Arco I: Haruka
¡Holitas! Este cap. será más que nada, lo que paso con Zero después de la muerte de Rido (SIP, sé que vari@s de ustedes quedaron con la expectativas de lo que pasaría después de lo que se enteró Rin, pero decidí ser cruel y colocar esta parte de la historia aquí y ahora :p) ah, y les dejo una fotito de Haru :3
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Sollozos, eso era lo único que se escuchaba en la esquina de una habitación al fondo de la casa Cross.
La batalla con Rido había finalizado hace justo un día en ese momento, pero el pobre peli plata el cual fue el verdugo del maligno vampiro, y también dueño de esos lamentables sollozos, no había podido parar de llorar desconsoladamente por su situación.
-hijo -llamo Kaien desde la puerta de aquella habitación, preocupado por el estado del chico.
El simplemente guardo silencio conteniendo el llanto.
-hijo, por favor, come algo, no has ingerido nada en dos días, y tu estado es delicado- hablo cual madre el rubio, y ahora, que sabía cuál era estado físico de su querido hijo, no podía hacer nada más que maldecir al maldito bastardo de Kuran.
Durante todo el día, había lidiado con Yagari para que no cometiera una locura como lo era ir tras el purasangre culpable de las lágrimas de su alumno y destrozarle la cara.
Aunque no era ni mala idea.
-entiendo -dijo el más joven y se paró con desgano del frío suelo donde estaba sentado.
Quizá sonase raro que Zero hubiese accedido tan fácilmente al pedido de Cross, pero el más que nadie, no quería que su cuerpo sufriera más daños, al menos no físicos.
Él sabía que cuando fue a por Rido, casi comete una locura, como lo era cometer suicidio, y por ellos sentía un fuerte remordimiento, ya que dentro de su cuerpo, una vida se estaba formando.
Si, así eran las cosas, Zero estaba en cinta, estaba esperando un hijo de Kaname Kuran.
Quizá sonaba bizarro el hecho, ya que un hombre, por razones lógicas, no puede embarazarse, pero algo en su rama biológica, lo permitía.
Desde hace siglos la familia Kiryuu había guardado un secreto, uno que posiblemente cambiaría la perspectiva de la humanidad hacia el matrimonio gay, y era que de los hijos que tuviese el cabeza de la familia, uno de ellos, por lo menos uno, sería un doncel.
Si, un doncel, un hombre capaz de formar una nueva vida en su interior, un hombre al cual se le había regalado el don de las doncellas.
No sabían exactamente por qué pasaba esto, pero alrededor de los años el hecho era más evidente, incluso dos de sus tíos poseían tal don, y con Zero e Ichiru no hubo excepción y Zero fue el afortunado.
Al principio, el peli plata no lo podía creer, estaba entre feliz y asustado por la reacción de su ahora ex pareja podría tener al enterarse del hecho, así que con el tiempo fue posponiendo el momento para decírselo, y ahora que tenía 5 meses de embarazo, este simplemente se largaba con su hermana dejándole completamente solo con un hijo que terminaría bastardo.
Eso le hacía llorar más, ¿qué haría con esa pobre criatura? ¿Cómo lo cuidaría? ¿Qué pasaría si el consejo o la asociación se enteran? Y justo esa última pregunta lo altero.
"El hijo del cazador más poderoso de la asociación y el príncipe purasangre más poderoso de entre los vampiros."
El titulo era bastante tentador, pero para Zero, que conocía bien el comportamiento malicioso y egoísta de ambos bandos, le resultaba aterrador.
¿Le quitarían a su bebe? No, él no lo permitiría, no dejaría en manos de eso egocéntrico seres a su niño, era suyo, solo suyo, su instinto paterno (o materno :p) salió a flote. Si alguien intentaba colocar un solo dedo en su niño, no sobrevira para ver la siguiente puesta del sol.
Los días pasaron, los mese también, desde hace un tiempo Cross ya sabía sobre el estado de Zero, fue el primero que supo, y cuando Yagari se enteró...lo tuvieron que amarrar con cadenas para que no se saliera de sus cabales.
Al cabo de 9 meses exactos, el pequeño llego al mundo.
Un frio jueves, a las 9:30 de la mañana, el llanto de la criatura no se hizo esperar, era un niño, fuerte y sano, en perfectas condiciones.
Lo primero que noto fue su cabello color chocolate que abundaba en su pequeña cabecita, y su tez pálida.
