Capítulo XV: Naruto esta de regreso.
Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.
Sakura corrió para alcanzar a su compañero de equipo y a su hermano mayor, los llamó en varias ocasiones hasta que ambos Uchiha se detuvieron.
Ahora que los bebés de Hinata había nacido, ella le prometió que pronto podría entrenarla de nuevo, aunque fuera por menos tiempo a comparación de sus entrenamientos anteriores. Estaba emocionada por ese motivo, había algunas técnicas que Hinata podía enseñarle, además de ayudarla a perfeccionar su control de chakra, algo que sin duda le ayudaría con su maestra Tsunade.
—Por fin los alcanzo— Sakura llegó un poco agitada, llevaba tres cuadras intentando llegar a ellos. No podía creer lo rápido que caminaban ambos hermanos.
—Lo siento Sakura, teníamos un poco de prisa— Itachi se disculpó con una sonrisa nerviosa. Sasuke le prestaba atención a su compañera, pero no dejaba de cuidar al bebé que estaba en sus brazos.
—¿Esos son los niños de Hinata-sensei?
—Si— respondió Sasuke en esta ocasión —Este es Obito, mi hermano tiene a Shisui.
—¿Cómo pueden diferenciarlos?— preguntó confundida, a simple vista eran idénticos. Pero Hinata había dicho que se diferenciaban en algo.
—Los hijos de Hinata tienen heterocromía.
—¿Eso quiere decir que sus ojos son de diferente color?— interrumpió Sakura a Itachi, él asintió.
—El ojo derecho de Shisui es de color negro y su ojo izquierdo es como los ojos de Hinata.
—Pero el ojo izquierdo de Obito es negro y el derecho es como el de los Hyūga— terminó por decir Sasuke —En pocas palabras, son lo contrario.
Sakura los observó atentamente, fue el pequeño Shisui quién le sonrió —Es cierto, no lo había notado.
—Tal vez es porque no los miras muy seguido— Sasuke se encogió de hombros —Yo ya estoy acostumbrado a verlos en mi casa todo el tiempo, a Itachi le gusta pedírselos a la Hyūga para cuidarlos.
—Eso es muy amable de su parte Itachi-san.
—Es lo que un padrino hace.
—¿Por qué nos buscabas Sakura?
La pelirrosa salió de su ensoñación y reaccionó al escuchar a Sasuke —Ah si, Kakashi-sensei nos quiere ver, dijo algo sobre un reemplazo para Naruto.
—¿Reemplazo?
—Bueno, tanto así como un reemplazo no. Es más bien un compañero para misiones que ocupará el lugar que Naruto dejó vacío, al menos en lo que regresa.
—¿Tengo que ir ahora?— Sakura asintió.
—Descuida Sasuke, yo puedo con los bebés— su hermano menor no pareció convencido, aún así le entrego a Obito.
—Nos vemos después niisan.
—Adiós Itachi-san.
—Hasta luego— Itachi se despidió con una sonrisa al ser incapaz de usar sus manos —¿Qué haré con ustedes?— Obito lo observó fijamente, Shisui infló sus mejillas con un gesto de molestia.
Itachi no dejó de sonreír, comenzaba a pensar que Shisui era muy observador. Por poco y creía que había entendido lo que dijo, algo prácticamente imposible.
•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•
Kakashi estaba sentado bajo la sombra de un árbol, ahora que había un nuevo integrante en su equipo, decidió realizar una práctica entre ellos. Quería descubrir si Sai sería capaz de acostumbrase a su nueva vida, después de haber pasado tantos años en raíz entendía que no era fácil para el chico.
Hinata llegó después de la primera media hora de entrenamiento, el día era magnífico y la Hyūga lo aprovechó para acompañar a su mejor amigo. Sobre el hombro cargaba una pañalera con un pequeño oso tejido, regalo que Kakashi le entrego después del nacimiento de sus hijos. Los pequeños Uchiha estaban en sus brazos, el peliplata la ayudó tomando a uno de ellos en cuanto la miró llegar.
Obito comenzó a llorar al sentir que era separado de su madre, Shisui tenía una sonrisa sutil en el rostro. Kakashi se aseguró de que sus alumnos no vieran para retirarse la máscara, eso siempre funcionaba para calmar a Obito. Esa no fue la excepción, Obito dejó de llorar al ver el rostro de su padrino.
