Capitulo 17: ¿Te Encuentras Bien?

Me quedo mirando como una tonta la puerta. Si Aaron quiere jugar pues juguemos no le veo problema. Me levanto de él sofá y tomo mis cosas las llaves de mi penthouse y mi celular. Pido él ascensor y cuando este llega me subo en él.

(...)

Ya en mi penthouse. Me encuentro esta vez sentada en la ventana de mi habitación en ese mueble callada y en shock por lo que hizo Aaron mi celular suena y es Scott.

—Hola scotty.

—Hola Tiff al fin contestas.

—Sí, ¿qué me necesitabas?

—Sí, pero estas con Aaron así que tranquila ya estoy donde mis abuelos ellos me están ayudando.

—Está bien cariño. Bueno te quería invitar mañana para que charlemos y me ayudes a organizar mis maletas.

—Hay un problema yo no puedo estar allí. ¡Tendré que organizar también mi equipaje!

—Oh ya entiendo! Entonces... ¿Y dónde viven tus abuelos?

—En New Jersey. Te oigo extraña ¿pasa algo?

—Este no...

—Te conozco mosco ¿Qué pasa?

—¡Tuve una pelea con Aaron! ¡Es solo eso!

—Me encantaría estar contigo para podernos desahogar. No sabes lo que me ha ocurrido.

—Ay Scott. Creo que iré contigo así que dime donde están ubicados en New jersey.

— ¿Estás loca?

—No. Tan solo necesito un amigo.

—Sabes qué. Espérame yo iré a tu casa, llegare en la noche, noche. Llevare comida así que relájate y nos veremos en unas 2 horas.

—Gracias Scott.

Le cuelgo y dejo mi celular encima de la mesita que tengo con unas flores. Decido de una vez sacar unas maletas y empezar a acomodar todo para ir a Italia. La dejo allí la maleta encima de mi cama abierta y me meto en él armario sacando zapatos desde sandalias hasta botas. Luego los bolsos y después ya los accesorios y cosas de aseo personal. Comienzo a doblar e ir metiendo todo a esta maleta la primera de tres que llevare. Sí que será largo todo este proceso de arreglar maletas.

(...)

2 horas después...

Decidí después de haberme dado un baño y haberme puesto mi pijama de satín dorada y mis pantuflas negras. Me siento en él cómodo sofá en espera de Scott. Las puertas de él ascensor se abren y allí esta él con un aspecto totalmente diferente... Me levanto y voy hacia donde él lo abrazo. Y él me devuelve el abrazo. Nos separamos y me agarra la mano. Nos sentamos en el sofá. Y le comienzo a acariciar él cabello mirándolo fijamente.

— Ayy Tiffany que día de mierda he tenido.

—Ni te imaginas yo. Ha sido espantoso.

—Ahora más tarde deberíamos pedir una pizza.

—Si concuerdo porque no empezamos a hablar sobre nuestros días. Aquí esta él vino y las copas así que a hablar...

(...)

Una copa tras otra y las palabras fluyen, él calor que está haciendo aquí es increíble. Scott se acomoda en mis piernas acostándose. Él sí que esta borracha hemos tomado de diferentes licores yo también estoy borracha pero controlada en cambio el no. Toma mi mano y la entrelaza con sus dedos.

—Te digo que hubiera hecho en L.A

—¿Que?

—Te hubiera secuestrado y nos hubiéramos ido los dos a un lugar muyyyy.... Lejos... Y sabes algo me encantas, me fascinas Tiffany... ¡Pero tienes dueño!

—Y porque no lo hiciste! Tu y yo bien lejos, lejos de aquí siendo la mejor pareja, pero no tu... ¡Estas con tu vieja yo con él mio!

—Pero tenemos la oportunidad de irnos...

—¿Y dónde quieres?

—Qué tal si vamos para Grecia Mykonos y después de eso vamos a España a Ibiza.

—Me encanta ese plan... ¡Prométeme algo!

—¿Que?

—¡No iras con nadie que no sea yo a Mykonos! ¡Oyes!

—Lo prometo solo tú y yo.

Él se vuelve a levantar y se sienta a mi lado. Me giro y lo miro fijamente él hace lo mismo. Aunque él ya no se está sosteniendo.

—Qué tal si hacemos algo en modo de despedida.

— ¿Que?

Comenzamos a reír y me acerco a sus brazos tan fuertes y lo abrazo me quedo allí en su pecho oliendo su loción.

