Capitulo 25: Es Hora De La Verdad
El día había llegado ya nos encontrábamos con Harry afuera del consultorio del doctor Rob. ¿Que como terminó la noche de ayer? él me estuvo consolado toda la noche. Sam llegará en el día de hoy en la tarde por motivos que desconozco. Y volviendo al ahora ya me hacen pasar a el consultorio.
Entro sin Harry cerrando la puerta detrás de mí y es un consultorio amplio con paredes blancas unas sillas azules y al frente de estas un escritorio con un computador. Hay también en el otro lado de la habitación una cama pequeña. Con algunos cojines y una gran sabana. Veo que detrás del computador está Rob.
— Hola Tiff... Toma asiento.
— Gracias Doctor Rob.
— Vamos solo dime Rob... Estoy ansioso de atenderte. ¿Y Aaron?
Escuchar su nombre dolía.
— Vine con Harry...
— Genial, está bien en algún momento de la consulta lo haré pasar. Por ahora te colocaré unas pequeñas pruebas en donde me daré cuenta de si presentas un trauma o no. Pero primero quiero para comenzar que me digas la verdad toda la verdad. Nada saldrá de aquí. Solo le daré un informe a Harry de lo que padeces y ya. Así que bueno puedes confiar en mí.
Asiento y le sonrió. Me acomodo más en la silla y él se acomoda en su silla de escritorio.
— ¿Cuándo comenzó todo?
— Desde que comenzó mi relación con Aaron hace más de dos años pero el evento principal fue hace 1 año y seis meses.
— Cuando dices que desde que comenzaste tu relación con Aaron ¿a que te refieres?
— A acoso, maltrato verbal.
— ¿Y lo de hace un año y seis meses?
— Maltrato físico e intento de abuso sexual.
— Tiffany sé que vas a tener un momento en que las escenas van a pasar como una película en tu mente y quiero que seas fuerte yo estoy aquí y ningún flashback que venga a tu mente es real porque eso ya pasó.
— Está bien...
— Y ¿quién es?
— El padre de Aaron y Harry. Andrew Hayes. - Al pronunciar ese nombre mi boca sabe a hierro. La cara de Rob es de impresión y también lucha por controlarse.
— Está bien ¿en dónde ocurrió eso?
— En su oficina.
— Alguien intervino ya que veo que dices que un intento de abuso...
— Si Harry. Llegó a tiempo en el momento indicado y me salvo de lo peor, él es mi héroe.
— Ahora te haré una pregunta...
—¿Cómo prefieres contarme lo que sucedió en ese día y demás cosas por medio de una carta o contándome como una conversación como la que estamos teniendo aquí?
— ¿Cual es más conveniente?
— Con la que tú te sientas más cómoda. Tiffany.
— Hablaremos te lo contaré todo. Es la primera vez que lo hago he guardado silencio por mucho y ya no quiero callar más.
— Está bien habla... Pero hasta donde creas que puedas cuando veas que no puedes más quiero que pares.
— Cuando fui a buscar los archivos que me Aaron me había pedido en la oficina de su padre. Él se encontraba allí en su computador. Fui a bajar la carpeta de archivos de la estantería a lo lejos escuche como cerraron la puerta. Al bajar los archivos su padre... Estaba detrás de mí. Me hizo tirar los archivos al suelo y me acorralo en contra de una de las paredes...Comenzó a darme besos bruscos los cuales yo rechazaba. Me empezó a bajar el cierre de mi vestido pero mi mano fue rápida y lo empujó eso había creído pues su mano me impacto en mi cara primer golpe... Después de eso intenté salir corriendo pero su mano me agarro tan fuerte que me coloco de nuevo contra la pared, comenzó a quitar mi vestido haciéndome quedar en ropa interior por cada grito mío pidiendo ayuda me daba un golpe y así fue hasta que mi cara yo sentía que ya estaba llena de morados la sangre la sentía que caía por mis labios. Lo empujaba pero era en vano, gritaba más de lo que mi voz podía... Entonces Harry llegó y... - Me detengo toda la escena es como si estuviera pasando como una película en cámara lenta por mi mente estoy más que fría y temblando... Por lo que mi mente me está proyectando.
