Capítulo VI: Un nuevo acuerdo.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento
al lector.

Hinata bostezo por cuarta vez en la noche, su barbilla estaba apoyada sobre su mano izquierda, con su otra mano firmaba los papeles que sus ayudantes le habían llevado en el día. Su cabeza se ladeó lo suficiente para hacerla abrir sus ojos de nuevo. Se estaba quedando dormida.

Hiashi Hyūga entro a su pequeña oficina sin haber llamado, tenía un semblante serio y una taza de té caliente en las manos. Le dejó la taza en el escritorio. Hinata se acomodó mejor en su asiento. 

—Ya es hora de que vayas a descansar.

—Gracias Otôsan, pero aún tengo asuntos que resolver— Hinata bebió un sorbo de su té.

—Hinata, no creo que dormir en la oficina entre en la categoría de asuntos que debes resolver— la Hyūga se sonrojo, su padre la había visto cuando se estaba quedando dormida.

Bebió un poco más de la taza de té, casi la termina. Era una forma de retrasar más la respuesta que le daría a su padre.

—Estaré bien, el té me ayudará a soportar unas horas más de trabajo.

—Huir no es la respuesta— Hinata miró a su padre— Sé que prefieres pasar todo tu día atendiendo asuntos del Clan o entrenando a los niños de la rama secundaria, pero no puedes huir todo el tiempo de lo que en verdad está pasando.

—Otôsan.

—Se ha ido, pero le gustaría que fueras fuerte y siguieras sin él. Pasar todo el día buscando en que ocupar tu tiempo para no pensar en él no es lo correcto.

Hinata mordió sus labios, no quería llorar por Shisui frente a su padre. Solo permitía que su perdida la destrozara en la privacidad de su habitación

—Sé lo que estoy haciendo.

Hiashi tomó su brazo para ponerla de pie, su hija intentaba seguirlo sin protestar.

—Deberías vestir algo más apropiado. 

Hinata bajo la mirada para ver su vestimenta, ¿Qué tenía de malo llevar una falda que llegara hasta sus tobillos?, Pensó que tal vez lo decía por su blusa, era algo holgada, (y si estiraba sus manos al cielo se subía lo suficiente para dejar ver su ombligo), pero se trataba de un regalo de su hermana menor. Aunque no fuera su estilo no podía simplemente guardarla en el fondo de su armario, eso sería admitir que no le gustaba, y eso le causaría tristeza a Hanabi.

—¿Por qué esto no es apropiado?— su padre abrió las puertas de entrada, salieron al patio y caminaron por la acera que llevaba a la salida del Clan. Hinata se sintió una niña pequeña que era regañada por su padre, a pesar de tener veintisiete años de edad —¿Y a dónde me está llevando?

Hiashi la saco de los territorios Hyūga, la noche había caído hace poco, por la cantidad de estrellas se imaginaba que eran las nueve de la noche. 

—La quiero de regreso antes de las doce.

Su padre no se dirigía a ella, se giró solo para encontrarse con su mejor amigo. Kakashi Hatake. Hiashi le cerró la puerta antes de que pudiera preguntarle lo que estaba sucediendo.

—Ya lo escuchaste.

—¿De qué se trata todo esto, Kakashi-kun?

El peliplata alzó los hombros, su mirada revelaba cierta diversión— Iremos por algo de cenar, salir un poco de casa te hará bien.

—¿Acaso me estás invitando a una cita?— preguntó imitando la sonrisa de su amigo.

—Eso es lo que tú quisieras— Hinata infló sus mejillas— No hagas esa cara, empezaré a pensar que no eres una mujer madura. 

Hinata camino más rápido para alcanzarlo— ¿A dónde iremos?

—A cenar con mi equipo, Gai también estará ahí.

—Las cenas con Gai siempre son más divertidas— Hinata cubrió su boca para reír.

—Solo no dejes que te convenza para usar uno de sus trajes— Kakashi dejo escapar un suspiro— Estoy seguro de que Obito y Shisui no me perdonarán si dejo que vistas igual que Gai.

