Capitulo 5: El Pasado Llama
3 semanas después...
Después de una larga mañana de compras al fin me estoy cambiando me compre un vestido blanco, con encaje y es algo transparente es corto a una altura perfecta, mi cabello lo recojo de una manera no tan sutil, mi maquillaje lo dejo fuerte, mis zapatos unos tacones altos. Para aquel almuerzo que Aaron había dicho semanas atrás.
Salgo de la habitación y Aaron, ay Dios mío santo, que estoy viendo, se ve tan sexy en ese traje se va tan...
— ¡te ves guapísima!
—gracias tú también.
—bueno vamos que nos esperan.
Salimos del apartamento, tomamos el ascensor y llegamos al lobby. Nos bajamos del ascensor caminamos hacia la salida del edificio. Nos despedimos del concierge. Al salir logro ver un "Bentley" negro con los vidrios totalmente oscuros. Nos abre la puerta un señor y nos subimos en el auto. Supongo que es el chofer.
Vamos avanzando por la carretera. Más y más no emitimos palabra alguna. Yo voy mirando hacia la ventana y logro ver que estamos saliendo es ya a las afueras de new York. Comienza el camino directo a los Hamptons.
(...)
Después de unos 15 minutos ya nos encontramos en la casa, nos bajamos del auto y empezamos a caminar. Aaron agarra mi mano. Seguimos avanzando hasta llegar a una gran puerta que está abierta entramos y se encuentra llena que esta mujeres con largos vestidos y con trajes carísimos y hombres con sus trajes y aires de si soy millonario y que. La música suave y las voces de todas las personas que hablan en pequeños grupos.
Avanzamos hasta que logro ver a un hombre con traje impecable, su cabello totalmente peinado hacia atrás y unas gafas de lectura leyendo un documento mientras en su otra mano tiene una copa de champagne. Nos acercamos hacia él y allí alza la cabeza y es el señor Andrew Hayes el padre de Aaron que al vernos sonríe. Desgraciado pensé que después de la paliza que te dio tu hijo Harry hace un año se la había quitado. Y después de lo que me hizo.
—Hijo- dice estrechando la mano de Aaron firmemente. — y ¿Tiffany?
—Sí, señor la misma. ¿Como esta?
—Muy bien gracias que bueno que estés aquí con mi hijo.
—Este Aaron iré a tomar aire.
—Está bien Tiff.
Claro ni siquiera sé porque vine, es extraño estar aquí y más al frente de él Andrew el padre de Aaron. Veo pasar a un camarero con una bandeja llena de copas con Champagne. Tomo una y sigo avanzando hacia la terraza que tiene una gran vista hacia el jardín y la piscina en forma de rectángulo. Tomo de un sorbo mi champagne y decido mirar fijamente hacia cualquier lugar.
— Tiffany ¿eres tú?
—Si... Claro que si.- me giro y allí está la señora Margaret la madre de Aaron impecable como siempre con un vestido blanco con encaje y un sombrero blanco grande junto a sus gafas de sol.
—Cariño, ¡qué lindo que estés aquí! -Chilla con emoción.
—Si señora, estoy acompañando a Aaron ya sabe... Él me lo pidió así que vine.
—Bueno tiff que tal si vamos ya a almorzar... Y a escuchar las palabras de mí esposo.
Me toma de la mano y volvemos a entrar a la casa en donde ya hay una mesa larga muy larga diría yo y donde la mayoría de los invitados ya se encuentran sentados. Aaron se sienta a mi lado y logro ver que sus abuelos están al frente nuestro a quienes saludo muy amablemente son un amor.
—Amor, te gusta ¿cómo está la ensalada?
—Si amor esta deliciosa. Ya estoy acabando.
—Tiffany siento lo que dijo mi papa al inicio fue algo extraño su recibimiento.
—Está bien tranquilo, no pasa nada...
(...)
Ya después de un delicioso almuerzo, me encuentro con Aaron cerca de la piscina en una de esas hamacas, la mayoría de los invitados ya se han ido estamos acostados el agarra mi mano. Y empieza a acariciarla.
—Tiffany te quisiera contar tantas cosas pero no me salen las palabras para contarte. Tengo miedo de que te vayas.
—Solo suéltalo y no me iré.
—Gracias tiffany prometo contarte. Qué tal si lo hago ya.
Justo cuando él dice eso empieza a llover pero no queremos entrarnos así la abuela está gritando y amenazando a Aaron ahí si nos paramos y empieza a llover más fuerte salimos corriendo claramente me quito los tacones. Y Entramos a la casa totalmente emparamados y la abuela nos regaña.