— Tiffany si quieres parar hazlo.
— No Rob. Quiero continuar...
— Está bien.
—Entonces Harry llego y me quito de los brazos de su padre ya que le dio un puñetazo que lo tiro al suelo, el me dio su saco para cubrirme mis pechos, y me baje la falda, estaba llorando como nunca pero sobre todo Harry quien no paraba de gritarle a su padre y de pegarle me dijo que lo esperara, le hice caso y después de eso salimos de la oficina al baño, me consoló y Aaron interrumpió pero no lo deje que me viera de esa forma, me ardía la cara, tenía morados en mis ojos, mejillas y mi nariz y labios reventados. Después de salir de ese edificio lo más rápido posible. Harry me llevo a su apartamento me curo y me consoló, me cuido, estuvo conmigo casi que un mes protegiéndome y cuidándome...Me quede un mes con él en su apartamento, mi madre, Sam llamaban todos los días y respondía que me había ido de vacaciones...Lo más extraño de todo es que Aaron en ese mes nunca me llamo solo un día y los demás era como si ya no existiese para el... No permitía que nadie hasta hace 2 meses me tocara así fuera la mano... A veces tengo pesadillas de ese maldito día... del día que mi vida se partió en un antes y un después.
Termino mi relato con lágrimas que caen como gotas de lluvia por mi cara.
(...)
Después de haber terminado de contar mí relato. He sentido que me he quitado un gran peso de encima. Rob ha anotado todo en un ipad.
— Bueno Tiffany... En verdad gracias por ser tan valiente y contarme algo tan personal para ti. Ahora noto que no solo te pasa eso si no que también te pasa algo más que ocurre.
— Rob... Aaron y yo terminamos y con la que me engaño esta en embarazo.
— Y él, ¿es el padre?
— Eso se sabrá dentro de nueve meses y la verdad no me importa.
— Así que estas lastimada.
— Sí y no solo eso más bien rota...
— Así que las Noticias eran verdad.
— ¿Que era verdad?
— Que el té había sido infiel.
— Si... Rob... Me duele demasiado. No sé qué hacer pero sabes algo...
— Lo mejor es lo que decida tu corazón.
— Una parte de mi quiere hablar con él y la otra quiere irse de aquí. Y empezar mi vida de cero no te imaginas por lo que he tenido que pasar en estos últimos meses.
— Mi recomendación va a ser que hables con él y depende de lo que te diga decides si te quedas o te vas. Pero tienes que enfrentarlo no hacerlo a un lado porque si no, no vas a lograr nada.
— Gracias Rob.
— Bueno se ha acabado la consulta de hoy. Te veré una vez a la semana por un mes. Te mandare algunos ejercicios muy sencillos que debes de hacer. Y nos estaremos hablando no estas presentando estrés postraumático y eso es lo positivo.
Le doy la mano y una de mis mejores sonrisas a Rob. Me levanto de la silla y salgo del consultorio. Me encuentro con Harry quien está hablando por celular al verme se levanta de las sillas de la sala de espera y nos vamos saliendo de la clínica. Ahí veo mi auto y le paso las llaves a Harry para que él sea quien conduzca.
(...)
Llevamos ya 30 minutos en el auto. Harry desde que salimos de la clínica no ha emitido palabra alguna. Yo por mientras miro por la ventanilla. Tomo mi celular y marco el número de Aaron. Hoy mismo lo tendré que ver.
— ¿Alo?
— Aaron
— Hola Tiffany.
— Hola, quería saber si nos podemos reunir hoy.
— Hoy a qué horas. Y en dónde.
— Puede ser en el Starbucks que queda cerca de mi edificio. Y en la tarde tipo 4.
— Me parece bien.
— Okay...
Y le cuelgo hoy a las cuatro de la tarde sucederán muchas cosas. Veo que ya estamos llegando a mi edificio. Se abren las puertas del parqueadero subterráneo, Harry entra y estaciona el auto en el lugar indicado. Me bajo y el hace lo mismo. Comienzo a caminar directo al ascensor es extraño como se está comportando es como si le hubiera pasado algo.