La Hyūga río con más fuerza —Los trajes de Gai no son tan malos.

—Si, claro.

—Deberías tener un poco más de respeto— habló cuando logró contener su risa.

Kakashi sonrió bajo su máscara —Respeto a Gai, pero creo que sería mejor si viste el traje regular de los Jōnin de la aldea. Él debería seguir los consejos de Tenten.

Hinata asintió —¿Vas a proponer a tu equipo para los exámenes Chūnin?

—Si, creo que tienen posibilidades de éxito.

—Me alegrará mucho que Naruto-kun participe, a Minato-sensei y a Kushina-san les hubiera gustado verlo.

—Seguro que estarían felices de verlo crecer.

—Si, serían muy felices.

—Hablando de mi equipo— la azabache lo observó de reojo— Me gustaría que entrenaras a Sakura.

—¿Yo?

—Si, he notado que Sakura tiene un buen control de su chakra, tú eres una experta en ese tema. Quiero que la ayudes a iniciar en el ninjutsu médico.

—Pero Kakashi-kun, no sé si yo sea una buena opción.

—La otra persona a la que dejaría que entrenará a Sakura tiene años que abandonó la aldea. Solo puedo confiar en ti para este trabajo.

—Esta bien, no te voy a defraudar— su mirada de determinación hizo sonreír a Kakashi.

—Estoy seguro de que no lo harás— dijo el peliplata mientras frotaba su cabello.

—¿Y qué hay de Naruto-kun y Sasuke-kun?

—Jiraiya se encargará de Naruto, yo entrenaré a Sasuke.

—¿Has pensado en todo, verdad?

—Siempre pienso en todo.

Hinata sonrió. La cena con Kakashi y su equipo fue entretenida, mejoró cuando Gai llegó y retó a Kakashi para ver quién podía comer más Ramen. La ojiperla agradecía mucho que su mejor amigo se preocupara por ella, había tenido el detalle de pedirle a su padre que la sacará de casa para llevarla a despejarse un poco. Al principio pensaba que solo la cuidaba por la promesa que le había hecho a Obito, con los años aprendió que Kakashi también la protegía porque la consideraba una amiga.

De regreso en su casa, pasó a la habitación de su padre para avisar que había llegado y a la habitación de su hermana menor para desearle una buena noche. Se fué a su recámara con toda la intención de darse un baño e irse a dormir. Cerró la puerta detrás de si, se quitó la blusa para arrojarla al suelo, pero sintió que algo no estaba del todo bien, su ventana se encontraba ligeramente abierta. 

Encendió la luz de su habitación, casi da un grito al ver al chico que conoció en el cementerio acostado sobre su cama.

—Hinata-chan debería cerrar mejor su ventana, para Tobi fue muy fácil entrar.

—¿Qué haces aquí?— el ojo del enmascarado se dirigió a lo poco que cubría la blusa que se había quitado. Hinata se sonrojo y volvió a ponerse la blusa, sin importar que estuviera al revés.

—Tobi quiere conocer a Hinata-chan.

—¿No podías buscarme como cualquier persona normal?, Debiste llamar a mi puerta.

—No puedo, Tobi no debería estar aquí.

—¿A qué te refieres?

—Tobi no es un ninja de Konoha, no sería bien recibido.

Hinata lo observó con atención, ¿Y si se trataba de un ninja renegado?, No recordaba verlo en la lista de criminales. Ahora que estaban más cerca, se daba cuenta de que era un hombre más alto que ella, probablemente tenían la misma edad o tal vez él era más grande. Su mente decía que era peligroso estar con él, pero otra parte más profunda quería saber más sobre Tobi.

Se acercó de manera lenta y se sentó a su lado en la cama —¿Te has perdido?

—Estoy justo donde quiero estar.

—No entiendo.

—Te he observado por un tiempo, siempre lloras. Tobi quiere acabar con tu tristeza

Su voz casi infantil le causaba cierta ternura —¿Cuántos años tienes?

