Capitulo 10: ¿Amore De Verdad?
Podremos imaginar que la vida en cuestión de segundos puede cambiar tanto para bien como para mal. En mi caso para bien. Exactamente ha pasado un mes, un mes en él cual no recibí aquella llamada Aaron lo ha vuelto a hacer... Con mi padre y mis abuelos he tenido la mejor relación, una vez a la semana voy a visitarlos a ambos primero a papá y luego a ellos. Con Peter la verdad las cosas van de mal en peor él ya es otra persona completamente diferente. Con mi madre cada vez llama y llama, pero cuelgo no supero aun la noticia lo que leí en esa carta. Está bien tengo que escucharla, pero eso no va a hacer ahora va a ser cuando yo regrese a new york. Y me queda un mes aquí en L.A.
Salgo de la cocina con una rebanada de torta de chocolate y me siento en él cómodo sofá que hay al frente del televisor la enciendo y están dando Kuwtk (Keeping up with the kardashians). Y es increíble que ellas viven literal a pocas casas de la mía y de la de mi padre. Veo divertida él show cuando se escucha que han cerrado la puerta principal.
—Tiff, ya regresé.
Esa voz, claro que sabía muy bien quien era. Es nada más y nada menos que Aaron. Dejo la rebanada de torta allí y salgo corriendo hacia la puerta principal en donde él está allí parado con sus maletas y su aspecto esta algo delgado no mucho, esta bronceado y lleva un impecable traje de empresario pareciera que se hubiera escapado de donde estaba. Me dirijo hacia donde él corriendo y lo abrazo este me carga y me da un beso en los labios, le sigo él corto y dulce beso. Pero después recuerdo que se fue un mes y no dio señales de vida y me separo bruscamente.
—Te extrañe tanto tiff y perdóname. - dice llorando, esperen ¿Aaron está llorando?
—Espera ¿porque lloras?
—Perdóname sé que fue un mes, pero en donde estaba no me dejaban ni siquiera sacar él celular nada. Te extrañe tanto.
¡Te perdono! ¡Pero no lo vuelvas a hacer!
— ¿Y qué hiciste sin mí?
—Ni te imaginas por lo que pase en este mes que no estuviste, mi empresario.
—Estoy en traje cariño porque salí de la empresa de mi padre hasta aquí así que...
—Te escapaste.
— ¡No! O si tuve una discusión con mi padre así que decidí abandonar la empresa y él proyecto. Yo estoy joven cariño y además quiero mis vacaciones. ¡Pronto entraremos a la universidad!
—Verdad y además viviremos juntos iremos a Brown pero. Por ahora no hablemos de estudios. Amor...
—Está bien no hablemos de eso. Ahora mismo quiero recuperar el tiempo perdido y tú y yo deberíamos de ir a cenar hay demasiadas cosas de las que deberíamos hablar.
—Oh, ¿así que me estas invitando a una cita?
—Si así que arréglate cariño porque tú y yo saldremos a cenar.
Lo extrañé tanto que lo volví a abrazar de nuevo. Le tome la mano y enlazados con algunas de sus maletas fuimos subiendo las escaleras hasta llegar a él largo pasillo. Nos separamos y él sigue con sus maletas hacia su habitación por mientras yo entro a la mía. Me dirijo hacia mi armario y empiezo a buscar que me colocare para la cena de hoy, sé que será especial me imagino, hace mucho que Aaron y yo no tenemos una cita y no estamos los dos solos.
Abro mi armario y veo él vestido perfecto uno de color negro suelto largo de satén con un gran escote en la espalda. Me coloco los tacones negros altos y saco un sobre rojo donde coloco mi celular. Salgo de allí y me voy para mi tocador me maquilló suave en los ojos y en mis labios me coloco rojo vivo. Él cabello me lo agarró en un moño. Me aplico unas gotas de mi loción y ya estoy lista.
(...)
Después de debatir en que restaurante íbamos a comer nos encontramos en "Casa A Color" un restaurante de comida mexicana. Nos sentamos en una de las mesas de al fondo, que es una de las pocas que están desocupadas. Nos traen la carta y yo elijo unas quesadillas mixtas y Aaron elige una tanda mixta de flautas, tacos, chilaquiles. Elegimos de tomar vino tinto y luego una tanda de shots de tequila.
