CAPITULO 3

A la mañana siguiente, Sesshomaru se despertó muy temprano. Antes de abrir los ojos, sintió un agradable calor en el pecho, estaba tumbado de lado y, abriendo lentamente los ojos, vio que la fuente de ese calor era su hermosa esposa. Rin estaba casi escondida por él, acurrucada contra su cuerpo y recostada sobre el mokomoko.
Después de pasar varios momentos observándola dormir, se puso a jugar con sus cabellos, y mientras tanto pensaba.... Pensó en ese día, varios años antes, el día en que ella le había dicho "Sí".

*Verla dormir tan plácidamente en los brazos de alguien como yo me trae recuerdos de ESE día. Qué chica tan extraña... Nunca me tuvo miedo, ni siquiera de niña, la primera vez que me vio. Y no se fue ni siquiera después de ver mis verdaderos rasgos demoníacos...*
La mente de Sesshomaru volvió a pensar en "ese momento".
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Había llegado para visitar el pueblo, como acostumbraba a hacer de vez en cuando desde hacía unos años, pero ese día tenía otra cosa en mente, algo que debía hacer absolutamente. Esperaba pacientemente a que Rin se uniera a él cerca del bosque, nunca le había gustado tener gente cerca mientras estaba con ella, sobre todo ahora que sus sentimientos estaban a flor de piel, y a menudo se soltaban besándose durante varios minutos.
"¡Sr. Sesshomaru! Perdón por el retraso, pero se ha necesitado de repente mi ayuda con una entrega y.... AH.." Rin se quedó sorprendida cuando Sesshomaru le rodeó la cintura con sus brazos y la besó... era un amor joven, y cada vez era como la primera vez para ella.

"No importa... ¿está todo bien en el pueblo?
''...Ah sí, absolutamente. La anciana Kaede, Kagome y los demás son siempre amables y me enseñan muchas cosas".
"Bien... Rin, estoy aquí hoy por una razón muy específica. Necesito hacerte una pregunta, pero antes me gustaría que vieras algo..."
Rin tenía una mirada confundida cuando Sesshomaru levantó el vuelo... y cuando volvió al suelo, estaba en su forma de demonio perro. Se acercó a ella tranquilamente, y estiró su gran hocico hacia ella, casi tocándola.
Le miró a los ojos, esos grandes ojos rojos que probablemente asustarían a cualquiera, y luego esos grandes y afilados colmillos...
A pesar de su aspecto, Rin alargó un brazo y le puso la mano en el hocico, justo al lado de esos colmillos que podrían haberla matado en menos de un segundo, en una caricia cariñosa.
Ella había visto la transformación de Sesshomaru antes, un par de veces; no había escapado entonces, ciertamente no lo haría ahora.
De repente, Sesshomaru cerró los ojos y volvió a su forma humanoide.

"Rin... Sé que ya conoces este aspecto de mí, pero entonces eras una niña. Las cosas han cambiado, ahora eres una mujer. Lo que has visto antes es lo que realmente soy, y quiero que seas plenamente consciente de ello..."
"Señor Sesshomaru... No entiendo... ¿por qué siente la necesidad de confirmar más mis sentimientos? Siempre lo he sabido, y nunca he querido huir de usted..."
"...sí, lo sé. Pero la razón por la que quiero estar seguro es en realidad muy simple, y quiero que no tengas ninguna duda..."
Inmediatamente después de terminar su frase, Sesshomaru se arrodilló frente a Rin, un gesto que sólo reservaba para ella.
"Rin... ¿me harías el honor de quedarte conmigo para siempre...?"
Los ojos de Rin comenzaron a llenarse de lágrimas....
"Cásate conmigo..."
Rin se arrodilló llorando y escondió su cara entre las manos. Mientras Sesshomaru parecía cada vez más confundido, de repente una débil voz llegó a su oído....
"...sí...sí, ¡quiero quedarme con usted para siempre!"
Sesshomaru la hizo ponerse de pie e inmediatamente la abrazó.
"Entonces quiero que empieces a dejar de ser tan formal.... No hay necesidad de eso".
"...De acuerdo... Sesshomaru"
"...así está mejor...", tras lo cual la atrajo hacia sí y le dio un apasionado beso que, tras unos instantes de inseguridad, fue inmediatamente correspondido.
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*Maldita sea esta chica y su sonrisa... era capaz de hacerme hacer cosas que nunca habría hecho en el pasado. Siglos enteros despreciando a los humanos y luego... me encontré experimentando un sentimiento del que ni siquiera yo me creía capaz. Y ahora aquí estoy, en la cama con ella, completamente desnudo después de hacer el amor, y con dos hijas medio demonio.
Padre... Ahora debes estar riéndote de mí desde más allá de .... Ahora yo también... tengo alguien a quien proteger*