—Veintisiete.

—Me parece que no deberías estar aquí.

Él acarició su mejilla, Hinata sintió un calor recorrer el lugar donde la había tocado —¿Has tenido una cita?

—N-no fue una cita— se regaño mentalmente, ella no tenía que darle explicaciones.

—Quiero conocerte.

—Podemos conocernos, me parece bien si prometes no entrar a mi habitación de nuevo.

—Pero Tobi no puede estar en lugares públicos, debe permanecer oculto.

—¿Por qué?

—Si te lo digo, tendría que matarte.

—¿Qué?— Hinata lo miro sorprendida.

Tobi apretó sus mejillas —Era una broma Hinata-chan.

La Hyūga paso saliva —¿Siempre llevas máscara?

Tobi asintió —Esta es la máscara favorita de Tobi.

—Es linda.

El enmascarado dirigió su vista a la ventana de Hinata, a ella le pareció ver algo de melancolía en su mirada —Me tengo que ir, pero prometo regresar mañana.

Hinata sonrió —Toca la ventana primero.

Él le dió un suave apretón a su rodilla antes de dirigirse a la ventana —Tobi tocará la ventana la próxima vez.

La ojiperla espero a que Tobi se fuera para cerrar con seguro su ventana, se dejo caer en su cama y dió un largo suspiro. No entendía mucho de lo que había sucedido, ¿Quién era él en realidad?, ¿Y si era una amenaza?, Su deber era descubrirlo y atraparlo si era necesario. Aunque no le parecía una mala persona, era adorable a su manera.

Se removió un poco más en su cama, ¿Por qué le sucedían esas cosas?

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Itachi pensó bien en sus posibilidades, encontrar al hombre que había rondado por el Clan Uchiha no resultó ser lo que esperaba. Se hacía llamar Madara Uchiha, y tenía una propuesta para él. 

Al principio había creído que con la muerte de Danzō las cosas en el Clan Uchiha estarían más tranquilas. Funcionó las primeras semanas, pero los anbu de raíz que estuvieron a cargo de Danzō culpaban a los Uchiha de su asesinato. Volvían al principio. Pensó en usar el ojo de Shisui, pero los planes de su Clan no se iban a detener aunque Fugaku Uchiha decidiera no realizar el golpe de estado. 

Madara le ofrecía una alternativa, se encargaría de asesinar a los Uchiha y a los anbu de raíz. No le pedía nada a cambio, pensaba requerir de sus habilidades en un futuro. Era algo sumamente arriesgado, pero era su última alternativa. Lo consulto con el Hokage, sin mencionar a Madara. Hiruzen Sarutobi no estaba del todo convencido, no quería llegar a esos extremos. Pero Fugaku Uchiha quería realizar su estrategia en una semana, esa noticia lo obligó a aceptar el apresurado plan de Itachi.

—¿Por qué?— preguntó Itachi, procurando ser cuidadoso. Madara estaba de pie frente a él, su cabello era corto y algo alborotado, la máscara le impedía ver su verdadero rostro. Solo lograba ver su ojo derecho por el orificio de la máscara, su Sharingan parecía brillar en esa noche tan oscura.

—Para traer la paz a Konoha, mi objetivo es la paz en todo el mundo Shinobi. Empezar por Konoha ya es algo— sus palabras no eran del todo creíbles, había algo que estaba ocultando, pero no lograba descifrarlo. 

—¿Qué debo darte a cambio?

—Me lo pagarás cuando llegue el momento. Por ahora solo te pediré un favor.

Itachi permaneció callado por unos minutos. El ruido de algunos insectos era lo único que se escuchaba en esa parte del territorio de su Clan. El Clan Uchiha estaba ubicado a las orillas de la aldea, solo debías caminar un poco para llegar al lugar donde guardaban todos sus secretos, donde el bosque comenzaba. 

—Habla.

—Hinata Hyūga.

El Uchiha menor se desconcertó, sin embargo no lo demostró. Si algo aprendió desde que entró a anbu fue a ocultar sus emociones.

