Capítulo IX: Examen Chūnin.
Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.
Hinata esperaba pacientemente en la comodidad de su habitación. Estaba sentada, recargando su espalda en la cabecera de su cama. Su largo cabello estaba trenzado, Hanabi había decidido peinar su cabello antes de ir a dormir. Se había quitado su ropa para darse un baño, salió y se vistió con algo más cómodo para dormir, un short gris y una blusa sin mangas del mismo color. Se aplicó un poco de perfume detrás de sus orejas, solo por si acaso.
Se sentía como en los días que Shisui venía a recogerla para tener alguna cita. Siempre entraba en un nerviosismo minutos antes de la hora que acordaban. Shisui decía que no debía preocuparse, que todo saldría bien si estaba tranquila.
Alguien tocó su ventana, a pesar de que no tenía el seguro, él no entró. Se levantó para abrir, Tobi estaba al otro lado.
—Tocaste la ventana— sonrió y se hizo a un lado para dejarlo pasar, Tobi cerró la ventana con seguro y dejó caer la cortina.
—Tobi respeta la privacidad de Hinata-chan.
—Si, claro.
El Uchiha la contemplo detenidamente, el suficiente tiempo para hacer sonrojar a Hinata.
—A Tobi le gusta como has arreglado tu cabello— Hinata bajo la mirada, acarició su trenza y la pasó a su hombro derecho. La dejo descansar en ese lugar.
—¿Te gusta?
—Si, a Tobi se le ocurren muchas ideas para usar esa trenza.
El sonrojo en el rostro de Hinata aumentó —No creo que estemos listos pa-para llegar a ese punto.
—Tobi siempre está listo.
—Antes hay algo que debo preguntarte.
—Dime.
Hinata junto sus manos y las dejo frente a su vientre. No encontraba la forma de decirle lo que pensaba.
—Itachi-kun te ha visto entrar a mi habitación, sé que él no le dirá a nadie. Pero si alguien más te mira, podría ser peligroso.
Tobi asintió —Tendré más cuidado, Hinata-chan no debe preocuparse por eso.
—Él me dijo algo— dudó un momento, luego se armó de valor. Si quería que el comienzo de su nueva relación funcionará, debían tener confianza entre ellos. Tobi le había confiado la verdad sobre su vida, ella debía corresponder a ese gesto —Dice que no eres una buena persona, no cree que deba confiar en ti. ¿Le has hecho algo?
Hinata sabía que si Itachi se lo decía, es porque tenía una razón. Tobi pensó su respuesta, no pretendía revelar a alguien que era el responsable de la casi extinción del Clan Uchiha, y que su actual líder lo había ayudado. Era un secreto que se llevaría a la tumba si era necesario.
—Nunca he visto a Itachi Uchiha en mi vida, no se de quién me estás hablando. Solo he escuchado por otras personas que se trata de un ninja de alto rango, muy respetado.
La ojiperla le sostuvo la mirada, el oscuro ojo de Tobi no revelaba nada. Decidió creer en él.
—Tal vez Itachi-kun no quiere verme contigo— dijo después de unos minutos —Si, eso debe de ser.
—¿Por qué no?
Hinata desvió su mirada —Itachi-kun quería que estuviera con alguien como Kakashi-kun.
En ese momento detesto la máscara de Tobi. No podía ver las reacciones de su rostro, no sabía si estaba molesto o no. Lo último que faltaba es que él le revelará su verdadero ser.
—Te has besado con ese hombre. Tobi tiene que castigarte por eso.
Hinata dió un brinco al escucharlo —¿Cas-castigarme?
Él asintió. Se quitó la capa oscura que siempre cubría su cuerpo y la dejo caer en la cama. Tobi estaba cubierto en casi toda su totalidad, lo único que podía ver de su piel era lo que sus sandalias ninja no cubrían. Su ropa era ajustada, lo justo para remarcar sus músculos. El inicio de una buena vista, pensó.
Tobi se sentó en la cama, quiso sentarse a su lado pero él negó. Infló sus mejillas, molesta por su negativa.
—¿Te quitarás la máscara alguna vez?
El Uchiha se tensó, agradeció internamente que ella no se diera cuenta de ese detalle.
