentó Shaka
-Mhm...-
-Últimamente has estado así, que pasa?-
-Nada...-
-Se que no lo quieres decir, pero sabes que Asmita y yo estamos contigo, recuerdas? Lo prometimos de niños,
-No podría... olvidarlo...-
-En fin, vamos a comer, Asmita ya debe estar esperándonos, y sabes lo poco paciente que es el.-
El pelirrojo asintió y ambos salieron del aula hasta el comedor donde efectivamente, el rubio de ojos violetas ya estaba esperándolos tecleando algo en su laptop.
Alzo la mirada mientras se acomodaba los lentes y hablo
-Vaya, pensé que no llegarían jamás.-
-Lo siento, a Shijima lo regañaron otra vez.-
-Se volvió a dormir en clase?-
-Si-
-Wow, ya no es novedad, cuéntame algo mejor.-
-Escuché que iban a transferir a una joven a la escuela.-
-Y que? Te interesa a caso?-
-Ja! Hasta crees, sabes que no tengo tiempo para algo tan trivial como eso.-
-Cierto, y tu Shijima? Ya pensaste en sentar cabeza?- Se burlo el miope
El chico se sonrojo hasta las orejas y negó avergonzado, el rubio solto una sonora carcajada mientras que su hermano menor reía más bajo
-En serio que me causan risa tus reacciones Shijima.- Habló Asmita limpiándose las lágrimas de la risa
-Cállate...- Musito un avergonzado Shijima
-Ya déjalo hermano, recuerda que es el menor de nosotros- Habló esta vez Shaka mientras dejaba de reír
-Por cierto muchachos, vamos a conectarnos al rato a jugar?- Preguntó Shaka
-Ah, solo si se puede unir Deuteros.- Comentó el mayor
-Claro, no hay problema, tu que dices Shijima?-
-Supongo... que si...-
-Está decidido! Dile a Deuteros que se conecte al rato, como a eso de las siete.- Habló entusiasmado el rubio menor
-Claro lo haré, si quieres también avísale a Mū.-
-No creo que quiera, dijo que tenía que cuidar a su hermano menor.-
-Y su padre que?-
-Va a salir con su novio.-
-Cierto, se me olvidaba ese detalle.-
- Meh, ya ni modo, bueno, los veré más tarde- Habló el ojivioleta despeinando las cabezas de sus familiares
-Si, hasta al rato hermano.-
-Adiós...-
Los tres volvieron a sus respectivos salones y terminaron de tomar las clases. Shijima fue hasta la sala de profesores y un rato después salió, encontrandose con sus primos quienes lo esperaban listos para irse juntos a sus respectivas casas, algo irónico considerando que eran vecinos.
A la hora acordada se conectaron los cuatro, y jugaron por al rededor de tres horas pues era viernes, tras desconectarse, Shijima se bañó y posteriormente se durmió.
Se despertó al rededor de las 10 de la mañana, se levantó con los cabellos enmarañados y despeinandos, se cambio de ropa, peinó y desayunó algo ligero antes de tomar sus cosas y salir al encuentro de sus primos quienes ya lo esperaban en la entrada.
-Pensamos que jamás ibas a salir de tu cueva.- Dijo el ojivioleta en tono burlón
-Desperté tarde...- Fue lo único que dijo el pelirrojo
-Ay a quien le importa, vamonos ya! Ya estamos los tres así que no veo mayores problemas!- Un entusiasmado Shaka hablo
-Admiro tu optimismo tan temprano, nada más que llegues a mi edad vas a saber lo que es la vida.-
-Lo dices como si no supiera lo complicado que es sobrevivir.-
-Calmense... ambos...-
Ambos rubios se calmaron tras escuchar al pelirrojo; continuaron su camino hacia el centro de vídeo juegos, donde tras al menos dos horas salieron para ir a comer algo y posteriormente a la biblioteca, lugar donde finalmente los tres podían estar en calma.
Pasaron el resto de la tarde ahí, posteriormente volvieron a sus casas, aunque los dos rubios se quedaron en la casa de Shijima a seguir con el relajo.
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Lunes por la mañana, la insistente alarma sonaba y sonaba aturdido más al introvertido pelirrojo, con pereza sacó una mano de entre sus cobijas y de un manotazo apagó el molesto aparato; se levantó de mala gana y fue a asearse, se vistió y desayunó, tomó sus cosas y salió, sus primos también salían fe casa ya, nada nuevo, solo lo rutinario y normal.
El camino transcurrió con normalidad, nada nuevo, la señora que alimentaba a los gatitos callejeros, como cada día ahí estaba, puntual a la misma hora dándole de desayunar a aquellos tiernos y desamparados felinos, el anciano cascarrabias que siempre se quejaba por que su vehículo del año del caldo no arrancaba, la mujer que sacaba a pasear a sus pomeranian desde temprano, el señor que salía a trabajar mientras se despedía cariñosamente de su esposa e hija de escasos seis años, la pareja de ancianos dulces que sin dudar siempre apoyaban a quien fuera, sin importarles nada, y que siempre saludaban a todos con una sonrisa, un bello y perfecto matrimonio inquebrantable que había permanecido así por más de cincuenta años, ya casi sesenta.
Shijima sonrió levemente al imaginar la posibilidad de que el quizás también pudiera encontrar a un amor así de puro y filial, que pudiera compartir su vida con alguien de esa manera.
Ese sutil gesto no pasó desapercibido por los dos rubios quienes de inmediato le comenzaron a hacer burla al menor dejando su rostro del color de sus cabellos.
Llegaron a la escuela y Asmita se fue a su salón en compañía de sus inseparables amigos Deuteros, Degel y Kardia, bueno el último se colaba pero igual y se llevaban bien.