—¿Qué quieres de ella?

—Encárgate de que ningún sujeto se acerque a ella.

—¿Qué tiene que ver la mujer Hyūga en todo esto?— Itachi intento analizarlo, Madara no mostraba ninguna señal que revelará sus intenciones. Bien, él no revelaría que Hinata le importaba. Había prometido a Shisui que la protegería, cumpliría su promesa.

—Es parte de mis planes. No necesitas saber más.

Sintió cierto temor por la seguridad de su amiga. ¿Qué buscaba Madara Uchiha de Hinata Hyūga?

—Esta bien, yo me encargaré.

—Mañana iniciaré, cuando el sol se haya escondido. Terminando iré por raíz.

Itachi asintió —Estaré listo— el plan era fingir que iba a una misión. Madara y él se encargarían del Clan Uchiha y al terminar seguiría el turno de los hombres de Danzō —¿Piensas acabar con todo el Clan Uchiha?

—No, dejaré a los ancianos y algunos niños, solo los que no puedan recordar todo esto, niños menores de tres años.

—Mi condición es que dejes a Sasuke Uchiha con vida. 

—De acuerdo, él será perdonado.

Madara desapareció en la oscuridad. Itachi permaneció un momento más en ese lugar. Pensando si había tomado la decisión correcta. 

La noticia de que el Clan Uchiha había sido casi exterminado se extendió rápidamente por la aldea. La muerte de los anbu de raíz fue algo que el Hokage y los altos mandos de Konoha manejaron en secreto. 

Itachi se dirigió rápidamente a su Clan cuando regreso a Konoha después de terminar su misión. Se encontró con la noticia de que los niños que habían sobrevivido fueron llevados a un centro en la aldea para su revisión y cuidado. Los ancianos se negaban a desalojar los territorios del Clan, su hermano pequeño esperaba junto con los ancianos la llegada de Itachi Uchiha.

—Itachi— los ancianos se acercaron a él rápidamente, fue un hombre de cabello blanco y ojos negros quien decidió hablar por todos —Es una tragedia, han asesinado a casi todos.

—Niisan— murmuró Sasuke, apretó sus manos al recordar que cuando regreso a casa sus padres estaban muertos— Otôsan, Okasan.

—Entiendo— Itachi apretó el hombro de su hermano menor y se dirigió a los ancianos —Tomaré mi lugar como líder del Clan Uchiha, voy a protegerlos. Empezaré pidiendo al Hokage que nos brinden un lugar, en lo que nuestro hogar vuelve a ser restaurado.

—Itachi, necesitamos saber quién nos atacó.

—La investigación lo dirá. Por el momento solo puedo prometer que los mantendré a todos ustedes a salvo, yo me encargaré de eso.

Los ancianos asentían a las palabras de su nuevo líder, Sasuke se aferró a su hermano mayor, su única familia. 

—Niisan.

—Estaremos bien Sasuke, no dejaré que nada malo te suceda.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Hinata preparó junto con otros Hyūga varios de los dojo de entrenamiento que habían en el Clan Hyūga. Estaba lista para recibir a algunos de los Uchiha que habían sobrevivido al ataque. Itachi le pidió alojamiento para su gente y ella de inmediato acepto. Shisui habría estado muy orgulloso de como prestaba total ayuda a su Clan, a pesar de que los Hyūga no estaban muy de acuerdo.

—Hay mantas, algo de ropa y comida— Hinata sonreía a cada niño y anciano que entraba al distrito Hyūga y era guiado a algún dojo— Pueden buscarme si les hace falta algo, el Clan Hyūga está con ustedes en estos momentos difíciles.

—Muchas gracias Hinata-san— Itachi fue el último en entrar, Sasuke venía detrás de él. Sin atreverse a irse de su lado.

—No agradezcas Itachi-kun, me alegra ser útil para ayudarlos. 

El Uchiha sonrió ligeramente —Nos veremos luego.