(...)
Después de terminar de comer nuestros platos. Es hora de hablar.
— ¿Tiff hace cuanto no salíamos a comer juntos?
—Hace mucho.
—Si... Tiff creo que es hora de que hablemos ya sabes. Hay algunas cosas que debemos de hablar y hay una que desde new york no me has dicho.
Oh rayos lo de su padre, hasta a mí se me había olvidado eso. Tomo un sorbo de mi copa de vino y lo miro fijamente.
—Cierto.
— Tiff creo que ha llegado el momento de hablarlo... Me gustas mucho y no sé qué hacer... Sé que te lastime... Sé que no he sido él mejor ahora que regrese, pero quiero que lo volvamos a intentar de cero, no secretos, no juegos, mucho amor y felicidad.
—Esta vez somos tú y yo de nuevo y... Esta vez acabamos de empezar de cero.
—Amor y ¿qué es lo que me querías decir en NY que dijiste que me lo contabas acá?
—No nos dañemos la noche ya no tiene importancia nada de eso.
—Cuéntame, no va a pasar nada. Es mejor que me digas que es lo que pasa para poder ayudarte.
—Amor luego te cuento no es nada importante.
—Todo lo que tú me digas es importante, recuerda que ahora estamos juntos y somos fuertes.
—Lo sé. ¿Qué tal si ya nos vamos a casa?
— ¿Ya quieres que nos vayamos a casa?
—Si. Sería bueno hacer eso. Qué tal si hacemos una velada en la terraza nos sentamos a ver como amanece.
—Me encanta esa idea. Pero primero me contaras.
—Amor olvidado, no era nada.
—Está bien no insisto más.
—Qué tal si vamos ya.
—Si vamos.
Nos levantamos de la mesa. Él deja él dinero encima de la mesa. Al salir de él restaurante tomados de las manos nos dirigimos hacia él auto. Él se sube en él lado del piloto y yo en él copiloto y comienza a conducir.
(...)
La noche aun es joven, lo podemos ver desde aquí desde nuestra terraza, Acostada sobre su pecho él comienza a acariciarme mi cabello y luego canta. Canta una melodía dulce y amarga.
—Amor, que lindo es estar juntos de nuevo.
—Sí, sí que lo es mi pequeña.
Mi pequeña es lo que me decía Harry todo el tiempo, tomo aire y le digo —Aaron, ¿qué tal si mañana vamos a visitar a mi papá?
—Sí, sí me parece. Pero cariño y P....
—No pasa nada él y yo no nos hablamos ni nada por él estilo solo él saludo.
—Ay cariño, Tiff y ¿cuándo vas a hablar con tu mamá?
—No por ahora no.
—Está bien. Amor tú ni te imaginas cuanto te amo.
—Y yo a ti te amo mucho más.
Nos interrumpe el sonido de un celular, al caer en cuenta es el mío. Lo saco de él sobre y contesto sin mirar quien es.
— ¿Aló?
—Hola tiff.
— ¿Scott?- al pronunciar su nombre Aaron me mira fijamente y me deja de acariciar el cabello.
—Si hablas con él.
—Oh que sorpresa.
—Lo sé. ¿Tiff tu estas en L.A de casualidad? Recuerdas lo que hablamos un mes atrás, ya llegué estoy en L.A.
— ¡Oh por Dios! ¿Enserio? -la emoción que ciento en estos momentos ya no es tanta al mirar a Aaron que me mira con cara de sorpresa.
—Sí, estoy en el aeropuerto.
—Ya paso por ti.
—No, tranquila estoy en él auto que rente e iré allí dame la dirección.
—Ya te la mando. Scott hay un pequeño problema...
— ¿Cual preciosa?
—Este....
— ¿Está contigo?
—Si.
—Oh no entonces si quieres me quedare en un hotel no tengo problema.
— ¡No! Tan solo... Si quedare aquí. Ya te mando la dirección.
—Adiós, nos vemos ahora nena.
—Bye.
Cuelgo y esta vez Aaron me mira fríamente.
—Oh ¿quién era?
—¡Scott! Mi amigo él de...
