Capítulo XVI: Espiando a Sasuke.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

Gaara salía de una reunión a media noche, desde la mañana tenía un mal presentimiento, la tranquilidad de la aldea no lograba convencerlo de que todo estaba bien. Pasó el resto de la noche en su oficina, ordenando que la seguridad fuera reforzada. Estaba realmente cansado, pero ese no sería el motivo que lo haría abandonar su puesto.

Hizo a un lado los papeles de su escritorio, se levantó de su silla y camino a la gran ventana de su oficina, un gran pájaro volaba por el cielo, desde ese momento se percató de que algo andaba mal.

Deidara volaba en su gran ave de arcilla y se encargaba de asesinar a los ninjas que vigilaban la aldea, se acercó al techo de un edificio y de un salto aterrizó en el. Alzó la vista solo para encontrar frente a él a la persona que buscaba.

—Parece que te diste cuenta— mencionó solo para acabar con el silencio del lugar.

—En la aldea no hay pájaros como ese— le respondió el Kazekage con aparente tranquilidad.

—Da igual, me acabas de ahorrar la molestia de ir a buscarte.

Gaara uso su arena, el rubio esquivó los ataques y, para no arriesgarse, volvió a subir a su ave. El Kazekage se elevó y lo siguió gracias a su arena, una mano grande, parecida al Shukaku, perseguía a Deidara muy de cerca.

—Él usa un tipo de explosivo desconocido— el número de manos creadas por Gaara, (las cuales se encargaban de seguir a su enemigo), aumentaron.

El Akatsuki creo más aves con su arcilla— Estás serán más rápidas, hum.

Las aves lograron pasar a través de la arena de Gaara, no tardaron absolutamente nada en explotar. Afortunadamente, el pelirrojo se protegió en una esfera hecha del material que era experto en manejar.

Deidara cayó por la explosión, pero rápidamente creo un ave en donde aterrizó casi a salvo. Gaara, en un rápido movimiento, logró destrozar su brazo con su ataúd de arena. 

El rubio introdujo su otra mano en la bolsa que guardaba su arcilla— Tengo mi especialidad— dijo mientras lanzaba una de sus criaturas hacia la aldea, Gaara evitó que la explosión hiciera daño con su escudo de arena, pero la distracción provocó que una de las aves de su enemigo explotará cerca de él.

Como era de esperarse su escudo lo protegió, la gran esfera de arena que lo rodeaba fue traspasada por las pequeñas criaturas de arcilla de Deidara. Gaara no pudo reaccionar a tiempo, su barrera lentamente se deshizo, uso sus últimas fuerzas para que la arena del desierto protegiera la aldea.

El rubio tomó con su ave el cuerpo inconsciente del Kazekage y emprendió el vuelo— Me has causado problemas, pero el final es normal.

Naruto llegó a la aldea de la arena junto a su equipo y ese nuevo integrante que le presentaron, del que en realidad no prestó demasiada atención. Estaba preocupado por Gaara y la situación empeoró al enterarse de que su amigo fue secuestrado por Akatsuki.

Kankuro fue gravemente herido cuando intento ir por él, Sakura decidió ser ella quien lo revisara.

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—Vaya parece que Deidara también a caído— Tobi se agachó para tomar el brazo del rubio— Tal vez fue por una explosión Zetsu-san, me pregunto si habrá más restos de él por todas partes.

—Aparta tus manos de ahí idiota— Deidara salió de entre los árboles, con expresión de pocos amigos.

—¡Ah! Pensé que habías muerto.

—¿Dónde está el Jinchūriki?— preguntó Zetsu.

—Oye dame un respiro, estoy acabado.

Tobi rió en voz alta— Es verdad, a penas puedes mantenerte en pie.

—Tobi no tolero las faltas de respeto.

—Pero yo solo digo la verdad Deidara-san, le dieron una paliza.

—Tobi— murmuró casi en un gruñido antes de usar sus piernas para ahorcarlo —Ahora si te mato.

—No tan fuerte Deidara-san— chilló el enmascarado dando golpes en las piernas del rubio.

—Deidara, no deberías tratar así a tu nuevo compañero— de la impresión, el rubio aflojó su agarre. Oportunidad que Tobi aprovechó para escapar y correr a lado de Zetsu.

—¿Eso significa que ya soy un miembro oficial, Zetsu-san?— el mencionado asintió —¿Qué le parece Deidara-san?, Ahora soy su compañero. 