Y cuando abrió finalmente sus ojos por primera vez, se encontraron con dos hermosas orbes como joyas de distintos colores, una amatistas, como las de su 'madre' y la otra de un color borgoña, como las del purasangre.
Enseguida amo a ese pequeño niño, ese era su hijo, era literalmente sacado de su propia carne, el seria su príncipe encantador.
-¿cómo le pondrás?-pregunto entusiasmado el 'abuelo' al ver a su nuevo nieto en brazos del peli plata.
-Haruka-respondió con simpleza mientras contemplaba al niño.
-¿Haruka? -pregunto algo sorprendido- ¿cómo Kuran Haruka?
-así es -contesto con simpleza y le dedico una tierna sonrisa al pequeño.
☀☀☀
4 años habían pasado desde el nacimiento del pequeño híbrido.
Como era de costumbre, Yagari llevaba a algunos entrenamientos al niño y le compraba algunas golosinas, de alguna manera se había encariñado con el pequeño en gran manera.
- Yagari-san- llamo mientras devoraba una paleta de caramelo.
-¿mmmnn?- preguntó sin soltar su pequeña mano, en ese momento se dirigían a casa después de unas prácticas.
- ¿cómo es mi papa?- pregunto con suma inocencia, y el peli azabache tuvo que parar en seco para procesar la pregunta.
-¿tu padre? Tu padre es Zero- le respondió.
- él es mi mami- respondió como si fuese obvio.
-entonces Zero es tu Papi y tu mami- respondió y se rio de sí mismo por haber usado aquellos pronombres para referirse a su alumno.
-¡claro que no!- espetó el niño- todos tenemos un Papi y una Mami ¡así dijo la maestra!
En ese momento Yagari empezó a maldecir mentalmente a la mujer y a pensar en que responder.
Lucho con sigo mismo para no decir nada indebido, hasta que finalmente le respondió.
- tu padre, no es alguien de fiar.
Con esto, el niño supo rápidamente que no debía de hablar más del tema, no por ahora, así que simplemente asintió y cambio el tema en cuestión.
Luego de unos 15 minutos, llegaron finalmente a la casa Cross, y apenas Yagari abrió las puertas el pequeño salió disparado a la habitación de su 'madre' esquivando a su abuelo, Kaien, quien enseguida empezó con su teatro.
-¡Mama!-le llamo el niño alegremente, a lo que un peli plata posado de manera agraciada en la extensa cama de sabana blancas, respondió con un gesto de atención apartando el libro que leía.
-Haru, te he dicho que me llames 'papa'- le espeto recibiendo al pequeño con un abrazo.
-ok, mama-respondió sin prestar mucha atención a lo que el peli plata soltó un suspiro de resignación, ya había perdido la cuenta de cuantas veces le había dicho lo mismo-¿puedo ir a jugar afuera?
-sí, pero recuerda que no debes de ir al bosque-le respondió mientras retomaba su lectura.
-¡si señor!-respondió alegremente y tomando un par de autos de juguete, salió al patio.
Ya afuera, empezó su juego, cuando uno silbidos muy misteriosos se escucharon desde el interior del bosque.
La primera vez, el pequeño lo ignoro, repitiendo en su cabecita un "no puedo ir al bosque a jugar, porque es peligroso" pero aquel místico sonido se repetía y se repetía, hasta que finalmente la curiosidad le gano y se adentró a extenso y nublado bosque que rodeaba la academia.
Al principio estaba realmente inseguro de lo que estaba haciendo, ya que estaba desobedeciendo a lo que su madre le había dicho, pero luego de unos momentos esa inseguridad se fue desvaneciendo hasta que ya no existía más.
En uno de los claros, donde un pequeño arrollo emergía con suma delicadeza, el pequeño empezó a jugar, mojando así parte de su ropa, así que decidió que ya era hora de volver a casa, cuando en el borde contrario vio un cuerpo descansando en la raíz de un árbol.
Rápidamente dio un respingón, no había sentido para nada su presencia.
Con sigilosos pasos se acercó a la orilla del río para poder observar mejor al personaje, y rápidamente noto el delicioso aroma a sangre fresca que emanaba de su cuerpo, estaba herido.
-hey, niño- hablo la figura removiéndose un poco.
-...- el no respondió nada, y se dedicó a observar y analizar al ser con sus pupilas bicolor, ser que desde que se percató de su presencio, noto que el niño no era humano, y bueno, él tampoco lo era.
