Narra omnisciente

Deidara y óbito ahora estaban sentados en la cama, comiendo un poco del desayuno que les habían traído, aunque el ambiente era algo tenso , el hambre era más fuerte que cualquier cosa en ese mismo momento.

Mientras comían óbito miraba a deidara de reojo, a pesar de que recién se había levantado, se seguía viendo tan hermoso como la noche anterior, de verdad el flechazo le había pegado fuerte.

Mientras deidara intentaba concentrarse en su comida aún sintiendo la penetrante mirada de óbito.

Deidara se estaba preparando mentalmente, tenia que defender su
Punto y salir de ahí.

Deidara terminó de comer, suspiro y miro a óbito, el se sobresalto un poco al ver que deidara lo miro a los ojos de repente.

Pero se recupero al ver que estaba serio, deidara suspiro y dijo

Deidara " escucheme, su majestad, lo lamento mucho pero no me puedo casar con usted, ehhh. No me malinterprete. No es porque no quiera "

bajo ligeramente su voz para decirse a sí mismo

Deidara " aunque definitivamente esto no estaba en mis planes "

se aclaro la garganta y sonriendo algo forzadamente continuo

Deidara " pero no puedo hacer nada, solo soy un sirviente, no soy digno de ser su esposa, no tengo los conocimientos necesarios para ser su esposa "

Disimuladamente mientras seguía mirando a óbito empezó a alejarse de él, bajo de la cama y mientras caminaba hacia atrás óbito solo se le quedaba viendo a deidara.

Deidara "así que, si me disculpa yo..."

Finalmente su mano tomo la perilla de la puerta de la salida la abrió y salio rápidamente.

Óbito se quedó callado por un momento cuando se dio cuenta de la situación

Óbito "¡¡oye!!" Y salió corriendo detrás de él, óbito en su cabeza " bueno...será una linda anécdota que contar a nuestros hijos"