—Tobi no puede hacerlo, tiene una cicatriz que no quiere que Hinata-chan mire con sus bonitos ojos.
—Pero no me importa que tengas una cicatriz.
—Hinata-chan no está en condiciones de exigir. Tiene que ser castigada por su falta.
—¿Qué clase de castigo?— no entendía a donde quería llegar, sus piernas temblaban mientras un calor agradable crecía en su interior. Sentía que se acercaba al peligro, y aunque debía evitarlo era atraída por este. Como una polilla a la luz.
—Quiero que te quites la blusa.
Su voz la paralizó por un momento. Era como si una corriente eléctrica la recorriera. No hablaba como acostumbraba, ahora su voz era más gruesa y profunda.
—Tu voz— murmuró, aún impresionada.
—¿Prefieres que hable de este modo?, Esta es mi verdadera voz.
Asintió varias veces. Le gustaba su voz, erizaba su piel. Recordó como fué que la voz de Shisui cambió al crecer. Había dejado de ser la voz de un niño para ser la de un hombre adulto.
—Me gusta.
—Bien. Ahora obedece.
Mordió sus labios con algo de indecisión. Accedió a quitarse su blusa, confiaba en que él no le haría daño. Dejó caer su blusa al suelo, pensando en recogerla después.
—Tu sujetador.
Sus manos temblaron, las pasó detrás de su espalda para desabrochar su sujetador. Deslizó los tirantes por sus hombros y lo dejó junto con su blusa.
Tobi sonreía, lo notaba por como su ojo se curvo. Bajo la luz de la lámpara de su buró, lo único que podía pensar era en lo expuesta que se sentía.
—Ahora lo que falta.
Deslizó primero su short, tardó más en quitarse su ropa interior. No tenía miedo de mostrar su cuerpo, Shisui la había convencido de que era muy bonita. Solo temía no estar haciendo lo correcto, conocía de poco tiempo a Tobi, aunque después de que le haya contado sus secretos, creía conocerlo de toda la vida. Como si la confianza entre ellos rompiera las barreras que su inseguridad había formado.
Y ahí estaba, de la forma en que solo Shisui la había visto. Tobi separó un poco más sus piernas, dió ligeras palmadas en su muslo derecho, Hinata paso saliva antes de sentarse sobre él.
—Eres hermosa, Hinata— no protestó porque no la hubiera llamado con el sufijo que siempre usaba, a decir verdad, Shisui siempre lo olvidaba cuando ellos tenían encuentros más íntimos, eso solo hizo crecer su idea de que Tobi quería algo más.
—No es justo que tú sigas vestido.
—Esta noche jugamos con mis reglas.
Miró como se quitaba el guante de su mano izquierda y lo dejaba a su lado en la cama. Notó la erección que tenía su acompañante, se sonrojo, pensando que por lo que veía, podía ser que fuera del mismo tamaño que Shisui. Sacudió la cabeza en un par de ocasiones, no quería comparar a Tobi con Shisui, debía dejar que su prometido descansará en paz.
—¿Qué piensas hacerme?
—Cierra los ojos— obedeció, a pesar de que él no contesto su pregunta —Tienes prohibido abrirlos. Si lo haces, tendré que matarte.
Pasó saliva con fuerza —¿Hablas enserio?
—Será mejor que no intentes descubrirlo— intento agudizar sus oídos, Tobi quitó su máscara y la dejo a un lado. Un ligero suspiro escapó de sus labios cuando él posó sus dedos en su entrada —No lo estoy haciendo para que disfrutes, Hinata.
Su espalda se arqueo sin que pudiera evitarlo. Tobi apretó ligeramente su clítoris y siguió acariciando en su intimidad. Agradecía que su habitación estuviera alejada de la de su padre y su hermana, de esa forma nadie podría escuchar sus gemidos.
—Tobi— gimió de nuevo. El Uchiha dejó que su dedo índice y su dedo medio entrarán el la cálida estrechez de su acompañante. Retiró su mano derecha de su cintura, se quitó el guante con ayuda de sus dientes y lo dejo en la cama. Su mano izquierda entraba una y otra vez, mientras su mano derecha estimulaba su clítoris.
—Dime lo que quieres Hinata, si no lo haces no podré escucharte.
