Después de esa presentación muchas dudas fueron aclaradas para Kaname, muchas surgieron para Rin, y para Yukki, bueno ella aun no captaba las ideas.

El cerebro de Kaname procesaba las ideas con rapidez y el de Rin, bueno él ya tenía una clara idea de lo que pasaba, aquella persona amada por su padre tuvo hijos con el afamado príncipe del inframundo, y estos eran ese par de mellizos, aparte esta academia, parecía formar parte fundamental del pasado de ambos padres, odiaba el hecho de que nunca se le hablo del pasado de ellos.

Mientras en la cabeza de Kaname había una explosión de sentimientos, fragmentos del pasado, y  un fuerte dolor que punzaba en su pecho, ya que sabía que él, hace esos 20 años pudo haber decidido quedarse con el amor de su vida y ahora esos lindos niños e incluso Rin pudieran de ser la hermosa familia Kuran Kiryuu, y otro golpe que recibió fue el hecho de que los chicos no tenían un padre y una madre, si no que eran dos padres, ok, eso 'no molestaba' a Kaname, ya que el mismo era hombre al igual que Zero, un segundo, Zero es hombre, ¡¿de dónde demonios salieron los mellizos entonces?! Y además faltaba contar que Alexsandro Einzig, el padre de los chicos era una PURASANGRE hijo de una demonio purasangre y un vampiro purasangre. Quizá fuese alguna especie de híbrido, pero eso no afectaba el hecho de ser un purasangre ¿cómo fue que Zero se enamoró de un Purasangre? Que gran enredo tenía en su cabeza.

—un gusto—dijo la chica haciendo una reverencia, mientras observaba cuidadosamente a la familia real, se podía ver en esos ojos amatistas la curiosidad impregnada además de cierta malicia y astucia.

—el gusto es mío—respondió Kaname con una radiante sonrisa, típica de el.

La chica voltio a ver a Rin y Yukki.

Él sonrió mostrando una blanca sonrisa y la castaña solo le mostró una mueca de desagrado.

—un gusto Rin-kun, Yukki-san.

—Sama—corrigió la mujer—. Llámame con respeto mocosa.

—si, si—dijo la chica con una sonrisa y apenas voltio el rostro mostró una mueca graciosamente, que al verla, Rin casi rompe en risa, aunque a Sora el hecho no le pareció muy gracioso.

—bueno chicos ellos son la familia Kuran, el padre es Kaname, este chico de aquí es Rin-kun y ella es...

—Yukki Kuran, la esposa de Kaname.

—mmm ya, oye Kaien-chi, tengo que hablar contigo más tarde.

—¿si? ¿Más o menos de qué?

—es sobre Cronoss— dijo alzando su muñeca dejando ver un brazalete color negro con gemas doradas que formaban una rosa.

Enseguida los vampiros se alertaron, un arma anti-vampiros.

— ya veo, ¿te ha vuelto a rechazar?

— creo que me odia— dijo en modo chibi llorando a cántaros, en eso era idéntica a Cross.

— valla— dijo soltando un suspiro—, bueno, déjamela aquí para revisarla y toma a Kihon.

— ok—respondió simplemente y fue hasta un estante situado en una de las esquinas, dejo ahí el brazalete y tomo una cadena que poseía una pequeña bolita color plata que tenía un escrito, y se la coloco—. Ya esta.

— al menos el estante no te rechazo— dijo con sarcasmo el peli plata.

— ¡Sora! ¡Que cruel!—le dijo formando un gracioso puchero.

— valla Cross, así que tienes tu propio inventario de armas dentro de la academia— dijo Kaname mirando aquel estante lleno de accesorios que eran obviamente eran armas camufladas—. ¿no es muy vistoso?

— vistoso o no está bien protegido, así que ningún vampiro puede tomar armas de ahí.

— ¿por eso rechaza a Hikari-san? Es ella un...

—¿vampiro?— completo ella—. Si algo así— dijo en modo pensativo—. es difícil de explicar—completo rápidamente.

Por la forma de hablar apresurada de la chica, Kaname noto que simplemente no quería hablar del tema.

—bueno, Sora, Hikari,  ¿porque no le muestran la academia a Rin-kun mientras termino el papeleo de inscripción?

—claro/ni en broma— fue la respuesta de ambos mellizos al mismo tiempo, podrían haber nacido el mismo día a la misma hora de la misma madre, pero eran completamente diferentes.

— vamos Soraaaa—enseguida el rubio de anteojos se lanzó a su cuello—. ¡solo por ahora! ¡Eres el prefecto de esta academia! ¡Y él es un nuevo estudiante!  Soraaa.