— Tiff...
— Al fin hablas que ocurre.
— Yo... Si quieres te voy a dejar a tu encuentro con Aaron.
— Harry...
— ¿Estas celoso?
— Si.
— Harry te recuerdo que él y yo terminamos y solo vamos a hablar de algunos asuntos pendientes.
— Interesante.
— No te pongas celoso.
— Está bien no me pondré celoso. Me puedes decir ¿porque estabas tan callado en el auto?
— Hable con Margaret.
— Oh.
— Si... Entonces lo que hablamos me tiene muy pensativo.
— Espero que todo se pueda solucionar.
Presiono la tecla del ascensor y las puertas de este se abren.
(...)
4 pm:
Nerviosa, ansiosa todo lo que estoy sintiendo en estos momentos es indescriptible. Ya me encuentro en el Starbucks sentada con un cappuccino, un muffin de canela y pasas. Veo que Aaron también está aquí y se sienta con un frapuccino.
— Hola.
— Hey Aaron.
— ¿Cómo estás?
— Bien.
— Perdón por no haber ido a la consulta pero estaba ocupado con unos asuntos de la universidad.
— Igual no era necesario que estuvieras.
— ¿Quieres un pedazo de mi muffin? - porque me comporto tan amable con él. Tiffany no seas estúpida.
— No con mi frapuccino estoy bien.
— Yo también tengo que mirar lo de la universidad.
— Si...verdad que iremos a la misma.
— Si Brown. Aunque sabes pensé que irías a Harvard.
— La vida da muchas vueltas tenía un plan pero bueno lo tire por la borda.
— Sí y entonces ¿si eres el papá?
— Habría que hacer una prueba cuando nazca pero Tiffany perdón.
— Lo que queríamos en un futuro lo hiciste con la primera que se apareció o más bien no sé si lo hiciste como venganza hacia Scott.
Aaron me mira fijamente y noto el dolor reflejado en sus ojos.
— No lo hice por venganza ni nada de eso. No se la verdad que me pasó yo no quería que lo nuestro acabara así de esta forma no pensé que ella...
— Las píldoras no siempre funcionan... Aaron no sabes lo doloroso que se siente todo esto.
— Tiffany yo no quise lastimarte.
— Pero lo hiciste de la peor forma te quería dar la Oportunidad de regresar de hacer un borrón pero no solo con eso me comprobante que me fuiste infiel sino más bien que tuviste sexo con una completa desconocida en mis narices y conmigo no.
— Tiffany las cosas no son así. Además yo contigo nunca tuve sexo a ti te hice el amor. Yo a ti te amo.
— No seas cínico a mí nunca me hiciste el amor y si dices que lo hiciste porque buscabas en otras pieles placer. Si yo tu novia te lo podía dar.
Mi corazón, no ya no tengo corazón. Dejo de mirarlo fijamente para mirar mi vaso. Él toma mi mano pero la suelto. Es hiriente todo esto. No duele quema.
— Perdóname Tiffany perdóname. Tú eres la única a quien amo. Un niño no va a ser impedimento para nuestra relación. Yo no quise... A demás puede que yo no sea el padre - Siento que está llorando pero no quiero mirarlo.
— Aaron que tiene ella que yo no tenga - Mis lágrimas comienzan a salir.
— Nunca digas eso. No te compares yo no quise provocar esto.
— Pero lo hiciste nuestra relación ya no era relación era un campo de guerra. Era... - Mis lágrimas salen como olas del mar. - No te quiero volver a ver en mi vida.
Tomo mi bolso y dejo medio cappuccino allí. Me levanto y comienzo a buscar la salida del almacén. Salgo y una mano me detiene.
— Aaron ¿qué quieres? Lo nuestro ya se terminó.
— Déjame llevarte a casa No me permitiría que te vayas así en este estado. Por favor.
— No... Déjame sola... Por favor... Necesito sanar necesito tan solo olvidarte.