— Tiffa... ny. Es hora de irme.

—Quédate a dormir y te vas mañana temprano no me vayas a despertar porque te golpeo.

—Está bien.

—Vamos...

(...)

Besos por toda mi cara, menos en mis labios y risas es lo que me hacen abrir los ojos. Y allí esta Scott.

—Por fin despiertas ya son la 1 de la tarde y ya me tengo que ir.

Me levanto de la cama y me quedo sentada lo abrazo y me quedo en él abrazo. - esto no es un Hasta luego es un hasta pronto. Me vas a hacer demasiada falta Scotty gracias por convertirte en mi mejor amigo en tan poco tiempo.

Nos separamos y se va dejándome en mi habitación sola.

Me levanto y es hora de empezar con él día de hoy porque en dos días me iré a Italia estoy muy feliz de ver a mi mamá por fin. Salgo de mi habitación y llego a la sala.

(...)

Después de haber almorzado y haber terminado de alistar las tres maletas de mi equipaje, estoy viendo una película en mi habitación. Mi celular no ha parado de sonar, miro en él identificador y es él idiota de Aaron. Claro que no le contestare.

Sigo comiendo de mi helado. Y mi celular vuelve a sonar. Esta vez decido apagar mejor mi celular pero a la vez vuelve a sonar y es una llamada de un número desconocido.

—¿Hola?

—Hola hablas con Sophie la secretaria de Aaron Hayes. Él te quiere agendar una cita para ahora a las seis.

—Dígale a él señor Aaron que ¡no iré!

—¡Dice que es urgente! hasta luego.

Y me cuelga la muy perra. Quedan 35 minutos para la reunión, me levanto de mi comodidad y busco en él armario un vestido corto negro, un abrigo de color gris y mis tacones rojos. Me dejo él cabello como lo tengo suelto ondulado natural. Y no me maquilló para nada. Me coloco unas lentes de sol negros y lista para salir.

(...)

Es un edificio de 22 plantas, una gran arquitectura, todo él de vidrio y acero, las puertas acristaladas de la entrada. Hay un gran letrero con letras plateadas sobre esta que dice Hayes Enterprise Inc New york. Entro en el inmenso vestíbulo de vidrio, acero y piedra blanca. Desde el otro lado de un sólido mostrador de mármol me sonríe amablemente una chica muy arreglada. Lleva un traje de oficina negro con blanco y está impecable.

—Buenos días señorita Roberts.

—Buenos días.

En el fondo hay una zona de asientos de piel de color negros y los cojines blancos, azules y hasta dorados. Detrás de los asientos de piel hay una gran sala de reuniones con las paredes de vidrio, una mesa de madera clara, también grande, y al menos quince sillas a juego con la sala. Más allá, un ventanal desde el suelo hasta el techo que ofrece una vista New York de toda la parte de Manhattan. La vista es tan impactante que me quedo momentáneamente paralizada. Decido volver a la recepción. Lo cómico es que todo ha cambiado aquí hace 1 año que no aparecía por aquí y esto provoca recuerdos y temblores en mí.

—Vengo para la oficina de Aaron.

—¿Es usted Tiffany?

—Si.

—Puede pasar, aunque está hablando con su secretaria.

—No me importa.

Sigo de largo hasta llegar a la gran puerta, la abro y allí esta con Sophie. Ella a al verme se sonroja y se separa de Aaron. Y él me mira. ¡Ella solo me saluda con un gesto en su mano toma algunos papeles y se hace al otro extremo de la gran oficina de Aaron! Ósea ¿ella va a escuchar nuestra conversación? ¡Lo que me faltaba!

—Hola amor.

—Hola Aaron.

—Toma asiento. ¡Sabes que debemos hablar!

—Sophie puedes retirarte por favor.- y se escucha la puerta cerrarse, ahora si quedamos solos él y yo.

— ¿Y bien?

— ¿Y bien? ¡Enserio! Sabes muy bien lo que paso ayer.

— ¿Qué paso ayer? ¿Qué decidiste mejor estar con Sophie? Y me dejaste botada en tu apartamento ¿Que tuvimos una fuerte pelea?

— ¿Porque no contestabas mis mensajes y llamadas?

—Porque no quería contestarlas. ¡Dime cual es el objetivo de esta reunión porque no veo por qué estoy aquí!

— Tiffany. No hables como si no me hubieras lastimado ayer.