—Hija ven cambiate de ropa y ven a secarte y Aaron haz lo mismo.
—Si señora está bien vamos.
Nos dirigimos hacia unas escaleras, empezamos a subirlas hasta llegar a un pasillo entramos a la primera habitación y Aaron sigue a su habitación.
—Hija ponte cómoda. Ya vendrá Margaret. No se irán hasta que deje de llover. -Por arte de magia entra la mamá de Aaron, sonriente la abuela se despide de ella y sale.
—Tiff colócate algo cómodo aquí te traje una bata de seda negra y una pijama no sé si te quede.
—Muchas gracias, ya me coloco solo la bata, no creo que me quede la pijama.
—Bueno cariño te dejo y ya sabes dónde queda la habitación de Aaron.
Asiento y ella sale de la habitación. Me comienzo a cambiar y por ultimo me coloco la bata. Dejo a un lado la ropa totalmente mojada y mis zapatos. Salgo de aquella amplia habitación y esta vez me dirijo hacia donde esta Aaron. Llego hacia la puerta de la habitación y esta se abre haciéndome ver a Aaron quien está ya totalmente cambiado con una camiseta blanca y unos jeans junto a unas converse y su cabello está totalmente despeinado.
—Hola- decimos al unísono y comenzamos a reír.
—Tiff este qué tal si vamos ya para New York.
—Me parece bien y correcto.
—Entonces ¿vamos?
—Sí, vamos.
Salimos de allí y bajamos las escaleras aún hay personas así que no notaran que nos vamos. Ya vamos camino hacia la puerta principal pero nos detiene el padre de Aaron que me mira fijamente.
— ¿Chicos, ya se van?
—Si papá.
— ¿Tan pronto? Debería de quedarse un rato más aun no se acaba el evento y está lloviendo.
—Padre Tiff no se siente bien así que ya nos vamos. Verdad tiff?
—Amor. -Digo firmente y claro. -Si quieres podemos esperar a que deje de caer la lluvia.
—Está bien. Cariño entonces iré a estar con mi madre y mi tía.
—Yo iré a la cocina, después te voy a buscar.
Nos separamos y voy hacia la cocina que este algo oculta, tomo un vaso y saco agua del refrigerador que está totalmente fría. Comienzo a beber de sorbos cuando siento que cierran la puerta de esta. Me giro y es el papá de Aaron malos recuerdos me entran a mi mente y lo mejor será salir de aquí lo antes posible.
— ¡Para donde vas, tiffany!
—Señor Hayes. Debo de irme solo venia por agua.
—¡No! -Grita su grito me sobresalta y dejo él vaso con agua sobre la encimera.
—Señor Hayes no quiero ni usted quiere problemas así que evítelos no le quedó claro ya con los buenos golpes que le dio Harry en su oficina.
—Vamos a hablar de un asunto tú y yo. ¡Nena! Si crees que por unos golpes de mi hijo me detendré está muy equivocada. Así que es hora de que actúes y quítate esa bata.
—¡No! ¡No lo haré!, ¡Esta borracho que cree que soy! ¡Por favor compórtese! -Estoy temblando del miedo y de los nervios.
—¡Si si lo harás!
Se acerca a mi cuello y le deja un beso y comienza a subir por mi cara hasta intentar llegar a mis labios, con sus manos traviesas me quita la bata y me deja en mi ropa interior, me intento separar pero él no me deja así que tomo con mi rodilla y le pego en la entrepierna él se retuerce del dolor y logro salir de allí corriendo... Tomando en mi mano la bata para colocármela y así salir de allí.
(...)
Salgo corriendo de la cocina como si fuera por mi vida, mis lágrimas salen y salen las personas me observan y no me importa, me dirijo hacia la puerta principal, allí hay una pequeña mesa en donde está mi bolso, lo tomo deprisa y salgo en busca de un taxi o alguien que me pueda sacar de aquí. Maldito sea él señor Hayes todo esto lo tiene que saber Aaron, no me importa si estaba borracho, me siento sucia. Me extraño no ver en esta fiesta a Harry.
Voy caminando por toda la entrada de la mansión hasta encontrar la salida principal. Salgo de ella y no pasa ni un solo taxi. Decido seguir caminando hasta llegar a una estación de buses o taxis.
(...)