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un movimiento repentino y una voz débil y familiar.
"Hmm... Sesshomaru, ¿cómo es que ya estás despierto?"
"Rin... ¿te he despertado?", le preguntó el demonio mientras aún tenía las manos en su pelo.
"No, me habré despertado sola...", la chica se estiró hacia él e intercambiaron un rápido beso.
"¿Qué estás pensando...?"
"...no mucho, tranquila vuelve a dormir, aún es temprano".
"Mmm... no, creo que te atormentaré un poco. Te conozco y creo que tienes algunos pensamientos en la cabeza. Y al menos uno de ellos es sobre Hisui, ¿es verdad? .... ¿De qué hablaron tú y Setsuna anoche?"
"Sólo una revisión para el entrenamiento, nada más..."
"Mmm... de acuerdo, te creo. Eso no quita que estés preocupado por ese  chico, ¿verdad?"
Cuando Rin no recibió respuesta, tuvo la confirmación de que lo que pensaba era correcto.
"Mira, Setsuna ya tiene 15 años, es normal que se enamore. Tarde o temprano tiene que buscar su camino, además Hisui es un buen tipo... siempre ha estado ahí para ella".

Cuando Sesshomaru respondió con un leve gruñido, seguramente de decepción, Rin supo hacia dónde llevar la discusión, y comenzó a hablar de nuevo en tono provocador:
"...y otra cosa. ¿Recuerdas por casualidad qué edad tenía cuando nos casamos? ¿Y cuando me quedé embarazada? ¿Y la enorme diferencia de edad entre nosotros y el hecho de que tú seas un demonio y yo un humano?"
Sesshomaru dejó escapar un profundo suspiro de rendición antes de responder. "Demonios, no tengo esperanzas contigo ¿eh?".
"Ooh no... No sobre estas cosas cariño..." y mientras hablaba así comenzó a besarlo y mordisquearlo en el cuello, descendiendo a su pecho. Cuando se detuvo y le miró a los ojos, se dio cuenta de que Sesshomaru tenía una mirada lánguida pero dulce al mismo tiempo.
"¿Qué estás haciendo ahora? ¿Me estás seduciendo?... Sé muy bien que el amor y el sexo son parte de la vida y no hay nada malo en ello, pero... sigo siendo su padre, Rin... veremos cómo se comportará "este humano", y si será digno de ella".
"Ehehe, sabía que lo entenderías... entiendo que estés un poco preocupado y celoso, aunque no quieras admitirlo, pero te recuerdo que nuestra hija puede defenderse por sí misma si fuera necesario. Pero te repito que no tienes por qué preocuparte, ese chico nunca haría nada que pudiera dañarla"
"Hmm... quizás tengas razón Rin. Ya veremos, si se atreve a dar un paso en falso, puede darse por muerto..."
"Ehehe sì sì, esta bien, solo trata de no asustarlo. Es hora de volver a dormir, aún tenemos unas horas para descansar".
"Mmm. Pero ven aquí primero, pequeña traviesa..."
Después de intercambiar un beso lleno de amor y pasión, volvieron a abrazarse y luego se sumieron en el sueño, perdiéndose en el calor del otro.