—Ahora soy la mala.

—Hoy estuve con mis padres ya papá le dio el acta a mamá y la reunión fue larga, muy larga.

— Mmm okay. Bueno.

— ¿Cuándo te vas a Italia?

— ¿me voy?...

—Si

—¿Ya no iras conmigo?

—No puedo... Tengo trabajo que hacer.

—Si trabajo, ¿quedarte con tu secretaria?

—Sí ese es trabajo ella me está ayudando con todo el papeleo de lo de mi padre, de las noticias de todo por mientras tú te quedas con Scott ayer en tu pent-house haciendo quien sabe qué.

—Este papel de imbécil no te queda muy bien ¡Aaron! Así que deja de actuar así porque sería capaz de dejarte la cara giratoria en estos momentos.

—Ahhh no me niegas que estuviste con él ayer.

—No, no te lo niego y tú por mientras lloraba en tu pent-house te fuiste y decidiste mejor estar con tu secretaria para que te consolara. Y yo que necesitándote... Pues llame a mi mejor amigo... ¡A que estuviera conmigo para calmarme!

—¡Me imagino que la sorpresa que me tenías en LA se la diste a él! Y yo como un idiota llamándote que te vinieras para acá que te necesitaba y me imagino menuda sorpresa que le diste para dármela después a mi acá porque te sentías mal de lo que hiciste allá...

—¿Qué? - lo miro fijamente y sé que este no es mi Aaron del que me enamore. —No seas tan estúpido. Porque eres así Aaron la sorpresa que te tenía en L.A era en mi casa era una habitación especial era la habitación principal para los dos porque quería decirte que allí viviríamos los dos, en esa casa y que esa seria nuestra habitación principal. Y Scottt tiene novia, estuvo con su novia no nos vimos en L.A en esas horas por mientras te fuiste.

—Tiff... Perdóname yo no quise...

—Ahora si Tiff ahora si me tratas bien... ¡Que es lo que te pasa Aaron!- Me levanto de mi asiento y quería ir a golpearlo pero recordé algo y lo mejor es dejar así...

—No te vayas amor. No hemos terminado de hablar ¿qué pasa?

—Yo... Ya debo de irme. Puedes quedarte con Sophie haciendo lo que estaban haciendo antes de que yo llegara...

—¿Que?

—Si abotona bien tu camisa y... Arréglate él cabello que despeinado no te luce para nada.

—¡Tiffany puedo explicártelo!

—¡Que puedes explicarme!¡Que tuviste sexo con tu secretaria aquí!

— ¡TIFFANY!

—No me alces la voz.

—No digas tonterías.... Qué te pasa. Yo jamás te seria infiel... Yo... Ayer estaba tan enojado que no me di cuenta... De mis palabras y de lo que te lastime.

—Sabes... Debo de irme a terminar de acomodar mi equipaje más bien mi bolso de mano.

—No te vayas...

—Tienes trabajo.

—Quédate...

—¿Para qué? Aquí está tu secretaria Sophie para que estés con ella y trabajes.

—No. Yo quiero es estar contigo.

— ¿Cuándo nos volveremos a ver? Ya que no vas a Italia.

—Cariño llegare en una semana.

—Sabes algo no me da confianza dejarte aquí en new york. Pero si tienes que trabajar...-Digo triste y con ganas de llorar.

—Perdóname.

—Te perdono. Pero sabes extraño a él antiguo Aaron. No sé en qué te estas convirtiendo si vas a hacer él dueño de algunos imperios de tu padre, pero no te transformes en él.

Con eso salgo de la oficina y lo dejo con las palabras en su boca, sé que no le gusto para nada lo que dije pero tenía que decirlo. Avanzo hacia él ascensor y cuando iba a presionar la tecla un tirón de mi brazo me hace girar. Y allí esta Aaron de nuevo.

— ¿Qué pasa?

—Se me había olvidado esto.- y me planta un beso en los labios de esos que hace mucho no nos dábamos y escucho a lo lejos murmullos y suspiros. Nos separamos por la falta de aire.

—Te extraño.

—Y tú piensas que yo no a ti...

—Sabes algo realizare todo el trabajo desde Italia. Así que si me voy contigo mañana. Cariño que tal si vamos y me ayudas a alistar mi equipaje porque él tuyo ya está listo.

Me quedo mirándolo extrañada tal vez mis palabras sirvieron para que reaccionara así de esa forma tan tierna.