Ya voy de regreso a new york en él auto de Harry que por suerte me lo encontré cuando iba caminando hacia la estación de buses, mi celular no deja de sonar. Veo quien es y no contesto, mis lágrimas salen y salen y no sé qué hacer, intento controlarme pero es inevitable.
—Tiff me podrías decir tan solo ¿qué te ocurre?
—Harry... Tú no le vayas a decir nada a Aaron por favor... -Digo angustiada.
—si no le diré nada... Dime que te ha pasado.
—Tu padre... El intento.
Y así es Harry hace un movimiento brusco con el auto que es tomar el camino de regreso a los Hamptons.
—No Harry... No, no seas así. Yo no quiero regresar allí.
—Tiffany... ¡Esto es grave y le voy a dar su merecido dime que te hizo!
—Me toco, me beso el cuello y me vio en ropa interior me siento sucia... Me siento sucia... Harry yo... - Comienzo a llorar más fuerte.
— Shhhh. Tú te vas a quedar en el auto yo entrare arreglare el asunto y después te dejo en tu Penthouse.
—¡No! Llévame a tu apartamento... Yo no quiero estar sola... Harry por favor.
—Está bien iremos a el Hotel y estarás conmigo pero después te llevare a tu Penthouse no quiero preocupar a tu madre y tener problemas con el idiota de tu novio.
—Ella no está... - Digo limpiándome las lágrimas. - se fue a ver a su novio a Italia así que estoy sola.
Está bien, entonces a dónde quieres que te lleve Tiff yo en pocas horas debo de irme para Londres así que...
—Me dejas en el apartamento de Aaron el que no utiliza casi...
Vamos llegando de nuevo a la casa, el parque el auto afuera de la mansión. Se baja del auto y me deja allí. Al cabo de unos 30 minutos. Harry se vuelve a subir al auto y tiene sus manos llenas de morados. Enciende el auto y comienza a manejar camino a New York.
(...)
Llegamos a su apartamento y Harry me presta una camisa de el para cambiarme después de haber tomado un baño. Me la coloco y salgo del baño llegando a su habitación a la cama. Me acerco hacia él y me siento en ella.
—Gracias Harry no sé qué haría sin ti.
—Pues... Espero que ya estés mejor.
—Sí, algo es algo.
—Me alegro de eso. La camisa te la puedes quedar.
—Gracias Harry.
— Tiff... Créeme que nadie se va a enterar de lo ocurrido va a ser mi secreto mejor guardado.
—En verdad no sé cómo pagarte lo que has hecho por mí durante estos años.
-¿Ah sí? Yo si se como pero más adelante... me lo pagaras.
—Dime...
—No, luego me dejas de hablar.
—Harry vamos dime ¿cómo te lo puedo pagar?
—No.
Me acerco sin miedo hacia donde esta y me siento sobre sus piernas acorralándolo, el me mira con cara de asombro por lo que acabo de hacer, ni siquiera sé que estoy haciendo.
— ¿Tiffany que haces?...
Acerco mis labios cerca de los suyos, siento su respiración algo agitada sé que está nervioso, pero al diablo todo esto me lanzo y sin pensarlo lo beso. Le comienzo a desabotonar su camiseta pero él llega y me detiene en un movimiento algo brusco.
—Tiffany detente. Esto no es correcto... Sabes que tú y yo... No puede pasar nada entre nosotros... Tienes a Aaron. Lo mejor va a ser que te lleve ya mismo al apartamento de Aaron.
Mi mano no demora en impactarle en su mejilla, me levanto y tomo mis cosas, Saliendo de la habitación, entro en el ascensor y es hora de ir hacia el apartamento de Aaron que no lo conozco pero sé a dónde queda.
(...)
Tomo un taxi y le comienzo a decir hacia donde iremos
—Vamos a ir por donde vivo pero esta vez es cerca al Hotel empire. Iremos a 795 Fifth Avenue.
— ¿Es el conjunto de apartamentos que queda con vista a central park?
—Si exacto.
—Con gusto señorita.
Seguimos avanzando y yo veo la carretera para ser peor empieza a llover. Menos mal vamos con aire acondicionado. Suena una de mis canciones favoritas Careless Whisper de George Michael y como si mi cuerpo lo pidiera voy cerrando los ojos lentamente.
(...)
—Señorita tiffany ya llegamos. Despierte.
—mmm si lo siento gracias Sergio.
Me bajo de la camioneta, camino hasta entrar al edificio.
—Hola buenas tardes bienvenida.
—Hola...Vengo a el apartamento de Aaron
— ¿Es usted Tiffany?