—Genial— el rubio resopló.

—¿Debería llamarlo Deidara-senpai?— se preguntó Tobi a si mismo.

—Haz lo que quieras, raro.

—De acuerdo. 

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Naruto llegó a la aldea nuevamente con una buena noticia, Gaara estaba a salvo. Lo único malo es que la vida de una buena ninja médico se había perdido. Sakura, Sasuke y su nuevo compañero Sai, aceptaron acompañarlo al cumpleaños de sus hermanos. En el Clan Hyūga parecían tener todo preparado. 

Neji y Hanabi no paraban de dar vueltas por el lugar, asegurándose de que todo estuviera impecable. Naruto no pudo evitar pensar que Hanabi se veía linda, con todo el asunto de Gaara, no había tenido oportunidad de verla con detenimiento. 

—¿Cómo le dirás a Hinata-sensei que Kakashi-sensei está en el hospital?— el rubio dejó de ver a la Hyūga y giró su rostro hacia su compañera, en ese momento, su sonrojo bajó.

—No estoy seguro— reconoció bajando la cabeza.

—Yo puedo decirle— dijo Sai con una sonrisa. Naruto lo miró esperanzado.

—Olvídalo, de eso nada— Sakura se cruzó de brazos mientras lo miraba de forma intimidante —Tú no tienes tacto para estas cosas.

—Yo lo haré— todos se sorprendieron al escuchar a Sasuke —Le diré a Itachi la situación para que hable con Hinata.

—Bueno, eso suena más razonable— susurró la única chica del grupo. Naruto y Sai asintieron en total acuerdo.

—Naruto-niisan— el pequeño Shisui lo llamó cuando entraron al dōjō que serviría de salón de eventos. Obito corría detrás de su hermano menor —Oneesan— los ojos de Sakura brillaron, le encantaba que los hijos de su maestra la llamarán de esa forma.

Sasuke no pudo evitar sentir algo de celos, aunque el único que pareció acrodarse de él y Sai fue Obito —Niisan— el pequeño Uchiha asintió con la cabeza para saludar al pálido compañero de equipo de Sasuke.

—¿Por qué no están usando ropa igual?— preguntó Naruto con curiosidad.

—Obito quería usar o-overol, pero yo di-digo que el overol es de ni-niña— su hermano mayor entrecerró los ojos.

—N-no es de niña, el tío Itachi nos los regaló.

—Pero yo n-no quería u-usarlo.

—No importa— dijo Naruto en un intento por calmar el inicio de discusión de sus hermanos —De esa forma puedo diferenciarlos.

A los gemelos les cayó una gota de sudor por detrás de la cabeza.

—Tengo que buscar a Itachi, nos vemos en un momento— habló Sasuke para retirarse, sus amigos se despidieron con la mano. El pequeño Obito lo miró partir con un ligero sonrojo en sus mejillas, cosa que no pasó desapercibida para su hermano Shisui.

Naruto pasó la tarde jugando con sus hermanos, ellos estaban realmente interesados en todo lo que el hacía. Escuchaban sus historias y observaban sus sorprendentes técnicas nuevas. Con la mirada buscó a su madre, Hinata era consolada por Itachi Uchiha, aunque lo más seguro es que se encontraba triste por el estado de su maestro Kakashi, le sorprendía el hecho de que formara una sonrisa para celebrar el cumpleaños de sus hijos. 

Itachi se llevó a Hinata a un lugar más apartado de las curiosas miradas. La Hyūga por fin se permitió llorar en el pecho de su amigo.

—Estará bien Hinata-san, no es tan grave.

—Pero, no hice nada.

—Debía cuidar de sus hijos, entienda que ya no es lo mismo. Cuando ellos tengan más edad, podrá regresar a su labor de ninja.

—Me siento culpable Itachi-kun.

—No es por no haberlo ayudado que se siente culpable.

—¿A qué te refieres?

—Se culpa porque Akatsuki es el responsable de toda esta situación.

—Itachi-kun— murmuró.

—Y porque usted está saliendo con uno de ellos— la Hyūga bajó la mirada —¿O me equivoco?

—No, no te equivocas— aceptó apenada. Ella creía que Tobi no era malo, pero su organización había atacado al líder de una nación y a personas inocentes. Lo peor de todo, es que en el fondo lo seguía defendiendo.