— ¿Vamos?

— ¿Si vamos? Aunque no deberías de quedarte hasta tarde aquí para que te lleves poco trabajo a Italia.

—Me gusta esa idea ¿vamos?

—Si vamos y no dejamos entrar a nadie...

—Deja esos celos cariño...

—Mira quien habla.

(...)

Después de estar aquí encerrados en esta amplia oficina. Él está concentrado con unas gafas de estudio en él computador y revisando algunos papeles y yo por mientras en uno de los cómodos muebles acostada y revisando mi instagram.

— ¿Amor podrías venir un momento aquí al escritorio?

—Si bebe ya voy.

Me levanto de él cómodo sofá y me acerco hacia donde él.

—¿Qué ocurre?

—Tan solo necesitaba tenerte cerca.

— ¿Porque? ¿Pasa algo?

—No... Ya es hora de irnos ya adelante mucho trabajo. Ya lo que queda es poco. ¿Amor vamos?

—¡Sí, empaca tus cosas si quieres te espero en él parqueadero!

—Está bien. ¡Toma las llaves hoy manejas tú!

— ¿Yo manejar tu adorado bebe? Ni que fuera tu esposa.

— ¿Quien ha dicho que no?

Me quedo mirándolo fijamente sin saber porque dijo eso. Al tomar las llaves de su adorado auto. Salgo de la oficina. Y sigo por él largo pasillo hasta llegar a la pequeña recepción Sophie me queda mirando con cara de tristeza.

—Tiffany, ¿verdad?

— ¿Sí, qué pasa?

— ¿Aaron ya va de salida? Necesito hablar con él urgente

—Si ya va de salida, pero aún está en su oficina.

—Gracias... Te juro que no lo demorare nada.

—Está bien. Sophie.

Sigo avanzando hacia él ascensor y este se abre sin presionar la tecla dejándome ver como entra el señor Hayes totalmente elegante y con ganas de golpear a alguien esta vez sí que será aún más larga la espera de Aaron. Decido devolverme camino a la oficina de nuevo...

(...)

Ya son las 10 de la noche y aún no hemos salido de la oficina, ya todos se fueron gracias a que Aaron les dijo que se fueran hasta la misma Sophie se largó y nos dejó tranquilos, él señor Hayes también... Solo está la seguridad y nosotros.

—¿Amor ya nos vamos a ir?

—Ya casi... Si quieres te puedes ir yendo le diré a David que te lleve.

—Puedo tomar un taxi, no hay problema.

—No.

—Es mejor de que te vayas con David y Tiff no es bueno de que estés andando sola, tendremos seguridad y más como están las cosas con toda esta polémica.

—Espera, espera ¿Me estás hablando de tener un guardaespaldas?

—Si. ¡Tú y yo lo tendremos!

Hace mucho que no tenía guardaespaldas choferes sí, pero guardaespaldas hace tiempo que no los he tenido.

—Está bien Aaron, está bien... ¿Solo será aquí en USA?

—Si. Es una larga historia por eso papá vino a verme. Y mañana tendremos una gala.

—Mañana tendremos un viaje a Italia.

—¡Aplázalo! Por favor.

— Aaron, no me pidas eso... ¿Porque?

—Debemos de ir. ¡Hazlo por mí!

—Está bien. Aplazare él viaje tres días más si en tres días no nos vamos, me voy sola no me importa.

—Que ruda.

—Y así te gusto.

—No, te equívocas tiffany.

—¿Que?

—No me gustas, me encantas, así que terminare de guardar estos archivos en las carpetas, nos vamos y esta vez lo digo enserio.

— Al fin

Salimos de la gran oficina, Aaron con una maleta de archivos y yo bueno con más cara de cansancio que él. Comenzamos a ir directo a él ascensor. Presionamos él botón y las puertas de él se abren y nos subimos.

Él ascensor comienza a bajar los pisos y llegamos a él estacionamiento subterráneo. Allí está el auto de Aaron saco las llaves y nos subimos en él. Cerramos las puertas, lo enciendo y después enciendo él aire. Acomodo él asiento a una altura correcta, y comienzo a conducir. Salimos del edificio y es hora de ir ya a casa.

(...)

