Capítulo IV: Seguir.
Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento
al lector.
Hinata estaba dormida entre los fuertes brazos de su novio. Por la tarde el Clan Hyūga había celebrado que su heredera cumplía dieciocho años, era solo cuestión de tiempo para que tomara el cargo. Su padre le había hecho creer a todos que Hinata tomaría su puesto al llegar a esa edad, pero Hiashi al final decidió que él seguía estando apto para liderar al Clan. Hinata le agradecía, sabía que le deba tiempo para que siguiera su relación con Shisui, si ella se volvía la líder de los Hyūga, el consejo le pediría que contrajera matrimonio con algún miembro del Clan, para preservar la pureza del Byakugan. Aunque su padre repetía que la creía capaz de reemplazarlo, le daba la opción de dejar su lugar a su hija menor, Hanabi. De esa forma el Clan no le pediría sellarla, ella podría mantener su relación con Shisui y convertirse en una Uchiha, cuando ambos se casarán a ella tampoco la podrían sellar, porque dejaría de ser una Hyūga. Aunque el Clan quisiera, los Uchiha no le permitirían intervenir en esa relación.
El plan de su padre le parecía perfecto, Shisui estaba de acuerdo, incluso pidió la aprobación de Fugaku Uchiha, quien acepto ayudar al chico que consideraba su sobrino y a su novia.
Esa noche, después de la fiesta en su Clan, Shisui se logró escabullir a su habitación. Habían pasado el rato besándose y dando caricias inocentes. Luego cerraron con seguro la puerta y bajaron la cortina. Se quedaron dormidos, abrazados, juntos. No era la primera vez, en ocasiones estuvieron a punto de ser descubiertos, pero valía la pena si podía dormir con el sonido de los latidos de Shisui cerca de ella.
Hinata había seguido uno de los consejos de Kakashi y su padre. Comenzó a ir al médico para que le recetará un método anticonceptivo, si bien ella llevaba un tratamiento como todas las mujeres que prestaban sus servicios a Konoha, (en el caso de que algo sucediera mal en sus misiones y ellas pasarán a ser abusadas, que afortunadamente y hasta la fecha no se había dado el caso), prefería asegurar que no había posibilidad de que quedara embarazada de momento. Aunque ella y Shisui aún no tenían los encuentros que Kakashi le explicaba de sus libros.
Los toques en su puerta la despertaron de su cómodo sueño, se movió con cuidado para salir de los brazos de Shisui sin despertarlo.
—Ya voy— murmuró.
Tomó el camisón que colgaba de la esquina de la cabecera de su cama y se cubrió con el. Quitó el seguro y abrió la puerta de la habitación, la mujer Hyūga que tocaba su puerta se apartó para que saliera. Cerró detrás de si, por la expresión de la mujer castaña dudaba que se hubiera percatado de que alguien la acompañaba en su cama.
—Hinata-sama lamento despertarla, pero ha sucedido algo muy grave.
Hinata sonrió amable— No hay problema, dime que sucede.
—Se trata de su padre, alguien ha intentado secuestrar a Hanabi-sama.
—¿Hanabi y mi padre están bien?
—Si, afortunadamente Hiashi-sama estaba haciendo una ronda está noche. Logro rescatar a Hanabi-sama, asesinó al secuestrador.
—¿De quién se trataba?
—Un ninja de Kumogakure, de los que venían a firmar el tratado de paz con Konoha.
La ojiperla cubrió su boca— ¿Dónde está Otôsan?
—Hokage-sama lo ha llamado, presentimos lo peor.
Hinata paso saliva fuertemente— Me haré cargo de todo, llamaré a Shisui-kun para que venga a cuidar a Hanabi y pida que un grupo de la policía militar ronde por el Clan— la chica castaña asintió, totalmente de acuerdo— Después me pasaré a la torre Hokage.
—Tenga mucho cuidado Hinata-sama.
—Lo tendré, gracias por avisarme.
La chica se marchó y se perdió en el pasillo, Hinata entró a su habitación, movió constantemente a Shisui hasta que lo despertó.