—Debe encontrar alguien mejor Hinata-san, Madara es una mala elección.

—¿Madara?

—¿No se lo ha dicho?, Él es Madara Uchiha.

—N-no, debes estar equivocado Itachi.

—Esa es la única verdad Hinata-san.

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—Es de verdad Neji, yo los miré— el ojiperla escuchaba a su compañero de equipo —Tenemos que saber lo que trama, no es bueno para Tenten.

—Tal vez solo este interesado en Tenten, ella es una chica— respondió, como si para Rock Lee no fuera demasiado obvio.

—No se trata de eso, debemos espiarlos.

—¿A quien debemos espiar?— Naruto apareció frente ambos chicos, cargando en su brazo derecho a Obito y llevando de su mano libre a Shisui.

—Si, trabajo ninja— el pequeño Shisui saltó emocionado, una gran sonrisa adornaba su rostro.

—Ese es el espíritu de la juventud— Lee alzó su puño y lloró de alagria al ver su entusiasmo. A Naruto le pareció ver brillo a su alrededor.

—Eres raro— murmuró Obito.

—No digas eso pequeño Obito— dijo el muchacho, esta vez no lloraba de alegría.

—No vamos a espiar a nadie— Neji, como el joven más maduro de todos ahí, decidió intervenir para tranquilizar a todos. 

—¿Por qué el tío Neji siempre arruina lo divertido?— Obito se removió para poder bajar del brazo de Naruto, el rubio lo dejó en el suelo pero no soltó su mano.

—Yo no arruino nada Obito.

—Esta es tu oportunidad de demostrarlo Neji— la sonrisa del rubio no le dió buen presentimiento a Neji —¿A quién debemos espiar?— volvió a preguntar.

—A Sasuke Uchiha— Lee se contagió del buen humor de Naruto.

—¿Sasuke?— Obito no pudo evitar sonrojarse. Sasuke era uno de sus mayores ídolos, no quería imaginar lo decepcionado que estaría si los descubrían. Pero también debía admitir que le agradaba la idea de hacer trabajo ninja, como decía su hermano Shisui.

—Yo conozco a la persona indicada para ese trabajo, ella es buena cuando se trata de espiar a Sasuke— Shisui se mostró totalmente confiado.

—¿Ella?— Neji arqueó una ceja.

—Sakura, ella era la fan número uno de Sasuke.

—Tiene sentido— aceptó Naruto.

 —No estoy seguro de todo esto— Neji miró a sus compañeros y a sus sobrinos con indecisión. Algo en su interior seguía diciéndole que no era una buena idea.

—Por favor tío Neji— Shisui tomó su mano y lo miró directamente a los ojos, la mirada bicolor del pequeño le derritió el corazón. Obito se unió a su hermano rápidamente, el Hyūga maldijo en su mente la hora en que los niños aprendieron su debilidad. ¿Quién podía decirle que no a esos tiernos ojos llorosos?

—Por favor— pidió Lee seguido de Naruto, ambos imitando la técnica de los Uchiha.

A Neji le resbaló una gota de sudor detrás de la cabeza —Esta bien.

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—Así que, ¿Han venido a mí por ayuda?

Los tres jóvenes asintieron al igual que los dos niños. 

—Solo tú puedes ayudarnos.

—Es cierto— reconoció la mujer con un aire de superioridad que atemorizó a Naruto —Mis habilidades de espionaje son perfectas.

—Deja de fanfarronear Sakura-chan— la Haruno casi pierde el equilibrio al escuchar a su compañero —Solo queremos que nos ayudes a espiar a Sasuke porque eres una experta en eso, no es para tanto.

—Tú, cabeza hueca— Naruto recibió un golpe en la frente que seguramente le traería como consecuencia un moretón —Estas arruinado mi momento. No los pienso ayudar si son así de irrespetuosos.

—Por favor— suplicó Shisui haciendo uso de sus ojos tiernos, Obito volvió a seguir su ejemplo.

—Oh porque son tan tiernos— Sakura los abrazó y restregó su cara en sus sonrojadas mejillas —No puedo decirle que no a estas lindas caritas.

—¿Por qué solo eres mala conmigo Sakura-chan?— preguntó Naruto frotando su rostro, justo donde había recibido el golpe de su amiga.

—Tú siempre me haces enojar, ese es el problema Naruto.