—tsk... solo quítate de encima de una buena vez.

—¡yai!— Dijo felizmente—. Bueno, entonces vallan de una vez, yo me quedare aquí terminando el papeleo con los padres de Rin-kun.

Ya afuera de la oficina los chicos se encaminaron por el pasillo principal obteniendo la atención de varios de los estudiantes, los mellizos eran conocidos en la academia por ser los prefectos y además por su singular apariencia, la cual resaltaba bastante. Sora, como su padre, era el príncipe del hielo, era un chico hermoso y frío con todos, en cambio Hikari era alegre y escandalosa, así que ella era la reina del fuego. Rin notaba las miradas que se posaban sobre los mellizos y el, ya estaba acostumbrado a que la gente le mirara con respeto y seriedad, pero esta vez era distinto, podía escuchar los susurros de la chicas diciendo cosas como 'mira que chico tan guapo acompaña a los prefecto' y por parte de los chicos algunas quejas como 'genial, ahora otro más para la lista de idols de las  chicas'

Después de un rato llegaron a la entrada principal de la academia y aquel silencio fue roto por la azabache.

—bueno Rin-kun comencemos con el recorrido— dijo animadamente.

— Rin, solo llámenme Rin—dijo mostrando una linda sonrisa que embobaría a cualquier chica.

—¡ok Rin! Empecemos por la entrada...— al parecer esta chica era inmune a ese encanto, pues ni se inmuto un poco, cosa que le sorprendió, pero a su vez le agrado, al fin alguien que puede estar con el mas de 30 minutos sin enamorarse ni nada.

Luego de un rato de recorrido Rin y Hikari conversaban entretenida mente sobre trivialidades, hasta que la chica decidió ir a por algo de beber.

— hey Kuran— llamo el menor de ambos.

— ¿ya no dije que Rin estaba bien?— le respondió volteándose hacia el.

—no me interesa llamar a un chupasangre por su nombre— le respondió con hostilidad.

Rin no respondió nada, nunca antes nadie le había ofendido así.

— me dices chupasangre, y tú también lo haces ¿no? Beber sangre.

— no— respondió con simpleza.

Rin le miro con incredulidad, sus padres hasta donde sabia eran vampiros ambos, ¿cómo no bebería sangre para vivir?

—no quiero que te acerques a Hikari, le protegeré de alguien como tu.

—mmm pero que cruel, crees que le haría daños a tu querido~

— solo no te acerques si no quieres terminar agujereado.

—valla que quieres a tu hermana ¿no? Pues te diré que ella no es mi tipo.

— no me interesa si es o no tu tipo, solo no sobrepases la línea ni en broma.

— je je je ok, en verdad creo que me agradas.

Sora se limitó a mirarle con indiferencia pero muy en el fondo se podía notar la sorpresa en esa mirada.

—¡ya llegue!— la chica de cabellos negros se acercaba al par de chicos con algunas bebidas—. Aquí traje una para cada uno, ah y Sora, el profesor de historia me pidió que te digiera que te quiere ver en su despacho.

—tsk... ¿Y ahora para qué?

— solo ve... Seguramente alguna clase de repaso, después de todo historia no es tu fuerte.

Sora soltó un suspiro pesado y se encamino hacia el despacho, no sin antes dedicarle una mirada de advertencia a Rin en cual respondió con una sonrisa.

—¿y bueno de que hablaron? Parecían bastante entretenidos— menciono la chica mientras abría su lata.

—nada especial...sabes, tu hermano es bastante interesante y hasta lindo cuando refunfuña alguna cosa— dijo distraídamente mientras habría su lata, cuando de la nada sintió como la chica se acercó peligrosamente a su garganta con una navaja en las manos.

— oye Rin, ¿sabes? me caes bastante bien a pesar de ser un Kuran— Rin casi deja caer su bebida de la sorpresa que estaba presenciando—. Creo que eres diferente a la psicópata de tu madre y al engreído de tu padre, pero si le tocas un cabello a Sora sin su consentimiento, haré de tu garganta mi cena— dijo la chica en un susurro mostrando dos colmillos largos y esbeltos como los de un vampiro sobresalientes de su mandíbula superior, y otros dos más pequeños que salían de su mandíbula inferior.

—"cuatro colmillos"—pensó el castaño—. Entiendo Hikari, veo que en verdad valores y proteges a tu hermano, pero no te puedo prometer nada— dijo soltándose hábilmente del agarre de la chica—. Sora es mi tipo— dijo con una pícara sonrisa y técnicamente huyó del luga— "ahora que lo pienso, este par de mellizos se parecen bastante"