—Shisui-kun.
—¿Qué sucede Hinata-chan?
—Necesito que cuides de Hanabi, también pide a tus hombres que se aseguren de que ningún ninja de Kumogakure siga por este rumbo, por favor.
Shisui se frotó un ojo, miró atentamente a su novia. Había cierta preocupación en su mirada— ¿Qué sucede?
—Mi padre asesinó a un ninja del grupo que venía a firmar el tratado de paz con Konoha, lo hizo porque intentaba secuestrar a Hanabi.
Shisui se levantó de la cama y comenzó a vestirse, primero su playera y luego ajusto el cinturón que se había quitado para dormir.
—Primero iré por los vigilantes, después regresaré a cuidar de tu hermana.
—Muchas gracias Shisui-kun, estaré en la torre Hokage, por si me necesitas.
El Uchiha beso su frente antes de permitir que se fuera— Prométeme que te vas a cuidar.
—Te lo prometo.
Hinata siguió el ejemplo de Shisui y comenzó a vestirse con su ropa para misiones. Salió de prisa del territorio Hyūga y subió a los tejados para llegar más rápido a su destino. Su padre, su tío y otros miembros del Clan ya estaban con el Hokage cuando la dejaron pasar.
—Acabo de mandar una carta a Kumogakure— Hiruzen Sarutobi se encontraba visiblemente agotado— Solo nos queda esperar su respuesta.
La respuesta que Hinata esperaba nunca llegó, la aldea que intento secuestrar a su hermana negó haberlo intentado, solo pedía justicia por el ninja que su padre asesinó. Querían el cadáver de Hiashi Hyūga. Su tío termino sacrificándose. Aunque estaba molesta por la actitud que Kumogakure había tomado, Shisui la ayudo a no guardar rencor.
Unos días después estaban realizando el velorio de su tío, Hizashi Hyūga. Shisui estaba a su lado, no la dejaba sola en ningún momento. La noche fue larga, todo termino tarde, se retiró a su habitación después de despedirse de todos. Hinata cerró su puerta y comenzó a desvestirse para dormir, se vistió con una pequeña piyama y encendió la luz de la lámpara.
La flor blanca sobre su buró captó por completo su atención. Debajo de la flor había una hoja doblada en dos, abrió y leyó el pequeño mensaje.
Lamento mucho tu perdida.
Un escalofrío recorrió su espalda. Al principio tuvo la pequeña idea de que se trataba de algún detalle de su novio, aunque lo dudaba, ellos estuvieron juntos todo el día, ¿Por qué no darle ese detalle durante ese trascurso?, La letra de quién escribió el mensaje termino por confirmar sus sospechas. Ese no era un mensaje de Shisui, no era la misma letra.
Los toques en la ventana la sacaron de sus pensamientos, recorrió las cortinas para encontrarse con la mirada oscura de Shisui. Quitó el seguro a la ventana y lo dejo pasar.
—Quiero hacerte compañía.
—Gracias Shisui-kun.
—¿Me debo preocupar por eso?— Shisui señaló la flor, sus ojos estaban entrecerrados.
—No se quien lo manda— la ojiperla se dirigió a su buró para recoger la nota, se la entrego a Shisui junto con la flor— No reconozco esa letra.
El Uchiha frunció el ceño— No la he visto antes.
—No entiendo como dejaron esto en mi habitación, la ventana estaba cerrada con seguro.
—¿Y si simplemente entro por tu puerta?— sabía que era prácticamente imposible, pero era la única forma.
—Lo dudo mucho, los guardias hubieran visto entrar a alguien ajeno al Clan, siempre vigilan los pasillos que dan a mi habitación.
Shisui dejo la flor y la nota en el buró— No te preocupes, no le tomes importancia— él sonrió al verla con su piyama— Algún día harás que deje a un lado la promesa de conservarte virgen hasta el matrimonio.