—En Sakura-san arde la llama de la juventud— exclamó Lee entusiasmado —Eso la hace ver linda.

—No creo que sea eso lo que la hace ver linda— dijo Neji con su habitual seriedad.

—¿Crees que soy linda, Neji?— Sakura cubrió sus mejillas, las cuales comenzaron a tomar un color ligeramente rojo.

—Si.

—Yo también lo creo Sakura.

—Oh pequeño Shisui, eres tan tierno— Sakura se volvió a hincar a su altura, solo que esta vez repartió besos en todo el rostro del niño.

Obito se sonrojó y cruzó sus brazos —No es justo, si así vas a recompensar a Shisui. Entonces yo también creo que eres muy linda.

—No te pongas celoso Obito, hay más de tu hermana Sakura para ti también— el niño se dejó hacer de los mimos de la linda chica de cabello rosa.

—Envidioso— susurró Shisui.

—¿Nos ayudarás Sakura-san?— Lee la observó con un brillo de esperanza.

—Cuenten conmigo.

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El recorrido de Tenten a los campos de entrenamiento parecía haber caído del cielo. Si ella estaba en un lugar rodeando de árboles sería más fácil esconderse para poder espiarla. Para sorpresa de los jóvenes ninja, Sasuke ya se encontraba esperando a su compañera.

—Por fin llegas.

—Bonita bienvenida Uchiha— respondió Tenten, dispuesta a no dejarse intimidar.

—¿Lograste hacer lo que te pedí?

—Eso en realidad era muy sencillo— Tenten sonrió y le entrego un par de pergaminos. Sasuke los tomó, tocando las manos de la castaña más tiempo del que debería.

—Gracias.

—Vaya, el gran Sasuke Uchiha dando las gracias.

—No te burles, o nunca lo volveré a hacer.

—Ya, tranquilo— el Uchiha sonrió de medio lado.

—¿Quieres venir a casa conmigo?, Tal vez Itachi nos deje ayudarlo a preparar la comida en esta ocasión.

Tenten asintió —Me agrada tu hermano.

El ruido de algo cayendo al suelo llamó la atención de ambos jóvenes, a unos metros de ellos, había un Neji intentando detener a un preocupado Lee.

—¡Lo sabía!— gritó el chico de grandes cejas —Sasuke-kun tiene a la pobre Tenten en un Genjutsu.

—¿Lee, Neji?, ¿Qué están haciendo aquí?— preguntó Tenten después de salir de su asombro.

—Ya te dije que su flujo de chakra es normal, Tenten no está en un Genjutsu— explicó Neji.

—Tontos— Obito y Shisui bajaron de un árbol con ayuda de Naruto —Nos delataron— ambos niños los señalaron enfadados.

—Par de idiotas— Sakura bajó también y le propinó un golpe a Lee y a Neji —Si fuera una verdadera misión estaríamos en problemas. ¿Qué ejemplo le están dando a los hijos de Hinata-sensei?

—¿Que hacen todos ustedes aquí?— Tenten los miró acusadora, Sasuke entrecerró los ojos.

—Queremos saber qué pretendes con nuestra querida Tenten— Lee se soltó del agarre de Neji y corrió para abrazar a su amiga. A Sasuke no le gustó para nada esa acción —Tranquila Tenten, ya estás a salvo.

—Yo no estaba en peligro Lee, suéltame— se quejó la castaña intentando apartarlo —Me estás avergonzado.

—Dijo que la sueltes— Sasuke tomó la muñeca de Lee, sin ninguna intención de ser cuidadoso.

—Si no te conociera diría que estás celoso Sasuke— Naruto comenzó a reír, pero se detuvo al ver que su amigo no apartaba la vista de Rock Lee —Espera, ¿Si estás celoso?

—Lee deja a Tenten— la pelirosa golpeó de nueva cuenta a Lee, el chico no tuvo otra opción que soltar a su amiga.

—¿Sasuke tiene novia?— los más pequeños del grupo miraron al Uchiha que consideraban un hermano con asombro.

—Te dije que Sasuke-niisan si tenía sentimientos— dijo Obito viendo a su hermano que miraba al suelo derrotado —Me debes tu postre de todo el mes.

—¿Ustedes apostaron que Sasuke tenía sentimientos?— Naruto los miró con los brazos cruzados. Ambos niños asintieron.

—Y el tonto de Obito ganó.