-¿puedes hablar, cierto?- dijo haciendo un par de señas con las manos.
-¿quién eres?-pregunto rápidamente.
-valla, eres bastante perspicaz, pequeño
-¿perspicaz?- pregunto un tanto confundido.
-si- dijo mientras se levantaba algo lastimero del suelo.
-¿que eres?- dijo cambiando la pregunta a lo que el otro se mostró sorprendido, ¿podía este pequeño notar su inhumanidad?
-¿que tú crees?- le respondió
-no eres un vampiro, aunque tus heridas se están cerrando-dijo mientras desviaba sus ojos al torso descubierto, manchado con algo de sangre, pero al fin y al cabo, ya terminando su cicatrización.
-tienes razón, no soy un chupasangre.
La forma como aquel ser no humano llamo a los vampiros, le hizo gracia al pequeño, ya que había escuchado es misma expresión por parte de su tío Yagari, y su madre.
-dime pequeño, ¿cómo te llamas?
-Haru...-respondió algo dudoso
-¿Haru?
-Haruka Kiryuu.
-oh, valla, tu familia es de cazadores...
-sí, ¿cómo lo sabes?-pregunto.
-lo sé.
-¿y cómo te llamas tú?-pregunto el pequeño.
-¿yo? nah, mi nombre es muy complicado, llámame Alex.
-mmm ok.
La forma juguetona como hablaba y se comportaba aquel ser, hizo que el castaño se relajara un poco, claro sin bajar la guardia por completo, algo que había aprendido de su tío era la desconfianza que había manifestado desde siempre hacia lo no humano.
Después de ese encuentro, cada día el pequeño iba al bosque después de acompañar a su tío con las prácticas, y así se encontraba con su amigo, el cual ya no venía herido, bueno, a veces un poco, pero siempre estaba ahí para jugar con él. Y un día de esos...
-oye, Haru- hablo el mayor mientras buscaba piedras en el pequeño arrollo junto al niño- dime, ¿eres un híbrido?
Esta pregunta tomo por sorpresa al pequeño, desde siempre, le habían dicho que él no era un niño normal, él era especial, pero que esa información no debía de saberla toda la gente, así que hizo otra pregunta.
-¿porque preguntas eso?
Rápidamente el mayor noto el "no hablare de eso" en el pequeño y desistió, por ahora.
-solo curiosidad.
-¿que eres tu Alex?-pregunto curioso, porque de verdad no sabía que era, no era un vampiro, tampoco un humano. No había muchas opciones.
-¿puedes adivinarlo?- dijo pícaramente.
-eres un...
No logro terminar su frase cuando un grito exasperado llamo a aquel ser por su nombre.
-¡Demonio!- grito un joven que se acercaba a toda velocidad a donde estaba el niño y lo tomaba por el brazo.
-¡mama!- siseo el pequeño sorprendido, su madre estaba allí, apuntando su preciada arma al ser místico con el cual había entablado una especie de amistad.
El otro ser acomodo su cabello azabache hacia atrás y dirigió su mirada color dorado al joven que le ceñía el arma.
Justo cuando alzo la mirada, quedo embelesado por tal figura en frente de él.
Justo ahí parado, frente a él, un joven, de unos 21 años cuando mucho, de tez pálida y cremosa, unos singulares cabellos plateados y unas bellas orbes amatistas, apuntaba un arma de fuego a su frente, la cual identifico como la de un cazador. Valla combinación.
-¿qué hace un demonio aquí?-pregunto exasperadamente sin bajar el cañón.
El azabache se enderezó y embozo una sonrisa en su rostro mientras comía al más joven con la mirada.
-valla, así que es usted debe ser el padre de Haru, he escuchado mucho de ti.
-¡es mi Mami!- corrigió el pequeño.
-¿qué le hiciste a Haru?-pregunto aun molesto el peli plata sin soltar al pequeño.
-¡el no hizo nada! - grito este alarmándose.
-Haru- dijo colocándolo en el suelo- ve a casa, ahora.
-pero...
-Haruka. Ahora.
-vale...-dijo algo asustado, el peli plata iba enserio.
Luego que el pequeño se marchara, el peli plata encaro al demonio.
-dime ¿qué hace aquí un demonio? Y ¿qué le haces a Haru?
-Wow, tranquilo, no le hice nada a Haru-kun- respondió relajadamente, y luego miro al peli plata con esos ojos dorados llenos de deseo, cosa que puso nervioso al chico.