La Hyūga enrojeció por completo, se bajó más el camisón para que Shisui no viera sus piernas desnudas. Su novio seguía sonriendo, retrocedió unos pasos y se cubrió con la suave manta. Sintió como su cama se hundió bajo el peso de otro cuerpo, Shisui se quitó la camiseta después de comprobar con una mirada fugaz que las cortinas estuvieran recorridas. No le gustaría que algún Hyūga se diera cuenta de que solía dormir con su heredera.
—Shisui-kun.
—Tranquila, no haré nada que tú no quieras. Además, sé que no es un buen momento.
Hinata lo miro un momento, apartó la manta para invitarlo a dormir a su lado. Shisui así lo hizo.
—Te quiero Shisui-kun.
—También te quiero.
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Shisui entrenaba en el bosque que había cerca de Konoha. La mañana era agradable, no podía esperar a que su linda novia fuera hacerle compañía. Bebió un poco de su cantimplora y la depósito de nuevo en el suelo.
—Sal ahora mismo de tu escondite, sé que me estás observando desde hace tiempo.
El Uchiha se dió la vuelta. Un hombre enmascarado salió detrás de un árbol y se detuvo hasta quedar frente a él, los separaban algunos metros. Lo primero que notó fue que el hombre de la máscara le tenía ventaja de altura solo por un par de centímetros.
—¿Qué es lo que quieres?— Shisui no obtuvo respuesta— No creas que no me doy cuenta de tu presencia, sé que eres tú quien suele ver por la ventana de Hinata, no me sorprendería que fueras el responsable del mensaje de hace unos días. No suelo ser celoso, pero creo que a nadie le agrada que otro hombre espíe a su novia.
Silencio. El enmascarado no se movía, no daba una señal de asombro por verse descubierto. Eso le indico a Shisui que él contaba con que lo descubriera.
—¿No piensas hablar?, Bien, te diré algo, no me agrada tu presencia en la aldea.
Shisui cerró sus ojos, los abrió al momento que activaba su línea sucesora y sacaba un Kunai de su porta armas. Disparó directo a su hombro, sin embargo, observo con incredulidad como su arma traspasó el cuerpo del enmascarado y se clavó en el árbol que estaba detrás.
—¿Qué?— su mente analizó rápidamente la situación, lo miró molesto al comprender lo que sucedió en el cuarto de Hinata— ¿Lo hiciste de esta forma, verdad?, Entraste a la habitación de Hinata sin necesidad de abrir la ventana o usar la puerta porque posees está técnica— el pelinegro apretó sus manos— ¿Qué quieres de ella?, No permitiré que le hagas daño.
—Solo quiero advertirte que tengas cuidado con Danzō Shimura.
Su voz, no lograba reconocerla. Era muy probable que no la había escuchado antes.
—¿Advertirme?, ¿Por qué quieres ponerme a salvo?
—Por ella— hubo una larga pausa antes de que hablara nuevamente— Acaba de perder a un tío, no creo que sea agradable que pierda también a su novio.
—¿Por qué te preocupas?
—Ella es importante para mi— Shisui frunció el ceño, no creía en sus palabras, carecían de cualquier rastro de sentimiento— Y tú eres importante para ella, si te pierde, no lo podrá soportar.
—Quiero que te alejes de Hinata, ¿Escuchaste?
—Fuerte y claro.
El enmascarado lo termino de asombrar cuando desapareció en un remolino. Jamás había visto a alguien usar esa clase de técnicas. ¿De quién se trataba?, ¿Debía informarle a alguien más?
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Hinata paseaba por la aldea con una sonrisa, saludaba a los aldeanos y seguía su camino. Llevaba una falda que llegaba por debajo de sus rodillas de color azul marino, una blusa blanca sin mangas que se ajustaba a su figura y sus clásicas zapatillas ninja. Se detuvo en un puesto de frutas para comprar manzanas, estaba demasiado concentrada en su labor de escoger bien la fruta que no se dió cuenta de que Naruto corría a ella hasta que este comenzó a gritar.
—Hinata Oneesan— Naruto llegó como un rayo a su posición y se escondió detrás de ella sosteniendo su cadera— Sakura-chan quiere matarme.