Por su parte los menores también fueron a su salón, como siempre alguna que otra chica intentaba sacarle platica al rubio ojiazul, pero ni una mosca se acercaba con el pelirrojo, aunque ya estaba acostumbrado le seguía doliendo un poco, solo veía a Shaka rechazar a las más guapas de la clase y a pesar de ello, seguían suspirando por el, algo parecido ocurría con el mejor amigo de Shaka, Mü, Inclusive con Mystria, Cardinale y hasta ese tal Milo del salón de al lado, y como no ver a Cardinale, si era guapísimo como sus tres hermanos, esos tres eran una sensación en la escuela debido a su belleza, y que decir de su padre y tío, que aunque la edad ya estuviera encima no dejaban de tener esos rostros tan hermosos que cautivaban a cualquier mujer, y no solo mujeres, hombres también.
El solo veía eso, en cambio el, que tenía? Nada, absolutamente nada, no era guapo, no tenía ese rostro angelical que cautivaba a las mujeres, ni ese rostro masculino, sus cabellos no eran dorados, eran rojos, como la sangre, y aunque fuera guapo, de que le serviría? si nunca podía entablar una conversación con alguien.
Se vio obligado a salir de su ensoñación al ver que el profesor ingresaba al aula seguido de una hermosa y larga cabellera azabache, alzo la mirada topandose con unos ojos verdes, era un verde tan puro y hermoso que lo dejó cautivado al instante. Entonces el profesor habló
-Jóvenes buenos días, como ya habrán visto, a partir de hoy tendremos a una nueva alumna en la institución, les pido que la traten bien y la apoyen en lo necesario. Listo, preséntate hija.-
-Si, buenos días, mi nombre es ______, es un gusto conocerlos, espero y podamos llevarnos bien.- Habló con una sonrisa y un curioso acento
El corazón del pelirrojo comenzó a latir fuertemente al escucharla hablar, era hermosa, sencillamente hermosa, y su voz, era como escuchar a un ángel hablar, ________, ese era el nombre de ese hermoso ángel; de pronto, se percató de que su mirada se topo con la de la ojiverde, por lo que desvío la mirada rápidamente, ella sonrió divertida.
Shaka se dio cuenta del comportamiento de su familiar y no tardo en hacerle burla, haciendo que se sonrojara más, y Shijima tuviera que mandarlo a callar. Sin embargo, Shaka tuvo que frenar sus burlas al percatarse de la presencia de la fémina quien habló dirigiéndose al pelirrojo.
-Disculpa, este asiento está ocupado?- Preguntó señalando el asiento vacío al lado del pelirrojo
-N-No..- Negó tímidamente el ojiazul
-Entonces, crees que me pueda sentar aquí?- Pregunto sonriendo
-Mhm- Asintió de la misma forma
-Genial!- Dijo para después tomar asiento.
-Jóvenes! Saldré un momento, por favor no hagan desastres.- Comentó el profesor abandonado el aula.
-Y bien, como te llamas? Supongo que alguien con una cara bonita debe tener un nombre bonito.- Habló quitada de la pena, haciendo que las mejillas del chico fueran del color de su cabello, la chica río levemente. - Oye, no seas tan tímido, yo no muerdo.- Dijo tomando una de las manos del pelirrojo. -Vez? No pasa nada, yo soy ______, y tu?-
-Sh-Shijima...-
-Shijima, que lindo nombre, me gusta!-
Otro sonrojo se apoderó del rostro del chico
-Ey! Tranquilo! Tu rostro está del color de tu cabello!- Exclamó divertida la joven. -Siempre eres así de tímido?-
Esta vez la muchacha no obtuvo respuesta pues el joven estaba demasiado avergonzado
-Déjalo, así es siempre, nunca habla, de a duras penas logramos sacarle un hola, y eso por ser sus familiares si no ni eso.-
-Y tu eres?-
-Shaka, primo de ese tomate idiota.-
A la chica le hizo algo de gracia el apodo, pero a él no, por lo que de inmediato le acomodo un zape en la cabeza al rubio y le jaló un mechón de cabellos haciéndolo gritar.
-Ay! Idiota! Mi cabello estúpido!-
Y así comenzó una pequeña riña entre ambos chicos, cosa que hizo reír a la muchacha, parando la pequeña riña de los otros dos, y avergonzando notablemente al pelirrojo.
-Perdón perdón, es solo que no pude evitar reír, son muy graciosos ustedes dos.- Comentó con una hermosa sonrisa que hizo que el corazón y estómago de Shijima diera un vuelco. Aunque Shaka también debía admitir que le pareció bonita la sonrisa de la joven, al tiempo que pensaba que ella podría hacer buena pareja con su querido primo pelirrojo.
Las clases transcurrieron con normalidad, durante el receso, los tres familiares se sentaron juntos en el comedor, mientras que comían y charlaban, Asmita tecleaba algo en su laptop.
-No vas a creer lo que pasó en clase.- Comentó divertido Shaka
-Ahora que hizo el tomate con patas.- Shaka río y Shijima se molestó un poco
-Parece que le gusta la chica nueva.- Canturreo el rubio menor, ganándose la mirada molesta del pelirrojo
-Oh, así que ella eh? Déjame decirte que no será fácil.-
-A que te-
-Investigue un poco sobre ella y viene de una familia acomodada, aparentan ser la familia perfecta, pero te aseguro que no es así, es más, existe un caso registrado de una infidelidad por parte del padre de familia.-
-Eso quiere decir que?-
-En efecto Shaka, será todo un reto para el pequeño Shijima.-
El mencionado solo rodó los ojos y se dedico a comer. Quien iba a pensar que todo iniciaría por esa estudiante transferida...
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