—Comienzo a creer que Obito está enamorado de ti— Kakashi cubrió su rostro nuevamente, el pequeño en sus brazos no volvió a llorar.
—Tonterías— Kakashi ni siquiera le dirigió una mirada, con eso Hinata sabía que su broma no le había causado gracia.
—Supongo que debe ser el nombre— Hinata prosiguió con su broma, no todos lo días tenía la oportunidad de molestar un poco a su mejor amigo.
—¿Qué insinúas?— Kakashi entrecerró su único ojo visible, no le gustaba el rumbo que tenía esa conversación.
—Bueno, Obito-kun y tú siempre discutían— Hinata levantó sus hombros para demostrar que eso no le importaba —Shisui-kun decía que parecían pareja.
—Tal vez por eso no te correspondía.
—¡Oye!— esta vez fue el turno de Kakashi para reír. Su mejor amiga se miraba enfadada, le daba ternura, por eso le encantaba arruinarle sus bromas.
—Lo siento Hinata, no es mi culpa ser más atractivo que tú.
—¡Kakashi-kun!— Hinata infló sus mejillas, Shisui jaló su cabello, reclamando su atención. Kakashi creía que el pequeño hijo de Hinata era un poco acaparador cuando se trataba de su madre.
—E-espera Shisui, no hagas eso— Shisui sonrió al ver que su madre volvía a mirarlo solo a él.
—¿Ya comieron?— Kakashi frotaba con su dedo índice los labios de Obito, el niño sonreía.
—No te recomiendo hacer eso, Obito chupa todo lo que se lleva a la boca— le aconsejó Hinata, aunque un poco tarde, Kakashi retiró su dedo lleno de saliva de la boca del pequeño pelinegro —Y no, aún no hemos comido. Pero tengo algunas papillas en la maletita.
El peliplata asintió, retiró la pañalera del hombro de su amiga y comenzó a buscar las papillas y los cubiertos. Los hijos de su amiga estaban a solo unas semanas de cumplir un año, Itachi y él tenían un tiempo planeando hacerles un convivio dentro de los terrenos del Clan Uchiha.
—¿Te gusta la manzana Obito?— el niño respondió con una gran sonrisa, a Kakashi le parecía adorable. Más por el hecho de que sus dientes aún no crecían.
—¿Me puedes pasar la papilla de plátano para Shisui?— su mejor amigo le dió la papilla junto con una cuchara pequeña. Hinata sentó a Shisui en sus piernas y abrió el frasco para comenzar a alimentar a su hijo —Abre la boca cariño.
Hinata limpiaba con la cuchara la papilla que caía por las comisura de la boca de su hijo. Kakashi observaba e imitaba sus movimientos.
—Pronto llegará el día Hinata— la ojiperla asintió emocionada.
—Espero que Naruto pueda estar aquí para su próximo cumpleaños.
—Seguro que si.
•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•
Tobi observaba desde la ventana a Hinata, ella estaba tan concentrada en su labor de alimentar a sus hijos que no se había percatado de su presencia. Igual, no era como si a él le gustara cambiar ese detalle.
Obito y Shisui estaban sentados en sus periqueras de madera, muy juntos el uno del otro. Shisui esperaba pacientemente su turno de ser alimentado. Obito, que ya se había cansado de comer papilla y sólo quería dormir, uso sus manitas para tirar el frasco de la papilla. Hinata sintió que su pijama se llenaba del alimento, Obito se rió al ver que su mamá estaba manchada. A Shisui no le pareció gracioso y con su mano derecha hecha un puño, golpeó a su hermano. Obito no tardó en llorar.
—Eso no se hace Shisui— la respiración del niño era entrecortada, tenía la cara llena de arrepentimiento y un leve brote de lloriqueo que fue en aumento hasta desembocar en llanto —No, no llores tú también Shisui. Y no es correcto que tires la comida Obito.
—¿Siempre son así de traviesos?
—Tobi— Hinata intentó levantarse del suelo al escuchar la profunda voz a su espalda. Resbaló por culpa de la papilla embarrada en sus manos y cayó, Tobi se apresuró a ir en su ayuda.