—Naruto— el grito de la Haruno provocó que Naruto diera un salto asustado— Deja de molestar a Hinata-sensei.
Hinata le sonrió a la chica cuando llegó, Sakura retrocedió un paso, sus mejillas se pintaron de un suave color rosa. La amiga de su maestro Kakashi siempre le había parecido linda, quería llegar a ser igual de atractiva cuando tuviera su edad. Tal vez de esa forma Sasuke la miraría como Shisui Uchiha miraba a Hinata Hyūga. La vista de la ojijade se pasó de la azabache al rubio que se escondía detrás de ella.
—Te juro que no lo vuelvo hacer Sakura-chan.
—¿Qué le hiciste a Sakura-chan, Naruto-kun?
Naruto bajo la mirada para no tener que ver a ambas chicas— Konohamaru y yo dijimos que Sakura-chan era fea.
A Sakura le saltó una vena en la frente al escuchar a su compañero de equipo.
Hinata lo miro un poco disgustada— No deberías decirle eso a Sakura-chan, ella es una niña muy linda. Discúlpate.
—Pero Oneesan, ella me golpeó.
—Discúlpate— repitió Hinata, está vez usando un tono más duro en su voz.
Sakura se sonrojo nuevamente, ¿Ella una niña muy linda?, Sonrió, si lo decía Hinata-sensei es porque debía ser verdad.
El rubio infló sus mejillas, no le agradaba la idea de que Hinata lo regañara— Lo siento Sakura-chan.
—Esta bien— Sakura cruzó sus brazos, seguía molesta pero no golpearía a Naruto frente a la ojiperla.
—Hyūga— la nombrada dió un pequeño saltó. ¿Cuándo había llegado Sasuke?
—¿Qué sucede Sasuke-kun?
El Uchiha tenía un ligero sonrojo, le entrego una nota y volvió a su semblante de indiferencia— Es de Shisui.
Hinata le agradeció con una sonrisa, la nota no era muy larga. Por la letra no había duda de que se trataba de algún plan de su novio.
Hoy a las cinco, en la plaza que está por el distrito Uchiha. En nuestro árbol favorito.
A Naruto y Sakura se les iluminó el rostro— ¿Ya llegó el día?— preguntaron al mismo tiempo.
Sasuke asintió.
Hinata miró el reloj que había cerca del hombre que atendía el puesto.
4:55
—Voy tarde— por poco y dejaba caer su bolsa de manzanas, Naruto y Sakura se asustaron al ver que tenía la intención de irse en ese instante.
—Hinata-sensei— gritó Sakura alarmada— No debe preocuparse, termine su compra y vaya a dejarla en su casa.
—Pero— comenzó a murmurar la Hyūga.
—Nosotros iremos a decirle a Shisui-niisan que llegará un poco tarde— le aseguro Naruto.
—¿Harían eso por mi?— los tres niños asintieron.
—De acuerdo— Hinata pago por sus frutas y se giró a los niños de doce años— Gracias chicos— dijo antes de irse.
Hizo todo lo más rápido posible cuando llego a su casa, se aplicó un poco de bálsamo labial con sabor a vainilla y algo de perfume. Corrió de nuevo a la plaza que estaba cerca del distrito Uchiha, iba directo al árbol donde Shisui y ella tuvieron su primera cita, donde él le pidió que fuera su novia.
Shisui estaba allí, a su lado se encontraban Naruto, Sakura, Sasuke, Ino, Chōji, Shikamaru, Kiba, Shino y su hermana Hanabi. Los compañeros de su hermana alzaron junto con ella una serie de carteles, se notaba que entre todos los habían realizado, su esfuerzo la conmovió. Shisui se acercó a ella con un anillo plateado, en el centro tenía una pequeña amatista. Se cubrió su boca, la respuesta era si, no tenía duda de aceptar, pero la emoción le impedía hablar. Asintió varias veces, Shisui la abrazó mientras los niños dejaban a un lado los carteles y aplaudían.
—Si quiero Shisui-kun, quiero ser tu esposa— Shisui la sostuvo un momento más en sus brazos, la soltó solo para colocar el anillo en su dedo anular.