—¿A quien le llamas tonto?— se quejó el Uchiha dándole un leve golpe a Shisui.

—Ustedes dos, basta— sentenció Sasuke, no hizo falta otra palabra, pues los dos pequeños dejaron de hablar —Necesito una explicación, ahora.

—Lee cree que obligabas a Tenten a algo— dijo Neji.

—¿Están locos?, ¿Por qué apoyaste esta idea Neji?

—Yo no estaba de acuerdo, en realidad, me negué rotundamente Tenten.

—Ella es mía, y no por un Genjutsu— dijo Sasuke viendo a Lee —Yo no necesito eso para atraer a una mujer.

—¿Pero cómo?— Sakura parecía igual de confundida que sus amigos —Si tú y Tenten ni siquiera hablaban.

—Kakashi me pidió que me acercara a Tenten, ella y su familia son expertos en armas y pergaminos. Ellos me ayudaron a firmar mi propio contrato.

—¡Oh!— aparentemente todos habían comprendido, aunque Lee aún tenía sus dudas.

—¿Entonces no pretendes hacerle daño a Tenten?

—No.

—En ese caso, deseo que la juventud continúe ardiendo en ustedes— todos lo observaron con algo de incredulidad. Y pensar que hace solo unos minutos estaba molesto, lo cual Neji comprendía, Tenten era más que una compañera, era su mejor amiga.

—Espero que no se les ocurra espiarme de nuevo— amenazó el Uchiha activando su línea sucesora. Sus amigos asintieron con cierta vergüenza.

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Hinata estaba leyendo en su habitación, con la luz de una vela que se encontraba arriba de su buró. La electricidad se había ido en algunas partes de Konoha debido a una tormenta, la ojiperla agradecía que sus hijos se hubiera dormido antes de que eso sucediera. 

Su vela se apagó cuando la ventana se abrió, ella se levantó de la cama con la intención de ir a cerrarla. Para su sorpresa, un ojo rojo la miraba desde una esquina de la habitación.

—¿Cuánto tiempo llevas ahí?

—A cabo de llegar— respondió él acercándose a Hinata, se detuvo al ver que ella retrocedía —¿Sucede algo?

La vista de Hinata poco a poco se acostumbró a la oscuridad, la luz de la luna era una ayuda extra que le permitía apreciar mejor a Tobi.

—¿Por qué tú organización atacó al Kazekage?, ¿Sabes que es solo un chico de la edad de Naruto?

—Lo sé, ya hablamos de eso antes Hinata. Tu aldea y yo no tenemos los mismos ideales, eso no me hace un criminal.

—Kakashi dice que vas tras los Jinchūriki, ¿Intentarás matar a Naruto también?— él dudó en responder —Naruto es como mi hijo.

—No lo sé.

—Esa no es una respuesta— ella sollozó, se estaba debatiendo entre su amor por Tobi y su amor por Naruto. ¿A quién escogería?

—Lo siento Hinata, mi intención no es lastimarte.

—¿Es cierto que eres Madara Uchiha?

Tobi no permitió que su tono de voz revelara su asombro —¿Quién te ha dicho eso?

—No importa quién me lo dijo, dime si es verdad— le exigió ella, procurando no alzar demasiado la voz. Sus hijos dormían en la habitación de a lado.

—No, no es verdad.

—Dime quien eres en realidad— Hinata contuvo sus ganas de llorar, se sentía impotente. Itachi le decía que era un hombre malo, alguien en quien no podía confiar. Pero ella miraba más allá, y creía que él tenía bondad en su corazón —Por favor.

—No puedo hacerlo.

—Dímelo— le suplicó la mujer de lindos ojos.

—¿En realidad me amas?

—¿Qué?— Hinata se sorprendió, esa era una pregunta que no esperaba en un momento así.

—Sólo contéstame.

—Tobi— susurró.

—Si te digo quien soy en realidad, ¿Podrás aceptarme?

—N-no lo sé.

—Ahí tienes la respuesta— Tobi desapareció, su cuerpo se perdía en la oscuridad, justo por donde el pasaba su mano.

Hinata se quedó en la habitación vacía, pensando en que era lo que debía hacer. La vista se le nubló al punto de casi provocarle un desmayo, fue en ese momento que decidió que lo mejor sería ir a dormir.

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Perdón por la tardanza 🙏

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Nos vemos en la próxima actualización 👀❤️

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