La ojiperla se dirigió a su habitación después de terminar con sus labores del día. Encendió la luz y se encontró con Tobi en su cama de nuevo. Cada día la visitaba y la hacia reír con sus bromas. Parecía ser un buen chico, como él mismo solía afirmar varias veces. Pero seguía sin saber a donde pertenecía, sus intenciones eran desconocidas, eso provocaba que no le tuviera suficiente confianza.

—¡Hinata-chan!

Ella sonrió, puso el seguro a su puerta y encendió la lámpara de su buró para apagar los focos de su habitación. Se sentó en la orilla de la cama, Tobi se acomodó mejor para quedar sentado a su lado.

—Deberías esperar a que llegue para tocar mi ventana.

—Hinata-chan siempre deja la ventana abierta, interiormente desea que Tobi entre— podía apostar que sonreía debajo de su máscara.

—¿Algún día me dirás todo sobre ti?

—Cuando Hinata-chan me diga todo sobre ella.

Hinata bajo la mirada, balanceó sus pies en el aire— Cuando ganes mi confianza.

—¡Oh!, Tobi sabe como hacer eso— Hinata alzó la vista para verlo, Tobi busco debajo de la almohada una flor. Se la entrego sin agregar otro comentario.

La azabache tomo la flor con una sonrisa, con la luz de la lámpara de su buró podía ver qué se trataba de una gerbera, su flor favorita y en color rosa. 

—Gracias Tobi, es mi flor favorita— la acercó a su rostro para poder oler su delicioso aroma. Esas flores le recordaban mucho a su madre.

—Las gerberas son flores que simbolizan belleza e inocencia. 

—Si, Okasan solía decir que las plantaba en el jardín pensando en mi.

Tobi dejo su mano sobre su muslo, el toque provocó calor en las mejillas de Hinata —Regalarle una gerbera a tu enamorada quiere decir que la consideras la más hermosa— Tobi se acercó lo suficiente para susurrar en su oído —También simbolizan el comienzo de un amor inocente.

—¿Por qué me di-dices esto?— sentía como sus mejillas se sonrojaba más cada vez que él acariciaba su muslo sobre la fina tela de su falda. 

—Quiero que Hinata-chan este enterada del motivo por el que Tobi le regala está flor.

—Tobi— su corazón comenzó a palpitar con un poco más de velocidad. Desde que Shisui había muerto estaba apagado.

—Aunque el amor de Tobi no es inocente.

Sus palabras por un momento le recordaron a Shisui. El Uchiha solía hacer ese tipo de comentarios que lograban causar todo tipo de sensaciones en su cuerpo. 

—N-no sé que decir.

—Tobi tiene que irse, pero promete regresar mañana a visitar a Hinata-chan— él se puso de pie y camino a la ventana antes de que reaccionara. 

Hinata tardó en seguirlo —Cuídate, por favor.

Tobi despeinó su cabello antes de salir por la ventana, sabía que comenzaba a ganar su corazón. 

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—¿Qué hacía Madara-sama?

El Uchiha se quitó la máscara y se dejó caer en una de las sillas del lugar.

—No te interesa.

Zetzu lo siguió observando —Últimamente está saliendo demasiado.

Suspiró. ¿Qué debía responderle?, Solo intentaba meterse bajo las sábanas de su antigua compañera de equipo porque esa era la manera de acabar con los sentimientos que llenaban su corazón y hacían que su mente dijera que había tomado una decisión incorrecta. ¿Cómo le explicaba si ni él mismo lograba entenderse?

Quería su felicidad, intentaba por todos los medios evitar que sufriera. Pero aún así estaba por cometer algo que la iba a lastimar. Sabía que no debía acercarse a ella, solo provocaba dudas. 

—Sé lo que estoy haciendo.

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Probablemente no actualice en algún tiempo, una disculpa. Mi familia saldrá de vacaciones y no sé si tenga tiempo de escribir :'v 

Dejen sus votos y comentarios ❤️

Nos vemos en la próxima actualización 💞

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