Si había dicho que iríamos a casa, estaba totalmente equivocada estamos en mi cafetería predilecta Coffee Toppes queda cerca de ambos pent-house pero más cerca al mío. Nos sentamos en una mesa de al fondo que está vacía no sé cuál es nuestra afición con las mesas que quedan en los fondos de los restaurantes. Pedimos café americano y dos croissant de queso algo normal después iríamos pidiendo más cosas, él se sentó al frente mío no a mi lado y sé que cuando se sienta al frente mío es porque vamos a hablar de temas serios.

—Bueno... La razón por la que te he traído aquí y no a casa es porque quería hablar contigo... Sobre algunas cosas pendientes.

—Lo sé... ¿Así que soy tu esposa?

—Si...

—Interesante...

— Tiff... Es verdad que me ibas a pedir que viviéramos juntos. ¿Quieres llevar esta relación al siguiente nivel?

—Sí, ¿tú no?

—Si me encantaría.

—Bueno y mañana ¿cuál es el plan?

—Nos invitaron a una gala benéfica para ayudar a los niños con cáncer. Así que si quieres aportas dinero o algún regalo.

—Y ¿qué aportaremos?

—Fondos para un proyecto que tengo en mente en ese hospital con los niños.

—Genial, te apoyo. Y a quien más invitaron.

—A todo el mundo. Literal. Ya sabes a la elite de aquí y grandes empresarios.

—Me estás hablando enserio.

—Si muy enserio.

—¿La prensa estará allí?

—Si. En eso estaba pensando.

—Hace mucho que no voy a una gala. -Me coloco tensa y abrumada es verdad hace mucho que no voy y que no interactúo con demasiada gente.

—Sé que estas asustada pero lo enfrentaremos juntos. La prensa no se quedara callada y a ti no te van a bombardear de preguntas como a mí porque tú no has dicho nada. En cambio la polémica está en si la era Hayes se acaba. Y bueno demás cosas. Aunque eres Tiffany Roberts D'Altrui y algo de ti siempre sacan.

—Ni me digas. Desventajas de ser hijos de empresarios multimillonarios y sobre todo vivir aquí en NY en él Upper East Side.

—Dios.

—Tiff todo estará bien...

—¿Porque tendremos guardaespaldas estamos en peligro?- esa idea me asustaba demasiado, no quería volver a estar en peligro de nuevo.

—Pues... -Se queda pensativo

—Me asustas ¿qué pasa?

—Amenazaron a mi abuelo y por ende es un Hayes!

— ¿Quien?

—No puedo decirte... Tan solo debo de protegerme pero como andas conmigo a ti también debo de protegerte...

Me había quedado en shock y la taza con él café cae en él suelo. Y en ese momento comienzo a tener un Pequeño Flashback que viene con un fuerte dolor de cabeza. En el flashback se ve que me están atacando, entra Harry y por ultimo estoy corriendo...

—Amor te estoy hablando.

Salgo de él flashback y miro a Aaron que me mira asustado y preocupado sus ojos azules brillan.

—Lo siento. Yo...

—Tranquila. Siento Habértelo dicho así.

— ¡No! No importa. Aaron podríamos irnos a casa por favor.

—Si amor... Ya pague antes de sentarnos así que vamos cariño. ¿Quieres que vayamos a mi casa o a la tuya?

—Tan solo sácame de aquí.

Nos levantamos y él me da su mano, la entrelazo y salimos de la cafetería. Él gran desastre de la taza quebrada lo limpiaron y les agradecí. Tomo las llaves de él auto, otra vez es hora de conducir.

Enciendo él auto y comienzo a conducir. Las calles están solas, coloco algo de música para dispersarme pero él dolor de Cabeza es demasiado. Voy disminuyendo la velocidad hasta frenar en medio de la calle antes de girar para llegar a él edificio de Aaron. Me quedo allí congelada y es como si un Balde de agua fría me hubiera caído. Vuelvo a conducir y giro en la calle llegamos a él edificio y entro a él parqueadero subterráneo. Voy buscando él lugar donde aparca y allí están sus demás autos y un espacio pequeño para este. Aparco él carro allí y nos bajamos le coloco él seguro a él auto. Y caminamos hacia él ascensor.

La Cabeza se me va a estallar es demasiado dolor, me estoy comenzando a sentir mareada, escucho mi nombre a lo lejos. Alzo la mirada y es Aaron quien me habla pero es difícil escucharlo y lograr localizarlo. Intento sostenerme pero mi cuerpo se desploma en él suelo y todo se torna negro...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top