Quería que ella dejará su vergüenza a un lado. Sabía claramente que Hinata no era virgen, pero le sorprendía que siguiera siendo demasiado estrecha. En momentos tenía miedo de ser demasiado brusco y poderla lastimar.
—Más rápido, Onegai.
Aumentó su velocidad, le gustaba ver sus expresiones, como sus ojos se cerraban con más fuerza y mordía sus labios para no girtar más fuerte.
Hinata sentía que el punto final de su noche estaba cerca. No había sentido algo así desde que Shisui se había ido. Pensó en que si Tobi la castigaría de esa forma, no sería desagradable que se repitiera.
Los labios del Uchiha se posaron en el cuello de Hinata. La recorrió con su lengua y con ligeros besos húmedos. Se encargó de dejarle una marca roja, quería que todos se dieran cuenta de que era suya. Se detuvo cuando Hinata estuvo por llegar a tener un orgasmo, ella tenía la respiración entrecortada. La ojiperla frunció el entrecejo como protesta.
—Te dije que era un castigo, ojos de ángel.
—Pero— intentó protestar, Tobi posó su dedo índice en sus labios para acallarla.
—Duerme, mañana será un largo día.
—¿Puedo abrir los ojos?— su corazón seguía latiendo de prisa, estaba exitada, sus pezones endurecidos lo demostraban.
—Aún no— Tobi la tomó entre sus brazos para recostar su delicado cuerpo en la cama, la cubrió con la ligera sábana y la observó por unos segundos. Se colocó los guantes nuevamente, tomó la máscara y la dejo en el buró, se metió debajo de la sábana, intento calmar su dolorosa erección antes de abrazarla por detrás —Ya puedes abrirlos. Ahora solo tienes prohibido voltear.
Hinata abrió sus ojos, Tobi estaba detrás de ella, abrazando su cintura y besando con delicadeza su hombro desnudo.
—¿Te vas a quedar?— había cierta ilusión en su pregunta.
—Si eso es lo que quieres, Tobi no tiene inconveniente.
Apretó la mano que él tenía en su cintura y sonrió —Quédate, por favor.
Se sentía bien tener compañía después de las noches que había pasado sola. Estaba demasiado acostumbrada a dormir con Shisui, cuando lo perdió, parecía que siempre pasaría de frío. Aunque en ese momento, estaba segura de que no volvería a tener ese sentimiento de soledad. Sintió como su acompañante acariciaba su vientre con cariño y depositaba besos en su espalda, al final se quedó profundamente dormida.
Despertó sin alguien a su lado, en el fondo de su corazón, no esperaba compañía. Tenía claro que Tobi no podía quedarse todo el tiempo, él siempre tenía asuntos pendientes.
—Onee-sama— Hanabi tocaba con insistencia la puerta de su habitación, se preguntaba cuanto tiempo llevaba afuera —Sakura ha venido a verte por sus clases, ¿Cuándo piensas salir?, Son las once de la mañana.
Palideció, ¿Once de la mañana?, Ya se había pasado su hora para entrenar a los niños del Clan.
Su hermana lo intento de nuevo —Le dije a Otôsan que te sentías mal por lo del embarazo y canceló el entrenamiento con los niños del Clan— la voz de Hanabi cambió por una más divertida —Me debes una, miré con el Byakugan que dormías con alguien.
—Hanabi— chilló. Se cubrió con la sábana antes de abrir la puerta para regañar a su hermana menor —Es de mala educación ver con el Byakugan en la habitación de los demás.
—¿No dormiste con ropa?, Tuviste una noche muy divertida— Hanabi codeó sus costillas, Hinata enrojeció de inmediato.
—Una niña de tu edad no debería decir ese tipo de comentarios.
—Otôsan— gritó sin alzar demasiado la voz, en verdad no quería llamar la atención de su padre, solo molestar un poco a su hermana —¿Sabes que hacía Onee-sama anoche?
—Hanabi— Hinata persiguió a su hermana por el pasillo, pidió al cielo que su padre no la hubiera escuchado.
•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•
Hinata cepillaba el cabello de Sakura, en la prueba que el equipo de Kakashi había hecho para su examen, alguien había cortado su largo cabello. Su alumna se notaba un poco desanimada.
—Fuiste muy valiente, Naruto-kun me lo dijo.