Los niños dejaron de llorar poco a poco para prestar atención al hombre que ayudaba a su madre a ponerse de pie —¿Estás bien?
—Si— Hinata se sonrojó al ver la papilla en su blusa, seguramente se veía descuidada. El pensamiento la incomodó.
—¿Te hiciste daño?
—No, estoy bien. Gracias Tobi.
—¿Puedo ayudarte?— la Hyūga asintió. Tobi decidió relevar a su pareja —Si quieres toma un baño, iré cuando haya dormido a estos pequeños traviesos.
Hinata asintió de nuevo y salió de la habitación de sus hijos para dirigirse a la propia. Estaba tan cansada que no pensó en quedarse a contradecir a Tobi.
El Uchiha se quitó la máscara y la dejó en el suelo, ambos niños no dejaban de verlo con curiosidad. Sentía alivio al descubrir que no los asustaba. Primero limpió el desastre y luego terminó de alimentarlos, el primero en alzar sus brazos para ser llevado a su cuna fue Obito, Shisui como siempre espero con paciencia.
Volvió a colocarse su máscara y prendió el carrusel que colgaba frente a sus cunas. Los hijos de su amada poco a poco cerraban los ojos. Hinata llegó justo a tiempo para darles un último beso.
—Muchas gracias Tobi.
Él sonrió y se acercó a ella —Hay una forma de agradecerme.
—¿Cuál?— preguntó siguiendo su juego.
—Quiero un beso, ojos de ángel.
Hinata caminó los pasos que los separaban, miró su ojo antes de subir su máscara, solo lo suficiente para que no le estorbara. Juntó sus labios con los de Tobi y se dejó llevar por la oleada de sensaciones que le provocó. Los labios de Tobi eran fríos debido a la noche que probablemente pasó fuera, Hinata se encargó de llenarlo de calor.
—Te amo Hinata.
—Yo también te amo.
Tobi acompañó a Hinata a su habitación, esa noche se permitiría quedarse con ella hasta el amanecer.
•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•
Naruto Uzumaki había llegado justo a tiempo para el cumpleaños número tres de sus pequeños hermanos. Conocerlos fue un verdadero gusto, no dejaba de sorprenderle el gran parecido que tenían con Shisui Uchiha. Lo primero que quiso hacer fue ir a ver a Hinata, grande fue su sorpresa al ver lo mucho que crecieron sus hijos. Era mucho mejor conocerlos en persona que ver las fotos que de vez en cuando Kakashi le enviaba a Jiraiya.
—Okasan, yo quiero ir por el pastel— los ojos azules de Naruto brillaban con fuerza. Hinata no pudo resistirse y terminó aceptando.
—Esta bien, pero Hanabi irá contigo para asegurarse de que el pastel llegue completo.
—De acuerdo.
—Naruto-niisan— el rubio sintió que su pulso aumentaba al escuchar a Obito llamarlo, le encantaba que le dijeran hermano mayor.
—¿Qué sucede Obito-chan?
—N-no me digas así— el Uchiha lo miró de mala manera.
—Yo pienso que t-te queda bien— dijo Shisui apareciendo en la habitación, justo a lado de su madre. Su hermano gemelo decidió ignorarlo.
—De chocolate.
—¿Quieres que tu pastel sea de chocolate pequeño Obito?— el niño asintió —¿Tú estás de acuerdo Shisui?
—S-si.
—Por fin están de acuerdo en algo— Hinata suspiró con una sonrisa.
—Naruto— Hanabi entró a la habitación de su hermana sin haber llamado antes, necesitaba encontrar a Naruto con urgencia y estaba segura de que lo encontraría ahí.
—¿Qué pasa?
—Hokage-sama te está llamando, dice que hay problemas en Sunagakure.
—Gaara— murmuró Naruto preocupado.
La fiesta de cumpleaños tendría que esperar.
•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•
Perdonen de nuevo por la tardanza, no había terminado de escribir el capítulo porque estoy en exámenes finales y proyectos 😓 lo tenía desde principios del mes pero me faltaba corregir algunas cosas. Espero que les guste ❤️
Dejen sus votos y comentarios 💖
Nos vemos en la próxima actualización 👀
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top