—Te quiero— Shisui la besó con suavidad, delineando con su dedo pulgar su mejilla. Su corazón no dejaba de latir.
Shisui y ella, juntos.
—Te voy a querer toda mi vida.
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—Mañana tendré una misión muy larga Hinata-chan, no quería irme sin despedirme de ti.
—¿Te quedarás está noche conmigo?
—Claro, me iré más temprano para pasar por mis cosas a casa. Pero aun así dormiré contigo.
—Shisui-kun, ¿Podemos...?
—Solo no me hagas perder la cordura.
Sabía que estaba ahí para decepcionarse de Hinata, si miraba lo feliz que era con Shisui y lo poco que lo necesitaba podría olvidar el sentimiento que crecía en su interior por su antigua amiga. Regresaría a sus planes.
Se recargo mejor en la pared del baño, estaba invadiendo la privacidad de Hinata, pero ya no sabía que hacer. No podía entender lo que sentía y eso lo frustraba. Fue con la intención de decepcionarse, pero Hinata no podía causar ese sentimiento en él, menos esa noche.
No tenía nada de malo que ella quisiera entregarse al hombre que amaba por primera vez.
Quería irse para no seguir escuchando, pero su cuerpo no reaccionaba.
—Kakashi-kun dice que lo que hacemos es solo una parte.
—Si, algo así.
—Quiero estar contigo Shisui-kun, completamente.
—No me hagas romper mi promesa Hinata, había dicho que te conservaría virgen hasta el matrimonio.
—Shisui-kun— escucho el ruido que hizo la cremallera del pantalón de Shisui al bajar, luego de unos minutos lo único que se escuchaba en la habitación eran los gemidos del Uchiha.
—Hinata-chan.
—Por favor Shisui-kun.
—Solo dime si te lastimo.
Hubo más sonidos de besos y suaves gemidos. Palabras dulces y después silencio.
—Te amo Shisui-kun.
Fue en ese momento que reaccionó, desapareció del lugar antes de que pudiera pensar en algo. Lo que había hecho estaba mal, se alejaría de Hinata. Definitivamente.
—También te amo.
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—Hyūga-san— los Uchiha que estaban frente a ella la saludaron con formalidad. No entendía porque habían ido a su casa, pero no los dejaría afuera, los haría pasar— Nos gustaría hacerle unas preguntas.
—Claro, ¿Quieren pasar?
Uno de los Uchiha negó— Seré breve, ¿Usted ha sabido algo de Shisui Uchiha?
—Él está en una misión, me envió una carta hace dos días para avisarme que regresaba hoy.
Los Uchiha se miraron entre ellos, el mayor miró a la Hyūga con pena— Lo siento mucho Hyūga-san. Shisui se suicidó.
Los ojos de la Hyūga se agrandaron, eso no podía ser posible. Se equivocaban, eso debía ser, se equivocaban. Shisui no la dejaría sola, él no haría eso— N-no, están mal. Shisui-kun y yo nos va-vamos a casar.
—Encontraron una nota de despedida en su casa.
Negó. Eso era mentira. ¿Por qué le hacían esa broma tan cruel?, Los escuchaba hablar pero seguía negando.
—Su cuerpo aún no lo encontramos.
—Creemos que alguien lo asesino.
—¿Sospecha de alguien Hyūga-san?
Sus rodillas se impactaron con el suelo, se cubrió las orejas para dejar de escucharlos. Shisui no se había suicidado, él llegaría, ellos serían felices. Shisui no podía dejarla, él tampoco podía dejarla.
Sentía los pasos de algunos Hyūga detrás de ella, la llamaban y alejaban a los Uchiha que le estaban gastando una broma cruel.
—No se acerquen a Hinata-sama.
Su padre también salió, se arrodilló a su lado y la abrazó. Hinata seguía viendo sus recuerdos uno tras otro. Sus lágrimas salían y no hacía nada para impedirlo.
—Shisui-kun y yo nos vamos a casar, Otôsan, Shisui-kun y yo nos vamos a casar.
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