—Si ya se quién es... Él de aquella fiesta, con él que fuiste hablar aquel día que estábamos peleados.
— Aaron cariño ahora somos tu y yo.
—No hay problema ahora mismo estaré en mi habitación.
— ¿No vas a dormir conmigo?
—No. Dormiré solo.
—Pero Aaron no seas idiota.
—Yo mejor me voy. Hablamos después espera a tu amigo.
Veo como se levanta de él sofá y se va de la terraza entrando a la casa y dejándome a mi acá sola en medio del amanecer. Los colores que se ven son preciosos. Me levanto de él cómodo sofá y camino en medio de la terraza y la piscina, entro en la casa y cierro detrás de mí con las puertas corredizas transparentes de vidrio. Tomo él control y bajo las grandes persianas de color beige. Camino por la amplia sala y enciendo las luces de toda la planta de abajo de la casa. Mi celular vuelve a sonar y es Scott de nuevo.
—¿Dime?
—Ya estoy aquí, me podrías abrir por favor.
—Ya voy dame un momento.
Camino por la sala, pasando las escaleras, tomo las llaves y él control del portón gigante de la entrada. Abro la puerta principal y salgo cerrando la puerta. Tomo él control del portón principal y la abro un Audi R8 Spyder azul marino entra. Se parquea en uno de los parqueaderos de afuera del garaje y veo a él apuesto tatuado bajándose de él auto y junto a él baja una maleta negra mediana. Luce una camisa blanca, unos jeans y unas zapatillas negras. Le coloca alarma y seguridad a su auto y se acerca a mí. Abrazándome fuertemente y yo efusivamente le sigo él abrazo.
(...)
Ya adentro en la casa activo él sistema de seguridad en la planta baja, encendiendo las cámaras, las alarmas y él sistema de bloqueo total y acceso a todo. Se apagan las luces secundarias y solo quedan las principales encendidas, pero en una luz tenue y Scott y yo comenzamos a subir las escaleras. Llegamos a él corto y amplio pasillo y le indico cual es si habitación. Él se despide de mí y entra en ella yo en cambio me dirijo hacia la habitación de Aaron.
Entro en ella y todo está apagado y totalmente oscuro porque sus cortinas están totalmente abajo. Me quito él vestido y los tacones quedando en ropa interior. Me dirijo hacia la cama y me acuesto en ella. Me meto debajo de las sabanas acomodándome al lado de él quien duerme profundamente... Le doy un beso en su cuello. Y luego me separo un poquito para envolver mis brazos en su grande espalda. Comienzo a cerrar los ojos hasta empezar a quedarme dormida.
(...)
Me levanto y miro a mi lado para asegurar que Aaron está allí y no lo está. Me levanto de la cama y comienzo a caminar hacia el baño. Entro en él y me miro en el espejo.
Salgo después de haber hecho lo que tenía que hacer del baño, cierro la puerta y ahí esta Aaron colocándose la camisa y mirándome fijamente sin decir ninguna palabra.
—Amor buenos días ¿Pasa algo?
—No nada este voy a salir.
—Aaron no puedo creer que estés celoso, el solo vino a visitarme y a pasar tiempo con nosotros.
—Déjame solo.
— ¡Aaron!
— ¡Tiffany!
—No seas idiota por favor.
—Y tú donde quedas, regreso quiero estar contigo solo contigo no con ese y contigo. Que está mal en ti.
—Nada... Sabes haz lo que quieras.
Con eso salí de su habitación cerrando la puerta de golpe, salvo directo a mi habitación y al abrir la puerta de este logro ver a Scott, colocando algo sobre mi cama...
— ¿Qué haces??
— Nada.
Me acerco hacia él y lo abrazo, él se sorprende por él abrazo y luego lo devuelve. Unas lágrimas rebeldes salen de mis ojos.
— ¿Porque lloras Tiff?
—Por nada Scott. Es genial tenerte aquí.
—Gracias por recibirme.
—Y ¿qué es lo que colocabas sobre mi cama?
—No es nada solo estaba colocando algo un collar tal vez no sé si te guste.
Lo sigo abrazando. Y le acaricio más y más él cabello. Él también me acaricia él mío. Y así fundidos en un abrazo comienza un día que no sé cómo terminara...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top