-¿y-q-que hace aquí un...?
-¿demonio como yo?
El ojiamatista asintió sin bajar el arma.
-quien sabe...-le respondió metiendo sus manos en los bolsillos de los pantalones.
-no me jodas, un demonio con tal presencia no andas por ahí por nada.
El peliazabeche embozo una seductora sonrisa y se acercó hasta el cañón del arma el cual bajo con las manos limpias delicadamente.
-de tal palo, tal astilla. Veo que sentiste mi presencia, pero como Haru-kun, luego de un rato de estar por los lugares- dijo, a lo que Zero se sintió algo culpable, desde hace tiempo ese oscuro ser había estado rondando por la zona con semejante presencia, y él no lo había sentido, era como si se camuflara- tienes razón, estoy aquí por una razón, y ahora te voy a pedir amablemente que te retires de esta zona, tu presencia es bastante problemática.
-¿mi presencia? ¿Qué hay de la tuya?-preguntó confundido- explícate.
Le exigió frunciendo el ceño.
-no es necesario, solo vete, eres un Kiryuu ¿verdad?
Zero se sorprendió por el comentario y guardo su arma, pero como su hijo, no bajo la guardia.
-¿cómo lo sabes?-le pregunto seriamente con esos ojos amatistas suyos llenos de precaución.
Pero al peli azabache el hecho no le intimidó para nada, y sin ningún tapujo, coloco la palma de su mano en la mejilla del peli plata haciendo que esta tomara un color carmesí.
El cazador por su parte se sorprendió por la acción, y quiso obviamente zafarse del agarre, pero la calidez que le brindo este por tal contacto de manera electrizante le hizo quedarse ahí inmóvil, disfrutando del contacto.
Seguido a eso, el ojimiel se acercó a la oreja del más joven y soltó en un pequeño y seductor susurro un "lo sé", y luego de eso lamió el lóbulo sin pudor alguno.
El peli plata ante tal acción dio un respingón y retrocedió.
-¡¿q-que c-creo-es q-que haces?!- pregunto completamente rojo colocando su mano en la oreja húmeda.
El contrario se limitó a sonreírle, y luego dio media vuelta y con un gesto se despidió, dejando al peli plata completamente confundida en su lugar.
Luego de un par de segundos, este reacciono y apresuradamente se dirigió a su hogar, con el corazón en la garganta y el estómago revuelto.
Una vez atravesó las puertas, noto un olor dulzón proveniente de la cocina, y sin mucha demora, se dirigió al lugar.
Al llegar se encontró con su hijo, Haru, y a su padre adoptivo, decorando algunos cup cake.
-¡Zero!- saludo alegremente el mayor el cual tenía un desastre de mezcla en el delantal- ¿qué paso?
Le pregunto a la nota su aun evidente sonrojo.
-no, nada- respondió- Haru, necesito hablar más tarde contigo.
Dijo a lo que el niño asintió algo nervioso.
-y contigo también Cross- dijo completamente serio a lo que el director tembló un poco.
Luego de eso se dirigió a su habitación donde se encerró.
Luego de aquello, lo que quedaba de tarde transcurrió con normalidad, hasta que llegó la hora de la cena.
Ya en la mesa estaban sentados Haru y Yagari, esperando hambrientos a que el rubio les sirviera su cena, cuando llego el peli plata pesadamente, como si arrastrase su aura.
-llegas tarde Zero- reprocho el peli azabache mientras dejaba reposar sus codos en la mesa.
-¡tío, baje los codos de la mesa!- regaño el pequeño.
-sí, si ok- dijo flojamente mientras bajaba los codos, desviando la atención del peli plata al pequeño, cosa que este agradeció.
Ya en la mesa, cenaron y hablaron de distintos temas, tal cual una familia común, y cuando finalmente acabaron y prepararon para dormir al más pequeño, Zero intercepto en uno de los pasillos al rubio escandaloso.
-Cross, necesito hablar contigo-dijo cruzando sus brazos sobre su abdomen.
-¿mmm?-dijo volteando a ver a su hijo adoptivo.
-es importante, vamos a tu despacho-por la seriedad de Zero, Cross supo rápidamente que no era nada que pudiese ser un juego.
Ya en la oficina, el director tomo asiento y Zero repitió la acción, y cuando ya estaban en completo silencio, empezó a hablar el peli plata.
-hay un maldito demonio merodeando por el bosque-dijo sin mucho tapujo, a lo que el rubio dio un respingón.