—Sasuke-kun dijo que solo fui un estorbo.
—Esa no es la manera correcta de hablar de mi pequeño hermano.
—Itachi-san— Sakura se sonrojo al ver al hermano mayor de Sasuke sonreír.
—Itachi-kun, no sentí cuando llegaste.
—Has estado un poco distraída, Hinata-san.
La Hyūga bajo la mirada y siguió cepillando el cabello de Sakura. Sentía la mirada de Itachi en ella. Sabía que él no estaba de acuerdo con su nueva relación.
—¿Algún consejo para Sakura, Itachi-kun?
Itachi se sentó a lado de la niña de cabello rosa, ella seguía con la vista clavada en el suelo.
—Has un esfuerzo por ti, es bueno querer ser mejor por tus compañeros, pero recuerda que la persona que más debe importarte eres tú.
Sakura levantó la vista par ver a Itachi, él era un hombre muy ocupado con su nuevo cargo de líder, que se hubiera acercado para darle un consejo le pareció un detalle sumamente lindo.
—Gracias Itachi-san, pondré en práctica su consejo.
—Espero que lo hagas Sakura-chan— menciono Hinata sonriendo —Itachi-kun es muy bueno a la hora de dar un consejo.
—Ojalá todos siguieran mis consejos como tú Sakura— la ojijade se percató de la intención de su comentario. Al parecer, Hinata no había seguido alguno de los consejos de Itachi.
•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•
Hinata estaba sentada a lado de su padre, observando los combates del examen Chūnin. Algunas personas que la miraban la felicitaban por su embarazo, ya tenía dos meses, y aunque si bien su embarazo no se notaba, los vestidos de maternidad que su padre, Kakashi e Itachi le regalaban delataban su estado. Su hermana menor estaba sentada junto a su equipo, había perdido su anterior encuentro y no logro pasar a esa fase. Neji, al contrario, había logrado avanzar. Pero para sorpresa de todos, fue derrotado por Naruto. Su padre lo había ido a visitar en la enfermería, ella quería acompañarlo, pero su padre insistió en ir solo.
Los encuentros continuaron, Sakura era otra de las personas que no había logrado pasar a la siguiente fase. Aunque la notaba un poco triste, no estaba desanimada, creía que cierto amigo suyo tenía que ver con el buen estado de ánimo de su alumna.
En la pelea de Sasuke y Gaara, el estadio se llenó de un extraño humo. Sus ojos se cerraron poco a poco, la voz de su padre sonaba muy lejana. Solo retomó la conciencia en un par de ocasiones, unos fuertes brazos la llevaban de un lado a otro. Le dió miedo que algún enemigo intentará aprovecharse de su situación para hacerle daño a su familia.
Despertó en su habitación, recostada en su cama. Tobi estaba sentado a su lado.
—¿Qué sucedió?— intentó levantarse pero Tobi se lo impidió, solo le ayudó a sentarse en la cama.
—Alguien está atacando la aldea.
—Necesito irme, debo ir por mi hermana. Mi padre, mi primo— su esfuerzo por levantarse fue en vano, Tobi la tenía bien sujetada —Por favor, necesito defender a mi aldea.
—Estas embarazada, lo único que me preocupa es que estés a salvo.
—¿Cómo te enteraste del ataque?
—Tengo a alguien de mi total confianza que te vigila, si estás en peligro apareceré en cuestión de segundos.
—Puedo defenderme, no soy débil— el Uchiha acarició su mejilla.
—No dudo de tu fortaleza, solo pretendo que no estés en una situación peligrosa— Tobi acarició su vientre —No eres sólo tú, ojos de ángel.
—Quiero saber si mi familia está a salvo.
Tobi dudó —No te pienso mentir, algunos ninjas aprovecharon la confusión para secuestrar a tu hermana, tu primo fue a rescatarla. Tu padre los alcanzará pronto, ellos estarán bien.
—¿Y Naruto-kun, Sakura-chan y Sasuke-kun?— murmuró, Tobi la abrazó al ver que sus ojos se cerraban de nuevo.
—Estarán bien. Descansa, ojos de ángel. Yo te cuidaré.
•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•
Dejen sus votos y comentarios ❤️
Nos vemos en la próxima actualización 💕
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top