— Y que pasara con Brown? Sabes que nos veremos todo el tiempo.
— No iré a Brown.
— No iras a Brown entonces ¿a dónde iras? Tienes una beca allí.
— No me importa... Y tengo una en Colombia y Yale. Así que puedo elegir entre esas dos.
— Yo elegí Brown por ti. Pude haber ido a Harvard.
— Pues quien te manda a destrozarme y a acabar con nuestra relación.
— ¿Te vas con Harry? ¡Resultaste ser peor que mi madre!
Y ahí me suelta. Mi mano no demora en impactarle en su mejilla. La cual el golpe resuena y personas que pasan por nuestro lado nos quedan mirando. Decido comenzar a caminar ya que mi edificio queda a una cuadra de aquí. Tengo rabia, tristeza y sobre todo decepción por haber sido tan estúpida de haberme fijado en alguien como él.
(...)
Toco el timbre del pent-house y Harry me abre con una cara muy sonriente pero al ver mi cara se le quita todo rastro de alegría.
— Harry... Me iré para Londres contigo y solicitare una beca en una de las universidades de allá.
— ¡Hey! ¡Hey! calma debes de pensar con la cabeza fría. No puedes ser tan precipitada.
— Colócame el anillo en mi mano.
— Tiffany te estás escuchando cálmate. No iras a Londres conmigo tienes que sanar tu corazón y no puedes abandonar tu sueño de ir a Brown.
— Eso no es lo que quiero yo quiero irme contigo.
— ¡No! Tiffany es mejor que pienses las cosas.
— Tienes la oportunidad en tus manos de tomarme e irnos lejos como siempre lo soñamos desde que éramos niños y ahora tú lo desaprovechas.
— Yo no soy tu títere. Yo... No puedo permitir eso. Tiffany.
— Harry...
— Te apuesto que te vas conmigo y vas a querer regresar acá para estar con Aaron de nuevo. Yo nunca te he gustado.
— No digas estupideces... Tú eras mi crush en la secundaria. Como puedes creer que soy capaz de eso.
— Tiffany piensa bien las cosas. - Él se queda pensativo y después veo como se sonroja. — ¿Espera un momento yo era tu crush?
— Si aunque suene patético. Si lo eras y me tenías muy enamorada. Y el día en que me hablaste por primera vez y días después me diste un beso fueron los mejores días de mi vida.
Y así es Harry me abraza un abrazo de esos que hace mucho no daba con sentimiento, dándonos calor el uno al otro.
— Y ¿porque nunca me lo dijiste?
— Porque no quería espantarte y que te alejaras de mí.
— Para yo alejarme de ti tiene que ser que me mientas porque de ti no me espanto ni me alejo y sé que estas lastimada por todo lo que te ha hecho mi hermano pero yo soy diferente y quiero decirte algo desde el día en que te hablé allí sentí que tú eras para mí. Pero bueno pasaron muchas cosas y bueno ambos somos orgullosos.
— Gracias Harry por todo lo que has hecho por mí. Pero necesito volver a iniciar mi vida desde cero. Quiero irme contigo iniciando como amigos. Alquilare un piso. Pero sácame de esta ciudad y país antes de que me dé algo.
— Está bien Tiff, déjame pensarlo. Si te digo si, nos iremos en una semana.
Al entrar a mi habitación, entró directo a mi armario. En el cajón en donde está mi ropa interior. Para meter en la caja fuerte las joyas valiosas, dígito la clave y al abrirla veo una pequeña caja de Cartier. Mi corazón está a mil por hora espero que no sea lo que estoy pensando al destapar la logró ver y es un anillo de compromiso con un gran diamante.
— Harry.
Al cabo de 5 minutos allí está mirándome fijamente.
— ¿Estas pálida, que ocurre?
— Él me iba a proponer matrimonio Harry.
Él no logra gesticular palabra alguna se lleva sus manos a la cabeza y sale del closet. Debe de estar también asombrado pero también aliviado porque él sabía que si me llegaba a casar con Aaron... Tal vez me hubiese perdido para siempre.
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