—Si
—Acompáñeme.
Lo acompaño y nos subimos a un ascensor privado con espejos y un lugar donde están los botones que es para colocar la huella y el código de aseso.
—Bueno señorita bienvenida...-Las puertas del apartamento de Aaron se abren y allí está el con una cara de preocupación a la máxima expresión. Sale el con una sudadera gris, y un chándal negro. Me abraza con su musculosa espalda. Fundo mi cabeza en parte de su hombro y cuello.
— ¿Escapaste con Harry de la fiesta?
—Yo...-Y si señores comienzo de nuevo a llorar.
—Tranquila... colócate cómoda estás en tu casa después hablaremos. ¿Por cierto quieres tomar algo?
—Sí, ¿tienes vodka?
—Hey preciosa no, no tomaras eso. Te daré un jugo de naranja más tarde tomas todo el licor que quieras.
—Está bien...
— Tiff y ¿porque huiste con él? Paso algo, todas las personas murmuraban cosas y decían que habías salido corriendo y llorando de la cocina y después de eso salió mi padre colocándose hielo y con un vaso con agua. Y más extraño aun es que Harry 30 minutos después llegue y golpee a mi padre sin piedad y comienza a gritarle cosas, así que ya mismo dime que está ocurriendo.
— Aaron... de eso podemos hablar otro día hoy no tengo nada de ganas... -Estoy más que nerviosa por lo ocurrido anteriormente ni se porque hice eso, tal vez lo que dice Harry lo hice porque estoy confundida y herida la última semana con Aaron no ha sido la mejor que digamos.
— Tiffany, créeme que ya me estoy cansado de tus encuentros con Harry... No es para nada justo.
—No pasa nada... ¿crees que tengo ánimos ahora para hablar Aaron? Porque no me puedes dejar un momento tranquila.
— ¡No te vuelvas a ver con Harry! Y me esperare el tiempo necesario a que me cuentes lo que te guardas.
— ¡Aaron!
—Entonces dime ya mismo que es lo que ocurre.
—Está bien no me veré más con Harry. Hasta el momento que te cuente todo. ¿Feliz?
Asiente y se acerca para abrazarme. Me estruja entre sus brazos haciéndome absorber todo su perfume si no estoy mal es la Boss de Hugo Boss. Nos separamos y me siento en el cómodo sofá de la gran sala.
— ¿Tiffany vas a dormir aquí o en tu penthouse?
—Pues la verdad no sé. Yo creo que dormiré aquí claro si es que....
—No termines la frase. Obviamente si te puedes quedar aquí mi casa es tu casa... Solo fue una discusión.
Se sienta a mi lado y comienza a acariciar mi pierna. Su celular comienza a sonar y es Margaret su madre. El al ver que es ella contesta y lo deja en alta voz.
— ¿Hijo ya a Tiffany la encontraste?
—Si está conmigo.
—Oh que bueno mándale mis saludos. Harry está aquí vino a hablar con tu padre y la verdad es que tengo miedo después de lo que paso en la fiesta. No han salido de la oficina y eso me tiene preocupada. No quiero que lo golpee más y sin ningún motivo.
—Madre hay un motivo y luego te lo contaré. Pero por ahora no creo que haya que preocuparse.
—Hijo ya tu padre salió de la oficina y Harry también. Tu padre dice que quiere hablar contigo.
—Está bien pásamelo.
—Hijo.
Su voz, esa voz que me atormenta que me hace colocar de nuevo mis ojos vidriosos mi respiración rápida y el probable ataque de nervios y ansiedad que me pueda dar en estos momentos.
—Padre todo bien.
—Estas ya con Tiffany?
—Si...
—Qué bueno. Quede preocupado yo entre a la cocina y ella comenzó a llorar solo me acerque a preguntar qué pasaba y salió corriendo.
—Si luego hablaré con ella. ¿Papá que querías hablar conmigo?
—Si... ¿Estás solo?
—No. Pero ya me ubico en un lugar privado.
Veo como Aaron se levanta y me deja sola para hablar con su padre el monstruo de Andrew Hayes.
Por mientras tomo mi celular y le escribo un mensaje a Samantha para avisarle que no estaré en mi penthouse.
.
.
.
.
.
Hola mis pequeños diamantes, espero que les haya gustado este quinto capitulo, pobre Tiff cuando ser ale momento en que le cuente todo a Harry o a Aaron, por favor no se olviden de votar y comentar, muchas gracias por todo su apoyo.
Os quiero
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top