-¿un demonio?- dijo, y luego de unos segundos de analizar la situación, embozo una sonrisa-ahhh ¿te refieres a Alex-kun?
Esta vez el respingón lo pego el peli plata, el rubio ya sabía sobre aquel intruso en el bosque, ¿por qué no le había corrido aun?
-¿cómo que "Alex-kun"? ¿Que se supone que hace un demonio como ese merodeando por aquí? ¡Es un peligro!
-¿un peligro? ¡No, claro que no!
-tú ya estás loco Cross, yo me encargare ahora a ese mostro de una vez...
-¡¿qué?! ¡Pero si no ha hecho nada que nos moleste!-el comentario hizo a Zero acordarse de la situación que paso con aquel ser hace unas horas- ¡además nos ayuda en gran manera con la protección de la academia!
-¿uh? ¿Protección de la academia?-pregunto confuso el peli plata.
-si, así es, Alex-kun está aquí por su desafío.
-¿su desafío?-pregunto aún más anonadó.
-cuando un príncipe demonio quiere asegurar su lugar en el trono, se le asigna un desafío- empezó a explicarle a su hijastro- es desafío de Alex-kun fue el de no permitir que ningún tipo de demonio, sea cual sea, traspase el portal al inframundo que hay en esta zona.
-¿hay un portal al inframundo en esta zona?-pregunto incrédulo.
-sí, hay varios desniveles de hecho, con una buena invocación se podría abrir fácilmente hacía por esos lados.
El ojiamatista estaba anonadó, esa zona era realmente peligrosa, entonces, ¿por qué habían construido la academia en semejante lugar? Y lo que le parecido más raro era el hecho de que nunca se había enfrentado a un demonio en esa zona.
-hay otra cosa-hablo- sabe mi nombre y el de Haru, ¿no podría significar un riesgo para él? Y ¿cómo fue que la asociación no ha hecho nada?
-no creo que sea algún riesgo para ustedes, la asociación sabe de él, y ellos fueron los que me avisaron, ya que yo no había sentido para nada su presencia ¿a que es impresionante saber ocultar semejante presencia? La podría comparar fácilmente con la de K~
-ni lo menciones -le interrumpió.
-oh vamos Zero, ya eso fue hace 4 años, no digo que solo debas olvidar lo que paso, pero por lo menos superarlo.
-¿qué te hace creer que no lo he superado?-pregunto algo molesto.
-veamos, Haru-chan no sabe quién es su padre, odias que alguien siquiera mencione su apellido, no has buscado pareja a pesar de los muchos pretendientes que se te presentan y...
-¡ok ok ya entendí! Es cierto que odio que menciones su apellido, y también que no he buscado pareja, pero no lo he hecho porque quiero dedicarme a él, y nada más.
-¿y cuando planeas decirle a Haruka sobre su padre?
-yo...-en ese momento su mirada quedó oculta por su flequillo- no sé cómo, decírselo.
-oh, así que es eso- dijo ya más calmado el rubio- tendrás que buscar alguna manera de hacerlo, es mejor que esa informa llegue a el de tus labios, que de los de alguna otra persona.
Con estas palabras el mayor de ambos se levantó de su asiento y se dirigió a la salida, y cuando finalmente estaba a punto de salir...
-nee Zero-kun, ¿es el príncipe guapo?
Este cometario hizo que el chico respingara y volteara su rostro hacia el rubio más que rojo.
-oh, ¿acerté?
-¡¿pe-pero que di-dices?!-pregunto rojo- ¡¿por qué tendría yo que saberlo?!
-Haru-kun llego todo preocupado diciendo que ustedes se habían encontrado en el bosque y que estabas realmente molesto, y luego llegaste más que rojo a casa...algo pasó ¿verdad?
-tsk...-chasqueo la lengua, ¿por qué demonios tenía que ser aquel rubio tan observador? - no pasó nada.
-¿seguro?-pregunto pícaramente.
-seguro...
-ajan.
Después de aquello, Cross salió de la sala dejando adentro al peli plata con un notorio sonrojo en las mejillas.
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¡¡Holitas!!
¿Qué les pereció?
Jejejeje no me maten...
De esta manera fue que Zero y Alex se conocieron :3
Bueno, no se preocupen por el otro capítulo, no durare taaaanto para montarlo y en cuanto a la segunda parte de este...pronto la montare entre capítulos...
Bueno, sin mucho que decir me despido....
Chau....✌
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